MENSAJE
DOMINGO 12/01/2014
1° Corintios 15
50
Pero esto digo, hermanos: que la
carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción
hereda la incorrupción.
Juan 3
5
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el
reino de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo
que es nacido del Espíritu, espíritu es.
El Señor Jesús en
aquella conversación con Nicodemo, claramente expresa que para entrar en el
reino de Dios, preciso le es al hombre (al ser humano) nacer de nuevo, pero ya no
en un sentido carnal sino espiritual, entendiéndose también que para que una nueva naturaleza nazca es preciso
que la otra muera,
y esto es lo que todo cristiano verdadero debe experimentar al nacer de nuevo, porque
vestidos del Espíritu Santo, ya no debemos andar en aquella vida vieja que solo
obedecía a los designios de la carne (Ro 8:6-8), sino en una vida nueva que ahora solo
obedece a la voluntad de Dios (Ro 6:4-6, 2°Co 5:17), de modo que mientras
la vida espiritual se abre paso en nosotros, la carnal tiende a desaparecer,
porque Dios no tiene ninguna intensión
en rescatar nuestra carne, sino nuestra alma (1°Pe
1:9), y esto es lo que el apóstol Pablo expresa claramente en la
carta dirigida a la iglesia de Corinto, que este cuerpo carnal que nos envuelve
no va a heredar el reino de Dios, el día que nos presentemos delante de Él para
recibir la vida eterna, no va a ser con este cuerpo carnal que actualmente
tenemos, sino que vamos a ser revestidos por Él con otra naturaleza sin
contaminación. O sea que nuestra
condición actual, este cuerpo carnal solo es un estuche, una cascara temporal
que nos recubre, que volverá luego al polvo de donde fue tomada.
Ahora bien, a pesar de
que la mayoría de los cristianos de hoy conoce esto, parece no entenderlo, de
otra manera no me explico porque se afanan día a día en aquella búsqueda de la perfección
carnal, cristianos que abandonan la
lectura bíblica, la oración, la congregación, la vida espiritual para atender una carrera terrenal, sea estudio,
trabajo, política, bienestar social, etc. cosas de la cuales no se obtiene
ningún provecho espiritual sino tan solo un reconocimiento terrenal, esfuerzos que solo magnifican lo carnal y opacan
lo espiritual.
Ahora pregunto; Si este
cuerpo carnal que nos envuelve es tan solo una cascara que al fin y al cabo se
romperá y volverá al polvo, y todo lo que las personas hagan por
embellecerlo en todo los sentidos (físico, cultural, mental) no va a tener ningún
valor delante de Dios ¿Porqué pues muchos cristianos se esmeran tanto en lo
carnal y descuidan lo espiritual?
De repente hay tantas cosas
incomprendidas en la vida cristiana de hoy que desconciertan. He escuchado a muchos predicadores decir
desde el pulpito a toda la congregación que los cristianos debemos ser alguien
en la vida, que Dios no quiere una iglesia llena de personas simples, sino que
Él quiere una iglesia llena de gente profesional, de ingenieros, de abogados,
de arquitectos, de doctores, porque una iglesia así de verdad glorifica a Dios
¿?? Si así fuera ¿Por qué Jesús escogió entonces
a Pedro, Juan y el resto de los doce discípulos? (Hch 4:13, gente del vulgo y sin letras)
¿Será verdad Dios desea
que su iglesia este integrada por gente diplomática?
UNA
VANA PERFECCION DE LA CASCARA (LA CARNE)
Muchas veces la
respuesta a este cuestionamiento ha sido; “pero
nosotros somos los hijos del Rey, somos el templo de Dios (1° Co 3:16), no somos cualquier
gente, debemos perfeccionarnos”, y a la verdad todo eso es cierto, pero
Jesús nunca enseño que debemos perfeccionarnos en la carne y obtener logros y
metas terrenales, por la sencilla razón que Dios no necesita nada que provenga
de la carne, Él no necesita de nuestras
habilidades terrenales para poder expandir su reino en este mundo, SI ERES
DOCTOR O BASURERO PARA DIOS ES LO MISMO, porque Él no hace acepción de
personas (Ro 2:11), hubo veces donde escuche
respuestas tales como que Dios necesita de cristianos profesionales para convertir
a los profesionales, y por ello es preciso que todos los cristianos sean profesionales,
porque de otra manera ellos no serán alcanzados…
Hechos 17
24
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor
del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas,
25 ni es honrado (del griego dserapeuo = servido,
que brinda un servicio) por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las
cosas.
