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MENSAJE
DOMINGO 08/01/2017
Por el Hno. Gabriel.-
Ya que es nuestra
primera reunión de domingo en este nuevo año 2017, me ha parecido bien, solo
por hoy, suspender la temática del “Libro
de los Hechos” que venimos desarrollando cada domingo, a fin de poder hablar
de lo que implica un balance anual en la vida cristiana, ya que considero es
inevitable no hacer un análisis de lo sucedido a lo largo del año que paso y en
virtud del resultado obtenido (del
análisis) disponernos de forma objetiva encarar el nuevo año que empieza.
Me parece tan necesario que cada cristiano en lo personal tenga la capacidad de
hacer un balance de su vida para conocer cuál es su estado delante del Señor y
perfeccionarse (con saldo a favor o saldo
en contra).
¿Qué es un balance?
Hablar de hacer un
balance se trata de pesar en balanza de justicia (a la luz de las escrituras) las diferentes situaciones y
circunstancias que envolvieron nuestras vidas a fin de conocer “cuán bien o cuan mal” hemos hechos las
cosas delante de Dios a lo largo del año que ha pasado. Y hacer este tipo de
análisis no es algo que la biblia no mencione, antes por el contrario,
observamos a Dios mismo hablar de pesar a las personas en su balanza y
determinar el estado de ellas, un claro ejemplo de esto lo vemos en el libro de
Daniel con aquella escritura en la pared que solo el profeta Daniel pudo
interpretar y que decía a Belsasar rey de los caldeos;
Daniel 5:27
TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste
hallado falto.
Con esto vemos primeramente que Dios como
Juez Justo va a pesar a las personas en su balanza de justicia para determinar
su veredicto, lo cual dicho de otro modo es; Dios hace un balance de cada
persona (los pone en su balanza), a
fin de que cada persona tanto en la condición física como fuera de ella recibirá
la justicia que merece (2°Co 5:10);
Romanos 14:12 De
manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
La ventaja que tenemos los cristianos respecto del balance de Dios, es
que podemos prepararnos para ese momento; ¿y
de qué forma? Haciendo nuestros propios balance pero de acuerdo a la
justicia de Dios (analizar nuestras vidas
a la luz de las escrituras) para ponernos a cuenta con Él a fin de no
llegar al término de nuestra vida con saldo negativo o pesas en desfavor (podemos anticiparnos). Un ejemplo de
hombre preparado que conocía su estado y no temía dar cuentas delante de Dios era
Job;
Job 31:6 Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad.
Para llegar a ese
grado de convicción es evidente que Job hacia sus balances, del mismo modo cada
cristiano tiene que hacer un balance de su vida y conocer su estado delante de
Dios, estar a cuentas con Él.
2°Corintios 13:5 Examinaos a
vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a
vosotros mismos…
Entonces, hablar
de hacer un balance tiene que ver con pesar en la balanza de justicia nuestra
vida, poner en un plato de la balanza todas nuestras acciones y reacciones en
las diferentes circunstancias que envolvieron nuestras vidas y en el otro plato
de la balanza la pesa de Dios que determinará cuan justo o injusto hemos actuado.
El balance va a entregar un resultado, de eso se trata el balance, y nuestro
resultado puede ser con saldo a favor o con saldo en contra, depende de cómo
hayamos caminado con Dios en medio de cada situación (apartado de Él o sujeto a Él).
Ahora bien, debo aclarar que no estamos
hablando de un examen exhaustivo de nuestro año vivido, porque es imposible que
recordemos en detalle todo lo vivido, sin embargo hay eventos trascendentes que
marcan nuestras vidas en cada año, sucesos que nos hicieron llorar de dolor
como también situaciones que nos hicieron llorar de alegría, momentos de gozo y
momentos de tristezas, y es sobre estos acontecimientos más trascendentes que
nos permitimos hacer un balance con el fin de perfeccionar nuestro andar con
Cristo.
