MENSAJE
DOMINGO 03/11/2013
Juan 11
1 Estaba entonces enfermo uno llamado Lázaro, de Betania, la aldea
de María y de Marta su hermana.
2
(María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor
con perfume, y le enjugó los pies con sus cabellos.)
3
Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo.
4
Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el
Hijo de Dios sea glorificado por ella.
5 Y
amaba Jesús a Marta, a su hermana y a Lázaro.
6
Cuando oyó, pues, que estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba.
La segunda mitad del capítulo anterior a este (Jn. 10:22-42),
nos da el contexto de la situación
para una mayor comprensión, primeramente Jesús había estado en Jerusalén para la fiesta de la dedicación (hanukáh) (Jn. 10:22)
pero a razón de que los judíos
querían matarle por no soportar las palabras de Él (Jn. 10:31 y 39), se fue a Perea (esta es una estimación
aproximada), una región ubicada al otro lado del Jordán donde se dice que Juan
había bautizado al principio, o sea, a
unos 35 km. aproximadamente de Jerusalén, y estando allí es que llegaron los mensajeros de Marta
y María para darle aviso de que Lázaro estaba muy enfermo.
Pero el hecho de que Jesús haya abandonado Jerusalén apartándose 35 km de esta, no era una decisión suya por el solo hecho
de querer escapar de la muerte, sino que esta era la voluntad del Padre,
porque tal como lo expresa (Juan 6:38) Jesús de ninguna manera anteponía su
voluntad encima de la voluntad del Padre, sino que Él había descendido del cielo solamente para hacer
la voluntad del que le envió (el Padre), como también (Juan 4:34) dice que su comida
es hacer la voluntad del que le envió y acabar su obra.
O sea que Jesús estando del otro lado del Jordán (Perea),
era con el solo objetivo de continuar trabajando
allí con la obra de Dios, de hecho el verso 42 de Juan 10 dice que
muchos creyeron en Él allí, y estando
en pleno trabajo espiritual, llega un mensajero departe de Marta y María
(hermanas de Lázaro) para informarle que aquel a quien él apreciaba mucho estaba enfermo, y ha de haber estado muy enfermo
para que sus hermanas envíen un mensajero, sin
embargo la respuesta de Jesús a tal mensaje escapa totalmente al sentido común
de todas las personas, porque este responde “esta enfermedad no es para muerte,
sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por
ella”, luego el verso 6 continua diciendo: “cuando
oyó que estaba enfermo se quedo dos días más en el lugar donde estaba”
Particularmente no es la
forma común de actuar que tenemos nosotros naturalmente, de hecho imagino que si estuviésemos en una situación similar lo primero que
haríamos sería abandonar cualquier predicación
que estemos dando, o bien finalizarla prontamente y salir a toda prisa para
ver a nuestro ser querido y saber de qué se trata esa enfermedad, por la sencilla razón que lo queremos,
lo apreciamos, y para nada deseamos su mal sino su pronta mejoría, sin embargo Jesús, sabiendo que su
amigo Lázaro estaba muy enfermo, no
obedeció al sentimentalismo de salir corriendo a toda prisa para verle, sino obedeció
a la voluntad de Dios, no antepuso el
sentido común del ser humano por encima de la voluntad de Dios, sino que obedeció
a la voluntad del Padre, la cual requería que Él se quede dos días más en aquel
lugar y termine la obra, y nada ni nadie debía cambiar o alterar el designio de
Dios.
A veces nos
informan que un hermano de la iglesia se accidento o está enfermo en el
hospital, y lo primero que hacemos es salir
corriendo para allá, abandonado los hijos, la esposa, el esposo, para poder
hacer presencia en el hospital a fin de poder verle, sin embargo tal actitud no le genera ningún
beneficio a nadie (ni al hospitalizado ni a nosotros), a veces podemos ser mucho más útiles de otra forma,
por ejemplo; ayudando a la familia del hermano hospitalizado de una manera más
eficaz, como; cuidando a los hijos de este para que sus parientes le visiten, o
transportándole al hospital, etc. A lo que me refiero es que, obedecer a los sentimientos
atropelladores no es propio del cristiano, por eso es preciso pensar
sabiamente antes de proceder y conocer la voluntad de Dios.
