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MENSAJE
DOMINGO 30/04/2017
Por el Hno. Gabriel.-
Introducción
Colosenses 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y
huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los
rudimentos del mundo, y no según Cristo. 9
Porque en él habita corporalmente toda la
plenitud de la Deidad, 10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
1°Coritnios 2:15 En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él
no es juzgado de nadie. 16 Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
Estas dos citas nos van a dar el pie para
adentrarnos en el estudio y análisis de los capítulos 6 y 7 de la primera carta
a los Corintios.
La Iglesia de Corinto atravesaba una serie de
conflictos internos tanto del entorno social (trato entre hermanos) como también espiritual (diferencias doctrinales), los cuales sino se resolvían prontamente
podrían arrástralos a una bancarrota espiritual. Es evidente que los ancianos
de allí frente a las diversas problemáticas le escribieron cartas a Pablo para
saber cómo proceder en situaciones puntuales las cuales se van a describir en
estos capítulos.
Entonces Pablo por medio de los informes
directos que le llegaban y por medio de las cartas enviadas a él responde con
esta extensa primera carta (aunque ya
había escrito una antes 5:9) a fin de subsanar todas aquellas
irregularidades que se sostenían en la Iglesia de Corinto.
Haciendo un breve repaso recordamos que hasta
el capítulo 5
Pablo ya ha tratado algunos asuntos puntuales y situaciones complejas que había
dentro de la Iglesia; erradicar aquellas divisiones partidarias internas que se
habían creado (yo de Pablo, yo de Cefas,
yo de Apolo, etc.). También se encargo de aclarar que los ministerios en la
iglesia no deben engrandecer ni distinguir a los siervos (como los falsos maestros buscaban), antes por el contrario, Pablo exhibe
que en el caso de él ser siervo de Dios le fue motivo de humillación (1°Co 4:9-13). Juzgó también un inconcebible
caso de inmoralidad sexual tan escandaloso que ni aun los gentiles hubieran tolerado,
el cual fue tratado severamente por Pablo en esta carta. Y adentrándonos a los
capítulos 6 y 7 observaremos que los problemas van a seguir, y Pablo se va a
encargar de regular las diversas anomalías que padecía esta Iglesia
estableciendo un patrón de conductas y tareas las cuales son como un estatuto impuesto
para regir y regular a las Iglesias y saber proceder en casos puntuales.
La suficiencia de
la Iglesia
1°Corintios
6:1 ¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene
algo contra otro, ir a juicio
delante de los injustos, y no delante de los santos? 2 ¿O no
sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado
por vosotros, ¿sois indignos
de juzgar cosas muy pequeñas? 3 ¿O no sabéis que hemos de juzgar a
los ángeles? ¿Cuánto más
las cosas de esta vida? 4 Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para
juzgar a los que son de menor estima en la iglesia? 5 Para
avergonzaros lo digo. ¿Pues qué, no hay entre vosotros sabio, ni aun uno, que
pueda juzgar entre sus hermanos, 6
sino que el hermano con el hermano pleitea en
juicio, y esto ante los incrédulos?
Vaya problemas que había en esta Iglesia, no
solo albergaban divisiones doctrinales y partidarias, ni tampoco se conformaban
con ser tolerantes a la inmoralidad sexual o incesto moral de segundo orden, sino
que además creyente con creyente o hermano con hermano pleiteaban por causas legales
y entablaban juicios en los tribunales seculares. Quizás juicios sucesorios,
estafas comerciales (entre ellos), perjuicios
varios de diferentes índoles, y no tenían mejor idea que recurrir a los
mundanos injustos para que les hagan justicia. Es irrisorio, es una ironía; ¿Que la iglesia siendo una comunidad de santos
hechos justos por la sangre y el Espíritu de Cristo tenga que recurrir a los incrédulos
pecadores e injustos para que les impartan justicia en sus asuntos? es
inconcebible.
