MENSAJE DOMINGO 29/05/2016
Por el Hno. Gabriel.-
En esta ocasión, y a modo de continuación de la temática
expuesta cada domingo, abordaremos uno de los métodos de enseñanza con la cual
el Señor Jesús adoctrinaba a sus discípulos y demás seguidores. Dicho de otra
manera vamos a meditar respecto del uso que el Señor Jesús hizo de las
parábolas, las cuales en algunos casos tenían la intensión directa de
esclarecer el mensaje para los oyentes y en otros casos tenían la intensión directa
de oscurecer el mensaje a los oyentes.
¿Qué es una parábola?
La definición o significado de parábola es: (del griego parabolh "parábole" poner
al lado): Comparación, Proverbio. Narración de un suceso fingido, del que
se deduce, por comparación o semejanza, una verdad importante o una enseñanza Espiritual.
Como una forma de ejemplificar lo que se está enseñando mediante
ilustraciones practicas.
Algunos sinónimos de la
palabra “parábola” son: alegoría, metáfora, ejemplo, moraleja, enseñanza.
Contexto Informativo
Muchas de las enseñanzas expuestas por Jesús a las
multitudes que le oían fue por medio de parábolas, en ciertas ocasiones estas fueron
cortas expresiones comparativas como ejemplos directos de semejanza entre una
cosa y otra tales como “Vosotros soy la sal de la tierra, o también El Reino de
los Cielos es semejante a una Perla de Gran Precio”, metáforas sintéticas
que expresan una comparación directa, y en otras ocasiones las parábolas fueron
relatos mucho más extensos que encerraban una enseñanza doctrinal objetiva que
había que descifrar detrás de la historia, como por ejemplo; “La historia del
Buen Samaritano, La historia del Hijo Prodigo”.
Hemos de saber que entre los cuatro evangelios se hallan un
total aproximado de 55 parábolas que no se repiten entre si y expresan muchas
de las enseñanzas del Señor Jesús para su Iglesia. Si las numeramos encontramos
33 parábolas en el libro de Mateo, 10 parábolas en el libro de Marcos de las
cuales 9 se repiten en Mateo, 31 parábolas en el libro de Lucas de las cuales
15 se repiten en el libro de Mateo y unas 7 parábolas en el libro de Juan que no
se registran en los otros evangelios, todas estas hacen un total de 55
parábolas no repetidas registradas entre los cuatro evangelios.
A modo informativo;
·
En Mateo; La Sal de la Tierra (5:13), La Luz del mundo (5:14),
La Lámpara del cuerpo (6:22-23), Dios y las
riquezas (6:24), El juzgar a los demás (7:3-6), La puerta estrecha (7:13-14), Por sus frutos los conocerán (7:15-20), Los dos cimientos (7:24-27), El ayuno (9:15-17),
Jesús causa de división (10:34-38), Una Casa
Dividida (12:29), El Sembrador (13:1-9), El Trigo y la Cizaña (13:24-30), La Semilla de Mostaza (13:31-32), La Levadura (13:33),
El Tesoro Escondido (13:44), La Perla de Gran
Precio (13:45-46), La Red (13:47-50), Tesoros Nuevo y Viejos (13:51-52), Lo que Contamina al Hombre (15:10-20), La Levadura de los Fariseos (16:6 y 11-12), Ocasiones de caer (18:8-9), La Oveja Perdida (18:10-14), Los dos Deudores (18:23-35),
Los Obreros de la Viña (20:1-16), Los dos Hijos
(21:28-32), Los Labradores Malvados (21:33-41),
La Fiesta de Bodas (22:1-14), La
Higuera (refiriéndose a la venida del Hijo
del Hombre) (24:32-33), El Siervo Fiel y
el Infiel (24:45-51), Las Diez Vírgenes (25:1-13),
Los talentos (25:14-30), Las Ovejas y los Cabritos
(25:31-34)
·
En Marcos:
El Ayuno (2:19-22), Una Casa Dividida (3:23-27),
El Sembrador (4:1-9), Nada hay Oculto (4:21-23), El crecimiento
de la Semilla (4:26-29), La Semilla de Mostaza (4:30-32),
Lo que Contamina al Hombre (7:15-23), La Levadura
