PÁGINAS DE INTERÉS

04 - REGULACIONES Y ESTATUTOS INTERNOS


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MENSAJE DOMINGO 30/04/2017

Por el Hno. Gabriel.-

Introducción
Colosenses 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

1°Coritnios 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. 16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

Estas dos citas nos van a dar el pie para adentrarnos en el estudio y análisis de los capítulos 6 y 7 de la primera carta a los Corintios.

La Iglesia de Corinto atravesaba una serie de conflictos internos tanto del entorno social (trato entre hermanos) como también espiritual (diferencias doctrinales), los cuales sino se resolvían prontamente podrían arrástralos a una bancarrota espiritual. Es evidente que los ancianos de allí frente a las diversas problemáticas le escribieron cartas a Pablo para saber cómo proceder en situaciones puntuales las cuales se van a describir en estos capítulos.
Entonces Pablo por medio de los informes directos que le llegaban y por medio de las cartas enviadas a él responde con esta extensa primera carta (aunque ya había escrito una antes 5:9) a fin de subsanar todas aquellas irregularidades que se sostenían en la Iglesia de Corinto.

Haciendo un breve repaso recordamos que hasta el capítulo 5 Pablo ya ha tratado algunos asuntos puntuales y situaciones complejas que había dentro de la Iglesia; erradicar aquellas divisiones partidarias internas que se habían creado (yo de Pablo, yo de Cefas, yo de Apolo, etc.). También se encargo de aclarar que los ministerios en la iglesia no deben engrandecer ni distinguir a los siervos (como los falsos maestros buscaban), antes por el contrario, Pablo exhibe que en el caso de él ser siervo de Dios le fue motivo de humillación (1°Co 4:9-13). Juzgó también un inconcebible caso de inmoralidad sexual tan escandaloso que ni aun los gentiles hubieran tolerado, el cual fue tratado severamente por Pablo en esta carta. Y adentrándonos a los capítulos 6 y 7 observaremos que los problemas van a seguir, y Pablo se va a encargar de regular las diversas anomalías que padecía esta Iglesia estableciendo un patrón de conductas y tareas las cuales son como un estatuto impuesto para regir y regular a las Iglesias y saber proceder en casos puntuales.

La suficiencia de la Iglesia
1°Corintios 6:1 ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? 2 ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida? 4 Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? 5 Para avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que pueda juzgar entre sus hermanos, 6 sino que el hermano con el hermano pleitea en juicio, y esto ante los incrédulos?

Vaya problemas que había en esta Iglesia, no solo albergaban divisiones doctrinales y partidarias, ni tampoco se conformaban con ser tolerantes a la inmoralidad sexual o incesto moral de segundo orden, sino que además creyente con creyente o hermano con hermano pleiteaban por causas legales y entablaban juicios en los tribunales seculares. Quizás juicios sucesorios, estafas comerciales (entre ellos), perjuicios varios de diferentes índoles, y no tenían mejor idea que recurrir a los mundanos injustos para que les hagan justicia. Es irrisorio, es una ironía; ¿Que la iglesia siendo una comunidad de santos hechos justos por la sangre y el Espíritu de Cristo tenga que recurrir a los incrédulos pecadores e injustos para que les impartan justicia en sus asuntos? es inconcebible.
Esta es la razón por la que Pablo empieza el capítulo 6 con esta pregunta; ¿Osa alguno de ustedes, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? Que sería como preguntar; ¿De verdad se atreven a recurrir a los injustos para que le haga justicia en sus asuntos internos? ¿Ponen gente despreciable para que juzgue a los santos? a eso se refiere la expresión del 4 cuando dice “personas de menor estima” lo cual se traduce también como “personas despreciables” y alude a los mundanos, ¿Qué no hay sabios en la iglesia que puedan juzgar estos asuntos? Se supone que el cristiano tiene la mente de Cristo, o al menos eso se espera, y si de verdad se le concedió a la Iglesia tener la mente de Cristo, recurrir a los mundanos sería negar la suficiencia de Cristo para resolver estos conflictos, hacer tal cosa es tan osado como pretender sentar a Cristo en un pupitre para que un injusto pecador le instruya y aconsejarle de cómo resolver ciertos problemas de su propia Iglesia… 1°Corintios 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

