MENSAJE DOMINGO 20/04/2014
Por el Hno. Gabriel.-
Lucas 6
46
¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y
no hacéis lo que yo digo?
47
Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras Y LAS HACE, os indicaré a quién es semejante.
48
Semejante es al hombre que al
edificar una casa, cavó y ahondó Y PUSO EL FUNDAMENTO SOBRE LA ROCA;
y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero
no la pudo mover, porque estaba fundada
sobre la roca.
49 Mas
el que oyó y no hizo, semejante es al hombre que edificó su casa sobre tierra, sin fundamento;
contra la cual el río dio con ímpetu, y luego cayó, y fue grande la ruina de
aquella casa.
EL ESTADO DE LA IGLESIA DE HOY
Más el que oyó y no hizo, semejante es a una casa caída… A
veces me pregunto ¿Cuántas casas caídas
tendremos hoy por hoy dentro de las iglesias?
si utilizamos este párrafo
como parámetro para determinar el estado de las familias dentro de las iglesias
solo se observarían casas caídas, sería como estar mirando una escena posterior
al paso de un tsunami sobre una aldea
en la cual se pueden apreciar los daños ocasionados por las aguas, donde la mayoría de las casa están caídas
y destrozadas y quizá en medio de tantas ruinas se pueden ver algunas pocas casas
que están en pie, que no han sido arrasadas por aquellas impetuosas aguas sino
que permanecieron firmes.
Sin ánimo de exagerar así es la imagen de la iglesia en
estos tiempos, una aldea llena de casas
derrumbadas por causa de los ríos, matrimonios con problemas al borde del
divorcio, hijos adolescentes rebeldes a los padres sumidos en el mundo, personas
rendidas a los vicios, hogares con gritería y enojos, personas deprimidas y abatidas
sin ánimo de vivir, en otras palabras la iglesia está llena de personas
damnificadas por causa de las ruinas, muchos
que deciden abandonar el evangelio y escapar buscando una solución por otros
rumbos como también están, los
que decidieron reconstruir nuevamente sus casas pero esta vez en un cimiento solido.
Las personas en el tiempo de Jesús comprendieron esta
enseñanza perfectamente, porque la
urbanización de aquellos tiempos se hacían en cercanía a las riberas de los
ríos para poder aprovechar los mismo para riegos y otras cosas más, sin
embargo también entendían que así como
era provechoso edificar cerca de los ríos también podía ser muy perjudicial
para ellos por causa de las crecidas de los mismo, lo cual podía causarles
muchas pérdidas económicas. Si bien este suceso era algo que ellos no
desconocían tampoco lo podían
predecir ni evitar. Jesús se
mostro para ellos como el cimiento solido que puede sostener sus vidas
frente a las diferentes adversidades.
LOS RIOS VAN A VENIR, LOS
PROBLEMAS VAN A VENIR
A pesar que el testimonio de muchos cristianos es que
llegaron al evangelio por medio de algún problema, el cual les fue solucionado
por Cristo y por esa causa se convirtieron a Él, sin embargo eso no es garantía de que sus vidas queden
libres o exentas de futuros problemas, Jesucristo en ningún momento enseño que en este camino no tendríamos problemas,
antes observamos en la parábola de los cimientos que los ríos azotaron ambas
casas, tanto la que no tenia cimiento como a la que estaba cimentada en la
roca, y en otra ocasión Jesús literalmente dijo que en el mundo tendríamos aflicción (Jn
16:33) pero que confiemos en él, porque Él venció al mundo.
Todo cristiano debe
entender a través de esta parábola que es un hecho concreto que durante el
desarrollo de nuestras vidas en Cristo los
ríos van a venir contra nosotros y golpearan tan fuerte que buscaran
derrumbarnos, esto es algo que no vamos
a poder evitarlo ni eludirlo, sino tan solo soportarlo sin que nos arrastre
y nos derrumbe.
En otras palabras los mismos problemas que golpean a las
personas incrédulas van a golpear también a los cristianos en todos los aspectos; económico (devaluación
de la moneda, crisis económicas a nivel país, inundaciones, etc.), físico (enfermedades virulentas de
temporadas), emocional (tristezas
por enfermedades crónicas), sin embargo la postura que tomemos nosotros frente a esta clase de situaciones
deberá ser muy diferente a la postura que tomen las personas del mundo, ya que
nosotros como siervos de Cristo deberíamos
estar fundados en Él, quien es la roca, pero tristemente no es lo que se ve, sino que de la misma forma
que reaccionan los incrédulos también reaccionan los cristianos de hoy.
