MENSAJE DOMINGO 26/06/2016
Por el Hno. Gabriel.-
Continuando con la temática “El evangelio bíblico”, abordaremos en esta ocasión un evento muy
particular que se registra en tres de los cuatro evangelios (Mateo, Marcos y Lucas) y que tiene como
subtitulo impuesto por las sociedades bíblicas “La Transfiguración”, lo cual estudiaremos en esta meditación
buscando profundizar en el relato sin perder el contexto a fin de extraer la
enseñanza correcta.
Mateo 17
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan
su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció
su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y he aquí les aparecieron
Moisés y Elías, hablando con él.
4 Entonces Pedro dijo a Jesús:
Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres
enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
5 Mientras él aún hablaba, una
nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre
sus rostros, y tuvieron gran temor.
7 Entonces Jesús se acercó y
los tocó, y dijo: Levantaos, y no
temáis.
8 Y alzando ellos los ojos, a
nadie vieron sino a Jesús solo.
9 Cuando descendieron del monte,
Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre
resucite de los muertos.
Introducción y Contexto
Antes de
introducirnos en la esencia del relato consideraremos primero donde y cuando
pudo haber sucedido este evento y cuáles fueron las circunstancias que le
precedieron.
Primeramente identificaremos
el lugar de este evento el cual acoplando los datos registrados en Mateo
capítulo 16 verso 13 donde se describe que Jesús andaba en la región de Cesarea
de Filipo, es muy probable que aquel “monte
alto” a donde fueron a orar aquel día y sucedió la trasfiguración del Señor
sea el Monte Hermón, situado a poco mas de 20 km de Cesarea de Filipo y que es a
su vez el monte más cercano a esta ciudad, además es la montaña más alta de la
zona, la cual (como dato adicional) se
sabe que tiene una altura de 2800 m.s.n.m.
Respecto del
tiempo en el que sucedió este evento no hay muchos datos, no obstante los pocos
datos que hay son determinantes para establecer una fecha probable de este
suceso, el cual (haciendo una
equivalencia con nuestro calendario) nos sitúa en el mes de agosto (Elul) del año 30 dC, a poco más de seis
meces antes de la ultima pascua del Señor Jesús en Jerusalén.
Otra cosa que
debemos desarrollar antes del evento de la transfiguración es conocer cuál es
el contexto de la situación, si notamos, Mateo comienza el relato de este
evento (Mt
17:1) mencionando que; “seis
días después Jesús tomo a Pedro Santiago y Juan y se los llevo a esta montaña”,
sin embargo nuestra primera pregunta es ¿seis
días después de qué? Responder esta pregunta nos obliga a leer un par de
párrafos anteriores al capítulo 17 y a su vez nos da el contexto de la
situación.
Mateo 16
13 Viniendo Jesús a la región de
Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los
hombres que es el Hijo del Hombre?
14 Ellos dijeron: Unos, Juan el
Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas.
15 El les dijo: Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?
16 Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el
Cristo, el Hijo del Dios viviente.
17 Entonces le respondió Jesús:
Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni
sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ya finalizando
su ministerio, faltando poco más de seis meses para su muerte en la cruz Jesús
les hace esta pregunta a sus discípulos – ¿Quién dicen ustedes que yo soy? – y es evidente que después de todo lo
que ellos habían visto y presenciado a lado de Jesús (poder en sus palabras y poder de señales y milagros), Pedro sin
ninguna duda confeso que Jesús era el Cristo, Jesús era aquel de quien todas
las profecías anunciaban la llegada, Jesús era el Mesías esperado, aquel que restauraría el reino de Israel y los liberaría
de todo dominio, Pedro se dio cuenta que con ellos estaba nada más y
nada menos que el Mesías, “El Libertador”,
y esta revelación no fue merito propio sino que le fue revelado del cielo.
Ahora, una vez que los discípulos confirmaron que
Jesús era el Cristo, Jesús empezó a hablarles de su padecimiento hasta la
muerte en Jerusalén;
Mateo 16
21 Desde entonces comenzó Jesús a
declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales
sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
22 Entonces Pedro, tomándolo
aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en
ninguna manera esto te acontezca.
23 Pero él, volviéndose, dijo a
Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones
la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
… luego al final
28 De cierto os digo que hay algunos de los
que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del
Hombre viniendo en su reino.