Esta es la razón por la que Pablo empieza el
capítulo 6 con esta pregunta; ¿Osa alguno de ustedes, cuando tiene algo contra otro,
ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? Que sería como preguntar; ¿De verdad se atreven a recurrir a los
injustos para que le haga justicia en sus asuntos internos? ¿Ponen gente despreciable para que juzgue a
los santos? a eso se refiere la expresión del 4 cuando dice “personas de menor estima” lo cual se
traduce también como “personas despreciables”
y alude a los mundanos, ¿Qué no hay sabios en la iglesia que puedan juzgar estos
asuntos? Se supone que el cristiano tiene la mente de Cristo, o al menos eso se
espera, y si de verdad se le concedió a la Iglesia tener la mente de Cristo, recurrir
a los mundanos sería negar la suficiencia de Cristo para resolver estos
conflictos, hacer tal cosa es tan osado como pretender sentar a Cristo en un
pupitre para que un injusto pecador le instruya y aconsejarle de cómo resolver
ciertos problemas de su propia Iglesia… 1°Corintios 2:16 Porque
¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
Este pasaje nos
enseña primeramente que la iglesia no precisa de nadie ajeno a Cristo para
resolver sus conflictos internos, porque si en Cristo Jesús habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad y nosotros estamos completos en Él que es la
cabeza de la Iglesia (Col 2:9-10)
entonces la iglesia como comunidad es suficiente para tratar todos sus asuntos internos
sin tener que recurrir a los mundanos para que les hagan justicia o aporten
soluciones, el solo hecho de pensarlo es deplorable. A la iglesia se le
concedió la mente de Cristo, y la mente de Cristo de ningún modo puede ser
instruida por hombre.
Ahora, si
traslados este conflicto a las iglesias de hoy ¿cuántos casos similares hay entre
cristianos que terminan en juicio ante los incrédulos tratándose de sacar aun
lo que no tienen? Es lamentable y triste ver como hacen blasfemar el Nombre de
Cristo por causa de esto (Ro 2:24);
Pastores que le hacen juicio a las mismas instituciones que los formaron y certificaron
(como pastor) por estar descontento
con el salario o por ser expulsados del ministerio, instituciones que emprenden
juicio contra los congregantes que dejaron de asistir y se llevaron sus muebles
que habían prestado, congregantes que le hacen juicio a la iglesia para
recuperar el terreno que sus padres habían donado para la iglesia… en fin,
tantos casos irrisorios que provocan vergüenza ajena.
Entonces lo primero importante a destacar es
que la Iglesia de Cristo debe estar preparada para resolver los conflictos
internos de cualquier índole. Pero, suponiendo el caso de que la iglesia tenga
hermanos sabios que puedan mediar en estos asuntos y juzgar rectamente las
cosas, de todos modos Pablo va a elevar aun más el asunto a una cuestión de nobleza
en el carácter;
Siguiendo las pisadas de Cristo en los
padecimientos
7
Así que, por cierto es ya una
falta en vosotros que tengáis pleitos
entre vosotros mismos. ¿Por qué no
sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? 8 Pero
vosotros cometéis el agravio, y defraudáis, y esto a los hermanos. 9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los
adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni
los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de
Dios. 11 Y esto erais
algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios.
Una vez que Pablo establece que la iglesia
misma debe atender y solucionar sus asuntos internos por medio de hermanos
sabios sin tener que recurrir a las personas del mundo, va a tratar el asunto
nuevamente pero desde la raíz, mostrando que entre cristianos no deberían
existir esa clase de pleitos legales, o sea, el pleito ya era una falta ¡cuánto
más! el recurrir a los mundanos para encontrar una solución.
Es evidente que problemas van a existir en la
convivencia de la Iglesia, pero los mismos deberían resolverse prontamente a
fin de que no pasen a instancias mayores. Y para esto el apóstol va a mostrar
que la solución no consiste en un pleito legal de juicio justo sino en adoptar
un carácter diferente al momento del conflicto; “Sufrir el agravio, sufrir el ser defraudados” Que no es otra cosa
sino adoptar el carácter de Cristo:
1°Pedro 2:20 Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados, y lo
soportáis? Más si haciendo lo
bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. 21 Pues
para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus
pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23
quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no
amenazaba, sino
encomendaba la causa al que juzga justamente;
Este es el verdadero carácter de todo cristiano
maduro, y tal postura va a contribuir de forma directa a erradicar los
conflictos internos, porque por más que hayan cristianos sabios que puedan
juzgar los asuntos internos, a menos que los congregantes no cambien siempre
habrá problemas en la iglesia, y la única forma de erradicar estos pleitos no
sería con establecer una corte de hombres sabios que se encarguen de juzgar estos
asuntos, sino buscar que todos alcancen la madurez y el carácter de Cristo.
