para descargar este AUDIO click aquí
MENSAJE
DOMINGO 23/12/2018
Por el Hno. Gabriel. -
Introducción
1°Corintios 10:31 Si,
por lo tanto, comen o beben, o hacen otra cosa, háganlo todo
para la gloria de Dios.
“Hagan todo para la gloria de Dios” pues bien, ¿Qué
significa hacer todo para la gloria de Dios? ¿Qué abarca exactamente ese “todo”, solo los servicios ministeriales
en la Iglesia o se refiere también a mis quehaceres cotidianos? Y si también se
refiere a mis quehaceres cotidianos ¿Cómo sería en lo practico hacer todas las cosas para la gloria de Dios?
O sea ¿Debe Dios glorificarse en mi trabajo diario? ¿Debe Dios glorificarse en
mis recreaciones físicas y deportivas? ¿Debe Dios glorificarse en mis tiempos
libres? ¿Debe Dios glorificarse en cada área de mi vida?
Pues bien, el
objetivo de esta meditación es tratar de responder estas preguntas… Mucho se
habla de la gloria de Dios dentro del ámbito de la Iglesia, dentro de lo que son
los servicios se suele escuchar; —“yo
canto para la gloria de Dios” “yo barro para la gloria de Dios” “yo predico
para la gloria de Dios” “yo enseño para la gloria de Dios”— y así de forma
constante se escucha entre cristianos hablar de la “gloria de Dios”, por otro lado, fuera de los servicios
dominicales, cuando algún hermano rinde bien un parcial universitario los
padres dicen ¡Gloria a Dios!, si lo ascienden en el trabajo la esposa dice
¡Gloria a Dios!, si logran cambiar el auto entonces dicen ¡Gloria a Dios! Y así
en cada evento sobresaliente de sus vidas dicen ¡Gloria a Dios!... y debemos
preguntarnos; ¿De verdad se glorifica Dios en esa clase de logros? ¿Se
glorifica Dios en que un hermano cambie el modelo de su auto? ¿Se glorifica
Dios en que un joven rinda bien una materia? ¿Se glorifica Dios en un ascenso
laboral? ¿De verdad el Dios de Gloria es glorificado en esas cosas? ¿Qué
significa hacer todo para la gloria de Dios? ¿Tan solo diciendo la expresión “Gloria a Dios” es ya Dios glorificado? O
¿Cómo se glorifica Dios en nuestras vidas?
¿Qué es la Gloria de Dios?
Vamos a ir paso a
paso; primeramente, ¿Qué significa Gloria?; Pues bien, “gloria” tiene que ver con majestuosidad, con magnificencia, con
esplendor, con honor, con grandeza, con poder, con fama. Dentro del contexto
humano la gloria puede visualizarse en
las competencias, cuando el ganador sube al podio ese es un momento de gloria, porque
allí recibe no solo su premio sino recibe también admiración, reconocimiento,
fama, honra, y es su momento de gloria, o también cuando un artista recibe
ovación en algún escenario, esos aplausos y gritos es su momento de gloria, etc.
Entonces, podemos entender lo que significa la palabra gloria, pero cuando nos referimos a “la Gloria de Dios” ¿Cuánto abarca esta expresión? ¿Qué comprende
la “Gloria de Dios”?… David escribe en el Salmo 19:1 Los “cielos” cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Números 14:21 Mas
tan ciertamente como vivo yo, y mi gloria llena toda
la tierra,
Salmo 72:19
Bendito su nombre glorioso para siempre, Y toda la tierra
sea llena de su gloria. Amén y Amén.
1°Crónicas 29:11 Tuya
es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor;
porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo,
oh Jehová, es el reino, y tú eres excelso sobre todos. 12 Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre
todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el
dar poder a todos.
