LA FAMILIA CRISTIANA
PARTE
1 DE 3; EL MATRIMONIO EN DIOS
La familia es muy importante para Dios, desde la antigüedad y a través del Antiguo Testamento
podemos ver cómo Dios trató con los hombres
y con sus familias, desde Noé y pasando por Abraham y las tribus, al punto
tal de establecer reglas y normas para
mantener la unidad familiar y sus pertenencias.
Hablar de la familia cristiana, es hablar del padre, de la madre, de los hijos, y del
resto de los parientes. Pero obviamente no podemos hablar de la familia sin antes hablar del matrimonio.
¿Qué es el matrimonio y
cómo se compone el mismo?
EL MATRIMONIO SEGÚN LOS DICCIONARIOS;
Matrimonio; Unión de un hombre y una mujer
reconocida por la ley como familia. Casamiento, enlace.
Aunque la palabra
matrimonio es un vocablo muy comprendido para todas las personas, no lo es al momento de llevarlo a la práctica,
porque de lo contrario no existirían tantos divorcios como los que hay hoy en
día dentro de la sociedad.
INFORMACION ADICIONAL; INDICE
Y ESTADISTICAS DE DIVORCIOS
De
acuerdo al los dos últimos censos realizados en este país, los datos obtenidos revelaron
la real situación de las familias argentinas. Según los datos del último censo,
entre 2001 y 2010 hubo un total de 564.396
separaciones legales (solo en una década). Para hacerse una idea, se
produjeron a razón de 172 divorcios
diarios.
La
tasa de separación y divorcio en argentina, según el último censo, determina
que hoy ya son 1.764.400 divorciados en todo el país (datos legales) (¿Cuántos
serán cristianos evangélicos?), sin contar las rupturas de matrimonios que aun
no se han legalizado, y sin contar también las uniones en calidad de
concubinato que se estima son una cifra superior. Un estudio en argentina
revelo que uno de cada tres matrimonios argentinos se divorcia y el 60% de las
rupturas de parejas es impulsado por las mujeres.
Es curioso notar que en
la mayoría de las ceremonias religiosas (cristianas) de unión matrimonial se hace
uso de aquel conocido voto que consiste en declarar delante de Dios que sus
vidas se unen “hasta que la muerte nos
separe” sin embargo pasado los 3 o 6
años de convivencia (siendo generoso con la cifra) esto parece quedar en el olvido, porque sin mediar la muerte en
ellos, deciden separarse a través de otra
alternativa que es el divorcio, en tal caso el voto pronunciados por tales
personas al momento de unirse en matrimonio debería ser; Unimos nuestras vidas
delante de Dios pero solo “hasta que el
divorcio nos separe”
Estos datos nos sirven
para conocer la realidad de la sociedad en la que convivimos, y cuanto de lo que en ella sucede está influyendo
en nuestra vida cristiana.
Es triste enterarse que
la vida matrimonial de muchos ministros religiosos en argentina, más
concretamente pastores, diáconos y maestros, han fracasado rotundamente, si
ellos siendo hombres teóricamente dedicados a Dios han fracasado en sus
matrimonios ¡cuánto más los matrimonios
de los congregantes (las ovejas)!, muchos pastores aun aquí en Salta se han
divorciado de su primera esposa y se han
vuelto a casar con una hermanita de la iglesia, 15 años más joven que su
primera esposa (¿?????) y están viviendo su segunda vida matrimonial a la vista
de todos, poniendo como escusa, que Dios les dio una nueva oportunidad, y hasta
han torcidos algunos versículos de la biblia para poder justificarse, sin darse cuenta que directa o
indirectamente sus corruptas y egoístas formas de vida han dado pie para
que muchos matrimonios dentro de la iglesia de Cristo empiecen a pensar en el
divorcio como una alternativa aprobada por Dios para la solución de los diversos
problemas de convivencia matrimonial.
¿Cómo debe ser un
matrimonio cristiano? ¿Qué nos enseñan las escrituras (la biblia) al respecto?
Génesis 2
24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su
madre, y se unirá a su mujer, y serán
una sola carne.
Un matrimonio en Dios no es solo una unión conyugal como la que leíamos en el diccionario, sino que es un contrato, un
acuerdo de convivencia en amor y armonía, con mandamientos,
leyes y estatutos dados por Dios, que una vez concretado
es irrevocable y solo debería quedar sin efecto con la muerte de algunos de los conyugues.