Ahora, por otro lado, Pablo utiliza dos
palabras para describir las situaciones que ocasionaban estos pleitos legales que
desembocaban en juicios mundanos; “Agravio”
y “Defraudar”, y “agravio” tiene que ver con injusticia, daño y
perjuicio, y “defraudar” se trata de estafa,
engaño, despojo, dicho de otro modo el comportamiento de los corintios era
injusto, estaban mal, obraban injustamente entre ellos mismos (se estafaban entre ellos, buscaban hacerse
daño entre ellos), por lo que Pablo declara a modo de exhortación que; los injustos no heredaran el reino de los
cielos, así que todos aquellos que deseen continuar en esa postura hostil y
fraudulenta no alcanzarán el reino de los cielos, y extiende aun más su lista
para que ninguno quede fuera; fornicarios,
idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos,
maldicientes, estafadores, lo cual nos da a pensar que
había muchos otros pecados ocultos que debían salir prontamente a la luz, y de
hecho eso van a mostrar los versos siguientes… vaya congregación la de los
corintios
Nuestros cuerpos templos del Espíritu Santo;
Glorificar a Dios con ellos
12 Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen;
todas las cosas me son lícitas, mas yo no me
dejaré dominar de ninguna. 13 Las viandas para el vientre, y el
vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo. 14 Y Dios, que levantó al Señor,
también a nosotros nos levantará con su poder. 15 ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré
miembros de una ramera? De ningún modo. 16 ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. 17 Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. 18 Huid de
la fornicación. Cualquier otro
pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 20 Porque habéis
sido comprados por precio; glorificad,
pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Es evidente que detrás de la lista de pecados
que Pablo expone en los versos 9 y 10 había entre los corintios ciertos pecados
encubiertos que de alguna manera equivocada buscaban justificar, pecados tales
como “la fornicación” la cual probablemente
llegaron a considerar que se trataba de una necesidad biológica involuntaria que
no tenia consecuencias morales, tal como la necesidad de comer, de ahí la
mención del proverbio del verso 13 que dice; Las
viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como
a las otras destruirá Dios, es probable que bajo este lema ellos consideraban la
fornicación como una acto biológico que no se consideraba pecado sino una
necesidad justificada, a lo que Pablo tajantemente responde
que el cuerpo no es para la fornicación, las viandas si son para el vientre y
el vientre para las viandas, “pero”
el cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor y el Señor para el
cuerpo. El cuerpo puede tener necesidad de comer como también de placer (todo es lícito, razonable), pero el
cristiano no debe dejarse dominar de ninguna necesidad. Dicho de otro modo el
cristiano debe tener dominio propio sobre su propio cuerpo.
Por otro lado, Pablo va a mostrar la gravedad
de aquel pecado que los corintios llegaron a subestimar. La fornicación es un
pecado muy peligroso para todo cristiano, atenta contra su propia vida, tanto
en lo espiritual como en lo físico; Huid
de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del
cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca (verso 18). Esto significa que este pecado trae aparejado
consecuencias espirituales severas ya que destruye la comunión con Dios y
cauteriza la conciencia hacia el pecado, y tare también aparejado consecuencias
físicas por causa de las enfermedades que se pueden llegar a contraer.
Hemos de saber que cuando Cristo nos compro por
medio de su sangre derramada en aquella cruz nos compro enteramente (no solo nuestras almas, sino todo nuestro
ser), de modo que nuestros cuerpos físicos no son nuestros sino son
propiedad de Cristo, por tanto no podemos tomar la decisión de usar nuestros
cuerpos deliberadamente para el pecado porque son propiedad de Cristo, y por
más que nuestros cuerpos fallezcan (sean
destruido por la maldición del pecado), de todos modos es propiedad de
Cristo y él se encargará de resucitarlos y transformarlos para su gloria.
