PÁGINAS DE INTERÉS

16 - PABLO ENVIADO A ROMA - LA TRAVESÍA


 
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MENSAJE DOMINGO 05/02/2017

Por el Hno. Gabriel.-

Luego de haber expuesto de forma resumida y cronológica los eventos más trascendentes del “Libro de los Hechos” hemos llegado al final de los relatos, y con esta ultima meditación de la serie abordaremos los dos últimos capítulos del libro (capítulos 27 y 28) los cuales describen con ciertos detalles lo que fue la travesía de Pablo viajando hacia Roma a fin de continuar su proceso de juicio y testificar el evangelio de Cristo a las autoridades y demás personas del lugar;


Introducción
Esta es ya la dieciseisava meditación de la temática “El Libro de los Hechos” y como hemos mencionado, con esta serie hemos intentado cubrir los eventos más trascendentes del libro a fin de entender bíblicamente lo que implica ser la iglesia de Cristo en todas las edades. Este libro nos ha mostrado como nació la iglesia de Cristo y a su vez nos muestra como debe ser la iglesia de Cristo hoy, nos enseña cómo debe estar organizada la iglesia como cuerpo de Cristo y cómo debe subsistir en la tierra, nos demuestra cómo deben trabajar los ministros de Cristo y cuál debe ser la entrega de los mismos, dicho en términos más sencillos; este libro es el único precedente que tenemos de cómo quiere Dios que sea su iglesia aquí en la tierra. Nuestro trabajo y gran desafío hoy es volver a ese modelo bíblico espiritual y no perder el objetivo de nuestra existencia terrenal, si nos preguntamos ¿cómo debe ser la iglesia que Dios desea? debemos saber que esa respuesta se encuentra en este libro.
Desde las primeras meditaciones hemos visto como Dios por su gracia inserto su Espíritu Santo en los hombres para que permanezca en ellos y gobierne sus vidas, como consecuencia de ello una nueva cultura nació sobre la tierra, “La Iglesia”, una raza de hombres y mujeres espirituales sujetos a una esperanza viva, subordinados únicamente a la voluntad de Dios para cumplir su propósito y vivir una vida santa libertada del pecado. Hemos visto como esta nueva cultura celestial fue rechazada por los incrédulos y su sistema de gobierno mundano, al punto tal que fueron perseguidos violentamente con el fin de ser exterminados de la faz de la tierra, sin embargo como consecuencia de esta persecución, como un efecto inverso e inesperado, la iglesia se expandía cada vez más traspasando fronteras geográficas y culturales, incluso algunos de los hombres más reacios a la doctrina de Cristo fueron luego doblegados y convertidos a Dios, y un ejemplo impactante y extraordinario de este caso fue la conversión del apóstol Pablo, el cual siendo enemigo de la iglesia fue luego hecho amigo y defensor de ella, el mismo que había diseñado viajes para cazar cristianos en otras ciudades y obligarlos a blasfemar, termino realizando tres extraordinarios viajes pero para confirmar el nombre de Cristo en cada ciudad y dar a conocer esta verdad hasta en el último rincón… el mismo que cazaba a los cristianos termino siendo cazado por Dios, y el mismo tormento que alguna vez infligió sobre otros ahora caía sobre él por causa de Cristo.
Este libro nos ha mostrado el efecto que genera ser gobernados por el Espíritu Santo, este libro nos ha mostrado lo que implica servir a Cristo y asumir dicha responsabilidad, este libro nos ha enseñado el amor que debe obligadamente existir entre los hermanos, este libro nos ha marcado la senda por la cual debemos andar como Iglesia de Cristo…