Romanos 11:36
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Cuando hablamos de
la gloria de Dios sabemos que se
trata de una gloria sublime, gloria que podemos describir bíblicamente con palabras,
pero inimaginable para nuestra mente finita, nuestro entendimiento comprende
que es sublime, encumbrado, excelso, pero cuando tratamos de graficarla en
nuestra mente no hay imagen que pueda asociarse con la Gloria de Dios… él es el
Dios de Gloria (Sal 29:3), tan sublime y
radiante que aun los seres celestiales que habitan en los cielos no pueden fijar
sus ojos en la majestad de Dios…
Destituidos de la Gloria de Dios
Isaías 6:1 En el
año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y
sublime, y sus faldas llenaban el templo. 2
Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces,
diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Sé que es un pasaje
muy profundo, y si nos detuviéramos a profundizarlo no nos alcanzaría el tiempo
para tratar de explicarlo ni tampoco bastaría esta meditación sino muchas más para
tatar de cubrir el profundo océano de la gloria y majestad de Dios…
Sin embargo, lo que este
pasaje nos muestra de manera directa que Dios es tan glorioso que no somos
dignos ni siquiera de poder contemplarlo mucho menos de acercarnos a Él: Job 15:15 He aquí, en sus santos no confía, Y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos;
Habacuc 1:13 Muy
limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio…
Las pocas veces que
Dios manifestó su gloria a los hombres estos estuvieron a punto de perecer, los
profetas a los cuales Dios se manifestó no pudieron resistir su gloria, cayeron
como muertos, aun el profeta Isaías cuando vio la gloria de Dios el mismo dijo
—muerto soy
porque mis ojos han visto a Dios (Is
6:5)—
cuando Moisés sin conocer la grandeza de Jehová le pidió —te ruego que
me muestres tu gloria— Jehová mismo le respondió —no podrás ver mi
rostro porque no me verá hombre y vivirá, yo haré pasar mi gloria delante de ti
pero te pondré en el hueco de una peña y te tapare con mi mano para que no
mueras, solo verás mis espaldas, pero no mi gloria porque morirás (Ex 33:17-23)— y la razón de esto no es
porque Jehová era un Dios malo y mezquino de su gloria, sino que el problema
está en nosotros, no merecemos ni siquiera mirar esa gloria porque somos
pecadores, como manchas oscuras repelidos por la santidad y majestad de Dios,
fue el pecado el que se encargó de separarnos de la gloria de Dios, fuimos
destituidos de la gloria de Dios: Romanos 3:23 por
cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios… esto
significa sencillamente que no tenemos parte con la gloria de Dios, estamos
fuera de ella, el pecado nos destituyó de la gloria de Dios, nos cortó de su
presencia para siempre, nos hizo indignos de Él, pero por medio de la
humillación y propiciación de Cristo, por su grande amor con que nos amó fuimos
reconciliados con Dios, justificados por medio de los méritos de Jesús para
heredar y participar nuevamente de la gloria eterna con Cristo en Dios para
siempre, es el deseo de Dios, fue el trabajo de Cristo en esa cruz, incluirnos
nuevamente en la gloria de la cual fuimos destituidos por el pecado:
Juan 17:24
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén
conmigo, para que vean mi gloria que me has dado porque me has amado desde antes de la fundación
del mundo.
Por supuesto que aún
no gozamos de esa gloria, sino que la aguardamos sujetos a esperanza; Efesios 1:18 alumbrando los ojos de su [de ustedes] entendimiento,
para que sepan cuál es la esperanza a que él les ha llamado [reclutado], y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en
los santos,
Diseñados para la gloria de Dios
Esto nos hace pensar
directamente que fuimos diseñados para estar en la gloria de Dios y para dar
gloria a Dios, el trabajo de Cristo es restituirnos en aquella gloria que
perdimos por causa del pecado. Por medio del primer Adán fuimos destituidos de la
gloria de Dios, por medio del postrer Adán (que
es Cristo) seremos restituidos en la gloria de Dios. El enfoque bíblico del
pecado no está centrado en el infierno como castigo sino en la gloria que
perdimos por causa de nuestra rebelión con Dios. En el diseño original del
génesis el hombre y la mujer fueron creados a imagen y gloria de Dios, pero el
pecado se encargó de separarnos de esa gloria, no obstante, Dios se ha
propuesto en Cristo restituirnos en aquella gloria que perdimos en el huerto,
dicho de otro modo, Dios va a volvernos al diseño y propósito original para el
que nos creó, “diseñados para la gloria
de Dios”:
Isaías
43:6 Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis
hijos, y mis hijas de los confines de la tierra, 7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los
formé y los hice.
Efesios
1:12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros
los que primeramente esperábamos en Cristo
De alguna manera
este pasaje de Isaías es revelador, fuimos diseñados para la gloria de Dios,
diseñados para glorificar a Dios, ese es el fin para el cual fuimos hechos,
significa que nuestras vidas solo deben tener sentido en Dios y hagamos lo que
hagamos todo debe tener el fin último de glorificar a Dios.
Glorificando a Dios
Sin embargo, hasta
aquí no hemos resuelto ¿cómo puede el
hombre glorificar a Dios? ¿De qué manera el Dios de Gloria es glorificado
en la vida de débiles hombres y mujeres como nosotros?
Esto ha sido un gran
conflicto para el hombre, porque muchos que practican una vida rigurosa y
ortodoxa piensan que glorifican a Dios, sin embargo, al final con todo lo que
hacen y con todo lo que se imponen solo buscan glorificarse a sí mismos, un
gran número de ellos eran los fariseos, una entidad religiosa muy austera
basada en el legalismo, y aunque tenían apariencia de piedad al final solo
buscaban su propia gloria:
Juan
5:44 ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de
los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?