Y hasta que eso suceda no debemos ignorar que
nuestros cuerpos son templo del Espíritu Santo, son el lugar físico donde Él
mora, y en este sentido (lo físico) son
necesarios para servir a Dios en el trabajo santo de la Iglesia, porque no se
puede servir solo con la mente al Señor y con el cuerpo al pecado, sino debemos
servir a Dios enteramente; como un hermano dijo una vez; nosotros somos el guante y Cristo la mano. Exactamente así es el
cuerpo de todo cristiano, como aquel guante que debe estar dispuesto para ser
gobernado por la mano de Cristo, unido a Él en su Espíritu el cual se aloja en
nuestro interior.
Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por
las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
Regulaciones
de la vida matrimonial y la soltería: Las ventajas del soltero
A partir del capítulo 7 Pablo se ocupa de
responder ciertas cuestiones puntuales que los corintios le habían consultado
por escrito respecto del matrimonio y la soltería, ya que había en la iglesia
ciertos conflictos con los casados, las casadas, los matrimonios mixtos (o sea, creyentes con incrédulos), las
viudas, los solteros y las doncellas y de cómo cada uno debía servir al Señor
Es probable que algunos casados por causa de
querer servir al Señor de manera completa habían considerado el divorcio como
una alternativa viable o justificada, y por otro lado, es probable que los
solteros estaban quizás siendo influenciados u obligados a no casarse con tal
que se dediquen al Señor. Entonces a fin de regular estos asuntos Pablo se va a
tomar el tiempo de responder tales cuestiones con ciertas recomendaciones que
tienen carácter de estatutos internos.
1°Corintio
7:1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 2 pero a causa de las fornicaciones,
cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 3 El marido cumpla con la mujer el
deber conyugal, y asimismo la mujer con
el marido. 4 La mujer no tiene
potestad sobre su propio cuerpo,
sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo,
sino la mujer. 5 No os neguéis
el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a
juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra
incontinencia. 6 Más esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 7 Quisiera
más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio
don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.
Refiriéndose siempre al estado más conveniente
para el servicio y devoción al Señor Pablo va a contemplar que es mejor la
soltería que el casamiento, pero de ninguna manera está diciendo que el
matrimonio es malo y la soltería santa ¡NO!, sino mostrando las ventajas que tiene
un soltero al momento de servir al Señor (y
solo en las tareas en donde no se demanda que se esté casado; como lo son el
evangelismo y un trabajo similar al de Pablo, pero lo que es el pastorado y
obispado, el diaconado y la enseñanza el casamiento es un requisito indispensable),
entonces, considerando las ventajas del soltero Pablo comienza este capítulo
diciendo; bueno le seria al hombre no casarse fin de que pueda servir al Señor
tiempo completo, pero si por causa de no estar casado corre riesgo de caer en
el pecado de la fornicación entonces que se case, recomendación tanto para el
hombre como para la mujer.
Por otro lado, de acuerdo a los versos 3 y 4, es
probable que algunos casados a fin de querer servir a Dios tiempo completo se
habían impuesto la norma de vivir como hombres y mujeres célibes (solteros, no casados), por ejemplo; el
esposo le dice a la esposa o viceversa; –Mira amor, he considerado servir al Señor y ser pura/o para
Él así que a partir de hoy dormiremos en camas separadas y ya no nos tocaremos
más– a lo que Pablo aclara; los
que están casados actúen como casados y respondan a las necesidades del
matrimonio en todos los sentidos (el
marido no tiene potestad sobre su cuerpo para tomar decisiones egoístas y del
mismo modo la mujer no tiene potestad sobre su cuerpo para tomar sus propias
decisiones), salvo que de mutuo acuerdo hayan considerado tener un tiempo
de abstención pero solo para dedicarse a la oración y meditación, de otro modo
no conviene abstenerse porque la carne es débil y el adversario va a tentarlos
para hacerlos caer en pecado de adulterio. Es obvio que la abstención es solo
unos cuantos días nada más (no se está
hablando de meses, en tal caso para que se casan).
Pero a su vez Pablo también aclara que la
decisión de privarse el uno del otro por un tiempo determinado de mutuo
consentimiento para dedicarse a la oración no es un mandamiento estricto para
todos los matrimonios, sino simplemente algo consentido entre los conyugues (verso 6; esto digo por
vía de concesión, no por mandamiento), porque la verdad es que un matrimonio puede
tener una vida devocional de oración y lectura sin necesidad de privarse el uno
al otro de los deberes conyugales, por esta razón tal decisión es solo un consenso
mutuo y no un mandamiento del Señor.