Contexto Histórico
Ahora bien, para adentrarnos en la lectura de estos dos últimos capítulos (Hch 27 y 28) vamos a considerar cual es el contexto histórico de la situación. Si recordamos, Pablo había llegado a Jerusalén en el año 58 dC, y a los días de haber llegado va a ser trasladado a Cesarea por causa de las acusaciones que se hacen sobre él que desembocaron de forma inmediata en un juicio contra su persona. En Cesarea va a quedar preso por dos años (año 60dC) hasta el cambio de gobernador; Marco Antonio Félix es reemplazado por Porcio Festo quien asume la jefatura como el nuevo gobernador de Judea a principios del año 60 dC.
Durante el primer año de Porcio Festo se le permite a Pablo exponer su defensa ante el rey Agripa y lo hace con tal vehemencia y convicción que por poco lo persuade a convertirse en cristiano, el contenido de este extraordinario y estremecedor discurso de Pablo ya fue expuesto en la meditación anterior por medio de nuestro hermano Santiago.
Posterior a todo este discurso y debido a que Pablo había apelado anteriormente a Cesar para que su causa sea juzgada en los tribunales de Roma, derecho que le correspondía como ciudadano romano al cual se vio obligado a apelar por considerar (básicamente) incompetente a Festo para tratar el caso por su parcialidad hacia los judíos (Hch 25:9 y 20).

Pablo es enviado a Roma
Entonces debido a su apelación a Cesar (año 60 dC) Pablo debe partir para Roma, obviamente su traslado no va a ser de forma inmediata debido a todo el proceso protocolar que tenían las causas legales que se remitían a otro tribunal; había que redactar cartas que explicaran el caso (Hch 25:26-27), adjuntar las pruebas que hubiere junto con los testimonios y demás documentos. Además, debido a que era un largo y costoso viaje debían considerar acomodarse a los tiempos del puerto para embarcar a Pablo y demás prisioneros en una nave que pueda hacer las escalas más favorables para que se pueda llegar prontamente a Roma, lo que implicaba diagramar un circuito de viaje lo más conveniente posible. Una vez resuelto todo esto Pablo es enviado a Roma probablemente Julio o Agosto del año 60 dC.

Hechos 27:1 Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta. 2 Y embarcándonos en una nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.

Entonces Pablo es puesto en una nave adramitena, esto es que pertenecía a una ciudad de Asia Menor (Adramitio o Adriamittina, que es Turquía en la actualidad) y por esta razón estaba partiendo para allí, este nave iba a hacer escala en los primeros puertos de Asia en donde el centurión Julio debía encontrar otra nave que partiese desde Asía para Italia y hacer trasbordo allí. A pesar de que Pablo era enviado como prisionero, de todos modos se le permitió ir con un grupo de amigos entre los cuales estaba Lucas quien es el escritor y también Aristarco macedonio, quien había acompañado a Pablo en su tercer viaje y se quedaría con él (Hch 19:29, 20:4, Col 4:10).

3 Al otro día llegamos a Sidón (112 km de distancia); y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos (es probable que Julio, este importante centurión, haya presenciado la defensa de Pablo ante Agripa y por esta razón tenía ciertas consideraciones hacia él). 4 Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento (en dirección hacia done el viento va) de Chipre, porque los vientos eran contrarios. 5 Habiendo atravesado el mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia (primer puerto de Asia). 6 Y hallando allí el centurión una nave alejandrina que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella.

Hasta aquí Pablo hace el primer trasbordo, pasa de una nave adramitena a una nave alejandrina, y la diferencia entre ellas es que la primera nave (adramitena) era un barco pequeño (nave de cabotaje, no se adentra al mar sino navega siempre cerca de las costas), mientras que la nave alejandrina era mucho más grande e imponente ya que era una nave de trasporte de carga que se aventuraba al mar desde los puertos de Alejandría (costas de Egipto) hasta llegar a Roma (Alejandría era básicamente el granero de Roma) Estas naves alejandrinas navegaban con una tripulación mayor a las doscientas cincuenta personas, mas lo que representaba el peso de la carga (eran naves imponentes).

7 Navegando muchos días despacio, y llegando a duras penas frente a Gnido (puerto de Asia), porque nos impedía el viento, navegamos a sotavento de Creta, frente a Salmón. 8 Y costeándola con dificultad, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos (isla de Creta), cerca del cual estaba la ciudad de Lasea. 9 Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba, 10 diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas. 11 Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía. 12 Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí.

