MENSAJE
DOMINGO 15/12/2013
Hermanos míos, quiero que sepan que no busco herir la
sensibilidad de nadie, ni tampoco busco ofender a nadie, como tampoco busco el
favor o la alabanza de nadie, pero es muy probable que algunas de las palabras
que hoy se expongan sean algo duras para algunos de ustedes, por lo que les
pido me tengan paciencia para poder concluir el mensaje.
Existen algunos desequilibrios
muy notables en la vida de los cristianos de hoy, que son las diferentes formas de juzgar como se debe vivir el cristianismo normal,
a lo que me refiero más precisamente es que hay cristianos que fuman, y eso no les genera ningún
problema de conciencia, sino que consideran que no esta tan mal y que se puede
hacer, como también están los que coquean
durante todo el día, y no tienen ningún prejuicio por hacerlo porque consideran
que eso no le hace daño a nadie y que no es pecado, y así entran en la lista también
los que toman vino durante el día,
y aunque no llegan al estado de embriaguez hallan un gusto en hacerlo y
mantenerlo, otros que toman cerveza,
y cuando alguien le pregunta; ¿oye porque tomas cerveza?, inmediatamente
responden; “y tu porque tomas gaseosa, así como tú eliges la gaseosa como
bebida refrescante yo elijo la cerveza, y no tiene nada de malo”, el problema
es que después de unas cervezas ellos ya no están sobrios, también están los
que miran pornografía sin
problemas, matrimonios que comprar esta clase de material y lo guardan en
sus mesas de luz, y a veces lo están viendo hasta cinco minutos antes de salir
para la reunión, otros que les gusta
el baile, otros que van a los corsos
y festividades de esa índole, en fin, no pretendo nombrar todos los
casos, porque de lo contrario se nos pasaría toda la hora solo hablando de
esto.
El problema con todas
estas formas de vida es que muchas de
ellas no aceptan ser corregidas cuando se saca a luz sus errores (pecados),
sino buscan justificarse y defenderse
como si alguien le estuviera atacando, generalmente
se ofenden y concluyen diciendo; “mira, porque mejor no te ocupas de tu
vida y a mí me dejas tranquilo con la mía, el Señor conoce mi corazón y sabe
que yo en el fondo lo amo” ¿??? La pregunta es ¿Está bien mi vida cristiana así
como la vivo o está mal?, que dice la biblia tocante al tema, que nos enseñan
las escrituras al respecto.
Jueces 21
25 En estos días no había rey en Israel; CADA UNO HACÍA LO QUE BIEN LE PARECÍA.
La meditación de esta
noche tiene como titulo; UN CRISTIANISMO
SIMILAR AL PERIODO DE LOS JUECES
Curiosamente el libro
de los jueces concluye todo el relato o la crónica de los mismos con esta
expresión; “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacia lo que bien
le parecía”, y a primera impresión esto suena como que cada uno hacia todo
lo malo que se le ocurría, sin embargo la palabra que aquí se traduce como “bien”, del griego se refiera a “recto”, o sea, cada uno hacia lo que
le parecía recto o correcto delante de
Dios, dando a entender que las cosas que hacían no eran con la intención
directa de querer revelarse contra Dios,
sino pensando que de esa forma les estaba permitido
vivir y que no estaban pecado al hacerlo, por lo tanto Dios no se ofendería
con ellos sino que estaría satisfecho, sin embargo no era así. Y todo esto sucedía porque no había rey
en Israel, no había una autoridad que rija como forma de gobierno en
sus vidas, por ende no existían parámetros de vida como pueblo o nación, cada uno interpretaba la ley de Dios como
quería o como le convenía, razón por la cual todo allí parecía una
anarquía, porque cada uno hacia lo que consideraba que era correcto, sin
embargo Dios debía levantarles jueces de tiempo en tiempo y lugar en lugar para
corregir sus descarriadas vidas.