Probablemente a fin de evitar esto Pablo expresa
en el verso 7; me gustaría que todos los hombres fuesen
como yo, siempre pensando en lo útil que seria para la expansión del
evangelio, sin embargo también aclara que ser célibe no es decisión del hombre
sino se trata de un don de Dios, el don de continencia, el cual no es un sacrificio
o disposición humana, sino una virtud celestial concedida solo para algunos, como
también el casarse no es de todos, sino para aquellos que lo reciben de Dios,
podríamos decir que tanto la soltería (el
celibato) como el casamiento son dones de Dios para los creyentes.
El deber de los matrimonios
8
Digo, pues, a los solteros y
a las viudas, que bueno les fuera quedarse como
yo; 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 10 Pero a los que están unidos en
matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido;
11 y si se separa, quédese sin
casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. 12 Y a los demás yo digo, no el Señor:
Si algún hermano tiene mujer que no sea
creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 13 Y si una
mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo
abandone. 14 Porque el marido
incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues
de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. 15 Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana
sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. 16 Porque
¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh
marido, si quizá harás salva a tu mujer?
Probablemente había algunos hermanos y hermanas
solteras que querían imitar a Pablo en su soltería, pero basados en un
sacrificio humano que se tornaba insostenible ya que por dentro estaban ardiendo
de pasión por estar casados porque no tenían el don de continencia, a los tales
Pablo manda que se casen.
Por otro lado estaban los casado que tenían
ganas de estar solteros, a los cuales Pablo les aclara que el divorcio no es
una opción en la vida cristiana, salvo por aquellas causas puntuales que
justifican un divorcio, tales como el adulterio y sus consecuencia tanto
emocionales como físicas (enfermedades),
pero en tal caso extremo sepan que una vez divorciados no les está permitido volverse
a casar de nuevo, y si quieren mantener una vida matrimonial es mejor que se
reconcilien con su conyugue porque el casarse con otra persona diferente le será tenido por adulterio (Mt 19:1-12). Esta declaración tira por
el suelo aquel estado de algunos ministros que están divorciados y vueltos a casar,
aduciendo que Jesús les dio una segunda oportunidad… ¡falso!
También está el caso de los matrimonios mixtos,
en donde un solo conyugue se convierte y el otro no, en estos casos
particulares hay que dejar bien en claro que se trata primeramente de dos personas
in-conversas a los cuales se les predico el mensaje del evangelio y solo a uno
de ellos alcanzo la gracia de Dios y por esta razón el matrimonio es mixto, pero
de ninguna manera se trata de personas cristianas que estaban solteros y escogieron
casarse con conyugues incrédulos ¡No! este no es el caso, y esto debe aclararse
a fin de que no se malinterprete.
Entonces, en el caso de matrimonios mixtos, si
hay consentimiento y el conyugue incrédulo no es estorbo en el desarrollo de la
fe del conyugue cristiano, entonces que no se separen (muy pocos casos), pero el cristiano debe mantener sin quebrar su
conducta cristina, porque sus buenas acciones pueden influir en el carácter del
esposo contagiándolo de buenas costumbres haciendo que abandone sus malos
hábitos, pero ¡cuidado! la cita no está a hablando de que la conducta de la esposa
creyente salva al esposo incrédulo, sino tan solo habla de santificar en el
sentido que aparta al incrédulo de malas costumbres, y es muy probable que
luego se convierta, pero será solo por la gracia de Dios.
En el caso de los matrimonios mixtos también se
llego a pensar que los hijos que tuvieran serian inmundos, sin embargo,
aplicando el mismo sentido anterior, siempre y cuando el conyugue cristiano actúe
sujeto a la obediencia a Dios en la instrucción de su hijo éste crecerá
apartado del mal, pero tampoco se garantiza la salvación en ninguno de los
casos. Depende de Dios
Ahora, en el caso de que el incrédulo quiera
separarse no debe el conyugue cristiano oponerse, sino antes dejar que el vinculo
matrimonial se disuelva, ya que no hay necesidad de que el conyugue cristiano este
penando y sufriendo una guerra en casa, con más razón si la convivencia se
torna violenta, en este caso es mejor disolver prontamente tal matrimonio y
dejar que el creyente continúe su vida en Dios sin estorbos, porque a pesar de
que el conyugue cristiano puede influir en la vida del incrédulo no hay
garantía que se convierta y sea salvo.