Este pasaje nos enseña primeramente que la iglesia no precisa de nadie ajeno a Cristo para resolver sus conflictos internos, porque si en Cristo Jesús habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad y nosotros estamos completos en Él que es la cabeza de la Iglesia (Col 2:9-10) entonces la iglesia como comunidad es suficiente para tratar todos sus asuntos internos sin tener que recurrir a los mundanos para que les hagan justicia o aporten soluciones, el solo hecho de pensarlo es deplorable. A la iglesia se le concedió la mente de Cristo, y la mente de Cristo de ningún modo puede ser instruida por hombre.

Ahora, si traslados este conflicto a las iglesias de hoy ¿cuántos casos similares hay entre cristianos que terminan en juicio ante los incrédulos tratándose de sacar aun lo que no tienen? Es lamentable y triste ver como hacen blasfemar el Nombre de Cristo por causa de esto (Ro 2:24); Pastores que le hacen juicio a las mismas instituciones que los formaron y certificaron (como pastor) por estar descontento con el salario o por ser expulsados del ministerio, instituciones que emprenden juicio contra los congregantes que dejaron de asistir y se llevaron sus muebles que habían prestado, congregantes que le hacen juicio a la iglesia para recuperar el terreno que sus padres habían donado para la iglesia… en fin, tantos casos irrisorios que provocan vergüenza ajena.

Entonces lo primero importante a destacar es que la Iglesia de Cristo debe estar preparada para resolver los conflictos internos de cualquier índole. Pero, suponiendo el caso de que la iglesia tenga hermanos sabios que puedan mediar en estos asuntos y juzgar rectamente las cosas, de todos modos Pablo va a elevar aun más el asunto a una cuestión de nobleza en el carácter;

Siguiendo las pisadas de Cristo en los padecimientos
7 Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? 8 Pero vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos. 9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. 11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. 

Una vez que Pablo establece que la iglesia misma debe atender y solucionar sus asuntos internos por medio de hermanos sabios sin tener que recurrir a las personas del mundo, va a tratar el asunto nuevamente pero desde la raíz, mostrando que entre cristianos no deberían existir esa clase de pleitos legales, o sea, el pleito ya era una falta ¡cuánto más! el recurrir a los mundanos para encontrar una solución.
Es evidente que problemas van a existir en la convivencia de la Iglesia, pero los mismos deberían resolverse prontamente a fin de que no pasen a instancias mayores. Y para esto el apóstol va a mostrar que la solución no consiste en un pleito legal de juicio justo sino en adoptar un carácter diferente al momento del conflicto; “Sufrir el agravio, sufrir el ser defraudados” Que no es otra cosa sino adoptar el carácter de Cristo:

1°Pedro 2:20 Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo soportáis? Más si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;

Este es el verdadero carácter de todo cristiano maduro, y tal postura va a contribuir de forma directa a erradicar los conflictos internos, porque por más que hayan cristianos sabios que puedan juzgar los asuntos internos, a menos que los congregantes no cambien siempre habrá problemas en la iglesia, y la única forma de erradicar estos pleitos no sería con establecer una corte de hombres sabios que se encarguen de juzgar estos asuntos, sino buscar que todos alcancen la madurez y el carácter de Cristo.

Ahora, por otro lado, Pablo utiliza dos palabras para describir las situaciones que ocasionaban estos pleitos legales que desembocaban en juicios mundanos; “Agravio” y “Defraudar”, y “agravio” tiene que ver con injusticia, daño y perjuicio, y “defraudar” se trata de estafa, engaño, despojo, dicho de otro modo el comportamiento de los corintios era injusto, estaban mal, obraban injustamente entre ellos mismos (se estafaban entre ellos, buscaban hacerse daño entre ellos), por lo que Pablo declara a modo de exhortación que; los injustos no heredaran el reino de los cielos, así que todos aquellos que deseen continuar en esa postura hostil y fraudulenta no alcanzarán el reino de los cielos, y extiende aun más su lista para que ninguno quede fuera; fornicarios, idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes, estafadores, lo cual nos da a pensar que había muchos otros pecados ocultos que debían salir prontamente a la luz, y de hecho eso van a mostrar los versos siguientes… vaya congregación la de los corintios