Saliendo de Asia (Gnido) en la nave alejandrina por causa del viento van con rumbo a la Isla de Chipre y llegan con dificultad hasta Buenos Puertos. Hasta aquí con certeza ya estamos a fines del mes de Setiembre y principios de Octubre del año 60 dC, ya que Lucas se encarga de mencionar como referencia que “había pasado el ayuno”, y esto se refiere al día “Yom Kippur” que era el día de la expiación para todo judío (mediados del mes de setiembre) en donde el ayuno era determinado de forma obligada por la ley (Lv 23:27), es decir, en este día el ayuno era declarado oficial para todo judío y por eso se conocía también como “el ayuno”. Para esta fecha ya ha empezado el otoño en esta parte del continente lo que hacía complicada y arriesgada la navegación la cual solía suspenderse de forma definitiva desde el mes de noviembre hasta el mes de febrero. Por esta razón el apóstol Pablo les advierte que no conviene poner en marcha tan grande nave ya que había mucha probabilidad de sufrir pérdidas no solo material sino también humanas, y en este sentido Pablo tenía experiencia en navíos (probablemente más que el centurión) debido a los tantos viajes realizados, y además por haber naufragado ya en tres ocasiones lo que lo hacia una persona experimentada en el asunto (2°Co 11:25 tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar) [como dato adicional, Pablo escribió la segunda carta a los corintios durante su tercer viaje ministerial, desde Éfeso en el año 56 dC, y en su viaje a Roma ya estamos en el año 60 dC], sin embargo el centurión no prestaba atención a lo que Pablo decía sino consideraba solo la voz del piloto y del capitán de la nave.
Entonces, a pesar de haber sido advertidos, de todos modos, debido a la incomodidad del puerto de “Buenos Puertos” deciden salir de allí y navegar aproximadamente 110 km costeando Creta hasta llegar al puerto de Fenice el cual consideraban mejor para pasar el invierno allí. En cuanto soplo un viento a favor decidieron partir sin saber lo que se les avecinaba:

La tempestad en el mar
Hechos 27:13 Y soplando una brisa del sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban (como diciendo; todo esa favorable para aventurarse y salir), levaron anclas e iban costeando Creta. 14 Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón. (Se trata de un conocido y temido huracán que soplaba fuertemente desde el nordeste [eso es lo que significa el nombre Euroclidon], que solía hacer desastres con las embarcaciones, era un viento temido por todo marinero) 15 Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa (parte delantera de la nave) al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar (es decir, perdieron el control de nave y fue llevada por el viento básicamente de costado). 16 Y habiendo corrido a sotavento (en la dirección hacia donde el viento corre) de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife (barca pequeña que sirve para desembarcar la tripulación a tierra y es remolcada por el navío). 17 Y una vez subido a bordo (por causa del viento “el esquife” que era remolcado, a fin de que no se rompiera contra el barco por la braveza del viento, fue subido y amarrado al barco), usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva.

A pesar de la braveza del viento intentaron maniobrar la nave pero les fue imposible, y debido a que eran arrastrados hacia el nordeste del Mar Mediterráneo tuvieron temor de encallar la nave en “la Sirte”, esto ser refiere a los inmensos bancos de arena que había en las costas africanas las cuales eran temidos para los grandes navíos, por esta razón quitaron las velas y se abandonaron a la dirección que el viento les llevase.

18 Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar (aligerar la carga de la embarcación), 19 y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave (probablemente el sistema de carga y descarga). 20 Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días (días grises oscuros y fríos que hacían perder la orientación), y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos (se rindieron, el plural indica que todos estaban desanimados). 21 Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos (Pablo espero a que se rindiesen y desistan de todo intento vano para recién hablarles), puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida (y de verdad era una gran pérdida). 22 Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. 23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quién soy y a quien sirvo, 24 diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. 25 Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho. 26 Con todo, es necesario que demos en alguna isla.

Antes de partir de “Buenos Puertos” Pablo les había predicho que aventurarse de esa manera les podría costar la perdida de la nave e incluso vidas humanas, y a estas alturas la mayoría de la tripulación, por no decir todos, consideraron las advertencias de Pablo como el único final posible y por esta razón perdieron toda esperanza de vida. Es probable que toda la tripulación, incluido el piloto y el centurión, estuvieran esperando oír alguna palabra de Pablo porque debido a las eventualidades el piloto y capitán del navío habían perdido toda credibilidad. Podría decirse que las circunstancias llevaron a que se le cediera a Pablo la autoridad para ponerse al frente de la situación, dicho de otro modo, Pablo pasó a ser el capitán de la nave, el gobierno de la nave ahora estaba a su disposición, y toda la tripulación esperando las nuevas directivas.  Pablo, puesto en pie en medio de ellos, comienza exhortando a la tripulación para que cobrase ánimo, si bien ahora estaban sufriendo las consecuencias de su propia obstinación, de todos modos, al margen de que la nave indefectiblemente se perdería, la tripulación sobreviviría, pero esta declaración de Pablo no estaba fundada en una percepción personal, sino que era lo que el ángel de Dios le había declarado textualmente a bordo del mismo barco (esto demuestra las largas horas de oración que debe haber tenido Pablo a bordo de ese barco), esta vez Pablo no antepone su experiencia sino la voluntad de Dios, y de aquí las nuevas directivas son continuar el curso hasta dar con alguna isla.

