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MENSAJE
DOMINGO 25/01/2015
Por el Hno. Daniel.-
Hasta el día de hoy hay muchos
cristianos o los que dicen ser cristianos (aquí equivale a evangélicos) que les
gustan los eventos sociales de cualquier índole, no importando que tanto este
relacionado con festejos mundanos de caracteres patrióticos, políticos,
religiosos, o mundanos de cualquier tipo.
Hay evangélicos que hasta
participan de festividades ecuménicas, comiendo y bebiendo en ellas sin
importarle nada, se escudan ellos mismos en eso de “yo solo vengo a comer lo
que pongan en la mesa, sin importar que tipo de fiesta sea”. Pero a la verdad estas
cosas deben de ser observadas.
¿Puede un cristiano ir a eventos
sociales mundanos?
A la verdad puede, pero no
debería, ya que los eventos mundanos llevan en si prácticas mundanas y
conversaciones inapropiadas que corrompen las buenas costumbres cristianas. (1°
Co 15:33)
Si un cristiano genuino
participa en una fiesta mundana donde hay comidas, bebidas, bailes y demás
jolgorios, va a sentirse entorpecido por estas acciones, debido a que será
aturdido por el accionar de las demás personas que no piensan como él. Así que
debe elegir, comportarse como los mundanos, comer y beber y bailar escudándose
en que tenemos también derecho a disfrutar de la vida, o simplemente el clásico
COMO Y ME VOY, o mejor aun NO IR.
Si de festividad se trata,
las escrituras nos relatan la asistencia de Jesús y sus discípulos a las bodas
de Cana. Hay que aclarar que Jesús asistió a una boda JUDÍA en Cana, no era una
boda PERSA, NI GRIEGA, NI ROMANA, era una boda JUDÍA, por tanto los que estaban
allí eran JUDÍOS y no gentiles.
Recalco esto porque muchos
piensan que así como Jesús fue a las bodas de Cana de Galilea, ellos pueden ir
a a cuantas fiestas les inviten sus parientes o allegados mundanos. Pero la
realidad es que aquí en las bodas de Cana solo había judíos, es algo así como
un casamiento de un hermano de la congregación, donde estaremos en un festejo
signado por conductas cristianas, comida, charlas, momentos alegres con
los novios, palabras de familiares, y aunque haya parientes mundanos, son estos
mundanos los que tendrán que aguantar las practicas del festejo cristiano.
Porque las bodas de los
hijos de Dios no deben ser como la de los mundanos. Del mismo modo, las bodas
de los judíos tenían una práctica, la cual difería en gran manera de las bodas
de los gentiles.
Una cosa es que vayas a un
evento de tus pares cristianos y otra muy distinta que te hagas participe de
fiestas mundanas que para nada aprovechan y solo aturden con su música y sus
bailes.
Bien, las escrituras nos enseñan
a que si alguien nos invita (que no sea cristiano) a comer a su casa o a un
evento, que si queremos podemos ir, y que comamos de todo lo que se ponga en la
mesa, sin preguntar qué o como.( 1° Co 10:27-33)
Una práctica apropiada
seria ir si nos invitan, comer y luego antes del baile, irnos, la popular
PÁJARO QUE COMIÓ VOLÓ.
Ahora, ¿qué pasaría si el que te
invito declara que esa fiesta es en honor a un ídolo de barro católico y que
esa comida esta dedica a ese ídolo? De pronto la celebración pasa de ser una
comida a ser una festividad religiosa y de algún modo ecuménica, ya que en la
fiesta no solo estas tu que eres cristiano genuino, sino que también hay
evangélicos, católicos, mormones, budistas, mahometanos y hasta algún que otro
musulmán.
¿Qué hacer ante tremenda
declaración? Pues es simple, levantarse e irse y no comer. NO PORQUE EL ÍDOLO
SEA ALGO O ALGO LOS SANTUCHOS CATÓLICOS, sino para que los demás no digan-¿ves,
el también come del sacrificio a nuestras imágenes sin prejuicio y si él lo
hace, pues yo también? ¿Y que si de pronto te sacan una foto en la fiesta y la
publican en facebook? todos te verán en la fiesta religiosa comiendo de la
comida dedicada a los ídolos, y dirán – entonces podemos ser como los otros y
festejar y soportar sus ídolos y aun mas, unirnos con ellos en ecumenismo.
Tu conciencia tal vez este plena,
ya que el ídolo ni las deidades católicas no son nada y nada te hacen, pues tu
conciencia no ha sido perturbada, porque de Jesús es la tierra y su plenitud.
