PÁGINAS DE INTERÉS

LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO Y LAS ENFERMEDADES




MENSAJE DOMINGO 21/07/2013

1° Juan 3
4  Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

Deuteronomio 28
15  Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán.
16  Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.
17  Maldita tu canasta, y tu artesa de amasar.
18  Maldito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, la cría de tus vacas, y los rebaños de tus ovejas.
19  Maldito serás en tu entrar, y maldito en tu salir.
20  Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido, y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras por las cuales me habrás dejado.

21  Jehová traerá sobre ti mortandad, hasta que te consuma de la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
22  Jehová te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación y de ardor, con sequía, con calamidad repentina y con añublo; y te perseguirán hasta que perezcas.
23  Y los cielos que están sobre tu cabeza serán de bronce, y la tierra que está debajo de ti, de hierro.
24  Dará Jehová por lluvia a tu tierra polvo y ceniza; de los cielos descenderán sobre ti hasta que perezcas.
25  Jehová te entregará derrotado delante de tus enemigos; por un camino saldrás contra ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos; y serás vejado por todos los reinos de la tierra.
26  Y tus cadáveres servirán de comida a toda ave del cielo y fiera de la tierra, y no habrá quien las espante.
27  Jehová te herirá con la úlcera de Egipto, con tumores, con sarna, y con comezón de que no puedas ser curado.
28  Jehová te herirá con locura, ceguera y turbación de espíritu;
29  y palparás a mediodía como palpa el ciego en la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; y no serás sino oprimido y robado todos los días, y no habrá quien te salve.
30  Te desposarás con mujer, y otro varón dormirá con ella; edificarás casa, y no habitarás en ella; plantarás viña, y no la disfrutarás.
31  Tu buey será matado delante de tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será arrebatado de delante de ti, y no te será devuelto; tus ovejas serán dadas a tus enemigos, y no tendrás quien te las rescate.
32  Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
33  El fruto de tu tierra y de todo tu trabajo comerá pueblo que no conociste; y no serás sino oprimido y quebrantado todos los días.
34  Y enloquecerás a causa de lo que verás con tus ojos.
35  Te herirá Jehová con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, desde la planta de tu pie hasta tu coronilla, sin que puedas ser curado.
36  Jehová te llevará a ti, y al rey que hubieres puesto sobre ti, a nación que no conociste ni tú ni tus padres; y allá servirás a dioses ajenos, al palo y a la piedra.
37  Y serás motivo de horror, y servirás de refrán y de burla a todos los pueblos a los cuales te llevará Jehová.
38  Sacarás mucha semilla al campo, y recogerás poco, porque la langosta lo consumirá.
39  Plantarás viñas y labrarás, pero no beberás vino, ni recogerás uvas, porque el gusano se las comerá.
40  Tendrás olivos en todo tu territorio, mas no te ungirás con el aceite, porque tu aceituna se caerá.
41  Hijos e hijas engendrarás, y no serán para ti, porque irán en cautiverio.
42  Toda tu arboleda y el fruto de tu tierra serán consumidos por la langosta.
43  El extranjero que estará en medio de ti se elevará sobre ti muy alto, y tú descenderás muy abajo.
44  El te prestará a ti, y tú no le prestarás a él; él será por cabeza, y tú serás por cola.
45  Y vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te perseguirán, y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a la voz de Jehová tu Dios, para guardar sus mandamientos y sus estatutos, que él te mandó;
46  y serán en ti por señal y por maravilla, y en tu descendencia para siempre.


Romanos 7
7  ¿Qué diremos, pues? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No codiciarás.(A)
8  Mas el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, produjo en mí toda codicia; porque sin la ley el pecado está muerto.
9  Y yo sin la ley vivía en un tiempo; pero venido el mandamiento, el pecado revivió y yo morí.
10  Y hallé que el mismo mandamiento que era para vida, a mí me resultó para muerte;
11  porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
12  De manera que la ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
13  ¿Luego lo que es bueno, vino a ser muerte para mí? En ninguna manera; sino que el pecado, para mostrarse pecado, produjo en mí la muerte por medio de lo que es bueno, a fin de que por el mandamiento el pecado llegase a ser sobremanera pecaminoso.
14  Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado.
15  Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago.(B)
16  Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
17  De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí.
18  Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
19  Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.

Santiago 1
13  Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;
14  sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15  Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.

1° Corintios 15
56  ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley.

Daniel 9
16  Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos en derredor nuestro.

1° Timoteo 5
24  Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, mas a otros se les descubren después.

Santiago 5
13  ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
14  ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
15  Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

Romanos 8
2  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.

Apocalipsis 3
19  Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.

Hebreos 12
5  y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
7  Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?

1° Corintios 11
29  Porque el que come y bebe indignamente, sin discernir el cuerpo del Señor, juicio come y bebe para sí.
30  Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen.
31  Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados;
32  mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

Deuteronomio 32
39  Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.  

Job 5
18  Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará; El hiere, y sus manos curan.

La paz del Señor Jesucristo
El Indigente

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