Tristemente así está el
cristianismo de hoy, si tuviera que definirlo en pocas palabras eso es lo que está
sucediendo en la vida de los cristianos, una ausencia de autoridad que rija sus
vidas, una ausencia del señorío de
Cristo, en otras palabras una ausencia de Cristo en la vida cristiana, y
aunque parezca una ironía es la realidad que se vive dentro de las iglesias, un
cristianismo sin Cristo, no hallo otra manera explicar la forma de vida que están
llevando, aquella donde cada uno hace lo que le parece correcto pero a su
manera, sin tener ningún respaldo
bíblico que avale o apruebe su forma de vida.
Parece ser que muchos se
olvidaron que ser cristianos es estar subordinados
a la autoridad de Cristo, a su señorío,
la iglesia de Cristo de ninguna
manera es un pueblo en anarquía donde cada uno puede hacer lo que bien le
parece (como en el periodo de los jueces), ¡NO!, SINO QUE TIENE UN REY,
Y ESE REY ES JESÚS EL CRISTO, eso implica que Él gobierna nuestras vidas, es
Él el que impone como debemos vivir, porque Él es el Señor, el Jefe, el
Soberano, la máxima Autoridad en su reino, y la iglesia es el reino de Jesucristo,
y como todo reino, también tiene mandamientos, leyes y estatutos que nos
indican cómo debemos vivir y comportarnos dentro de él, y todo esto está encerrado en este manual de vida que son las
escrituras, lo que hoy llamamos la biblia.
Las personas que NO desean vivir según lo que
Cristo enseña a través de las escrituras, es porque sencillamente no le conocen
y no pertenecen a su reino, por ende
hacen lo que bien les parece llevando una vida conforme a sus propias ideas y
deseos carnales, una vida sin rey, como en el periodo de los jueces, donde
cada uno hace lo que bien le parece.
1° Juan 2
3 Y en
esto sabemos que nosotros le conocemos,
si guardamos sus mandamientos.
4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la
verdad no está en él;
5 pero
el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que
estamos en él.
6 El
que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
Las personas que verdaderamente conocen al Señor Jesús obedecen a sus
mandamientos, porque entienden que sus vidas ahora son gobernadas por un Rey,
entienden que sus vidas pertenecen a un reino donde hay leyes y mandamientos
dispuestos para vivir una vida justa y santa, tal como le agrada a Dios.
Aquellos que con sus bocas testifican que conocen a Dios pero no guardan sus
mandamientos son mentirosos y la verdad no está en ellos, porque el que guarda
sus mandamientos y permanece en Dios, desarrolla su vida tal como Jesús la
vivió. ¿Y cómo es andar como Jesús más exactamente?
Juan 6
38 Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad
del que me envió.
No estamos aquí para
hacer nuestras vidas a nuestra manera, no estamos aquí para inventar leyes de
cómo debemos vivir, o como se nos está permitido vivir, sino estamos aquí para que Dios cumpla todo su
propósito en nosotros, estamos aquí para obedecer a Dios y hacer solamente su
voluntad, a fin de que Él sea glorificado en todo, porque todo siempre se ha tratado de Él. Eso es ser
verdaderamente cristianos, una vida en
sujeción a Cristo, y no aquella en donde cada uno hace lo que bien le
parece pensando que Dios se agrada en una vida insubordinada.
Romanos 8
29 Porque a
los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos.
El
propósito de Dios en nuestras vidas es formarnos a la imagen de Cristo, es transformar nuestras vidas para
que cada día seamos más parecido a Cristo, y el porqué de esto es por la
sencilla razón que Jesús es el modelo
acabado de la perfección, es el modelo perfecto de lo que es ser un siervo
obediente que se deleita solamente en
hacer la voluntad de Dios, de la misma forma quiere hacer Dios con nosotros, transformarnos en siervos obediente
para ser utensilios en sus manos.
Cada vez que queramos saber si nuestra vida así tal cual
como la llevamos agrada a Dios debemos mirar cuanto se parece a Cristo, no
quiero ser duro pero este ejemplo quizá nos confronte un poco; leo la biblia todos los días, pero me
gusta tomar cerveza y vino todos los días, oro todos los día pero también fumo todos los días, ayuno dos veces
a la semana pero estoy coqueando durante todo el día. Así estaban los israelitas en el periodo de los jueces, haciendo
sus vidas pensando que era una vida
recta, que no estaba mal, sin embargo esto sucedía porque no había rey en
Israel.