Jesús, al saber que su
amigo estaba enfermo no salió a toda prisa para orar por él y hacer un milagro de sanidad, sino se quedo dos días más
en el lugar donde estaba, porque también sabía que mayor beneficio para su amigo Lázaro iba a ser que Dios sea glorificado
en el Hijo resucitándole a él de la muerte.
7
Luego, después de esto, dijo a los discípulos: Vamos a Judea otra vez.
8 Le
dijeron los discípulos: Rabí, ahora
procuraban los judíos apedrearte, ¿y otra vez vas allá?
9
Respondió Jesús: ¿No tiene el día doce horas? El que anda de día, no
tropieza, porque ve la luz de este mundo;
10
pero el que anda de noche, tropieza, porque no hay luz en él.
Pasado los dos días, Jesús decide ir a Judea, a ver a su
amigo Lázaro, y los discípulos sabían
que volver por aquella región significaría la muerte para Jesús, porque
como leíamos anteriormente, tuvo que abandonar Jerusalén porque los judíos
querían apedrearle, sin embargo Jesús responde a sus discípulos que la hora de
cesar el trabajo para él aun no había llegado, en otras palabras la hora de su muerte aun no había llegado,
esto también significa que Jesús mismo no era
un hombre improvisado que no sabía lo que le habría de pasar como si fuera alguien que anda a tientas en medio
de tinieblas sin saber lo que le puede acontecer (Jn. 12:35, 1° Jn. 2:11), sino que
todo su proceder era en perfecta luz,
y todo lo que hacía y ejecutaba no tenía ni el mas mínimo margen de error, Él jamás tropezaría, porque el Padre le
alumbraba el camino. Con esto también disiparía toda duda y temor en sus discípulos respecto de su muerte y
la persecución de ellos.
11
Dicho esto, les dijo después: Nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para
despertarle.
12
Dijeron entonces sus discípulos: Señor, si duerme, sanará.
13 Pero Jesús decía esto de la muerte de
Lázaro; y ellos pensaron que hablaba del reposar del sueño.
14
Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
15 y
me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a
él.
16
Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también
nosotros, para que muramos con él.
Es evidente que los
discípulos no entendieron lo que Jesús le hablo de las horas del trabajo, y que la hora de su muerte aun no había llegado,
sino que buscaban importunarle para que
Jesús no vuelva a Judea, es por ello que trataban de convencer de que no había necesidad de ir a Judea; “Señor si duerme sanará, no hay necesidad
de ir”. Pero Jesús debe ir a
Judea, porque Lázaro había muerto, y preciso era despertarle de la muerte,
para que sus discípulos vean el poder
de Dios sobre la muerte, y comprendan que ningún temor debía existir aun
en la hora más oscura de su maestro, porque en él estaba la vida. Pero
evidentemente ellos (los discípulos) no lo vieron así, sino que estimaron que
Jesús iba a ser apedreado (muerto), y ellos perseguidos, por eso dijeron; “vamos también nosotros para que muramos con
Él”, como tratando de demostrarle a Jesús que iban a ser fieles hasta la
muerte.
17
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en
el sepulcro.
18
Betania estaba cerca de Jerusalén, como a quince estadios;
Cuando Jesús llega a Betania, Lázaro llevaba 4 días de muerto, sin embargo Jesús había dicho (Jn. 11:4) que
aquella enfermedad no era para muerte, tal situación debe haber causado
cierto desconcierto en sus discípulos,
considero que hasta deben haber pensado “le
dijimos que no había que venir, ahora que va a hacer”. La distancia
entre Betania y Jerusalén era de un poco más de 2,5 km (2,7 km para ser exacto),
así que no era impedimento para que los judíos de Jerusalén vayan a buscar a
Jesús en aquella aldea.
19 y
muchos de los judíos habían venido a Marta y a María, para consolarlas por su
hermano.