O sea que
luego que los discípulos supieron que Jesús definitivamente era el Cristo se
resistían a la idea de un Cristo que moriría de forma pública y humillante en
una cruz en la ciudad donde debería estar reinando. Aceptaban la exaltación de Jesús
como el Cristo pero de ningún modo aceptaban su muerte humillante. Después de
haber visto su poder sanador y oído sus enseñanzas, y siéndole confirmado a
Pedro por revelación divina que Jesús, su maestro, era el Cristo, es probable
que la fe de ellos se haya fortalecido
grandemente, no obstante escuchar que el Cristo moriría en una cruz debilitaba
y desmoronaba su fe. Es evidente que ellos tenían un gran conflicto interno, el
concepto que ellos tenían de “El Mesías” no contemplaba su muerte, y de repente
oír a Jesús hablar de una muerte publica y humillante era algo desconcertante
para ellos, no terminaban de entender – ¿al final es o no es el Mesías? ¿Y si es el Mesías por
qué habla de morir en una cruz? – a lo que Pedro equivocadamente
considero que Jesús necesitaba ser censurado en aquello que decía, no obstante Jesús
tubo que reprender a Pedro públicamente tratándolo como satanás mismo. Y lo
curioso de este relato es que Jesús concluye diciendo: “hay algunos de los que están aquí conmigo que no morirán sin ver antes
al Hijo del Hombre viviendo en su reino”, – ¿y esto que significa? – Lucas
escribe (Lc
9:27) Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están
aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios. Marcos,
en el capítulo 9 verso 1 escribe de esta manera; De
cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la
muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.
He inmediatamente, los tres evangelios (Mateo, Marcos y Lucas), de forma secuencial y sinóptica, como si
se hubiesen puesto de acuerdo, posterior a esta declaración de Jesús continúan el
relato con el evento de la transfiguración diciendo:
seis
días después de esta declaración Jesús se fue al monte a orar con tres de sus
discípulos…
¿Será que Jesús al decir que algunos de
sus discípulos antes de morir verían el reino de Dios se estaba refiriendo a la
trasfiguración? Es cien
por ciento probable, hay demasiada coincidencia, y aunque existen otras
interpretaciones para este pasaje (que se
refiere a pentecostés, o se refiere a Juan en el apocalipsis, o se refiere a la
resurrección, etc.), lo más apropiado es pensar que se está refiriendo al
evento de la transfiguración. Porque hasta aquí estos discípulos habían visto a
Jesús como el Maestro y Señor, con poderes y señales extraordinarias, pero no
habían visto a Jesús como el Rey de Gloria, como el Majestuoso Dios del antiguo
testamento, ninguno de ellos había contemplado la majestad celestial de Jesús,
la majestad de su reino y lo pudieron ver solo el día de la trasfiguración, y
dieron luego testimonio de ello;
2° Pedro 1
16 Porque no os hemos dado a conocer el poder y
la venida de nuestro Señor Jesucristo
siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su
majestad.
17 Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le
fue enviada desde la magnífica gloria
una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.
18 Y nosotros oímos esta voz
enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo
Juan 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como
del unigénito del Padre), lleno de gracia y de
verdad.
Tanto Juan
como Pedro, declaran por medio de sus cartas que vieron y conocieron la gloria
del Señor Jesús y su reino mucho antes de morir, y dieron testimonio de esta
verdad. No existe el el testimonio de otros de los doce discípulos que hablen
de este tema, es evidente que aquellos que verían el reino de Dios con poder
antes de morir eran ellos (Pedro,
Santiago y Juan).
Al principio entendieron
por fe que Jesús era el Mesías, luego Jesús se los confirmaría de manera
visual, y de esta manera confirmaría que él era el Cristo y a su vez cambiaria
muchos conceptos equivocados que ellos tenían de la figura del Mesías:
La Transformación total del Jesús
Mateo 17
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan
su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció
su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y he aquí les aparecieron
Moisés y Elías, hablando con él.
4 Entonces Pedro dijo a Jesús:
Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres
enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los
cubrió; y he aquí una voz desde la nube,
que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.
6 Al oír esto los discípulos, se postraron sobre
sus rostros, y tuvieron gran temor.
7 Entonces Jesús se acercó y
los tocó, y dijo: Levantaos, y no
temáis.
8 Y alzando ellos los ojos, a
nadie vieron sino a Jesús solo.
9 Cuando descendieron del monte,
Jesús les mandó, diciendo: No digáis a nadie la visión, hasta que el Hijo del Hombre
resucite de los muertos.