Nuestros cuerpos templos del Espíritu Santo; Glorificar a Dios con ellos
12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. 13 Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Es evidente que detrás de la lista de pecados que Pablo expone en los versos 9 y 10 había entre los corintios ciertos pecados encubiertos que de alguna manera equivocada buscaban justificar, pecados tales como “la fornicación” la cual probablemente llegaron a considerar que se trataba de una necesidad biológica involuntaria que no tenia consecuencias morales, tal como la necesidad de comer, de ahí la mención del proverbio del verso 13 que dice; Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios, es probable que bajo este lema ellos consideraban la fornicación como una acto biológico que no se consideraba pecado sino una necesidad justificada, a lo que Pablo tajantemente responde que el cuerpo no es para la fornicación, las viandas si son para el vientre y el vientre para las viandas, “pero” el cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor y el Señor para el cuerpo. El cuerpo puede tener necesidad de comer como también de placer (todo es lícito, razonable), pero el cristiano no debe dejarse dominar de ninguna necesidad. Dicho de otro modo el cristiano debe tener dominio propio sobre su propio cuerpo.

Por otro lado, Pablo va a mostrar la gravedad de aquel pecado que los corintios llegaron a subestimar. La fornicación es un pecado muy peligroso para todo cristiano, atenta contra su propia vida, tanto en lo espiritual como en lo físico; Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca (verso 18). Esto significa que este pecado trae aparejado consecuencias espirituales severas ya que destruye la comunión con Dios y cauteriza la conciencia hacia el pecado, y tare también aparejado consecuencias físicas por causa de las enfermedades que se pueden llegar a contraer.

Hemos de saber que cuando Cristo nos compro por medio de su sangre derramada en aquella cruz nos compro enteramente (no solo nuestras almas, sino todo nuestro ser), de modo que nuestros cuerpos físicos no son nuestros sino son propiedad de Cristo, por tanto no podemos tomar la decisión de usar nuestros cuerpos deliberadamente para el pecado porque son propiedad de Cristo, y por más que nuestros cuerpos fallezcan (sean destruido por la maldición del pecado), de todos modos es propiedad de Cristo y él se encargará de resucitarlos y transformarlos para su gloria.
Y hasta que eso suceda no debemos ignorar que nuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo, son el lugar físico donde Él mora, y en este sentido (lo físico) son necesarios para servir a Dios en el trabajo santo de la Iglesia, porque no se puede servir solo con la mente al Señor y con el cuerpo al pecado, sino debemos servir a Dios enteramente; como un hermano dijo una vez; nosotros somos el guante y Cristo la mano. Exactamente así es el cuerpo de todo cristiano, como aquel guante que debe estar dispuesto para ser gobernado por la mano de Cristo, unido a Él en su Espíritu el cual se aloja en nuestro interior.

Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

Regulaciones de la vida matrimonial y la soltería: Las ventajas del soltero
A partir del capítulo 7 Pablo se ocupa de responder ciertas cuestiones puntuales que los corintios le habían consultado por escrito respecto del matrimonio y la soltería, ya que había en la iglesia ciertos conflictos con los casados, las casadas, los matrimonios mixtos (o sea, creyentes con incrédulos), las viudas, los solteros y las doncellas y de cómo cada uno debía servir al Señor
Es probable que algunos casados por causa de querer servir al Señor de manera completa habían considerado el divorcio como una alternativa viable o justificada, y por otro lado, es probable que los solteros estaban quizás siendo influenciados u obligados a no casarse con tal que se dediquen al Señor. Entonces a fin de regular estos asuntos Pablo se va a tomar el tiempo de responder tales cuestiones con ciertas recomendaciones que tienen carácter de estatutos internos.

1°Corintio 7:1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 5  No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 6 Más esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.