Por
ejemplo;
si hacemos un análisis grupal de las cosas que hemos atravesado como iglesia a
lo largo del año que paso podemos destacar como sucesos trascendentes el gozo
que nos generó ver a nuestra joven hermana Belén pasar por las aguas del
bautismo, pero por otro lado nos atribulo el conflicto legal que se iniciaba en
la familia de nuestra hermana Bety con todo lo que esto le represento a lo
largo de todo el año y lo que aun falta, nos gozamos con el casamiento de
nuestros jóvenes hermanos Martín y Sara, pero nos entristecimos con la
deserción del hermano Hugo Puita y su familia, nos gozamos con el bautismo de
nuestra hermana Andrea y también con el inicio de su noviazgo oficial con el hermano
Facundo, no nos olvidamos como hemos conocido a nuestra hermana Gladys, aunque
su ausencia temporal nos entristeció un poco de todos modos el Señor le
concedió integrarse nuevamente a esta familia y ser consolada, y también a fin
de no ser una manada tan pequeña el Señor sumo dos nuevos integrante a este
rebaño, los hermosos gemelos Josué y Joaquín en la familia de Joel y Melisa… y todo
esto tan solo como un breve resumen de todo lo que Dios nos hizo vivir a lo
largo del año cursado, situaciones que nos generaron gozo como también situaciones
que nos generaron tristeza, pero a más de esto nos permitimos poner estas cosas
en balanza, hacer un balance a fin aprender de las experiencias vividas y
disponernos a enfrentar este nuevo año que inicia con una mente renovada y mejor
preparados para los diferentes valles.
Colosenses
1:10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios;
Cuidado con la auto-condenación
Ahora, algo que es
necesario aclarar es que un balance no es un juicio con veredicto que
ejecutamos sobre nosotros mismos, no debemos ser extremadamente concluyentes y condenatorios
en nuestro balance personal porque podemos caer en el error de la auto-condenación,
porque es muy probable que en nuestro balance pesen más los desaciertos que los
aciertos que hemos tenido, y esto sencillamente ocurre porque como cristianos
somos habituamos a buscar hacer el bien de manera natural al punto tal que cuando
algo hacemos mal suele pesar tanto que termina embarrando todo lo que hemos
hecho bien, como una mosca muerta que echa a perder nuestro perfume.
Eclesiastés
10:1 Las moscas muertas hacen heder y
dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es
estimado como sabio y honorable.
Si realizamos
nuestro balance en función de este método juicioso es evidente que vamos a
vivir en un constante estado de frustración ya que imagino siempre más de una
mosca muerta vamos encontrar en nuestra vida de perfume a Dios, si consideramos
que nuestra vida debe ser un perfume de grato olor para Dios podemos vivir
desilusionados por aquellas pequeñas moscas que echan a perder nuestra
fragancia (2°Co 2:16), y por
supuesto este no es el objetivo de hacer un balance (no es para condenarnos).
Pero a su vez no
debemos perder de vista que la vida del cristiano es una carrera hacia la
eternidad, y hacer un balance correcto de lo vivido nos permitirá perfeccionar
nuestra disciplina atlética para continuar corriendo nuestra carrera hacia la
eternidad (de eso se trata la vida
cristiana), porque hasta que el competidor no llegue a la meta no puede
asegurar su victoria, y aunque vaya primero eso no garantiza su llegada, porque
le puede suceder cualquier infortunio a mitad de la pista o incluso sobre el
último tramo hacia la meta, así que debemos examinarnos de tiempo en tiempo pero
con el único fin de perfeccionarnos para continuar hasta el final de la carrera.
1°Corintios 9:24 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la
verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo
obtengáis. 25 Todo aquel que lucha,
de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible,
pero nosotros, una incorruptible. 26
Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo,
no como quien golpea el aire, 27 sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo
en servidumbre, no sea que
habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Entonces hacer un
balance debe tener la intensión de exhibirnos a nosotros mismos pero con el objetivo
de perfeccionarnos como cristianos para continuar viviendo para Dios.