de los Fariseos (8:15), Ocasiones de caer (9:43-50), Los Labradores Malvados (12:1-12)
·
En Lucas: El Ayuno (5:34-39),
El Juzgar a los demás (6:37-42), Por sus
Frutos los Conocerán (6:43-45), Los dos Cimientos
(6:46-49), Los dos Deudores
(en casa de Simón el fariseo) (7:40-43), El Sembrador
(8:4-8), Nada hay oculto (8:16-18), El Buen Samaritano
(10:25-37), Una
Casa Dividida (11:14-23), La Lámpara del Cuerpo
(11:33-36), La Levadura de los Fariseos (12:1-3), El Rico Insensato
(12:13-21), El
Siervo Vigilante (12:35-40), El Siervo Infiel (12:41-48), La Higuera Estéril (13:6-9),
La Semilla de Mostaza (13:18-19), La Levadura
(13:20-21), La Puerta Estrecha (13:22-30), Los Convidados
a las Bodas (14:7-11), La Gran Cena (14:15-24), Lo que Cuesta Seguir a Cristo (14:25-33), La Sal
de la Tierra (14:34-35), La Oveja Perdida (15:1-7) La moneda perdida
(15:8-10), El
Hijo Prodigo (15:11-32), El Mayordomo Infiel (16:1-13), El Rico y Lázaro (16:19-31), La Viuda y el Juez Injusto (18:1-8), El Fariseo y el Publicano (18:9-14), Las Diez Minas (19:11-27), Los Labradores Malvados (20:9-18)
·
Juan; El Pan de Vida
(6:32-35),
Ríos de Agua Viva (7:37-39), La Luz del Mundo (8:12-16), Del Redil (10:1-6), El Buen Pastor (10:7-14), El Camino al Padre (14:6), La Vid Verdadera (15:1-2)
El Uso de las Parábolas
En algunas circunstancias las parábolas fueron para
esclarecer el mensaje que Jesús quería exponer a su audiencia como por ejemplo la
parábola de “El Buen Samaritano”,
donde un intérprete de la ley queriendo justificarse de su mal proceder con el
prójimo (selectivo y convenido) le
pregunto a Jesús quien verdaderamente era su prójimo, a lo cual Jesús respondió
con esta parábola haciéndole razonar para
que entienda más claramente cuál era la respuesta correcta:
Lucas 10
25 Y he aquí un intérprete de la
ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la
vida eterna?
26 El le dijo: ¿Qué está escrito
en la ley? ¿Cómo lees?
27 Aquél, respondiendo, dijo:
Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas
tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
28 Y le dijo: Bien has
respondido; haz esto, y vivirás.
29 Pero él, queriendo
justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un
hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales
le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto
…
36 ¿Quién, pues, de estos tres (sacerdote, levita y samaritano) te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de
los ladrones?
37 El dijo: El que usó de
misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
En esta ocasión (parábola
del buen samaritano) la parábola fue para clarificar el mensaje, no
obstante en otras ocasiones (la mayoría)
las parábolas fueron para oscurecer el mensaje a fin de que su audiencia no
comprenda la doctrina del reino de Dios y se salve, y aunque esto parezca algo
duro de decir y oír no obstante es la realidad de las parábolas. Porque gran
parte de hablar en parábolas para ocultar el mensaje tenía que ver con el
juicio de Dios anticipado por los profetas sobre los incrédulos. Un claro ejemplo
de esto es la conocida parábola del sembrador, la cual luego de ser expuesta
los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué razón les hablaba de
manera difícil de comprender:
Mateo 13
10 Entonces, acercándose los
discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
11 El respondiendo, les dijo:
Porque a
vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no
les es dado.
12 Porque a cualquiera que
tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será
quitado.
13 Por eso les hablo por
parábolas:
porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.