Ser
una sola carne no es una expresión poética ni mucho menos algo sensual o sexual, sino que es un trabajo mutuo, ES UNA DEMANDA DE DIOS PARA LOS CÓNYUGES,
donde tanto el hombre como la mujer, deberán colaborar decididamente para llegar a ser una sola carne,
esto implica que ambos deberán trabajar
para tener una misma mente, un mismo sentir, no solo en lo espiritual sino en
lo práctico, en lo cotidiano, una misma meta o dirección, y además de esto trabajar para mantener vivo aquel amor
mutuo e incondicional hasta la
muerte.
Esto pocas palabras
esto es básicamente el matrimonio en Dios, UNA
GENUINA UNIÓN DE UN HOMBRE CON UNA MUJER PARA SATISFACER LA VOLUNTAD DE DIOS y que únicamente debe desunirse
con la muerte de alguno de ellos. No es
un deseo del hombre o de la mujer el hecho que seamos una sola carne, sino que esto es la voluntad de Dios,
es Dios quien desea que el hombre que se una a una mujer mediante el matrimonio
llegue a ser una sola carne con ella, y cumplir así con los designios de Dios
para sus vidas.
Romanos 7
2 Porque
la mujer casada está sujeta por la
ley al marido mientras éste vive;
pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.
3 Así que, si
en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si
su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro
marido, no será adúltera.
O sea que un matrimonio centrado en Cristo, jamás va
a pensar en el divorcio como una alternativa de separación, sino que sus
vidas estarán unidas de tal forma que
solo la muerte podrá mediar entre ellos para su separación. ESO ES SER
VERDADERAMENTE UNA SOLA CARNE
Sin embargo no es esto lo que se observa en la vida matrimonial de
muchos cristianos, la pregunta en tal caso sería ¿Por qué? ¿Por qué razón
la vida matrimonial de los cristianos fracasa igual que la de los mundanos
(incrédulos)?
Esto sucede sencillamente
porque LA IDEA DE MATRIMONIO QUE ACTUALMENTE SE TIENE dentro de las
congregaciones evangélicas no tiene nada
que ver con Dios, sino antes con la sicología, con el humanismo, con la
moral, con el mundo, con cualquier cosa menos con Cristo.
Los cristianos de hoy prefieren trazar
sus vidas matrimoniales en función a sus propios deseos, esquivando totalmente
la voluntad de Dios para sus vidas, prefieren buscar el consejo a través de libros de los hombres corruptos sin
entender que el único manual que rige
para la vida todo cristiano son las escrituras (la biblia).
2° Timoteo
3
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
ES
POR ELLO QUE LA IDEA CENTRAL DE ESTE MENSAJE ES JUSTAMENTE MOSTRAR COMO DEBEN
CONFORMARSE LOS MATRIMONIOS SEGÚN CRISTO…
LOS MATRIMONIOS Y SU RELACION CON LA
IGLESIA
A
veces pensamos que nuestra vida matrimonial es independiente a la vida de la
iglesia. Pero ser una iglesia FUERTE Y EFICAZ EN LA PREDICACIÓN DEL
EVANGELIO va a depender de cómo estén constituidas nuestras familias en
Cristo. No se trata solo de lo que hablamos, SINO DE LO QUE VIVIMOS, un
matrimonio mal conformado, de seguro va a dañar la vida y credibilidad de la
iglesia.
La
familia, verdaderamente es importante para Dios, y a través de las escrituras
observamos que Dios conformo primero la
familia y luego su asamblea (su iglesia, su pueblo, su reino, etc.), por
esta razón, como iglesia de Cristo, no debemos ignorar que somos llamados a vivir el evangelio primeramente en nuestros hogares,
a fin de que siendo perfeccionados desde allí podamos alumbrar verdaderamente a otros con nuestros hechos, con nuestras obras,
con nuestros matrimonios, con nuestras
familias, antes que con muchas palabras huecas y sin poder.
LA CRISIS EN LOS MATRIMONIOS CRISTIANOS
Es fácil salir y
enseñarles del amor de Dios a otras personas, cuando no tengo la capacidad de amar verdaderamente a los de mi propia casa,
incluso es fácil amar y demostrar amor a personas ajenas a nuestra familia,
antes que a nuestras propias parejas. TODO
ESO SE LLAMA HIPOCRESIA, y no tiene nada que ver con Dios.