Refiriéndose siempre al estado más conveniente para el servicio y devoción al Señor Pablo va a contemplar que es mejor la soltería que el casamiento, pero de ninguna manera está diciendo que el matrimonio es malo y la soltería santa ¡NO!, sino mostrando las ventajas que tiene un soltero al momento de servir al Señor (y solo en las tareas en donde no se demanda que se esté casado; como lo son el evangelismo y un trabajo similar al de Pablo, pero lo que es el pastorado y obispado, el diaconado y la enseñanza el casamiento es un requisito indispensable), entonces, considerando las ventajas del soltero Pablo comienza este capítulo diciendo; bueno le seria al hombre no casarse fin de que pueda servir al Señor tiempo completo, pero si por causa de no estar casado corre riesgo de caer en el pecado de la fornicación entonces que se case, recomendación tanto para el hombre como para la mujer.

Por otro lado, de acuerdo a los versos 3 y 4, es probable que algunos casados a fin de querer servir a Dios tiempo completo se habían impuesto la norma de vivir como hombres y mujeres célibes (solteros, no casados), por ejemplo; el esposo le dice a la esposa o viceversa; –Mira amor, he considerado servir al Señor y ser pura/o para Él así que a partir de hoy dormiremos en camas separadas y ya no nos tocaremos más–  a lo que Pablo aclara; los que están casados actúen como casados y respondan a las necesidades del matrimonio en todos los sentidos (el marido no tiene potestad sobre su cuerpo para tomar decisiones egoístas y del mismo modo la mujer no tiene potestad sobre su cuerpo para tomar sus propias decisiones), salvo que de mutuo acuerdo hayan considerado tener un tiempo de abstención pero solo para dedicarse a la oración y meditación, de otro modo no conviene abstenerse porque la carne es débil y el adversario va a tentarlos para hacerlos caer en pecado de adulterio. Es obvio que la abstención es solo unos cuantos días nada más (no se está hablando de meses, en tal caso para que se casan).

Pero a su vez Pablo también aclara que la decisión de privarse el uno del otro por un tiempo determinado de mutuo consentimiento para dedicarse a la oración no es un mandamiento estricto para todos los matrimonios, sino simplemente algo consentido entre los conyugues (verso 6; esto digo por vía de concesión, no por mandamiento), porque la verdad es que un matrimonio puede tener una vida devocional de oración y lectura sin necesidad de privarse el uno al otro de los deberes conyugales, por esta razón tal decisión es solo un consenso mutuo y no un mandamiento del Señor.

Probablemente a fin de evitar esto Pablo expresa en el verso 7; me gustaría que todos los hombres fuesen como yo, siempre pensando en lo útil que seria para la expansión del evangelio, sin embargo también aclara que ser célibe no es decisión del hombre sino se trata de un don de Dios, el don de continencia, el cual no es un sacrificio o disposición humana, sino una virtud celestial concedida solo para algunos, como también el casarse no es de todos, sino para aquellos que lo reciben de Dios, podríamos decir que tanto la soltería (el celibato) como el casamiento son dones de Dios para los creyentes.

El deber de los matrimonios
8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 10 Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido; 11 y si se separa, quédese sin casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. 12 Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. 14 Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16 Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

Probablemente había algunos hermanos y hermanas solteras que querían imitar a Pablo en su soltería, pero basados en un sacrificio humano que se tornaba insostenible ya que por dentro estaban ardiendo de pasión por estar casados porque no tenían el don de continencia, a los tales Pablo manda que se casen.
Por otro lado estaban los casado que tenían ganas de estar solteros, a los cuales Pablo les aclara que el divorcio no es una opción en la vida cristiana, salvo por aquellas causas puntuales que justifican un divorcio, tales como el adulterio y sus consecuencia tanto emocionales como físicas (enfermedades), pero en tal caso extremo sepan que una vez divorciados no les está permitido volverse a casar de nuevo, y si quieren mantener una vida matrimonial es mejor que se reconcilien con su conyugue porque el casarse con otra persona  diferente le será tenido por adulterio (Mt 19:1-12). Esta declaración tira por el suelo aquel estado de algunos ministros que están divorciados y vueltos a casar, aduciendo que Jesús les dio una segunda oportunidad… ¡falso!