¿Cómo
y cual debe ser la vida de todo cristiano?
1° Pedro 1:13-16
13 Por
tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que
se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
“Ceñid los lomos”, esta expresión hace referencia a la
práctica o costumbre que se tenía en aquel tiempo por causa de las largas vestimentas que solían usarse, y que al
momento de viajar, correr o pelear, a
fin de ser mas agiles, se las envolvían al cinturón y así tenían mejor
movilidad. Pero el apóstol utiliza esta expresión en un sentido espiritual para referirse a una preparación interior,
es por ello que expresa “ceñid los lomos de vuestro entendimiento”, haciendo
referencia a que debemos preparar
nuestras mentes solo para la venida de Cristo, despojándonos de todo lo
que nos detenga o nos haga más lento en el crecimiento espiritual, a fin
de poder agilizar nuestro desarrollo mental solo para el conocimiento de la
verdad, siendo sobrios para tener claridad y constancia en la esperanza
de la gracia cuando Cristo sea manifestado.
14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en
vuestra ignorancia;
“Como hijos obedientes no os conforméis” que mas
precisamente sería “como hijos que
obedecen no se amolden” a los deseos antiguos que tenían cuando no conocían
a Cristo. Porque la traducción al español del verbo griego sus-je-matízo (συσχηματίζω) que
aquí se traduce como “conforméis”, es “amoldarse”,
y la palabra conformar es un sinónimo de esta. Y esto es importante aclararlo porque el apóstol nos enseña que sujetos a obediencia no
debemos amoldarnos a los deseos
mundanos, no debemos tomar la forma del mundo, por la sencilla razón que como hijos de Dios ya no encajamos en aquel
molde de vida mundana, porque nacidos en Cristo fuimos transformados por Él
abandonando aquella forma de vida mundana para adoptar una forma de vida espiritual.
La persona que se
convierte a Cristo sufre una transformación, de lo contrario no se llamaría
conversión (“me
convertí a Cristo”¿?), o sea que se trata de un cambio de forma, y si en verdad hemos cambiado de forma significa
que ya no encajamos en el molde de vida mundano, pero sí de todas formas buscamos
vivir como el mundo sería como tratar
de encajar una pieza de forma cuadrada en un molde de forma triangular,
es prácticamente imposible encajarlos, salvo que empecemos a gastar y romper
sus lados perdiendo ya su forma original convirtiéndolo en algo amorfo solo para que pueda adaptarse en
aquel molde triangular. Y aunque parezca
una locura así sucede en la vida de muchos cristianos que buscan amoldarse al
mundo, pierden la forma de cristianos haciéndose algo amorfo (que no tienen
forma), solo para poder encajar en el mundo, dejan de lado las enseñanzas de
Cristo y se hacen un evangelio a su
conveniencia, y como termina todo esto?
Cada uno hace lo que bien le parece…
Romanos 12
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Esta
más que claro que no debemos conformar o amoldarnos al mundo, ya fuimos rescatados de esa errante
forma de vida, ahora debemos renovarnos
interiormente solo en el conocimiento completo de la perfecta voluntad de Dios,
de lo contrario, como dijimos anteriormente, seriamos cristianos amorfos, con un concepto errado del evangelio,
tergiversando la doctrina de Cristo a nuestra conveniencia para justificar una forma de vida mundana con
rotulo de cristiana.
15 SINO, COMO AQUEL QUE OS LLAMÓ ES SANTO, SED
TAMBIÉN VOSOTROS SANTOS EN TODA VUESTRA MANERA DE VIVIR;
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo
soy santo.