Hay veces en que
preferimos ser muy cordiales y amables con las personas de afuera antes que con
las de nuestra propia casa, tenemos buen trato con el verdulero, con el
almacenero, con el panadero, con el carnicero, quizá por esto mucha
gente piensa de nosotros que somos excelentes personas, ya que siempre nos
mostramos dispuestos, atentos y sonrientes con los extraños, pero sin embargo, el
trato que tenga con mi esposa y con mis hijos es lo que en verdad va a definir lo
que soy, podemos ser amables afuera,
pero como soy en mi propia casa va a mostrar lo que en verdad soy, porque
amar a las personas de afuera es fácil, pero
amar a las personas que viven conmigo no es nada fácil. Si tenemos la
capacidad de amar a nuestra esposa así como Cristo amó a la iglesia, seremos buenos instrumentos para la gloria
de Dios.
Otra de las cosas que sucede
dentro de la iglesia de Cristo, es que a veces el matrimonio solo es algo cosmético, algo muy adornado por fuera
para que todo se vea bien los días de reunión, pero por dentro todo es un caos,
durante la reunión se toman de las manos, y ambos levantan las manos durante el
tiempo de la alabanza, pero vueltos a sus hogares, todo vuelve a ser mismo
desastre que era antes de salir de allí, discusiones, pleitos, gritos, etc.
LA INCOMPATIBILIDAD EN LOS MATRIMONIOS
CRISTIANOS
Cuantos
de los que hoy están aquí reunidos han pensado en divorciarse alguna vez (no levante su mano), es muy probable
que muchos hayan considerado que se equivocaron
en la elección de su compañero o compañera de toda la vida, y por esa razón
han pensado en el divorcio más de una vez, quizá algunos aun estén pensando que han cometido un error en casarse con la
mujer que tienen al lado, o viceversa. Lo curioso de los matrimonios cristianos
es que tanto el hombre como la mujer en la
mayoría de los casos concluyen que se han casado con la persona equivocada, justo
con aquella que no reúne las condiciones que estos esperaban.
Y la verdad es que esto
sucede porque tenemos una mentalidad muy
infantil, carnal y egoísta de la vida matrimonial cristiana, porque al
momento de casarnos solamente hemos estado pensando
en satisfacernos a nosotros mismos y nada más, es por ello que pasado algunos años de convivencia empiezan
las crisis matrimoniales, porque todo aquello superficial que mantenía la
relación, en algún punto empieza a desgastarse.
De repente todo cambia,
antes de casarnos, durante el noviazgo, solo
queríamos estar juntos todo el tiempo y nada más, después de casados, resulta que somos más felices mientras más
separados estemos el uno del otro. Cuando el hombre no está en el hogar
todo es pura armonía y felicidad, pero cuando
este llega a la casa, empiezan las discusiones y las peleas, toda aquella
compatibilidad que existía durante el noviazgo se transforma en una incompatibilidad durante la vida matrimonial.
El hombre que antes trabaja 8 horas diarias, ahora prefiere trabajar 10 o 12 corridas a fin de no llegar a casa y tener que soportar todas
aquellas confrontaciones diarias.
Entonces empezamos a
pensar que verdaderamente nos hemos equivocado de cónyuge, que nuestra vida matrimonial va rumbo al
fracaso y que es solo cuestión de tiempo para que todo acabe, o bien, pensar
cuan capaces somos de poder aguantar
aquella vida matrimonial infeliz llena de hipocresía, de engaño y sin
Cristo.
Romanos 8
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
29 Porque a los que antes conoció, también los
predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él
sea el primogénito entre muchos hermanos.
Pero la realidad es que
Dios, a fin de conformarnos a la imagen
de su Hijo Jesucristo, nos va a unir intencionalmente a una esposa o esposo que no sea compatible
con nosotros, un hombre o una mujer que justamente falle en aquellas áreas donde
nosotros no quisiéramos que falle, pero
es través de esas situaciones que Él nos va a enseñar a aplicar la misericordia,
la gracia, el amor, la paciencia, la bondad, etc.
Si buscamos ser pacientes,
así como Cristo fue con nosotros, Dios nos va a hacer pasar por muchas
situaciones que comúnmente nos generen impaciencia, a fin de formar nuestra paciencia en medio de un valle de impaciencia,
de la misma forma va a ser para el amor,
si buscamos aprender a amar así como Cristo nos amo, un amor sin condiciones, Él nos va a unir justamente a una mujer
que no reúna nuestras condiciones para que aprendamos a amar sin condiciones.