También está el caso de los matrimonios mixtos, en donde un solo conyugue se convierte y el otro no, en estos casos particulares hay que dejar bien en claro que se trata primeramente de dos personas in-conversas a los cuales se les predico el mensaje del evangelio y solo a uno de ellos alcanzo la gracia de Dios y por esta razón el matrimonio es mixto, pero de ninguna manera se trata de personas cristianas que estaban solteros y escogieron casarse con conyugues incrédulos ¡No! este no es el caso, y esto debe aclararse a fin de que no se malinterprete.
Entonces, en el caso de matrimonios mixtos, si hay consentimiento y el conyugue incrédulo no es estorbo en el desarrollo de la fe del conyugue cristiano, entonces que no se separen (muy pocos casos), pero el cristiano debe mantener sin quebrar su conducta cristina, porque sus buenas acciones pueden influir en el carácter del esposo contagiándolo de buenas costumbres haciendo que abandone sus malos hábitos, pero ¡cuidado! la cita no está a hablando de que la conducta de la esposa creyente salva al esposo incrédulo, sino tan solo habla de santificar en el sentido que aparta al incrédulo de malas costumbres, y es muy probable que luego se convierta, pero será solo por la gracia de Dios.

En el caso de los matrimonios mixtos también se llego a pensar que los hijos que tuvieran serian inmundos, sin embargo, aplicando el mismo sentido anterior, siempre y cuando el conyugue cristiano actúe sujeto a la obediencia a Dios en la instrucción de su hijo éste crecerá apartado del mal, pero tampoco se garantiza la salvación en ninguno de los casos. Depende de Dios

Ahora, en el caso de que el incrédulo quiera separarse no debe el conyugue cristiano oponerse, sino antes dejar que el vinculo matrimonial se disuelva, ya que no hay necesidad de que el conyugue cristiano este penando y sufriendo una guerra en casa, con más razón si la convivencia se torna violenta, en este caso es mejor disolver prontamente tal matrimonio y dejar que el creyente continúe su vida en Dios sin estorbos, porque a pesar de que el conyugue cristiano puede influir en la vida del incrédulo no hay garantía que se convierta y sea salvo.

Esclavos de Cristo libres del pecado
17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguno siendo circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se circuncide. 19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20 Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede. 21 ¿Fuiste llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte libre, procúralo más. 22 Porque el que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres. 24 Cada uno, hermanos, en el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.

De acuerdo a estos versículos (17-24) sucedía también que cada uno que se convertía deseaba trasformar violenta y alocadamente su vida renunciando a todo, como un cambio cultural obligado de la noche a la mañana, por ejemplo; el gentil quería inmediatamente adoptar las costumbres judías, y en contraposición el judío quería renunciar a sus tradiciones y actuar como gentil, a lo que Pablo dice; un momento, esto no se trata de un cambio obligado, sino de guardar los mandamientos del Señor, por ejemplo; si se convirtió en estado de esclavitud debe permanecer así y no entrar en una cuestión de rebeldía, pero si puede librarse sería mucho mejor, de todos modos todo cristiano debe saber que la mayor libertad de la que se goza es la que Dios nos dio por medio de Cristo respecto del pecado, así que ya sea que seamos libres o esclavos en el sentido social, de todos modos somos esclavos de Cristo.

Las vírgenes
25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse como está. 27 ¿Estás ligado a mujer? No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 28 Mas también si te casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne, y yo os la quisiera evitar. 29 Pero esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen; 30 y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; 31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen; porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su mujer. 34 Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Esto lo digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor. 36 Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad, y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case. 37 Pero el que está firme en su corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace. 38 De manera que el que la da en casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor. 39 La mujer casada está ligada por la ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera, con tal que sea en el Señor. 40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.

Respecto de la consulta de las vírgenes Pablo responde dando su parecer, lo cual no se trata de una mera opinión, sino de lo que el Espíritu le ordenaba que escribiera para este caso particular de la Iglesia, y cuando expresa que no tiene mandamiento del Señor se refiere a que no hay nada puntualmente escrito ni tampoco enseñanzas especificas del Señor referidas al tema.