EL RIO CUMPLE UN TRABAJO Y
UNA FUNCION
Una de las funciones del
rio en nuestras vidas es justamente poner en manifiesto que clase de fundamento tenemos, y es a través de los problemas que conocemos
si estamos edificando nuestras vidas en Él o no. Porque lo que buscan hacer los ríos puntualmente es
separarnos del cimiento y arrastrarnos con la corriente, hacer que
nos comportemos de la misma forma que los demás frente a los problemas, por ejemplo; una persona sin Cristo frente
a un problema económico tiende a emborracharse, desesperarse, desanimarse,
como también una persona sin Cristo frente a una enfermedad se desanima, se
desespera, se consume emocionalmente antes que la enfermedad lo mate, y además una
persona sin Cristo no sabe manejar
las emociones y por esta razón pelea, grita y se comporta violentamente,
y todo esto es parte de la corriente que arrastra a las personas, pero en total
oposición a ello una persona con Cristo no será afectado por esta corriente si verdaderamente su vida esta cimentada en
Cristo, ya que la corriente no podrá arrástralo. Pero tristemente ocurre que muchos
cristianos frente a los problemas se emborrachan, lloran, se desaniman…
El congregante que
escucho las enseñanzas de Jesús y no las puso en práctica será aquella persona
que ha edificado su casa en la arena,
que frente a los problemas se deja arrastrar por la corriente desprendiéndose
de su débil cimiento comportándose
igual que los incrédulos, esto a su vez será una clara evidencia
para él mismo de que su vida no tiene fundamento sólido, sino que en todos sus años de congregante estuvo construyendo
su vida en el mundo y no en Cristo.
Cuando los ríos pasan
solo dejan desastres en aquellos que no edificaron su vida sobre la roca, en otras palabras ponen también en manifiesto quienes han estado obedeciendo
a Cristo y poniendo por obras sus enseñanzas y quiénes no.
Podríamos decir que el
paso del rio descubre la realidad de nuestras vidas, hay cristianos que
tristemente no han edificado absolutamente nada sobre la roca, y otros que solo
han edificado una parte en la roca y
otra en la arena, de cualquier manera cuando el rio pase y barra con todo
lo que no tiene cimiento solido solo quedaran dos opciones; esforzarse y volver
a construir sus vidas pero esta vez en la roca o abandonar a Cristo y buscar
otra salida en el mundo, lo cual sigue siendo arena.
POSTERIOR AL PASO DEL RIO SIGUE LA RECONSTRUCCION
Cuando pasa una catástrofe en cierta aldea, luego que se
han calculado los gastos se vuelven a
reconstruir las viviendas, pero esta vez bajo la experiencia de lo
acontecido para no sufrir el mismo daño nuevamente, en otras palabras la
construcción será más fuerte y con un cimiento solido.
Lo mismo debe suceder en
la vida de aquellos congregantes que han sufrido perdida por no haber construido sobre la roca, pasada la lluvia y el rio deberán
considerar la reconstrucción sus casas pero esta vez sobre la roca. Reconstruir
una casa no es nada fácil, a veces hacer
pequeñas refacciones en nuestro hogar nos representa un gasto, ¡¿Cuanto más
representará volver a edificar la casa?! será cuestión de años quizá, pero no
se debe abandonar la obra.
Construir una vida en Cristo lleva su tiempo, no es
fácil, pero tampoco imposible, no es un
cambio que lo notamos de un día para otro, sino el resultado de una
disciplina de lectura y oración, que al tiempo pone en manifiesto que nuestras
vidas están mas solidas y firmes frente a las adversidades.
1°
Corintios 3
11
Porque nadie puede poner otro fundamento
que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
Lo primero que debemos hacer es poner el cimiento el cual
es Cristo, hay que hacer que Él sea
quien sostiene nuestras vidas. Pero para
edificar sobre Cristo primero tenemos que descubrir a Cristo, conocer a Cristo,
palpar su firmeza y empezar la obra. Quizás el mayor problema de muchos congregantes en las iglesias es que aun no
han conocido a Cristo sino que solo han escuchado algo de Él, porque es muy diferente tener un concepto de
Dios en nuestros corazones que conocerle verdaderamente a Él y que gobierne nuestros
corazones.