27 Venida la decimacuarta noche (dos semanas habían pasado desde que habían salido de Creta y aun continuaban a la deriva), y siendo llevados a través del mar Adriático (ahora denominado únicamente Mar Mediterráneo, pero para aquel entonces esa parte del mar se la llamaba Mar Adriático), a la medianoche los marineros sospecharon que estaban cerca de tierra (de seguro escuchaban el golpe de las aguas contra los acantilados); 28 y echando la sonda, hallaron veinte brazas (cada barza equivale aprox. a 1,8 mts, o sea 36 mts de profundidad); y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazas (27 mts de profundidad). 29 Y temiendo dar en escollos (peñascos a nivel del mar), echaron cuatro anclas por la popa (parte trasera del barco), y ansiaban que se hiciese de día. 30 Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar (barca pequeña que sirve para desembarcar la tripulación a tierra), aparentaban como que querían largar las anclas de proa (parte delantera del barco). 31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros.

A primera impresión parece que se tratase de una contradicción, primero Pablo les dice a todos que nadie perecerá y ahora condiciona esa declaración a que todos permanezcan en la nave, y de hecho se trata de eso, la condición de que la vida de nadie se perdiera estaba sujeta a que todos permaneciesen en la nave y contribuyan a llevar la misma hasta alguna isla (era más por el bien de ellos), pero si no se sujetaban a lo dispuesto por Pablo estarían en desobediencia a la voluntad de Dios y esto sería su propia ruina para ellos mismos.

32 Entonces los soldados cortaron las amarras del esquife y lo dejaron perderse. 33 Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada (debido a semejante tormenta  y a fin de dominar el barco no habían tenido tiempo para alimentarse, estaban interesados en salvaguardar su integridad física a bordo del barco). 34 Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá. 35 Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer. 36 Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también. 37 Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis. 38 Y ya satisfechos, aligeraron la nave, echando el trigo al mar (asumiendo que el barco se perdería no tenía sentido mantener la carga de trigo como peso muerto, por esta razón se deshicieron de ella).

El naufragio
Hechos 27:39 Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero veían una ensenada (isla) que tenía playa, en la cual acordaron varar, si pudiesen, la nave (querían encallar la nave en la playa). 40 Cortando, pues, las anclas, las dejaron en el mar, largando también las amarras del timón; e izada al viento la vela de proa (parte delantera), enfilaron hacia la playa. 41 Pero dando en un lugar de dos aguas (un arrecife, un banco de arena pronunciado, agua plana y agua profunda), hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la popa se abría con la violencia del mar (es decir el barco quedo clavado por la punta y la parte trasera levantada). 42 Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando (la nave no avanzaría más, y con la violencia del mar la misma se rompería, la tripulación debía naufragar, y ante el riesgo de que los presos escapen los soldados tomaron la iniciativa de matarlos a todos y entre ellos por supuesto Pablo también). 43 Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra; 44 y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.

El hecho de que la tripulación haya naufragado representaba la perdida de la nave con todas las cosas a bordo, y entre ellas todos los documentos legales del caso de Pablo, esto implicaba que Pablo llegaría a Roma sin ninguna acusación legal en contra de su persona, o sea no habría un juicio inmediato para él.

Pablo en la isla de Malta
Hechos 28:1 Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta. 2 Y los naturales nos trataron con no poca humanidad (fueron bondadosos); porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío (probablemente fin de Octubre). 3 Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. 4 Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. 5 Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. 6 Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; más habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios (de homicida a Dios).