25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así
como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
El mejor ejemplo que
encontramos en las escrituras para referirnos a un genuino amor incondicional es este, que aprendamos a amar a nuestras esposas así como Cristo amo a la
iglesia y se entrego por ella. No debemos ignorar que Dios nos llama a entregar nuestras vidas por la mujer con la que
nos hemos casado, indistintamente de su belleza física, si ella es muy bonita para
nosotros va a ser mucho más cómodo amarla y estar junto a ella hasta el final
de su vida, pero si la base de nuestro
amor solo esta puesta en la belleza exterior de la mujer, el día que esta por
alguna razón se pierda (algún accidente), ya no vamos a saber cómo amarla, ahora,
si la base de nuestro amor es según
Cristo, entonces nada hará tambalear nuestras vida de casado.
EL ROL DEL ESPOSO
Una de las dificultades de la vida matrimonial cristiana
es el hecho de que a veces se desconoce
el rol de cada cónyuge.
1 Corintios 11
3 Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza
de todo varón, y el varón es la cabeza
de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
El marido debe comprender que la responsabilidad
del matrimonio recae en su persona.
Cristo debe ser la cabeza de toda la familia, e inmediatamente después viene el marido y luego la mujer. El
esposo es responsable de todo lo que ocurre en su hogar. Esto significa que
ante cualquier situación con los hijos o con la esposa, Dios va a tratar primero con el esposo. Una falla en el matrimonio será primeramente la falla del esposo.
Pero cuidado, esto no implica que el esposo deba comportarse como un déspota
totalitario con su familia, ¡NO!, no usamos nuestras autoridad como la
de un Cesar, sino como la de Jesús,
atándonos una toalla y disponiéndonos para servir.
Cuando un hombre entiende
lo que significa la autoridad de Cristo en su vida, la usa para el
beneficio de su familia, para su esposa, para sus hijos, es difícil ser hombres, tenemos responsabilidades que deben cumplirse
El
esposo debe ser el “administrador”, el “mayordomo” del matrimonio y del hogar, la esposa es la ayuda idónea y la que administra en
cooperación no en competencia con el marido. Cada decisión que deba tomarse
debe estar en común acuerdo entre los conyugues (una sola carne)
El esposo cristiano no solo se ocupa de la
provisión general, sino también de la provisión Espiritual, esto significa que es el hombre quien debe llevar adelante
en su hogar los momentos de oración, de lectura y meditación juntamente con su
esposa. Es el hombre quien vela por la salud física y Espiritual de sus
hijos, es el hombre quien se ocupa de
direccionar la educación de los hijos.
Debemos destituir
aquel modelo mundano, que se nos ha inculcado, donde el hombre trabaja
solamente para proveer del dinero y de
lo material para la familia y nada más, y que cumpliendo con esto tiene
derecho a llegar a la casa, sentarse a mirar televisión sin que nadie lo
moleste, porque está muy cansado y necesita relajarse para volver a empezar la
jornada del día siguiente.
1° Pedro 3
1 Asimismo vosotras,
mujeres, estad sujetas a vuestros
maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta
de sus esposas,
2
considerando vuestra conducta casta y respetuosa.
La mujer debe someterse
a su esposo, esto no se puede evitar, es
una enseñanza bíblica, pero a su vez también ocurre que hay matrimonios
donde la mujer buscando obedecer sinceramente al Señor en esta enseñanza,
encuentra cierta dificultad para poder aplicarla, porque trata de someterse a
su esposo pero a la vez observa que éste
actúa como un adolescente, un inmaduro total, entonces la mujer no haya ninguna ganancia en someterse a un
hombre así, un hombre que solo piensa en sí mismo, en el partido de futbol, en salidas, un hombre que no tiene ningún
interés en discipular a su esposa, no le interesa leer la biblia, sino que solo
quiere estar divirtiéndose con sus amigos, entonces para la mujer va a ser muy
difícil sujetarse a un hombre así, es por ellos que muchas mujeres cristianas
dentro de la iglesia crecen con amargura.
POR
ESO ES PRECISO QUE LOS HOMBRES DE LA IGLESIA DEJEN DE SER NIÑOS ADOLESCENTES Y
EMPIECEN A SER HOMBRES DE VERDAD, hombres como Cristo, llenos de Dios para cumplir
todo propósito divino.