10 Entonces sus discípulos le
preguntaron, diciendo: ¿Por qué, pues, dicen los escribas que es necesario que
Elías venga primero?
11 Respondiendo Jesús, les dijo:
A la verdad, Elías viene primero, y restaurará todas las cosas.
12 Mas os digo que Elías ya vino, y no
le conocieron, sino que hicieron con él
todo lo que quisieron; así también el Hijo del Hombre padecerá de ellos.
13 Entonces los discípulos comprendieron que
les había hablado de Juan el Bautista.
Marcos 9
3 Y sus vestidos se volvieron resplandecientes,
muy blancos, como la nieve, tanto que ningún lavador en la tierra los puede
hacer tan blancos.
…
6 Porque no sabía lo que
hablaba, pues estaban espantados.
7 Entonces vino una nube que les
hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es mi Hijo amado; a él
oíd.
…
10 Y guardaron la palabra entre sí, discutiendo qué
sería aquello de resucitar de los muertos.
Lucas 9
29 Y entre tanto que oraba, la apariencia de su
rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.
30 Y he aquí dos varones que
hablaban con él, los cuales eran Moisés y Elías;
31 quienes aparecieron rodeados de gloria, y
hablaban de su partida, que iba Jesús a cumplir en Jerusalén.
32 Y Pedro y los que estaban con
él estaban
rendidos de sueño; mas permaneciendo despiertos, vieron la gloria de
Jesús, y a los dos varones que estaban con él.
33 Y sucedió que apartándose
ellos de él, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es para nosotros que estemos
aquí; y hagamos tres enramadas, una para ti, una para Moisés, y una para Elías;
no
sabiendo lo que decía.
34 Mientras él decía esto, vino una nube que
los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube.
35 Y vino una voz desde la nube,
que decía: Este es mi Hijo
amado; a él oíd.
36 Y cuando cesó la voz, Jesús
fue hallado solo; y ellos callaron, y
por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.
Jesús tomo
solo a tres de sus discípulos (Pedro,
Santiago y Juan) y se fue con ellos al monte Hermón a orar, y lo primero
que buscaremos resolver es ¿por qué razón
solo se llevo a tres de ellos y no a todos? Primero; Jesús dentro de los
doce tenía un circulo privado que estaba compuesto por estos discípulos, pero a
su vez esto también tenía que ver con que solo se precisaba de dos o tres
testigos para constar toda verdad. Si Jesús iba a manifestar su gloria y su reino
celestial con poder en la tierra solo
necesitaba de tres testigos para que dejen constancia de esta verdad, y de
hecho estos tres hombres lo vieron y atestiguaron esta verdad, son los únicos
de los doce que hablan de la majestad de Cristo.
Mientras Jesús
oraba en este monte se transformo totalmente delante de ellos, y aunque al
principio estos tres discípulos estaban rendidos de sueños al ver lo que
sucedía perdieron todo deseo de dormir. Hemos de aclarar que lo que ellos
vieron no fue solo una transformación de su figura, fue una trasformación total
de todo su ser (fue
una metamorfosis, tal como la palabra griega que se emplea en el texto original),
de repente aquel Jesús que ellos conocían como un hombre común cambio su
aspecto humano a un ser glorioso que ellos jamás habían contemplado. Quizás al
leer este pasaje hemos pasado por alto algunos detalles de lo que
verdaderamente aconteció ese día. El rostro de Jesús ya no era el mismo sino
que se transformó en una potente luz como el sol a la que ellos no podían
contemplar, Jesús retiró el velo de su humanidad y mostro su verdadero aspecto luminoso,
sus vestidos resplandecieron de tal manera que ellos jamás habían visto un
blanco similar, era una imagen gloriosa y celestial que básicamente no podían apreciar.
Y estamos considerando que la imagen que están viendo estos tres discípulos es
la misma que luego volvió a ver Juan en el apocalipsis (Ap
1:16 Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía
una espada aguda de dos filos; y su rostro era
como el sol cuando resplandece en su fuerza),
lo cual es mucho más que una silueta resplandeciente como muchos de imaginan.