14 De manera que se cumple en ellos
la profecía de Isaías, que dijo: De
oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis.
15 Porque el corazón de este
pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus
ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con
el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane.
…
34 Todo esto habló Jesús por parábolas
a la gente, y sin parábolas no les hablaba;
35 para que se cumpliese lo dicho por el profeta,
cuando dijo: Abriré en parábolas mi
boca; Declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo.
Con estos ejemplos vemos que el uso que el Señor Jesús le
dio a las parábolas tenían una doble aplicación, en algunos casos (muy pocos) era para esclarecer el
mensaje y en otros casos (la mayoría)
era para oscurecer el mensaje, sin embargo siempre les declaraba en privado las
enseñanzas de las mismas a sus discípulos. Y la razón de esto es porque la
enseñanza no estaba velada para los que se salvaban sino solo para los que se
perdían.
Las parábolas eran entonces una forma de lenguaje alegórico
con elementos de la época para
representar una enseñanza, que en la mayoría de los casos ocultaba una
gran verdad espiritual que había que descifrar. Por supuesto que el hombre
natural no tiene capacidad para descifrar una parábola espiritual, porque se
requiere del Espíritu y revelación de Dios para entender estos misterios.
1°Corintios 2
13 lo cual también hablamos, no
con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el
Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
14 Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del
Espíritu de Dios, porque para él son
locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
Hoy por hoy para nosotros es fácil asumir la comprensión de
algunas parábolas porque las mismas ya están explicadas en los evangelios, uno
de esos casos es “La Parábola del
Sembrador”, la cual nosotros entendemos perfectamente porque su explicación
esta revelada en el mismo libro, pero si no se contara con esta explicación de
seguro sería muy difícil para cualquier cristiano llegar a la comprensión de la
misma, porque no tendríamos parámetros para determinar el significado de los
diferentes elementos que componen esta parábola, por ejemplo; ¿Cómo sabríamos quién es el sembrador? ¿Que significaría
la semilla? ¿Que representarían los diferentes terrenos? ¿Qué significado
tendrían las aves? ¿Qué serian los espinos? ¿Significaría algo el sol? ¿Y qué
serian exactamente los frutos? Hoy por hoy estamos muy familiarizados con
su significado porque el mismo esta explicado, pero si no estaría revelado de
seguro estaríamos desorientados como el copero y el panadero de Egipto en el
tiempo de José sin entender la relación de los elementos que componían su sueño
(los cuales eran parábolas, y ¿quién
hubiera imaginado el significado que tenían?).
Por ejemplo; hasta el día de la fecha, parábolas como “Las diez vírgenes” la cual no está
explicada por Jesús, sigue siendo dificultosa y de confusión para muchos
cristianos porque tratan de asociar un significado a cada elemento que compone
la parábola, y se enriendan en cuestiones tales como; ¿Las vírgenes son la iglesia o no son la iglesia? ¿Las lámparas son la
palabra de Dios? ¿Qué significa el aceite, es el Espíritu? ¿Y qué son las
vasijas? ¿A qué se refiere con que vayamos a comprar aceite a los que venden?
Por supuesto que hay tantas interpretaciones sobre esta parábola lo cual
demuestra hasta el día de la fecha lo difícil que es para un cristiano
comprender un lenguaje parabólico.
Muchas parábolas como hemos mencionado arriba eran
comparaciones directas que buscaban asemejar una cosa con otra, otras parábolas
fueron historias más complejas que encerraban un mensaje que había que
descifrar. Algunas tenían que ver con las conductas que Dios demandaba de las
personas y muchas otras tenían que ver con representar el reino de Dios en la
tierra. Algunas parábolas eran para representar la dificultad del verdadero
camino y otras para expresar el mensaje del evangelio del reino. Algunas fueron
exclusivamente para desenmascarar a los fariseos y otras para toda la audiencia
en general. Algunas parábolas fueron de aplicación inmediata (o sea, para la gente de la época) y
otras parábolas fueron proféticas para los tiempos finales, y así cada parábola
tenía su particularidad que la hacía distinta una de otro. Pero cada una de ellas
esconde una gran verdad Espiritual, que para descubrirla hay que orar pidiendo
revelación y sabiduría para poder analizarla con entendimiento.