INSTITUCION DEL MATRIMONIO CRISTIANO
A veces pensamos que la
familia del pastor tiene que estar
obligadamente bien ordenada ¿y la nuestra? Ser un hombre o una mujer
para Dios comienza por la casa. Es por ello que no hacemos mal en preguntarnos ¿Cómo debe ser nuestra vida matrimonial?
Efesios 5:
22
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
…
24
Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Debemos entender que el
sometimiento no es al marido en sí, sino como al Señor mismo, una mujer
no debe considerar someterse a su marido porque este la intimide o no, sino por sujeción a la voluntad del Señor.
En un hogar cristiano el hombre va a ser cabeza de la mujer por voluntad de
Dios, pero esto no significa que él deba
imponerse con sus ideas y decisiones sobre su mujer, sino que la correcta
funcionalidad del matrimonio es aquella donde al momento de tomar decisiones esto
se haga entre los dos. Esto implica que ambos deberán oran juntos y tomarse el tiempo necesario para llegar a
un consenso. ESO ES SER UNA SOLA
CARNE
23
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
La obligación del esposo será vivir de tal manera que su vida contribuya directamente a la edificación
de la vida espiritual de la esposa. El esposo debe ser como un instrumento útil para la santificación
de la esposa, por medio de ser un
ejemplo, las esposas aprenderán la misericordia, el amor, la templanza, la
mansedumbre, la piedad, por medio del
esposo y no por medio de otro hombre espiritual de la iglesia, sino que
esto le compete directamente al marido, el
ánimo de ellas en las cosas de Dios va a depender de cuanto animo tengamos
nosotros en las cosas de Dios.
La idea de la
sujeción no es cuestión de dar órdenes solamente, sino que la autoridad que
es según el espíritu de Cristo para
el beneficio de nuestro conyugue, no para su esclavitud.
Tenemos que morir
a nosotros mismos, a nuestro egoísmo infantil, y aprender a ser como Jesús,
esto implica perder la vida por amor, amando
incondicionalmente a nuestras esposas, en todas las áreas de la vida, morir nosotros para que crezca ella,
a veces nos gusta que nos llamen siervos
de Dios, pero no nos gusta cuando nos tratan como siervos. EL MATRIMONIO ES MÁS IMPORTANTE QUE
CUALQUIER MINISTERIO EN LA IGLESIA, así que es aquí donde debemos
esforzarnos para agradar a Cristo.
26
para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por
la palabra,
La idea de la entrega hacia
nuestras esposas debe ser con el objetivo de que alcancen una vida santa, es por ello que todas las decisiones que
tengamos que tomar van a tener que ver primeramente con esto. La santificación de nuestras vidas se
hace visible cuando se cosechan dentro del matrimonio frutos tales como el gozo,
la paz, la paciencia, etc.
La vida del hombre en la casa debe generar un ambiente espiritual en ella, es el hombre quien va a determinar
toda la actitud de la casa. Por
ejemplo; si el hombre esta malhumorado
en la casa, todos se contagian de aquel malhumor, y si el hombre está feliz y
gozoso todos se contagian de aquella felicidad y gozo en el hogar. Debemos
aprender a ser hombres y no participar a nuestras esposas e hijos de nuestros problemas
laborales, de nuestra incompetencia laboral, seamos hombres, para eso somos los más fuertes, conformemos la
imagen de Jesucristo, carguemos la cruz y muramos.
27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha
ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Hay veces en que
nuestra familia NO nos gusta,
las esposas o los esposos tienen actitudes que nos avergüenzan, los hijos hacen cosas que nos
desacreditan, y nos disgustamos con ellos, deseamos que sean como otras familias de la iglesia que son mas
espirituales, más centrados, pero en tal caso la pregunta es ¿Cuánto tiempo le estamos invirtiendo a la
familia para que sea de la forma que deseamos? Si deseamos una familia
espiritual, eso depende de nosotros mismos.
El amor de Cristo consiste
en que él nos amo primero, y se entrego por nosotros a fin de perfeccionarnos
en la santidad para llegara a ser una esposa gloriosa que no tiene mancha ni
arruga. Exactamente así
debemos hacer con nuestras familias. Hay
que invertir tiempo en la esposa y los hijos. Consideremos cuanta televisión
y cuanta escuela absorben por día, y cuanto tiempo invertimos nosotros para que
ellos sean a nuestro gusto.