CONOCIENDO EL FUNDAMENTO
Conocer a Cristo radica en una conversión total de
nuestras vidas, es morir verdaderamente al mundo y nacer con vida nueva en
Cristo, es entender que Él es Dios y el que va a juzgar todas la cosas, jamás vamos a poder construir una vida en
Cristo si no hemos muerto a la vieja vida, si no le hemos conocido tal como
Él es.
Efesios 1
17
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé
espíritu de sabiduría y de revelación en
el conocimiento de él,
18
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles
las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19 y
cuál la supereminente grandeza de su
poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder
de su fuerza,
20
la cual operó en Cristo,
resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales,
21 sobre todo principado y autoridad y poder y
señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino
también en el venidero;
22 y sometió todas las cosas bajo sus pies,
y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
¿Conocemos a Jesús de esta forma?, ¿Conocemos a Jesús como el dueño de todas las cosas, como el superior a
todos y absolutamente a todos? ¿De verdad conocemos a Jesucristo de esa
forma? EL ES EL DUEÑO DE TODO, Y EL ES EL SEÑOR DE TODOS…
Una actitud que refleja que hemos conocido verdaderamente
a Cristo es aquella que se ilustra mediante la parábola del tesoro escondido (Mt 13:44), donde la persona que
descubre aquel invaluable tesoro se despoja de todo lo que tiene para solamente
quedarse con él. Si no hemos conocido
a Cristo difícilmente podamos construir nuestra vida en Él.
Hechos 4
11 Este
Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del
ángulo.
El error de muchos edificadores es que desconocen o no reconocen el verdadero cimiento, les
paso a todos los principales de Israel, personas estudiosas de las escrituras
pero sin Espíritu de Dios. Conocer el
cimiento es el primer paso de una vida en Cristo, y esto es comprender
la obra de Cristo en nuestras vidas, EN
OTRAS PALABRAS ES CONOCER EL AMOR DE CRISTO, para adentrarnos en su
reino y en su Señorío para obedecerle en todas sus enseñanzas mediante el poder
de Espíritu Santo operando en cada uno de nosotros.
1°Juan 4
8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
9 En esto se mostró el
amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo,
para que vivamos por él.
10 En esto consiste el
amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado
así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Conocer a Dios comienza por comprender aquel
incondicional amor hacia nosotros, por el cual nos salvo de la ira de Dios y
nos dio vida juntamente con Cristo, siendo inmerecedores de tal obra Él lo hizo
por amor. Si tan solo llegásemos a entender lo que esto en verdad significa
nuestras vidas cambiarían rotundamente.
1° Juan 2
3 Y en esto sabemos que
nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos.
4 El que dice: Yo le
conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está
en él;
5 pero el que guarda su
palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto
sabemos que estamos en él.
EL CIMIENTO ES EL AMOR DE
DIOS
Construir en la roca
es construir en el conocimiento del amor de Dios, porque es el amor de Dios el que nos
sostiene en las adversidades, es el amor
de Dios el que nos afirma sobre la roca, es el amor de Dios el que nunca nos
desamparara en nuestras vidas, es el amor de Dios el que soportara los ríos
para que no nos separemos de Él, y nosotros debemos sumergirnos en Él y
descansar completamente en Él
Cantares 8
7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
Ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por
este amor, De cierto lo menospreciarían.
Es el amor de Cristo el
que nos sostiene frente a todas las adversidades, si verdaderamente descansamos en ese
amor no seremos arrasados por las corrientes de los ríos, porque aquel que dio
su vida por nosotros para redimirnos de toda maldad ¿no atenderá acaso nuestros problemas que nos rodean? ¿Acaso alguno de
los que confiaron en ese amor fue defraudado? ¿Habrá algo o alguien que
pueda desprendernos o separarnos de Él? si nuestra vida esta cimentada en ese
amor inescrutable por mas fuertes que sean los ríos que azoten contra nosotros
no tendrán ningún efecto en nuestras vidas. La raíz o cimiento de nuestras
vidas es el amor de Dios, ese es el principio de la obra de Cristo y debe ser
el principio de nuestras vidas, y lo que nos lleva a obedecer.
Romanos 8
35 ¿Quién
nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o
hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
…
37
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel
que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra
cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor
nuestro.
El conocimiento del
inescrutable amor de Dios es el cimiento, la comprensión del insondable amor de Dios es la roca, y
JESÚS ES ESE AMOR Y JESÚS ES AQUELLA
FUERTE E INCONMOVIBLE ROCA, y cualquiera que en él confiare no será
avergonzado jamás.