Esclavos de Cristo libres del pecado
17 Pero cada uno como el Señor le repartió, y como Dios
llamó a cada uno, así haga; esto ordeno en todas las iglesias. 18 ¿Fue llamado alguno siendo
circunciso? Quédese circunciso. ¿Fue llamado alguno siendo incircunciso? No se
circuncide. 19 La circuncisión nada
es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios. 20 Cada uno en el estado en que fue
llamado, en él se quede. 21 ¿Fuiste
llamado siendo esclavo? No te dé cuidado; pero también, si puedes hacerte
libre, procúralo más. 22 Porque el
que en el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor; asimismo el
que fue llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 23 Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los
hombres. 24 Cada uno, hermanos, en
el estado en que fue llamado, así permanezca para con Dios.
De acuerdo a estos versículos (17-24) sucedía también
que cada uno que se convertía deseaba trasformar violenta y alocadamente su
vida renunciando a todo, como un cambio cultural obligado de la noche a la
mañana, por ejemplo; el gentil quería inmediatamente adoptar las costumbres
judías, y en contraposición el judío quería renunciar a sus tradiciones y
actuar como gentil, a lo que Pablo dice; un momento, esto no se trata de un
cambio obligado, sino de guardar los mandamientos del Señor, por ejemplo; si se
convirtió en estado de esclavitud debe permanecer así y no entrar en una
cuestión de rebeldía, pero si puede librarse sería mucho mejor, de todos modos
todo cristiano debe saber que la mayor libertad de la que se goza es la que
Dios nos dio por medio de Cristo respecto del pecado, así que ya sea que seamos
libres o esclavos en el sentido social, de todos modos somos esclavos de
Cristo.
Las vírgenes
25 En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del
Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para
ser fiel. 26 Tengo, pues, esto por
bueno a causa de la necesidad que apremia; que hará bien el hombre en quedarse
como está. 27 ¿Estás ligado a mujer?
No procures soltarte. ¿Estás libre de mujer? No procures casarte. 28 Mas también si te casas, no pecas; y
si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne,
y yo os la quisiera evitar. 29 Pero
esto digo, hermanos: que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen
esposa sean como si no la tuviesen; 30
y los que lloran, como si no llorasen; y los que se alegran, como si no se
alegrasen; y los que compran, como si no poseyesen; 31 y los que disfrutan de este mundo, como si no lo disfrutasen;
porque la apariencia de este mundo se pasa. 32 Quisiera, pues, que estuvieseis sin congoja. El soltero tiene
cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor; 33 pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo
agradar a su mujer. 34 Hay asimismo
diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las
cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada
tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido. 35 Esto lo digo para vuestro provecho;
no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin
impedimento os acerquéis al Señor. 36
Pero si alguno piensa que es impropio para su hija virgen que pase ya de edad,
y es necesario que así sea, haga lo que quiera, no peca; que se case. 37 Pero el que está firme en su
corazón, sin tener necesidad, sino que es dueño de su propia voluntad, y ha
resuelto en su corazón guardar a su hija virgen, bien hace. 38 De manera que el que la da en
casamiento hace bien, y el que no la da en casamiento hace mejor. 39 La mujer casada está ligada por la
ley mientras su marido vive; pero si su marido muriere, libre es para casarse
con quien quiera, con tal que sea en el Señor. 40 Pero a mi juicio, más dichosa será si se quedare así; y pienso
que también yo tengo el Espíritu de Dios.
Respecto de la consulta de las vírgenes Pablo
responde dando su parecer, lo cual no se trata de una mera opinión, sino de lo
que el Espíritu le ordenaba que escribiera para este caso particular de la
Iglesia, y cuando expresa que no tiene mandamiento del Señor se refiere a que
no hay nada puntualmente escrito ni tampoco enseñanzas especificas del Señor
referidas al tema.