Analizar todas y cada una de las parábolas nos podría tomar
un año entero meditando una por domingo, sin embargo la intensión del mensaje
de hoy es mostrar de forma general cual fue el propósito de las parábolas y el
uso que el Señor Jesús hizo de las mismas. Sin embargo, a pesar de ser tantas,
me ha parecido bien tomarme el tiempo de explicar de forma resumida aunque sea
dos de ellas. Una que tenga que ver con el reino de Dios en la tierra y otra
que tenga que ver con la conducta del cristiano en la tierra.
Un Tesoro Escondido
Mateo 13
44 Además, el reino de los
cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y
gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
Esta es una de las parábolas que se refieren directamente al
Reino de los Cielos en la tierra asemejándolo con elementos contemporáneos para
resaltar su valor. En esta ocasión un tesoro. Y aunque parezca que no requiere
mucha explicación, de todos modos haremos lo posible para enfatizar el valor
que tiene y debe tener el Reino de Dios en nuestras vidas.
Un tesoro en la antigüedad se refería a todo aquello que representaba
riqueza (algo precioso) y por lo
general se guardaba en cajas o depósitos y se escondía para evitar el saqueo
por parte de ladrones que se dedicaban a minar y hurtar tesoros (Mt 6:19).
En esta ocasión el Señor Jesús representó el valor del Reino
de Dios con un valioso tesoro pero que a su vez estaba escondido, lo cual
implicaba que no todos tendrían la capacidad de comprender y discernir el
verdadero valor del Reino de Dios sino solo aquellos que lo descubrieran. Dicho
de otro modo el valor del mensaje de Dios estaría velado y solo unos pocos
serían agraciados con la revelación del mismo.
Pero ahora, aquellos que tenían la capacidad de descubrir el
valor del reino de Dios comprendían que absolutamente nada en el mundo tenía más
valor que ese reino, su preciosidad superaba ampliamente todo los bienes terrenales
que poseían, y por consiguiente no tenían ningún reparo en despojarse de todo a
fin de poseer aquel tesoro descubierto. Y en cierto modo ese era el objetivo,
porque pertenecer a un nuevo reino significaba desojarse del viejo (Lucas 14:33 Así, pues, cualquiera de
vosotros que no renuncia a todo lo que posee,
no puede ser mi discípulo).
Ahora bien, aunque esta enseñanza se había expresado en un
lenguaje parabólico no obstante tuvo una aplicación literal en hombres como
Pablo, o sea que más que una alegoría tenía también una aplicación literal: Filipenses 3:7 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las
he estimado como pérdida por amor de Cristo.
8
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido
todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo
Volviendo al sentido de la parábola, era evidente que para
aquellos que no tenían la capacidad de descubrir el tesoro escondido en aquel
terreno la decisión de venderlo todo les parecería una locura. Por ejemplo: ¿Que pensarías de un hombre que teniendo muchos bienes, casas,
vehículos, negocios etc., de repente lo vende todo por comprar un pedazo de
tierra, que a simple vista no tenía ningún valor? Muchos pensarían que tal
hombre "se volvió loco". Exactamente
así ve la gente del mundo al Señor Jesús, a su iglesia, al Evangelio de Cristo,
al Reino de los Cielos, como un pedazo de tierra despreciada y sin valor, que a
simple vista no vale nada y por lo tanto no tiene sentido perderlo todo por tenerlo.
De hecho las Escrituras especifican que el Evangelio de
Cristo es locura para los que se pierden, y que a la verdad el valor del mismo
está encubierto. Hasta ahora vemos que el mundo describe a Jesús como una
simple persona que vivió y murió en una cruz sin entender el porqué y para qué.
1°Corintios 1
18 Porque la palabra de la cruz es locura a
los que se pierden; pero a los que se salvan,
esto es, a nosotros, es poder de Dios.