Estos hombres
están contemplando la gloria de celestial de Jesús, pero no acaba allí, dos
personas rodeadas de la gloria de Jesús aparecieron en el lugar, los cuales
eran nada más y nada menos que Moisés y Elías juntos hablando con Jesús
respecto de su partida que se efectuaría en Jerusalén. La visión es
insuperable, quizás era el deseo de todo judío a lo largo de toda la historia, los
dos referente más grandes de la historia hebrea están juntos, el gran y
poderoso Moisés con quien Dios hablaba cara a cara desde el tabernáculo y por
medio de quien se hicieron grandes e insuperables maravillas, junto al poderoso
y valiente profeta Elías quien fue alzado en un torbellino al cielo, de repente
están juntos en el mismo lugar y ambos junto al Mesías, los tres envueltos de
la gloria del Mesías hablando… sin palabras.
Los tres
estaban mudos, no sabían que decir, lo único que se le ocurrió a Pedro fue
proponer un absurdo de hacer tres chozas de ramas para que estos seres
celestiales se quedaran viviendo allí, pero dijo esto porque estaba espantado y
no entendía nada y no sabía que decir…
Pero una
incógnita a resolver aquí es ¿por qué
aparecieron Moisés y Elías? Si bien se entiende que eran unos de los
máximos referentes judíos también podrían haber aparecidos otros como Enoc y Noé,
o ¿por qué no? Abraham y Ezequiel, o Job y Daniel, o Jeremías y Jacob, o Isaías
y David, en fin, pudieron haber aparecidos otros personajes importantes del
antiguo testamento, pero ¿Qué significa la presencia de Moisés y Elías?
Primeramente
estos dos hombres tienen en común que fueron los únicos que vieron la gloria de
Dios, fuera de estos dos hombres a ningún otro Dios se le manifestó en su
gloria, aunque jamás ningún hombre vio la cara de Dios (Jn 1:18 1°Jn 4:12) estos dos
vieron la espalda de Dios para no morir.
Éxodo 33
18 El entonces dijo: Te ruego que me
muestres tu gloria.
19 Y le respondió: Yo haré pasar
todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de
ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con
el que seré clemente.
20 Dijo más: No podrás ver mi
rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
21 Y dijo aún Jehová: He aquí un
lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;
22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura
de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.
Éxodo 34
6 Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte, misericordioso y
piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
…
8 Entonces Moisés, apresurándose, bajó la cabeza hacia el suelo y adoró.
1°Reyes 19
9 Y allí se metió en una cueva,
donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces
aquí, Elías?
…
11 El le dijo: Sal fuera, y
ponte en el monte delante de Jehová. Y he aquí Jehová que pasaba, y un grande y poderoso viento que rompía los montes, y
quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Y
tras el viento un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto.
12 Y tras el terremoto un fuego; pero Jehová no estaba en
el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y delicado.
13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro
con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí,
Elías?
Aparte de tener en común estas cosas, Moisés y Elías
eran también la representación de la ley y los profetas, al estar ambos juntos
a Jesús era una clara figura de que el antiguo pacto había llegado a su fin.
Todo lo que a la ley y a los profetas se refería había concluido. Hasta aquí
los máximos referentes e iconos de suprema autoridad para el pueblo judío habían
sido Moisés y Elías, sin embargo en esta visión Dios demostró que Jesús era
superior a Moisés y Elías – a Él oíd – (He 3:1-6). Pedro tuvo la equivocada idea de
querer poner a Moisés y Elías a la altura de Jesús queriendo hacer una enramada
para cada uno, sin embargo Dios declaro que al único que debían oír – y esto se
refiere a obedecer – era solo a Jesús. Un nuevo pacto se ponía en
marcha en donde el único intermediario era Jesús en todos los sentidos; Sumo
Sacerdote, Cordero sacrificial, Maestro, Salvador, Pastor, Rey, Camino, Señor,
Dios.
Otra cosa importante a destacar en esta incomparable
visión es la presencia de una nube gloriosa que se manifestó en el lugar la
cual cubrió a Jesús y a Moisés y Elías de la vista de los discípulos, y
mientras Pedro hablaba una voz de la nube le dijo; “Este es mi Hijo amado en quien tengo
complacencia, a Él oíd” La presencia de esta nube terminaba de
cerrar todo la escena para los discípulos, ellos sabían que en la antigüedad la
presencia de Dios en el tabernáculo se manifestaba como una nube gloriosa (Ex 40:34-38),
la cual representaba la presencia de Dios (la
Shekinah),
y ahora esta nube estaba frente a ellos para que no quede ninguna duda, estaban
contemplando la gloria celestial de Dios. No obstante un voz de la nube declaro
que al único que debían oír de ahí en más era a Jesús, por supuesto que estos
tres discípulos entendieron lo que significaba tal orden; Jesús es el Señor, Jesús es Jehová,
inmediatamente se postraron, sin embargo algo que es necesario aclarar detrás
de esta escena es que la palabra que aquí se traduce “postraron” (pipto=caerse,
derrumbarse) es la misma que se emplea en apocalipsis para describir
que Juan cayo como muerto delante de la visión. De hecho me atrevo a pensar que
no fue ni siquiera un acto propio de ellos el postrarse, sino que cayeron como
muertos delante de Jesús y su gloria, y no se pudieron levantar sino hasta que
Jesús los toco (Dn
8:18) y les dio la orden de que se levante.