Volver a empezar como barro en manos del alfarero
Ahora bien, si
luego de haber hecho nuestro balance de manera correcta encontramos que nuestra
vida no ha magnificado a Cristo sino antes le ha avergonzado y nos sentimos tan
desilusionados con ganas de llorar y abandonar la senda cristiana porque hemos
fallado de muchas maneras; abandonado la oración, abandonado la lectura,
abandonado la congregación, derrotados por ese habito pecaminoso que nos
doblega y hasta hemos llegado a sentirnos ajeno a la vida cristiana y sumidos
en un pozo de depresión espiritual (hay
algunos que luego de hacer el balance exageradamente llegan a concluir que ya no
son cristiano sino que están desechados), sin embargo aun en esa instancia debemos
considerar el balance como algo positivo indistintamente del resultado, y me
refiero a que si nuestro balance resulta bueno eso nos alienta a seguir y si nuestro
balance resulta negativo eso nos obliga a perfeccionarnos para continuar, así
que de una u otra manera el resultado del balance debe ser como el motor que
genere la imperiosa necesidad de correr desesperadamente a Dios y ponerse en sus
manos para ser formados nuevamente por Él a la imagen de Cristo… como barro en
manos del alfarero;
Jeremías 18: (Aquí el contexto es que
Israel había hecho todo mal, su balance daba como resultado que se había echado
a perder, no servía, su perfume no tenía solo una mosca muerta adentro sino un
mosquerío, sin embargo vemos a Dios tratar con esta situación con el fin de
restaurarlos), 2 Levántate y
vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre
la rueda. 4 Y la vasija de
barro que él hacía se echó a perder en su mano (se deformo, se arruinó, no alcanzo la forma que el alfarero deseaba); y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció
mejor hacerla. 5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 6 ¿No podré yo hacer de vosotros como
este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He
aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
De acuerdo a esta
analogía el alfarero no desecha la vasija cuando ésta se echa a perder en su
mano, sino que con paciencia la vuelve a amasar y trabajar para darle
nuevamente la forma que Él desea, es probable que nosotros en más de una
ocasión nos hemos echado a perder en las manos de Dios nuestro alfarero, no
obstante con paciencia nuevamente nos volvió a formar de acuerdo a su modelo. Y
esto es lo que hace Dios con nuestras vidas, no nos desecha de inmediato cuando
nos echamos a perder en su mano, cuando fracasamos en algo, o cuando nuestro
balance resulta malo, sino que nos vuelve a trabajar y formar por medio de las
diversas circunstancias que envuelven nuestras vidas para conformarnos a la
imagen de su Hijo (Ro 2:29).
Si verdaderamente amamos a Dios y nos arrepentimos delante de Él nuestro consuelo
siempre será y debe ser que estamos en sus manos, y mientras estemos en sus
manos siempre habrá oportunidad. Pero cuidado de no hacerse del hábito de
echarse a perder constantemente, porque en tal caso serán destruidos ya que tales
personas no han de amar a Cristo verdaderamente.
También puede que posterior
a nuestro balance con resultado negativo nos lamentemos por el tiempo que hemos
perdido en ciertas ocasiones, sin embargo hemos de saber que Dios también puede
revertir esta situación haciendo que nuestros años que siguen produzcan y
fructifiquen al doble de lo normal, con el único fin de recuperar el tiempo
perdido, pero todo esto sucederá si de verdad nos ponemos en manos de Dios y
nos disponemos a vivir como Él ordena;
Joel 2:25 Y os
restituiré (restableceré, devolveré, compensaré) los años que comió la oruga, el saltón, el
revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros.
Esforzados y valientes y sin temor
En virtud de esto
entonces debemos disponernos a enfrentar el año que inicia pero con una mente
más experimentada, más animada y reconfortada en el Señor. En más de una
ocasión hemos mencionado que ser cristianos es una cuestión de valentía,
entonces año a año debemos esforzarnos y ser valientes para saber vivir de
acuerdo a la voluntad de Dios, y si Dios está con nosotros entonces ya hemos
triunfado en cada valle y en cada situación que Él marco para nosotros,
entonces ¿qué debemos hacer nosotros o
cual debe ser nuestra postura para empezar el año?:
Josué 1:9 Mira que te
mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu
Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Esforzarnos y ser
valiente es nuestro trabajo, pero con la tranquilidad de que mi esfuerzo y valentía no procede de mi mismo, no se
sostiene por mi humanidad, sino se sostiene en el poder de Dios el cual no me desamparará
en ningún valle.