Algunos principales de la sinagoga que habían
creído en Cristo no lo declaraban; Porque amaban
más la gloria de los hombres que la gloria de Dios (Juan
12:43).
Es triste y
lamentable, pero muchos cristianos que llevan muchos años sirviendo en la
Iglesia solo lo hacen para su propia gloria, para cosechar admiración,
reconocimiento, fama, popularidad, tienen apariencia de santos, pero solo
persiguen su propia gloria, solo son cristianos los días de reunión pero dejan
mucho que desear fuera de ellas, su cristianismo varía de acuerdo al entorno en
el que están, o sea, no viven para Dios sino para ellos mismos, para su imagen;
Juan 5:41 Gloria de los hombres no recibo… sin embargo la
autenticidad del cristianismo pasa por el hecho de tener un solo comportamiento
en todo lugar, no para impresionar a las personas, sino porque vive en la
convicción de que Dios lo está observando aun en el lugar más secreto, vive
para glorificar a Dios.
Entonces vivir para
la gloria de Dios está fuera de la religión legalista y escénica, se trata de
una vida que busca agradar a Dios, pero ¿de qué modo? ¿Cómo hace un cristiano
en lo cotidiano para agradar a Dios? ¿Orando todos los días? ¿leyendo todos los
días? A la verdad llevar una vida devocional de oración y lectura es buena para
nosotros mismos, pero Dios no se glorifica directamente en ello, porque aun los
fariseos eran hombres que leían oraban y además ayunaban todos los días ¿Qué
hace entonces la diferencia?
Juan 15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que lleven mucho
fruto, y sean así mis discípulos.
Juan 17:4 Yo te he glorificado en la tierra he acabado la obra
que me diste que hiciese.
En esto es glorificado mi Padre, en que lleven mucho
fruto… la intelectualidad bíblica glorifica al hombre,
pero la obediencia glorifica a Dios, y lo que nos interesa es la forma en la
que Dios se glorifica y es que cada cristiano lleve fruto, y los frutos son principalmente
espirituales y tienen que ver con nuestro carácter, con nuestra naturaleza
trasformada, y parte de ello se mencionan en la carta a los Gálatas 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza contra tales cosas no
hay ley… y estos frutos no se demuestran con argumentos bíblicos o con
buenas predicaciones verbales, sino se manifiestan por medio de nuestras
acciones, por medio de nuestros hechos, por medio de las circunstancias que nos
prueban, y a la vez son frutos que dan más frutos, porque nuestra mejor
predicación es aquella que vivimos, la cual convence a otros a seguir a Cristo.
Pablo también
escribe en su carta a los efesios que se quieten de nosotros toda amargura, enojo, ira,
gritería, maledicencia y toda malicia y que antes seamos benignos y
misericordiosos unos con otros (Ef 4:31-32).
Pues bien, viviendo
piadosamente en cada área de mi vida entonces podré glorificar a Dios
exhibiendo el carácter de Cristo, y esto puedo hacerlo en cualquier momento, en
mi rutina laboral como en mis tiempos libres, en mis actividades deportivas
como en salidas, y todo lo que hagamos lo hacemos para la gloria de Dios. La
obediencia es lo que en verdad glorifica a Dios, y Dios nos pide obediencia
constante.
En otras palabras,
la vida cristiana autentica busca glorificar a Dios en cada actividad que
realiza, si estoy en mi trabajo entonces debo preguntarme ¿estoy glorificando a
Dios en este trabajo? si estoy practicando un deporte también me pregunto ¿cuánto
y cómo se glorifica Dios en este deporte? cuando pienso en vestirme cada día me
pregunto ¿estoy glorificando a Dios con este atuendo? Y así con cada cosa que
decido hacer me pregunto ¿se glorifica Dios en esto? Sé que todo me es licito
¿pero conviene hacer tal cosa? ¿Cuánto edifica en la vida de otros lo que hago
y lo que hablo? Sé que parece exagerado plantearlo de este modo, pero nuestra
mente debe estar en la constante meditación de la ley de Dios, en todo tiempo
debe estar presente Dios en mi mente, si esto no ocurre así entonces estoy
viviendo para mí mismo, para mi vanidad, para mi egolatría, para mi egoísmo… Jesús dijo, si
permanecen en mí y yo en ustedes llevarán mucho fruto y separado de mi nada
podrán hacer (Jn 15:5),
no debemos injertarnos a Cristo los días de reunión y desgajarnos los días de
semana, sino debemos permanecer en Él, y en lo practico Él está en nuestras
mente y en nuestro corazón en cada cosa que hacemos.
1°Corintios 6:20
Porque han sido comprados por precio glorifiquen,
por lo tanto, a Dios en su [de ustedes]
cuerpo y en su [de ustedes] espíritu, los
cuales son de Dios.