Es evidente que esta víbora era de veneno mortal, los nativos sabían perfectamente cuales eran los efectos de la mordedura de tal víbora, quizás ningún nativo del lugar había sobrevivido a tal mordedura, sin embargo Pablo sin mayor problema simplemente sacudió su mano y nada malo paso, ninguna clase de preocupación vino sobre él, su confianza en Dios era absoluta, y tal acción no es más que el cumplimiento de las palabras de Jesús expresadas en Marcos 16:18;  tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño…

7 En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla (probablemente el gobernador), llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días. 8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería (enfermedad infecciosa del intestino que constaba de diarreas con sangre); y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó. 9 Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados; 10 los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.

La estadía de Pablo en Malta resulto beneficiosa tanto para los nativos que eran sanados como para la tripulación que se beneficiaba con la recompensa gratificante provista a Pablo.

Pablo llega a Roma
Hechos 28:11 Pasados tres meses (pasaron todo el invierno en Malta), nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux.

Esta es la tercera nave en la que Pablo es embarcado a fin de llegar a Roma, la primera una nave adramitena, la segunda una imponente nave alejandrina, y esta tercera también nave alejandrina pero con el estandarte de Cástor y Pólux quienes eran de acuerdo a la mitología griega los hijos gemelos de Zeus protectores de los marineros.

12 Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días. 13 De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio (ciudad de Italia); y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli (distaba unos 170 km de Roma), 14 donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma, 15 de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas (ciudades de Roma); y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento. 16 Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.

Hasta aquí ya estamos en el año 61 dC, probablemente Marzo Abril y finalmente Pablo llega a Roma, a la imponente ciudad del imperio a la que Dios le había reservado para que diese testimonio del evangelio de Cristo (Hch 23:11). Un viaje difícil y lleno de complicaciones, más de 3500 o 3800 km recorridos en total. Llegado a Roma Pablo no fue tratado como los otros prisioneros sino tuvo ciertos privilegios o atenciones, y esto puede deberse primeramente a que toda la documentación legal de su causa se había extraviado en el naufragio y por lo tanto al desconocer los cargos que se tenían contra él se debía solicitar todo de nuevo, y segundo, puede haber sido como una especie de gratitud departe del centurión Julio por todo el beneficio otorgado departe de Pablo hacia la tripulación.

Pablo predica en Roma
Hechos 28:17 Aconteció que tres días después (sin pérdida de tiempo, Pablo no se tomo un largo descanso después de todo lo que le había acontecido, sino continuo haciendo aquello para lo que había sido enviado), Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos; 18 los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte. 19 Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no porque tenga de qué acusar a mi nación. 20 Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena.

Como era propio del proceder de Pablo, fue primero a los judíos que residían en Roma, y habiéndolos convocado explico personalmente las razones de su aprisionamiento en Jerusalén y su posterior derivación a Roma, aclarando que el motivo de su llegada a Roma no era para acusar a la nación judía, sino por el contrario, era para auto defenderse a causa de creer firmemente la promesa de que el Mesías, la esperanza de Israel, se había cumplido en Jesucristo, el cual fue muerto y resucitado tal como las profecías lo anunciaban, y por creer firmemente esta verdad estaba sujeto a cadenas (Hch 24:14-16 y 26:6-8).

21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti. 22 Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella (los rumores de la predicación del evangelio se había expandido por todo lugar hasta llegar a Roma quien era la ciudad principal de todo el imperio). 23 Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada (el lugar donde él posaba, no la casa alquilada, sino la casa de algún hermano que le había hospedado, probablemente Priscila y Aquila), a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. 24 Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían.

La forma en la que Pablo exponía el evangelio de Cristo a los judíos siempre era sujeto a las escrituras demostrando por medio de ellas el cumplimiento de las profecías en Jesús de Nazaret, tal como en ocasiones anteriores lo había hecho (Hch 13:16-41), se trataba de una fe inteligente que podía dar razón concreta y convincente de que Jesús de Nazaret era el Cristo profetizado.
Disertar desde la mañana hasta la tarde (aproximadamente entre 8 y 10 horas) demuestra el grado de preparación de Pablo para poder exponer el evangelio de forma exhaustiva por medio de las escrituras y responder todas las preguntas que se suscitaban entorno al tema.

25 Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo: 26 Vé a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis; 27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. 28 Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.