Saber qué cosas
traerá aparejado este año 2017 es imposible de saber con certeza (Ec 9:12), no sabemos porque tipo de
situaciones vamos a pasar, confiamos en que el Señor nos sostendrá pero eso no
implica ausencia de tribulación y garantía exclusiva de bendición, puede que
algún hermano parta con el Señor este año, como también puede que nuevas vidas
se sumen a la iglesia, puede que alguna tribulación aflija a un hermano como
también puede que alguna buena ventura alegre a otro hermano, ya sea una o la
otra todas estas cosas están trazadas por Dios, por tanto debemos tener paz en
Él;
Juan
16:33 Estas cosas os he hablado para que
en mí tengáis paz. En el mundo
tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.
Juan
14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo
no os la doy como el mundo la da. No se turbe
vuestro corazón, ni tenga miedo.
Todo está en las manos de Dios
Así como NO
sabemos con certeza qué cosas ha trazado Dios para este año que inicia, de
todos modos debemos tener tranquilidad en saber que todas las sazones de
nuestra vida están en manos de Él, tanto el tiempo bueno como el tiempo malo está
diseñado por Él, de modo que si alguno de estos tiempos cae sobre nosotros durante
este año 2017, hemos de saber que ya sea en lo malo o en lo bueno estamos en
manos de Dios, y no podemos vivir ignorando esto;
Lamentaciones 3:37 ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el
Señor no mandó? 38 ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo
bueno?
Job 2:10… ¿Qué? ¿Recibiremos
de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?…
Tanto el tiempo
bueno como el tiempo malo están en manos de Dios, y si vivimos nuestra vida
cristiana sin ignorar esta verdad entonces no seremos dominados por los estados
emocionales que nos hacen vivir con gozo y alegría solo cuando todo está bien y
entristecidos y abatidos cuando algo anda mal, saber esta verdad de que Dios hace lo bueno y lo malo nos
permitirá vivir en paz indistintamente del tiempo o sazón que Dios nos haga
atravesar.
Salmo 31:14 Más yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. 15
En tu mano están mis tiempos…
A pesar de toda la
tribulación que enfrentaba el salmista con personas que ideaban quitarle la
vida, aun en esta circunstancia extrema la confianza de David era que su vida y
sus tiempos estaban en manos de Dios, Él era quien le había fijado sus tiempos
y sus límites sobre la tierra (Hch 17:26)
y nadie en absoluto podía traspasar este designio. De igual modo nosotros
debemos alcanzar la madurez suficiente para poder expresar en cualquier
situación; “Señor, en tus manos están mis
tiempos”… también Job refiriéndose a los hombres expresa:
Job
14:5 Ciertamente sus días están
determinados, Y el número de sus meses está cerca de ti; Le pusiste límites, de los cuales no pasará.
“En tus manos están mis
tiempos” esto es una verdad que
debe formar parte de nuestra vida, debe estar impresa en nuestro andar diario y
debe ser exclamada en cada ocasión que envuelva nuestra vida. Jesús les dijo a
sus discípulos en Mateo 10:29-31; que ningún pajarillo desvalorizado para los
hombres muere sin que Él lo determine, dándoles a entender que aquello que era
despreciable e irrelevante para los hombres no carecía de importancia para Dios
sino que también estaba en manos de Él, y si uno pajarillos minúsculos y
menospreciados era importante para Dios cuanto más nosotros que somos hechos a
la imagen de su Hijo, y tal es la importancia que tenemos para Dios que aun
nuestros cabellos están contados, ¡vaya
cuidado que tiene Dios de nosotros! Ni siquiera nosotros mismos nos
cuidamos de tal modo…
Entonces no debemos desanimarnos frente a la adversidad y conflicto, sino
debemos vivir confiados en Dios, en que nuestros tiempos para este año 2017 han
sido trazados por Dios y están en sus manos, sean buenos o malos de igual modo están
en sus manos, Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados Ro 8:2.
Sin embargo saber estas verdades no nos hace mejores frente a
los problemas, lo que marca la diferencia no es saber una verdad sino aplicarla,
y ese es el objetivo de este mensaje, porque saber que todo depende de Dios no nos
va a ayudar en el día de la aflicción, sino el haberlo aplicarlo en el
desarrollo de nuestra vida, en cada instante y situación vivida.