Primero, ya quedo claro que si está casado no
debe divorciarse para servir a Dios sino que puede servir a Dios con su vida
matrimonial, y por el contrario aquellos que están solteros y de verdad desean servir
al Señor enteramente mejor les será no casarse, pero si luego quieren casarse eso
no es pecado, y lo dice en el sentido que no es una decepción para el Señor,
pero una realidad innegable es que la vida matrimonial trae aparejado
conflictos tales como la salud de los hijos, del conyugue, la economía del
hogar, las responsabilidades diarias, en fin… Pablo dice yo prefiero que eviten
todo eso. Pero indistintamente de esto, hemos de saber que el tiempo es corto (la vida física), ya sea casado o soltero,
ambos deben priorizar a Cristo en sus vidas, por tanto no vivamos como los del
mundo que buscan obtener placeres mundanos, sino atendiendo a las cosas del
Señor como cosa primera, el mundo se pasa, todo es vanidad y aflicción de
espíritu, vanidad de vanidades todo es vanidad…
Nuevamente (verso 32 en adelante); el que es soltero
puede dedicarse enteramente a la obra de Cristo y puede incluso viajar por
diferentes lugares para predicar y servir, mientras que el casado debe atender
las necesidades terrenales de la esposa tales como vestimenta, alimentos, etc. pero
esto de ningún modo quita que pueda servir al Señor (de otro modo yo no estaría predicando), solo que estará más
restringido. Lo mismo pasa con la mujer casada y la mujer virgen, la virgen va
a poder disponerse entera para servir al Señor mientras que la casada deberá
atender las obligaciones de la vida matrimonial, ¡cuidado! No se refiera a que
la casada es mundana y la virgen es santa ¡NO!, sino es una cuestión de
ventajas al momento de servir al Señor, para los casados la vida matrimonial en
Cristo es hermosa, mientras que para aquellos que reciben el don de continencia
la soltería les parece hermosa, en fin, depende del don que reciba de Dios.
Algo que sobresale de este texto es como las
doncellas y solteros de aquel tiempo tenían la intensión de agradar al Señor,
lo cual no se ve en los jóvenes y doncellas de ahora, las cosas están
invertidas, porque las doncellas de ahora tienen cuidado de cómo agradar al
mundo y los solteros también, de otro modo no andarían vestidos de acuerdo al
mundo con toda su sensualidad, que lejos están las doncellas de ahora de ser
como las de antes, ahora están desesperadas por ponerse de novio e ir tras el
mundo y ni piensan en Cristo, del mismo modo los solteros.
Por último, Pablo aclara que todo este conjunto
de recomendaciones de ninguna manera son para privar a los cristianos o
restringirlos con respecto al matrimonio y la soltería, sino escribe para que consideren
sus vidas al momento de servir al Señor.
Es probable que algunos creyentes obligadamente
habían dedicado a sus hijas vírgenes al Señor, como una especie de voto, pero
al tiempo consideraron que no era provechoso para sus hijas que no tengan hijos,
y por esta razón antes que se les pase la edad de tener hijos querían romper el
voto, a lo que Pablo dice; no pecan a entregar sus hijas en matrimonio, y se entiende que esto era
también por pedido de la hija virgen también, pero por otro lado la doncella
que estaba firme y el padre no tenía presión ni necesidad de romper el voto
entonces Pablo considera que es mejor que siga en ese estado de soltería solo
si es para servir al Señor.
De este modo queda claro que tanto para la
virgen como para la viuda les está permitido casarse siempre y cuando sea en el
Señor, pero si pueden evitarlo sería mucho mejor, y esto lo dice no según su
parecer sino de acuerdo al Espíritu.
Conclusión
Es menester para toda iglesia tener un estatuto
que rija la conducta de los congregantes y pueda a su vez aportar solución a
las diferentes problemáticas que pudieran surgir, por supuesto que tal estatuto
o conjunto de regulaciones debe sujetarse a las escrituras para no caer en el
error del sectarismo, y entender que las regulaciones son para la buena
convivencia de la iglesia y para la buena salud espiritual del cuerpo de Cristo.
La paz del Señor Jesús el Cristo.-
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