El tema de
esta visión
Otro detalle a analizar en este evento es el tema de
conversación entre Jesús, Moisés y Elías, dato que solo Lucas se encarga de
registrar y que describe que estaban hablando de la partida de Jesús la cual él
cumpliría en Jerusalén. ¿Por qué hablaban
de esto? ¿Por qué no hablar del reino de Dios en la tierra o de la gloria de
Dios? ¿Cuáles podrían ser las razones por la cual estaban hablando de su
partida? Una de las razones de esta
conversación tendría que ver con confirmarle tanto a Pedro como también a
Santiago y Juan que Jesús era el Mesías y que como Mesías debía morir en
Jerusalén, esto aclararía y pondría fin a aquella equivocada idea que tenían
los discípulos de un Mesías que no debía morir, luego de esto Pedro ya nunca
más se atrevería a reconvenir a Jesús cuando hable de su muerte.
Escuchar a Moisés y Elías hablar de la muerte del
Mesías sellaría toda duda en los discípulos, Moisés era el autor de la ley y
todo el pentateuco, y Elías el representante de todos los profetas, quien mejor
que estos dos hombres para atestiguar de que el Mesías debía morir. Si
tuviésemos que buscar los mejores y más creíbles testigos del antiguo
testamentos estos sin duda alguna serian Moisés y Elías, de hecho van a
aparecer juntos en el libro de apocalipsis como los dos testigos
Desenlace
final y Conclusión
Luego de esta maravillosa e increíble visión, Jesús
dio un encargo a estos tres discípulos; “que
a nadie dijeran nada sino hasta el día de su resurrección” ¿Se lo imaginan?
De repente tienen el testimonio insuperable de que Jesús es el Cristo, de que
Jesús es Jehová, de que Él es superior a Moisés y Elías, y de que los tres
estuvieron juntos hablando y luego la presencia divina de Dios les hablo desde
una nube gloriosa, y no pueden decir nada de esto a nadie sino hasta unos
cuantos meces después. Vaya desafío, quizás lo único que pensaban hacer los
discípulos era ventilar esta visión pero de repente fueron restringidos en este
asunto. Esto pudiera deberse primero a que la visión era para ellos, a fin de
despejar toda duda del Mesías tal como expusimos anteriormente, y también para
que nadie busque a Jesús por esta gloriosa visión sino por su doctrina y obra
expiatoria.
Finalmente los discípulos, luego de confirmado de
que Jesús era el Cristo, buscaron despejar algunas dudas o incógnitas tales
como; ¿si tu eres el Cristo entonces
quién era Elías? Y se referían a la ultima profecía de Malaquías la cual
anunciaba la venida del profeta Elías como aquel que prepararía a las personas
para la venida de Cristo, a lo que Jesús responde que esa profecía ya se había
cumplido y que aquel Elías esperado era Juan el Bautista (Mt 11:11-14).
Luego de este
evento, pasado uno meses, Santiago y Juan se acercaron a Jesús y le dijeron; “Concédenos que en tu reino nos sentemos el
uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”, a lo que Jesús responde; esto es algo que está determinado por mi
Padre, no obstante les adelanto que si les está concedido padecer como yo voy a
padecer” Se acercaron a pedir gloria y exaltación y obtuvieron la seguridad
de padecimiento y martirio.
Como
cristianos siempre hemos de anhelar estar en la gloria de Dios con él por el
resto de nuestra eternidad, y esperamos la glorificación de nuestros cuerpos
mortales para ser nueva creación inmortal para morar con Dios, no obstante
debemos saber que hasta que esto suceda debemos cargar una cruz en este mundo,
a fin de ser humillado juntamente con Cristo para poder ser glorificado
juntamente con Él
Romanos 8
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y
coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente
con él seamos glorificados.
18 Pues tengo por cierto que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que
en nosotros ha de manifestarse.
La paz del Señor Jesucristo.-
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