Antes por el contrario,
no nos eligió por nuestras capacidades humanas, las cuales son como trapo de
inmundicia para Él, sino para magnificarse Él en la debilidad de los hombres.
1° Corintios
1
25
Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de
Dios es más fuerte que los hombres.
26
Pues mirad, hermanos, vuestra
vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni
muchos nobles;
27 sino que lo necio del mundo escogió Dios,
para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para
avergonzar a lo fuerte;
28 y lo
vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo
que es,
29 A FIN DE QUE NADIE SE JACTE EN SU
PRESENCIA.
30
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho
por Dios sabiduría, justificación,
santificación y redención;
31 para que, como está escrito: El que se
gloría, gloríese en el Señor
Pensar que Dios necesita de hombres y mujeres dotados de
ciencia y preparación terrenal, con títulos y diplomas para poder consumar su
plan, es puramente falso, como también aquella
idea de pensar que si estudio una carrera profesional voy a ser un mejor
instrumento para el reino de Dios, es una burda mentira, porque toda la
educación, cultura y mejoramiento que podamos darle a nuestra carne, no va a
cambiar su naturaleza carnal, y lo que es nacido de la carne, carne es y no va
a heredar el reino de Dios, nada de todo
eso nos hace más o menos aptos para el reino de Dios, porque la APTITUD PARA SER INTRODUCIDO AL REINO DE DIOS no está
determinado por nuestras capacidades humanas, SINO POR NUESTRA NATURALEZA ESPIRITUAL, por aquella nueva creación que empieza en
nosotros desde el momento en que nacemos
de nuevo, es lo que le dijo Jesús a Nicodemo; “el que no naciere de agua y del Espíritu,
no puede entrar en el reino de Dios”
2° Corintios
3
5 no que seamos competentes por nosotros mismos
para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene
de Dios,
En otras palabras; el hecho de comprender si pertenecemos
o no al reino de Dios solo será determinado por una cuestión de origen, por ejemplo; una persona es de
nacionalidad inglesa, por la sencilla razón que nació en ese país, de igual
forma el cristiano, vamos a pertenecer
al reino de Cristo solo si es que hemos nacidos verdaderamente allí, lo que
es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, Espíritu es, si hemos nacido del Espíritu es para andar
una vida espiritual, según Cristo, y ya no según la carne, es por ello que
haber nacido del Espíritu implica directamente haber muerto a la carne con
todos sus afanes, deseos, metas, etc.
¿Hemos nacido verdaderamente del Espíritu o aun pertenecemos
a la naturaleza carnal? Por mas
embellecimiento que le demos a nuestra condición carnal, con títulos, diplomas,
vanagloria, seguirá siendo carne y nunca será de otra manera, Y TODO LO QUE ES NACIDO DE LA CARNE
JAMÁS PODRÁ ENTRAR AL REINO DE DIOS POR MAS DIPLOMACIA QUE TENGA,
porque pertenece a la vieja creación, y para entrar en la nueva preciso es
morir a la vieja y nacer en la nueva
Marcos 8
34 Y llamando a la gente y a sus
discípulos, les dijo: Si alguno quiere
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
35
Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que
pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.
36
Porque ¿qué aprovechará al hombre
si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?
37
¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?
Hablar de tomar una cruz, es hablar de muerte, y eso es
lo que busca el Señor Jesús en todos los que en Él creen, la cruz es el medio que Dios usa para ponernos completamente a un lado,
y la resurrección es para impartirnos una nueva vida
Romanos 6
4 Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros ANDEMOS EN VIDA NUEVA.