2°Corintios
4
3 Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los
que se pierden está encubierto;
4 en los cuales el dios de este siglo
cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz
del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.
Así como el reino de Dios es un tesoro escondido, a su vez
el mundo también hace lo posible para que ese tesoro permanezca escondido y
pase desapercibido solo como un pedazo de tierra sin valor.
Sin embargo cuando uno descubre (halla, encuentra) el tesoro escondido (oculto) en esa tierra, de repente ese pedazo de tierra es
invaluable, si
vale la expresión; tal persona encontró una parcela del reino de los cielos aquí
en la tierra, sabe que ese terreno es invaluable, sabe que ese
pedazo de tierra esconde un tesoro de un precio que no se puede pagar, y que
muy pocos pueden percibir.
Ahora algo que debemos aclarar en esta parábola es que el
hombre que encontró ese invaluable tesoro no lo estaba buscando, pasaba por
allí y lo descubrió por accidente. Y exactamente así fue como pasó en nuestras
vidas también, antes de llegar a Jesús cada uno de nosotros no lo estábamos
buscando, fue Dios quien verdaderamente nos busco y nos atrajo hacia Él.
Pero una vez que la Luz Divina penetró nuestras vidas y lo
descubrimos, nos obligó a tomar grandes decisiones, al punto tal que si
valorizamos correctamente el Reino de Dios, si verdaderamente valorizamos lo
precioso que es Cristo Jesús, nos despojamos de todo con tal de poder tenerlo a Él, porque todas las cosas pierden
valor frente al precioso tesoro del evangelio.
No solamente eso, al despojarnos de todo, se producen
grandes cambios, cambia nuestro hábitat, dejamos las amistades mundanas,
parientes incrédulos, y abandonamos todo aquello que nos vinculaba con el mundo
(en ese pedazo de tierra), para ir
por una nueva forma vida en un nuevo terreno, una vida centrada en la riqueza
de aquel gran tesoro.
Lamentablemente en estos tiempos, las personas pasan de
largo, porque solo ven un campo sin valor. También los cristianos de estos
tiempos son así, no valorizan el Reino de Dios, y por lo tanto no están
dispuestos a despojarse de lo terrenal para tenerlo a Él. Muchos quieren tener
a Cristo pero con un corazón dividido, solo un poco del tesoro celestial y un
poco del tesoro terrenal, pero en el día del Señor nosotros ya sabemos cómo
terminaran tales personas.
Esta sencilla parábola es tan rica como el mismo tesoro
relatado. Como cristiano, nuestra relación con Dios debe ser el tesoro más
importante de nuestra vida. El Señor Jesús debe ser lo más valioso en nuestra
vida. Si Cristo no es todo en tu vida, entonces el Señor Jesús no es nada en tu
vida. Si el Señor Jesús es lo único en tu vida, entonces eres el hombre más
rico, porque Cristo es suficiente para nuestra vida, con Él no necesitamos
nada.
Lucas
12
31 Mas buscad el reino de
Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.
… 34 Porque donde está vuestro
tesoro, allí estará también vuestro corazón.
El siervo vigilante
Así como hemos hablado del invaluable tesoro que representa descubrir
el reino de Dios en la tierra, en esta siguiente parábola hablaremos de cuál debe ser
la conducta y trabajo del cristiano una vez adquirido el invaluable tesoro;
Lucas 12
35 Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras
lámparas encendidas;
36 y vosotros sed semejantes a
hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando
llegue y llame, le abran en seguida.
37 Bienaventurados aquellos
siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando; de cierto os digo
que se
ceñirá, y hará que se sienten a la mesa, y vendrá a servirles.
38 Y aunque venga a la segunda
vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así,
bienaventurados son aquellos siervos.
39 Pero sabed esto, que si
supiese el padre de familia a qué hora el ladrón había de venir, velaría
ciertamente, y no dejaría minar su casa.