Nos damos cuenta que
estamos construyendo nuestras vidas en Él cuando el amor de Él está operando en
nosotros, y es el
amor a Dios el que nos lleva a obedecer sus mandamientos (1° Jn 5:3, 3:24, 2:3-5), sus
enseñanzas, es “porque amo a Dios que obedezco a sus palabras”, y de esta forma
nos convertimos en los prudentes de la parábola de los dos cimientos.
La única forma de estar vinculados y permanecer en Dios
es mediante el amor, porque Dios es amor, y el que permanece en amor esta
cimentado en Él
1° Juan 4
16 Y
nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios
es amor; y el que permanece en amor, permanece (quedando firme) en Dios, y Dios en él.
Permanecer en Dios es
quedarse arraigado a Él, es estar sostenido en Él, la
vida del cristiano consiste en amar a Dios con todo nuestro ser por sobre todas
las cosas y en amar al prójimo como a uno mismo, de estos dos mandamientos
depende la ley.
El fracaso de muchas familias cristianas ha sido por
causa de falta de amor de Dios en sus vidas, por falta de un fundamento sólido
que pueda resistir los ríos cuando golpean, muchos construyen sus vidas sobre
la arena, y esto es según ideas mundanas que al tiempo solo traen como
resultado fracaso y lamentos.
ES TIEMPO DE VOLVER AL PRIMER
AMOR Y A LAS PRIMERAS OBRAS
Es tiempo de asentarse sobre la roca que es Cristo, es
tiempo de ser edificados en Él, basta ya
de tanta arena en nuestras vidas la cuales solo han causado dolor y angustia,
es tiempo de volver al primer amor y a las primeras obras.
1° Pedro 2
4
Acercándoos a él, piedra viva, desechada
ciertamente por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros también, como
piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para
ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
6 Por lo cual también contiene la
Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida,
preciosa; Y el que creyere en él, no será avergonzado.
7 Para
vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen,
La piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del
ángulo;(C)
Un congregante fuera de
Cristo no va a lograr absolutamente nada, una vida sin
lectura, oración y ejercicio de las enseñanzas de Jesús no nos va a llevarnos a
nada bueno, no debemos olvidar que el hecho de que nosotros estemos en Él
es por su grande amor con que nos amó y todo aquel que es de Dios practica el
amor.
Juan 15
6 El
que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los
recogen, y los echan en el fuego, y arden.
7 Si permanecéis en mí (quedando firme), y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Permanecer en Cristo es
un estado de solidez, permanecer en Cristo es estar cimentados en Él, una vida
sin Cristo es una vida destinada al infierno, y hablo de conocer a Cristo verdaderamente, el hecho de
concurrir a las reuniones y leer la biblia no es la garantía de que estemos
firmes en Él, sino mediante la obediencia como forma de vida es la que nos hace
conocer que verdaderamente nuestras vidas están fundadas en Él.
Hay dos formas de hacer una vida en este mundo, en Cristo
como el fundamento y roca de nuestra vida o en el mundo con la mirada puesta en
la tierra como fundamento de nuestra vida, buscando logros y reconocimientos
terrenales.
Salmos 127
1 Si Jehová no edificare la casa, En vano
trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la
guardia.
2 Por demás es que os levantéis de madrugada,
y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado
dará Dios el sueño.
Muchas cosas de nuestras
vidas aun siguen asentadas sobre arena, no tienen solidez, pero es tiempo ya de adentrarse en el
conocimiento de nuestro cimiento, en el conocimiento del amor de Dios, basta ya de desechar la roca, Cristo es la
base, es la cabeza del ángulo, la piedra preciosa desechada por muchos, si quieres que tu vida no sea arrasada por
los ríos, si quieres que tu familia no se derrumbe construye en Cristo. La
única forma que tiene el cristiano de edificar una vida aquí en la tierra es construyéndola
sobre Cristo como el fundamento y la roca de sostén, y sobre ella desarrollarla,
de la misma forma que lo hicieron los apóstoles y cristianos primitivos.
Aun la muerte física es por alguna razón representada por
un rio que cada uno de nosotros debemos enfrentar, el cual si estamos
cimentados en Cristo no nos puede doblegar, sino que pasaremos de muerte ha
vida para la gloria de Dios.
Efesios 2
20 edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
21
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un
templo santo en el Señor;
22
en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios
en el Espíritu.
La
paz del Señor Jesucristo
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