Así deben ser nuestras vidas, DEBEMOS SER SANTOS EN TODO NUESTRO MODO DE VIVIR, y esto no
es solo una opinión del apóstol Pedro, SINO
MÁS BIEN UN REQUERIMIENTO (una obligación, una exigencia) PARA LA VIDA DE TODOS
LOS CRISTIANOS, ¿y porque debemos ser santos? por la sencilla razón de que Dios
es Santo, tal como lo expresa el verso 16 porque escrito está: Sed santos,
porque yo soy Santo, y punto.
DEBEMOS SER SANTOS, y esto se refiere a estar separados del pecado y apartados para Dios.
Este requerimiento implica buscar la santidad absolutamente EN TODO EL DESARROLLO DE NUESTRAS VIDAS.
Efesios 1
4 según nos escogió en él antes de la fundación
del mundo, para que fuésemos santos y
sin mancha delante de él,
Con esto queda más que claro que vivir en santidad no es
un consejo por parte de los apóstoles de Cristo, sino como hemos expresado
anteriormente, la santidad es un
requerimiento para la vida de todos los cristianos. Y esto es lo
que busca el apóstol Pedro en
el desarrollo de su carta, enseñarnos
a vivir de la forma que al Señor le agrada, exhortándonos a que no
busquemos conformar al mundo con nuestra forma de vida sino a Cristo Jesús
nuestro Señor.
Debemos huir de aquel
CRISTIANISMO QUE ES MUY SIMILAR AL PERIODO DE LOS JUECES, de aquel cristianismo sin Cristo donde
cada uno hace lo que bien le parece, y empezar a santificarnos, ya que sin santidad nadie vera al Señor,
no son palabras mías, esto está en las escrituras (He 12:14). La santidad es algo que debemos buscar, hallar y
mantener.
Una de las cosas de debemos
tener presente es que así como satanas
quiso engañar a Jesús, busca hacer lo mismo con cada uno de nosotros, él
no quiere que nosotros alcancemos la salvación, por ello ha fabricado
muchísimos métodos y formas de detenernos y hacernos retroceder y tropezar.
2°
Corintios 11
3 Pero temo que como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.
El adversario busca con astucia, con trampa, con engaños,
corrompernos, cambiar nuestras mentes, nuestros entendimientos, para que nos
extraviemos de la sincera fidelidad a Cristo, y empecemos a vivir un engaño
pensando que estamos aprobados por Dios.
Apartarse de la
sincera fidelidad a Cristo, es insubordinarse a su señorío, es no querer sujetarse a sus
mandamientos, es hacer y vivir como los
israelitas en el tiempo de los jueces, donde a falta de rey, de autoridad, cada
uno hacia lo que bien le parecía. Sin embargo como cristianos nosotros
debemos anhelar que se haga la voluntad de Dios en nuestras vidas, y esto debe
ser parte de nuestra oración diaria, tal como lo enseño el Señor Jesús
Lucas 11
2 Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre
nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el
cielo, así también en la tierra.
Eso es reconocer que tenemos un rey, eso es vivir en sujeción al señorío de nuestro Rey, en que no
queremos hacer lo que nosotros queramos, sino lo que nuestro Rey quiera que
hagamos, y de esta forma escaparemos de
aquel cristianismo similar al periodo de los jueces.
No se trata de lo que nosotros aprobamos, de lo que
consideramos que esta bien o mal, sino de lo que Dios determina que esta bien o
mal. Y si Jesús, a pesar de ser el Mesías, el Cristo profetizado, no interpuso
su voluntad y su criterio de justicia por encima de la voluntad de Dios ¿Quiénes somos nosotros que buscamos que
Dios se ajuste a nuestros planes?
Juan 5
30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según
oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la
voluntad del que me envió, la del Padre.
No se trata de nuestra
voluntad, sino de la voluntad de Dios, de la voluntad de Cristo en nuestras
vidas
Juan 14
6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad,
y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Juan 13
15 Porque ejemplo os he dado, para que como yo
os he hecho, vosotros también hagáis.
Colosenses1
15 El es
la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
16
Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y
las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.
17 Y él
es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten;
18 y
él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio,
el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
19 por
cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,
20 y por medio de él reconciliar consigo todas
las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.
La paz del Señor Jesús
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