Esta clase de enseñanzas
debe acercarnos a Dios por medio de la continua oración, debe acercarnos al
conocimiento de su voluntad, a la comunión intima con Dios, el hecho de
entender que nuestros tiempos están en manos de Dios no es un incentivo al ocio
(como decir; entonces si todo depende de
Él no hace falta que lea y ore), sino por el contrario, saber que todo está
en sus manos debe impulsarnos a la tarea de buscarle por medio de la oración y
la lectura, debe impulsarnos a querer estar en sus manos, debe impulsarnos a aferrarnos
a sus manos.
El peligro de los
buenos tiempos
Ahora, en contra
posición con los tiempos de tribulación existen los tiempos de gozo y
bendición, y aunque estos sean los tiempos que mas deseamos que acontezcan en
nuestras vidas, debo advertirles que aun en los tiempos de fortuna y felicidad hay
ciertos riesgos que debemos evitar, suena raro decirlo de este modo, sin
embargo somos advertidos por medio de las escrituras a no ensoberbecernos
contra Dios y negarlo en medio de la prosperidad, porque precisamente ese fue
el pecado del pueblo judío en medio de las bendiciones de Dios (Pr 30:8-9);
Deuteronomio 8:12 no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas
casas en que habites, 13 y tus vacas
y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que
tuvieres se aumente; 14 y se
enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto (del pecado), de casa de servidumbre… 17 y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino
acuérdate de Jehová tú Dios, porque él te
da el poder para hacer las riquezas, a
fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.
Así que si los
tiempos y sazones que Dios trazo para este año 2017 son cargados de bendición y
prosperidad en varios sentidos, debemos cuidarnos de no alejarnos de Dios en
medio de tanta bendición, es un poco raro decirlo pero necesario. Entonces, ya
sean tiempo de adversidad o tiempos de bendición en ambos casos debemos saber
que nuestros tiempos están en manos de Dios y nada depende de nosotros mismos,
sea lo uno o sea lo otro, de igual modo está en manos de Dios, y debemos vivir cada
año de nuestra vida de acuerdo a esta verdad.
Tampoco debemos
hacer planes y tomar decisiones deliberadamente para obtener beneficios propios,
sino debemos acudir a Dios y poner todo en manos de Él, ya que entendiendo que
todos los tiempos están en sus manos entonces las cosas sucederán si Dios así
lo permite;
Santiago
4:13 ¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y
mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y
ganaremos; 14 cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. 15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y
haremos esto o aquello.
Por consiguiente, vivir
el año que ha empezado va a ser un gran desafío, y digo esto solo en el sentido
de saber vivir para Dios ya sea en tiempos buenos como en tiempos difíciles, y
entender que Dios cumple sus propósitos en nuestras vidas por medio de la
aflicción como también por medio del gozo y la alegría (esa es la matemática que Dios usa para conformarnos a la imagen de su
Hijo).
Prosigo a la meta
En virtud de todo
lo mencionado hasta aquí no nos queda más que decir; “Prosigo a la meta, al
premio supremo”, ya sea que nuestro balance haya dado saldo positivo o
negativo, de igual modo como cristiano debo proseguir a la meta como buen
atleta de Cristo, no debo perder de vista el galardón, “puede que el año que paso no me haya ido bien en algunas cosas y no sé
cómo me va a ir este nuevo año, pero nada debe hacerme declinar de esta
carrera” ;
Filipenses 3:13 hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente
lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de dios en Cristo Jesús.
Hebreos 12:1 por
tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por
el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de dios.
No nos olvidemos que hemos sido predestinados por Dios para ser glorificado
por Él, de modo que todo nuestro andar por este mundo es circunstancial, por
tanto nada de lo que nos suceda en esta débil condición carnal debe hacernos
perder la dirección y el objetivo. No somos del mundo como tampoco Cristo es
del mundo, somos de Cristo y hacia Él vamos.
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas
les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29 Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo,
para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 Y a los que
predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. 31 ¿Qué,
pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
Salmo
31:24 Esforzaos todos vosotros los que
esperáis en Jehová, Y tome aliento
vuestro corazón.
La paz del Señor Jesucristo.-
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