Dios no tiene ninguna intensión de perfeccionar nuestras
naturaleza carnal, sino por el contrario, Él va a destruirla, porque de otra
manera jamás podrá nacer una nueva vida, un clara forma de ejemplificar este
suceso es comparándolo con la
germinación de la semilla; si todos recuerdan aquel conocido experimento que
nos enseñaron en la escuela, donde en un frasco de vidrio colocábamos algodón,
papel secante, un poco de agua y una semilla, y que luego de unos días
observábamos que lo que era en si la semilla se había partido, y del medio de
ella salió un planta tan grande que no llegamos a comprender como es que toda
esa planta estaba escondida en aquella pequeña semilla, pero para que esto suceda preciso fue que la cascara se rompa y que la
semilla muera. De igual manera debe suceder en la vida del cristiano, donde
nuestra naturaleza carnal es solo la
cascara que nos envuelve, y por más que la embellezcamos y retoquemos una y
otra vez siempre será cascara, y las cascaras no heredarán el reino de Dios,
sino nuestra alma.
Si le ofrecemos a un
agricultor un kilo de semillas maquilladas (de diferentes colores y con pintitas
y dibujitos) y un kilo de semilla sin maquillar, para él no habrá diferencias,
porque lo que buscará en ambos casos es que estas fructifiquen en la tierra, así
que por mas maquillada y embellecida que este la cascara de nada sirve si esta
no muere.
Juan 12
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y
muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.
1°
Corintios 15
35
Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo
vendrán?
36
Necio, lo que tú siembras no se
vivifica, si no muere antes.
37 Y lo que siembras no es el cuerpo que ha
de salir, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
Esto no se trata sobre
una batalla si es que puedo estudiar o no, si es que puedo perseguir alguna
meta mundana o no, esto radica en que
si hemos nacido de nuevo o no, si
hemos muerto a la carne o seguimos viviendo en ella, porque si no hemos
muerto a la carne entonces no hemos nacido de nuevo, por ende no pertenecemos
al reino de Dios.
Lo
que es nacido del Espíritu glorifica a Dios, porque su Espíritu es Santo, y lo
que es nacido de la carne glorifica al hombre, de verdad que Dios no precisa de nada de los logros del
hombre para expandir su reino, el no se vale de la ciencia del mundo o de las
cualidades humanas para consumar su plan, sino que todos esos logros que los
hombres buscan obtener solo son un embellecimiento de la cascara, y nada más.
Trabajar arduamente para embellecer la carne solo nos va
a producir muerte, pero trabajar por una vida espiritual nos va a introducir en
la vida eterna.
Juan 6
63 El espíritu es el que da vida; la carne para
nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Romanos 8
6 Porque el ocuparse de la carne es muerte,
pero el ocuparse del Espíritu es vida y
paz.
Gálatas 6
8 Porque el que siembra
para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el
Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Debemos ocupar nuestras
vidas, pero en aquello que pertenece a una naturaleza espiritual, por la sencilla razón que hemos
nacido de nuevo, y nuestras ocupaciones ahora no son carnales sino
espirituales. Vivir para Cristo no es una vida de ocio, sino de ocupación y
trabajo.
Filipenses
2
12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis
obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi
ausencia, ocupaos en vuestra
salvación con temor y temblor,
Gálatas
2
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y
lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el
cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Cuando leía la carta de
Pablo a la iglesia en Filipo donde expresa que hay algunos que son ENEMIGOS DE
LA CRUZ DE CRISTO, siempre me imagine que eran personas que se oponían
directamente al evangelio, lo cual
sucedía en esos tiempos, pero ahora también entiendo que no solo se refiere
a esa clase de oposición, sino que también se aplica en muchos que llamándose
cristianos no están dispuestos a morir en la carne y nacer de nuevo por medio
de esa cruz, sino que quieren permanecer en su naturaleza carnal sin abandonar
sus deseos terrenales
2°
Corintios 4
7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
Por más embellecimiento
que le demos al vaso, seguirá siendo barro, porque lo que importa no es el vaso
sino el contenido.
La paz del Señor Jesucristo.-
0 comentarios:
Publicar un comentario