Pablo cita al profeta Isaías (Is 6:9-10) para referirse a los judíos incrédulos del mismo modo que Jesús lo hizo en varias ocasiones (Mt 13:15-16, Jn 12:38-40, Mr 4:12, Lc 8:10), y con esto les demuestra que aun esa apatía e indiferencia hacia el evangelio tenían cumplimiento escritural, como diciendo; - para mí no es novedad que reaccionen así frente al evangelio, pues esto es lo que anuncio el profeta Isaías, diciendo que el mismo pueblo de Dios no entendería ni percibiría al Mesías a causa de su endurecimiento de corazón, sin embargo los gentiles, aquellos que son indignos de Dios ahora oirán estas palabras y heredarán las promesas que eran para vosotros -

29 Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí. 30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, 31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.

Finalmente Pablo, al no haber documentos legales de su causa (todo se había perdido en el naufragio), pudo gozar de una prisión domiciliaria en una casa alquilada durante dos años (o sea desde el año 61 al 63 dC), tal privilegio le permitía libremente exponer el evangelio de Cristo a todos los que venían a él  aunque probablemente haya estado encadenado todo el tiempo.
Se estima que estando en esta condición, escribió las cartas a Filemón (Flm 1:8-10), Colosenses (Col 4:3, 10 y 18) y Filipenses (Fil 1:13-16). Y es probable que muchos de la casa de Cesar se hubieran convertido al evangelio, algunos consideran que cada uno de los soldados que custodiaban a Pablo se terminaba convertido a Cristo, esto demuestra que aunque él estaba encadenado no así el evangelio (2°Ti 2:9).

Información Adicional
Con referencia al resultado de su apelación a César nada se dice expresamente en el Nuevo Testamento, pero hay referencias suficientes para concluir que Pablo pasado los dos años de su encarcelamiento en Roma fue puesto en libertad por hallarse inocente de los cargos (año 63 dC). La evidencia que respalda esta conclusión se ve en los sucesos y viajes descritos en las epístolas dirigidas a Timoteo y Tito, sucesos que no se registran en el Libro de los Hechos porque estas cartas se escribieron muchos años después posterior a su encarcelamiento en Roma (años 64 y 67 dC).
En estas cartas, denominadas también “cartas tardías”, se reporta lo que se conoce como el “Cuarto viaje Ministerial de Pablo”, en donde se registra que nuevamente visito Éfeso y dejo allí a Timoteo y de allí paso también por Macedonia (1°Ti 1:3), visito también Creta y dejo allí a Tito (Ti 1:5), paso por Mileto y dejo enfermo allí a su amigo Trófimo (2°Ti 4:20), un invierno paso en Nicópolis (Tit 3:12) y también hay referencia que paso por Troas y dejo allí documentos y ropa (2°Ti 4:13).

Finalmente no sabemos dónde ni cuándo, pero luego de estos viajes, Pablo, fue nuevamente apresado y conducido a Roma por segunda vez, pero esta vez de forma ruda y severa, y a diferencia de su primer encarcelamiento en donde pudo gozar de la compañía de sus amigos, en éste segundo encarcelamiento fue abandonado por sus compañeros, incluso Timoteo llego a  avergonzarse de él (2°Ti 1:8), pero además de esto, ahora Pablo sabía que este encarcelamiento podría fin a su vida (2°Ti 4:6) su carrera había terminado y estaba pronto a partir.
La tradición dice que fue decapitado fuera de Roma, aproximadamente en el año 68 o 69 dC por orden del emperador ¿Nerón o Tito Vespasiano?

Conclusión
Ahora bien, a pesar de que el libro de los hechos ha llegado a su final esto no implica que la obra del Espíritu Santo ha llegado a su fin, sino que Dios sigue trabajando arduamente en su iglesia y con sus siervos, nuestro dilema es ¿formamos parte de los hechos de Dios por medio de su Espíritu que continúan escribiéndose en su libro? ¿Estás tú en el libro de los hechos de Dios, figura allí tu nombre, figuran allí tus hazañas? ¿Está algún santo alguien interesado en la cronología de tu vida?

2°Corintios 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros, 8 que estamos atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados; 9 perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos. 11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida. 13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros. 15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.


La paz del Señor Jesucristo.-

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