Primero, ya quedo claro que si está casado no debe divorciarse para servir a Dios sino que puede servir a Dios con su vida matrimonial, y por el contrario aquellos que están solteros y de verdad desean servir al Señor enteramente mejor les será no casarse, pero si luego quieren casarse eso no es pecado, y lo dice en el sentido que no es una decepción para el Señor, pero una realidad innegable es que la vida matrimonial trae aparejado conflictos tales como la salud de los hijos, del conyugue, la economía del hogar, las responsabilidades diarias, en fin… Pablo dice yo prefiero que eviten todo eso. Pero indistintamente de esto, hemos de saber que el tiempo es corto (la vida física), ya sea casado o soltero, ambos deben priorizar a Cristo en sus vidas, por tanto no vivamos como los del mundo que buscan obtener placeres mundanos, sino atendiendo a las cosas del Señor como cosa primera, el mundo se pasa, todo es vanidad y aflicción de espíritu, vanidad de vanidades todo es vanidad…

Nuevamente (verso 32 en adelante); el que es soltero puede dedicarse enteramente a la obra de Cristo y puede incluso viajar por diferentes lugares para predicar y servir, mientras que el casado debe atender las necesidades terrenales de la esposa tales como vestimenta, alimentos, etc. pero esto de ningún modo quita que pueda servir al Señor (de otro modo yo no estaría predicando), solo que estará más restringido. Lo mismo pasa con la mujer casada y la mujer virgen, la virgen va a poder disponerse entera para servir al Señor mientras que la casada deberá atender las obligaciones de la vida matrimonial, ¡cuidado! No se refiera a que la casada es mundana y la virgen es santa ¡NO!, sino es una cuestión de ventajas al momento de servir al Señor, para los casados la vida matrimonial en Cristo es hermosa, mientras que para aquellos que reciben el don de continencia la soltería les parece hermosa, en fin, depende del don que reciba de Dios.

Algo que sobresale de este texto es como las doncellas y solteros de aquel tiempo tenían la intensión de agradar al Señor, lo cual no se ve en los jóvenes y doncellas de ahora, las cosas están invertidas, porque las doncellas de ahora tienen cuidado de cómo agradar al mundo y los solteros también, de otro modo no andarían vestidos de acuerdo al mundo con toda su sensualidad, que lejos están las doncellas de ahora de ser como las de antes, ahora están desesperadas por ponerse de novio e ir tras el mundo y ni piensan en Cristo, del mismo modo los solteros.

Por último, Pablo aclara que todo este conjunto de recomendaciones de ninguna manera son para privar a los cristianos o restringirlos con respecto al matrimonio y la soltería, sino escribe para que consideren sus vidas al momento de servir al Señor.
Es probable que algunos creyentes obligadamente habían dedicado a sus hijas vírgenes al Señor, como una especie de voto, pero al tiempo consideraron que no era provechoso para sus hijas que no tengan hijos, y por esta razón antes que se les pase la edad de tener hijos querían romper el voto, a lo que Pablo dice; no pecan a entregar sus hijas en  matrimonio, y se entiende que esto era también por pedido de la hija virgen también, pero por otro lado la doncella que estaba firme y el padre no tenía presión ni necesidad de romper el voto entonces Pablo considera que es mejor que siga en ese estado de soltería solo si es para servir al Señor.
De este modo queda claro que tanto para la virgen como para la viuda les está permitido casarse siempre y cuando sea en el Señor, pero si pueden evitarlo sería mucho mejor, y esto lo dice no según su parecer sino de acuerdo al Espíritu.

Conclusión
Es menester para toda iglesia tener un estatuto que rija la conducta de los congregantes y pueda a su vez aportar solución a las diferentes problemáticas que pudieran surgir, por supuesto que tal estatuto o conjunto de regulaciones debe sujetarse a las escrituras para no caer en el error del sectarismo, y entender que las regulaciones son para la buena convivencia de la iglesia y para la buena salud espiritual del cuerpo de Cristo.


La paz del Señor Jesús el Cristo.-

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