40 Vosotros, pues, también, estad preparados,
porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
Esta parábola ilustra de forma directa cual es el trabajo y
disciplina en la que debe permanecer el cristiano todos los días de su vida mientras
permanece en el mundo. Se lo asemeja con siervos que se quedaron solos en la
casa de su Señor esperando que éste vuelva de una fiesta de bodas, cuyo encargo
final fue que estén despiertos, preparados para trabajar y con antorchas
encendidas para recibirlo a cualquier hora de la noche. Él no dio horarios específicos,
simplemente ordeno que lo esperasen despiertos, lo cual también ponía a prueba
la fidelidad de los siervos.
El sentido de esta parábola no es hablar de bodas, o
encontrarle un sentido espiritual a la boda a la que fue el Señor, ¡NO!, esta
parábola no tiene la intensión de hablar de bodas sino de la posición de los
siervos mientras el Señor no está en la casa. Es una exhortación directa de
cómo debemos vivir hasta que el Señor Jesús regrese por su Iglesia.
Mediante esta parábola somos llamados a vivir expectantes de
su venida, somos llamados a vivir esperándolo cada día, somos llamados a
vigilar por las noches (sentido
espiritual) sin dar sueño a nuestros ojos porque Él vendrá en cualquier
momento por nosotros.
La expresión “estar
ceñidos de lomos” hace referencia a una práctica o costumbre que tenían las
personas de aquel entonces por causa de sus largas vestimentas, las cuales al
momento de viajar, correr, pelear o trabajar, a fin de tener más agilidad y
movilidad debían envolvérsela y ceñirlas al cinturón que llevaban puesto
alrededor del lomo. En esta ocasión el Señor les está pidiendo a sus siervos no
solo que estén despiertos sino también listos y agiles y con antorchas en sus
manos para que cuando Él regrese le abran la puerta rápidamente.
Y el sentido de que le abran rápidamente tiene que ver con
que ellos no eran simples serenos dentro de la casa que estaban esperando
sentado, sino eran siervos que debían tener la casa funcionando en toda hora
hasta que su Señor regrese, por ejemplo;
la comida debía estar lista, la casa debía estar limpia, la ropa debía estar
lavada, los enseres debían estar acomodados, y así cada cosa en su lugar. Y
solía suceder que cuando la casa no estaba en orden y el Señor llamaba a la
puerta para que le abran, los sirvientes se tardaban en abrir la puerta porque
buscaban arreglar algunas cosas a último momento, lo cual ponía en evidencia su
negligencia y falta de fidelidad.
En el sentido espiritual esto se refiere a nuestra
preparación interior, a despojarnos de todo lo que nos detenga y nos haga más
lento en el crecimiento espiritual, despojarnos de todo vinculo terrenal (televisión, entretenimientos, costumbres,
etc.), quitar todo lo que estorbe y estropee nuestra agilidad espiritual,
debemos estar agiles y a su vez con la casa en orden cuando el Señor venga por
su iglesia.
1°Pedro 1
13 Por tanto, ceñid los lomos de
vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea
manifestado;
14 como hijos obedientes, no os conforméis a
los deseos que antes teníais estando en
vuestra ignorancia;
15 sino, como aquel que os llamó
es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
El día y la hora en la que el Señor vendrá nosotros no lo sabemos,
ni siquiera los ángeles que moran con Él lo saben (Mr. 13:32), solo tenemos
algunas señales que nos alertan que Él esta pronto en venir, está a solo unas
horas de llegar por su casa (la iglesia),
la pregunta es ¿estás preparado para
recibirle? ¿Estás ceñido de lomos y con lámparas en tus manos para abrirle
inmediatamente cuando llame?
En realidad la hora de su venida no es lo importante aquí,
sino la fidelidad de sus siervos. Fidelidad es lo que el Señor busca de
nosotros.
2°Timoteo 4:8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
¡El Señor Jesucristo
viene! ¿Estás preparado?
La paz del Señor Jesucristo.-
excelente ensenanza, gracias por todo este material que nos ayuda a crecer mas en el conocimiento de nuestro Dios. Oro al Senor por vuestros ministerios.
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