20
Entonces Marta, cuando oyó que Jesús venía, salió a encontrarle; pero
María se quedó en casa.
21 Y
Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieses
estado aquí, mi hermano no habría muerto.
22 Más
también sé ahora que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo dará.
Tanto Marta, como muchos judíos, tenían un concepto de Jesús, como un hombre poderoso
en Dios, pero a su vez con un poder
limitado, muchos habían visto el poder de Dios obrando en Jesús al curar a los enfermos, hacer andar a los
cojos, hacer ver a los ciegos, pero hasta ahí nomas, consideraron que el
poder que obraba en Jesús era limitado, que podía hacer cosas siempre que la muerte no intervenga en los asuntos,
es por ello que Marta lo primero que le dice a Jesús; “si hubieses venido cuando te mandamos llamar, él no había muerto,
porque sabemos que por el poder de Dios tu lo habrías sanado, pero ahora ya es
tarde, él ha muerto, ya no hay nada que hacer”, pero Marta jamás
se imaginó que Jesús podía levantar a Lázaro de los muertos, a pesar de haber dicho
que todo lo que Jesús pida a Dios este le concedería, por su mente jamás paso la resurrección de su hermano muerto.
Y tristemente así
somos también nosotros en muchas ocasiones, sabemos que Dios es
poderoso, pero muchas veces limitamos también
su poder, pensamos que Él pude ocuparse solo de algunas cosas de nuestra
vida, y que para otras habrá que buscar otra solución, pero Dios pude tranquilamente ocuparse de toda nuestra vida, porque Él
es el dueño de la vida, y porque Él es la vida.
23
Jesús le dijo: Tu hermano resucitará.
24
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día
postrero.
25
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque esté muerto, vivirá.
26 Y
todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
27
Le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios,
que has venido al mundo.
Sin embargo Jesús le dice a
Marta que la muerte no era ningún obstáculo para Él, sino que iba a levantar
a su hermano de la muerte misma, pero tales palabras no fueron bien
comprendida por esta mujer, sino que interpreto que Lázaro iba a
resucitar algún día, cuando todos sean levantados al final de los tiempos, ¿no
es esto lo que hubiésemos pensando nosotros también?
Pero aquella idea del poder
de la resurrección lejana que todos tenían estaba frente a Marta, aquel que
con su voz levantaría a los muertos en el día de la resurrección de estos, estaba
al presente hablando con Marta, dándole a entender a esta mujer que Él era
el mismo ayer hoy y por los siglos, que aquel que levantaría a los muertos
en el día de la resurrección era él mismo, y que todos debían creer que Él
era el Cristo, el Hijo de Dios, y que Él era Dios manifestado en carne.
29
Ella, cuando lo oyó, se levantó de prisa y vino a él.
30
Jesús todavía no había entrado en la aldea, sino que estaba en el lugar
donde Marta le había encontrado.
31
Entonces los judíos que estaban en casa con ella y la consolaban, cuando
vieron que María se había levantado de prisa y había salido, la siguieron,
diciendo: Va al sepulcro a llorar allí.
32
María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus
pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano.
Cuando María la hermana de Marta se entera que Jesús
llego a la aldea de ellos, sale a prisa
a buscar a Jesús, para expresarle los mismos sentimientos que Marta ya le había
mencionado, porque esta dice exactamente lo mismo, “si hubieses venido cuando te mandamos llamar, él no había muerto,
porque sabemos que por el poder de Dios tu lo habrías sanado, pero ahora ya es
tarde, él ha muerto, ya no hay nada que hacer”
33 Jesús entonces, al verla llorando, y a
los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se
conmovió,
34 y
dijo: ¿Dónde le pusisteis? Le dijeron: Señor, ven y ve.
35
Jesús lloró.
36
Dijeron entonces los judíos: Mirad cómo le amaba.
37 Y
algunos de ellos dijeron: ¿No podía éste, que abrió los ojos al ciego, haber
hecho también que Lázaro no muriera?