2°Tesalonisenses 1:12
para que el nombre de nuestro Señor Jesús, el
Cristo sea glorificado en ustedes, y
ustedes en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesús, el Cristo.
Colosenses
3:23 Y todo lo que hagáis, hacedlo
de corazón, como para el Señor y no para los hombres;
Cristo merece toda
nuestra vida, cada minuto, cada hora, cada día, cada semana, cada mes y cada
año el merece nuestra atención, el centro de nuestra vida es y debe ser Cristo,
no es irracional que él nos pida todo, porque nuestro todo, todo lo que somos y
tenemos no llega a ser ni el 0.0001 % de lo que Él entregó por venir a salvarme,
renuncio a su majestad y gloria en los cielos para venir a rescatarme, mi vida
hora le pertenece, y tal como Pablo lo expresó en su carta a los Gálatas; ya no vivo yo
más Cristo vive su vida en mí y lo que ahora vivo en la carne lo vivo en la fe
del Hijo de Dios el cual me amó y se entregó así mismo por mí (Ga 2:20).
Vivimos para Dios,
tu sentido de permanencia tiene que ver con los propósitos de Dios… no vivimos
para el agrado de los hombres, sino para glorificar a Dios, y esto nos hace
pensar que aún en mis remotas soledades debo vivir para él, hay cristianos que
se muestran muy apacibles cuando están en la Iglesia, pero fuera de ella son
refunfuñones y hasta incluso dicen malas palabras cuando nadie los ve, pero en
realidad Dios los está viendo.
Nosotros somos seres
con vida limitada en esta condición, y a veces nos aferramos tanto a esta
condición que no queremos renunciar a ella, sin embargo, los ancianos que
figuran en el libro de apocalipsis, ellos son seres eternos, que cohabitan en
la gloria de Dios, ellos tienen coronas relucientes en sus cabezas, pero cuando
están delante del cordero estos 24 ancianos tiran sus coronas y rinden sus
vidas y todo lo que son delante del Cordero (Ap
4:9-11), pues que queda para nosotros ¡Vive para Cristo! ¡Vive para
la Gloria de Dios!
Debemos buscar la
Gloria de Dios, debemos ir en pos de ella; Romanos 2:6 el
cual pagará a cada uno conforme a sus obras: 7 vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,
Ellos están
buscándola cada día, viven para glorificar a Dios, y tu ¿para qué vives cada
día? ¿La gloria de quien estás buscando a diario? Una de las enseñanzas que me
dejo el trabajo de reemplazar el piso de mi casa es que una pequeña desviación en
el inicio de la colocación de cerámicos puede ser un gran desvío al final de la
línea, del mismo modo, una pequeña falla al inicio del camino angosto puede ser
una gran desviación al final del mismo, como también una pequeña falla en la
brújula del marinero puede hacerlo desembocar en cualquier puerto equivocado,
pues bien, vivir para nosotros mismos sin darle gloria a Dios puede
extraviarnos de la gloria de Dios.
En algún sentido, la
brújula de todo cristiano es la esperanza de la gloria de Dios, así como los hebreos
fueron guiados por la columna de nube y la columna de fuego en medio del
desierto, lo cual era la gloria de Dios, del mismo modo nosotros como su pueblo
somos guiados en medio de este polvoriento mundo por medio de la gloria de Dios
reflejada en las escrituras:
2°Corintios 3:18 Por
tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria
del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por
el Espíritu del Señor.
Conclusión:
Todo lo que hagas debes hacerlo para la gloria de
Dios, cuando le preguntaron a John Wesley (un
conocido predicador del siglo XVIII) cuál era el secreto para mantener su misterio,
entre tantas cosas que menciono él también dijo que salía a correr todos los
días porque de otro modo no podría soportar un arduo trabajo en el servicio a
menos que se tenga un buen estado físico, lo cual nos muestra que su actividad
física también estaba centrada en glorificar a Dios, en otras palabras, él
corría para la gloria de Dios. Pues bien, de igual manera cada uno de nosotros
como cristianos deberíamos vivir para la gloria de Dios, de modo que cada cosa
que hagamos debería alinearse con ese principio, ya sea que nos juntemos a
comer o hacer cualquier actividad debemos pensar ¿Cuánto glorifica a Dios esto que hago?
Hermanos, debemos tener presente que el Nombre de
Jesús es un Nombre sobre todo nombre, es un Nombre glorioso, y al final, cuando
desde los cielos se proclame ese glorioso Nombre toda rodilla se doblara y
confesará que Jesús el Cristo es el Señor para gloria de Dios Padre (Fil 2:11).
La paz del Señor Jesús el Cristo. –
0 comentarios:
Publicar un comentario