28
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos
cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.
29
Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y
la cuida, como también Cristo a la iglesia,
Debemos entender que cuando le hacemos daño a nuestras esposas como también las esposas a los
esposos, nos estamos haciendo daño a nosotros mismo, ya que al
unirnos a ella en matrimonio (tal como lo leíamos anteriormente) somos una sola
carne, y aquí la enseñanza dice que nadie
aborreció jamás su propia carne, de lo contrario seriamos loco. Debemos
sustentar y cuidar nuestra carne, esto es nuestras esposas, no solo económicamente sino
espiritualmente, sentimentalmente y emocionalmente
No ignoremos que el trabajo principal del hombre es
dirigir a la familia en la voluntad de Dios, es ser un ejemplo delante de la familia
haciendo la voluntad de Dios, nuestra responsabilidad es proveer lo material y
también lo espiritual para nuestras familias.
30
porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
31
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y los dos serán una sola carne.
32
Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la
iglesia.
Hay esposos que
posicionan a sus esposas por debajo de su madre, o sea, tienen más estima por
sus madres que por sus propias esposas, como también esposas que tienen más amor por su familia
que por sus esposo, pero esto de ninguna
manera debe ser así, La mujer más
importante en la vida del esposo debe ser la esposa, y el ser mas
importante en la vida de la esposa debe ser el esposo, y no la madre, el padre
o los hermanos. Debemos cuidar y amar también a nuestras madres, padres y
hermanos, pero de ninguna manera ellos estarán primero que la esposa o esposo.
Hay madres que han causado muchos daños en las familias de sus hijos, pero todo esto sigue siendo culpa del hijo
o de la hija.
Una realidad que se vive dentro de la sociedad
latinoamericana, es que la madre del
esposo es más importante que la esposa, y esto claramente se observa en
la conducta de todos los hombres inconversos, ya que para ellos que uno sea
infiel con la esposa no tiene nada de malo, pero si maltratas a tu madre eres
el peor hombre del mundo, pero eso no debe suceder en el matrimonio cristiano.
Una de las mejores
enseñanzas que podemos brindarle a nuestros hijos, es mediante el amor a su
madre, por medio del ejemplo para dar seguridad al hogar, y a toda la familia
33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame
también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido
La
mujer tiene la obligación de respetar a su marido. Una de las cosas que provoca irritación es escuchar
como las esposas degradan en público
a sus maridos, quejándose y murmurando acerca de sus conductas y hábitos cotidianos.
Eso no está bien y es muy desagradable a los ojos de Dios.
La
mujer debe cuidarse de hablar de su intimidad, debe cuidarse de deshonrar a su
esposo. El esposo debe ser de
alta estima para la mujer, y de la misma manera debe ser mujer para el esposo.
El respeto está basado en la confianza, en saber
que las decisiones del esposo para llevar adelante una vida centrada en Cristo serán
las correctas.
CONCLUISION
Ahora mira tú
matrimonio y observa cuánto hay de Cristo allí, ES PARA MEDITAR
Amar no hace referencia al sentimiento. Amar es una necesidad, un trabajo, una obra por el beneficio y el bienestar del otro. Amar es poner la
vida por la esposa, hacerlo todo por ella, como hizo el Señor Jesús por su
Iglesia.
Si amo a mi esposa, mis hijos van a ser felices, porque crecerán conociendo lo que es
verdaderamente el amor aplicado. Nuestros
hijos deben aprender el amor, por medio nuestro, y no por medio de la sociedad
o de la tele, sino por medio del padre, por medio del trato que este
tenga con la madre, así que si vivimos como Cristo, nuestros hijos van a
aprender a amar como Cristo. Los padres
deben ser la influencia más grande para los hijos. No seamos los artífices de
la destrucción de las futuras generaciones matrimoniales.
Ser
un matrimonio conforme a los propósitos de Dios, radica en tener la capacidad
de conformarnos como Él nos manda por medio de la biblia, muchos matrimonios cristianos se
disuelven por no querer cumplir los propósitos de Dios. Así que si alguna vez
has pensado en el divorcio es porque no tienes ninguna intención de agradar a
Dios, sino que solo buscas satisfacer tu
propio egoísmo.
SER
UNA SOLA CARNE NO ES UNA OPCION EN LA VIDA MATRIMONIAL CRISTIANA, ESA ES LA
VOLUNTAD DE DIOS…
La paz del Señor Jesucristo
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