Jesús lloro, y presenciar tal
suceso para los judíos no era algo común y natural sino desconocido y
nuevo, aun para sus propios discípulos, de otra manera no se hubieran
asombrados de esa manera, asociaron que aquella lagrimas que Jesús dejo
correr por sus mejillas en presencia de todos tenían que ver con un
profundo sentimiento de cariño hacia su amigo Lázaro.
Nadie de los presentes en
aquel lugar se atrevió a pensar que Jesús podía resucitar a Lázaro de los muertos, sino que el pensamiento común de todos ellos era
el mismo que ya habían manifestado las hermanas de Lázaro, un Jesús con poder limitado, un
poder que no superaba al poder de la muerte,
sino que esta se imponía sobre él.
38
Jesús, profundamente conmovido otra vez, vino al sepulcro. Era una
cueva, y tenía una piedra puesta encima.
39
Dijo Jesús: Quitad la piedra. Marta, la hermana del que había muerto, le
dijo: Señor, hiede ya, porque es de cuatro días.
40
Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
41
Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y
Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme
oído.
42
Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que
está alrededor, para que crean que tú me has enviado.
43 Y
habiendo dicho esto, clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
44 Y
el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro
envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir.
Estos versos me han permitido representan claramente mediante
una analogía el plan de salvación de Dios para la humanidad;
Primero: Lázaro
representa la humanidad misma, la cual está muerta en delitos y pecado (Ef. 2:1), por esa razón se encontraba en una región oscura y de sombra y de muerte (Mt 4:16),
en medio de las tinieblas, como aquel sepulcro donde estaba el cuerpo de Lázaro,
no había ningún vestigio de luz allí
sino que todo era una absoluta oscuridad.
Segundo: Nada
podía hacer la humanidad para salir de aquella región de sombra de muerte,
de aquel sepulcro cerrado, estábamos
preso bajo el poder de la muerte, hasta que vino uno, el cual es JESUCRISTO, MAS PODEROSO QUE EL PODER DE
LA MUERTE Y SAQUEO AQUEL SEPULCRO (Mt 12:29), corrió la piedra, entonces el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz
y los asentados en región de sombra de muerte luz les resplandeció, EL REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO
Tercero; Lázaro llevaba cuatro días de muerto, su
carne hedía ya, estaba descompuesta, era prácticamente imposible levantar a la vida a un hombre en
estado de putrefacción, sin embargo es lo que sucedió con la humanidad, porque luego de 4000 mil años contados
desde el inicio de la creación, aquella Luz verdadera que alumbraba a todo
hombre venia a este mundo (Jn 1:9), y sabemos que para Dios un día es como mil años y mil años como un día (2° P 3:8),
oh casualidad, Lázaro llevaba cuatro días de muerto encerrado en un lugar lleno
de tinieblas y la humanidad llevaba
cuatro mil años o cuatro días del Señor prisionera en medio de la oscuridad.
Cuarto; Jesús llega a Betania para darle vida
a Lázaro, y el propósito de Dios al
enviar a su Hijo al mundo es para que seamos salvo por medio de Él (Jn 3:17)
como también Jesús lo declara en Juan 10:10 diciendo; “Yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”
Quinto: Jesús luego de haber orado al Padre exclamo a gran voz “LAZARO VEN FUERA”,
y el que había estado muerto al
instante salió vivo de aquel lugar oscuro con las manos y los pies atados
y el rostro envuelto en un sudario, y fue dada la orden de que sea desatado de todas aquellas ligaduras
que tenía y fue puesto en libertad. Cualquier
enfermedad que haya tenido este hombre por la cual murió, sea cáncer o
cualquier otra, fue curada, o sea que del sepulcro salió un hombre nuevo, un hombre sano, sin ningún
vestigio de enfermedad para vivir una nueva vida.
De igual manera nosotros, estando en Cristo Jesús somos hecho criaturas nuevas (2° Co 5:17),
verdaderamente libres del pecado (Jn 8:34) para andar en una vida nueva (Ro 6:4),
libre de las ligaduras de la muerte.
La expresión de Jesús
para darle vida a Lázaro fue “VEN FUERA”, y el significado del vocablo iglesia es “LLAMADOS AFUERA”, afuera de aquel lugar oscuro, de las
tinieblas, afuera del pecado, para andar como Cristo.
Sexto; Curiosamente se dice que el nombre de Lázaro es la
transliteración del nombre hebreo Eleazar o Eliezer el cual significa
“DIOS ES AYUDADOR o DIOS ES MI AYUDADOR” No
había otra forma de salir de aquel sepulcro oscuro, sino por medio de la
palabra de Jesucristo.
¿Qué paso luego con este
hombre? ¿Cómo era su vida?
Juan 12
9 Gran multitud de los judíos supieron entonces
que él estaba allí, y vinieron, no solamente por causa de Jesús, sino también
para ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
10 Pero los principales sacerdotes acordaron dar
muerte también a Lázaro,
11
porque a causa de él muchos de los judíos se apartaban y creían en
Jesús.
La vida de Lázaro ahora
se había transformado en un estorbo para el mundo, porque a causa de él muchos creían en Jesús, ahora su nueva vida era un instrumento para que otras
personas también crean en Jesús y glorifiquen a Dios, ni siquiera era
necesario que él predique con palabras, porque ver al hombre sano completamente era suficiente, y a la
verdad así debe ser también nuestra
nueva vida, iluminar de tal forma que otros puedan creen en Jesús por nuestras
obras antes que por nuestro hablar, por nuestros cambios tan notorios que
demuestren que verdaderamente andamos en una vida nueva, y ser considerados ahora
como un estorbo para el sistema maligno y pecaminoso que rige este mundo.
2° Corintios 5
17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Romanos 6
4 Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros ANDEMOS EN VIDA NUEVA.
No debemos ignorar
entonces que antes de venir a Cristo estábamos muertos, en un lugar oscuro
lleno de tinieblas como un sepulcro,
allí vivíamos nuestras vidas llenas de pecado, y todo lo que hacíamos era
aborrecible para Dios, pero cuando la
luz penetro nuestras vidas fuimos levantados de aquel estado de putrefacción y
resucitados con Cristo para una nueva vida, esto implica que todas las costumbres y vicios que manteníamos en
aquel sepulcro oscuro, quedaron allí cuando fuimos desatados de él, una
verdadera conversión es aquella que muestra una verdadera vida en el hombre, si antes teníamos vicios, fuere cual
fuere, en Cristo el hombre fue desatado de él, porque en Cristo Jesús fuimos
libertos del pecado.
Juan 8
34 Jesús les respondió:
De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del
pecado.
35 Y el esclavo no queda
en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre.
36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres.
Nuestra vida debe
reflejar esa libertad que en Cristo tenemos, antes teníamos un cáncer, una enfermedad mortal que era el pecado, que se
manifestaba en nosotros de muchas formas, pero ahora andamos en nueva vida, y
eso se debe notar, hemos sido sanados, hemos resucitado.
Filipenses 2
15 para que seáis irreprensibles y sencillos,
hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en
medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Las palabras de Jesús son espíritu y son vida, y las palabras de Jesús para un hombre
muerto fue SAL FUERA, y la verdad que esas
palabras no han cambiado para la humanidad, IGLESIA ES UN LLAMADO AFUERA, para
andar en una vida nueva, libre de la putrefacción del pecado
2° Corintios 2
15 Porque para Dios somos grato olor de Cristo
en los que se salvan, y en los que se pierden;
16 a éstos ciertamente olor de muerte para
muerte, y a aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas, ¿quién es
suficiente?
Así debe ser nuestra
vida, olor grato para Dios, porque ya no estamos en aquel sepulcro en el cual
hedíamos, ahora estamos sanos, y eso debe ser notorio.
Nuestras vidas deben
glorificar a Dios, es por ello que preciso es ser llamados constantemente al
autoanálisis, a fin de escapar de la maldad.
La paz del Señor Jesucristo
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