Ni si quiera has cometido pecado ni sacrilegio al estar, pero no es por tu
conciencia, sino por la conciencia de quienes siendo más débiles te ven y no
pueden asimilar dicha información, ya que aun el dueño de la fiesta vera que tu
apruebas el estar allí y QUE PUEDES COMPARTIR EL PLATO DEDICADO A SU
DIOS, ¡¡¡¡¡CUIDADO!!!! (1° Co 10:20-21)
Es mejor no ser participes de
estas celebraciones mundanas, que son en sí celebraciones satánicas, pues lo
que no es de Jesús y con Jesús, contra Jesús es.
Así que es mejor no ir a
ninguna fiesta mundana, ni bautismos católicos, ni sus tontas comuniones ni
confirmaciones, ni sus bodas ni sus fiestas de cumpleaños, porque estas siempre
tienen un oficio religioso, o un ídolo al quien están dedicados. Y si así no
es, igual las fiestas mundanas están dedicadas a la carnalidad.
A menudo veo fotos de evangélicos
que están en templos católicos, por motivos de casamientos o fiestas
similares, escudándose en eso de “es mi pariente no podía fallar, es
solo cortesía lo que hice” está bien, pero ESTAS EN UN TEMPLO
SATÁNICO” y ¿que tienen en común la luz y las tinieblas? NO VAYAS A
FIESTAS MUNDANAS, MENOS A LAS RELIGIOSAS DE CUALQUIER
ÍNDOLE ¡SE LEAL AL REINO DE JESÚS!
Además en una fiesta mundana hay
de todo, lesbianas, homosexuales, drogadictos, pedófilos, parientes con causas
por robo y hurto etc. Y aunque las escrituras nos dicen que Jesús fue acusado
de comer con pecadores, sin embargo hay que aclarar que los que estaban con
Jesús, si en otros tiempos fueron pecadores y borrachos o ladrones o lo que
sea, pues habían dejado de serlo, ya que Jesús no estaría en casa de personas
que diciendo que creen en él no cambian su vida radicalmente, Zaqueo es
un vivo ejemplo de cambio radical.
Pero en una fiesta mundana
difícilmente los que están allí estén arrepentidos de lo que son, así que mejor
no estar en esos lugares. No se puede beber de la copa de Jesús y la de
los demonios. (Ef. 5:1-7)
¿Y LOS EVENTOS PATRIOS Y
NACIONALISTAS?
Nosotros no somos de este
mundo, si realmente hemos creído en Jesús, pues estamos en la luz y pasamos ya
de este mundo oscuro al reino de la luz (1°Ts. 5:5) (Ef. 5:8) no tenemos nada
que ver con los estados y las naciones, ni sus gobernantes ni sus políticos ni
sus próceres patrios ni sus libertadores.
Al ser extranjeros y peregrinos
en este mundo, no debemos lealtad a una bandera o una nación, solo el obedecer
sus leyes y cumplirlas, siempre y cuando estas no se opongan a la ley suprema
del reino de JESÚS. (1°Pe. 2:11-17)
No estamos obligados honrar
banderas ni próceres patrios de ninguna nación. Pero tampoco saldremos a quemar
sus banderas o a romper sus insignias simbólicas.
Como cristianos deberíamos evitar
que nuestros hijos y aun nosotros participemos de estos actos que solo generan
gastos en la familia. Por lo general veo a las mujeres afanadas en alquilar o
confeccionar trajes caros para que sus hijos salgan en actos patrios de 5
minutos. No le debemos lealtad más que a Cristo, evitemos gastar para estas
cosas innecesarias.
¿Y los eventos deportivos y
competencias?
Hacer deporte es bueno, recrea la
mente y oxigena el cuerpo, pero para poco aprovecha en el reino de los cielos.
Podemos practicar el deporte que
queramos, pero si estos se transforman en una competencia que ocupa nuestra
mente y corazón despertando amor por una camiseta o el club donde tenemos
dicha actividad, entonces estamos en un problema que se llama idolatría, estas
cosas deben ser desechadas de inmediato.
No hay ningún problema en tener
actividad física, el problema esta cuando esta actividad se transforma en
idolatría y vana competencia que nos quita de la vida cristiana normal. Un
deporte se puede hacer o no hacer, pero si amamos dicha actividad entonces
carecemos de lealtad hacia Jesús.
Un hijo de Dios no debe hacer
deporte por competencia, sino por recreación. No podemos tener nuestra mira en
premios ni coronas humanas
.
.
¿Y que de los hinchas
de fútbol cristianos?
Primero, no existe el
hincha de fútbol cristiano, o eres de Cristo o del fútbol, o cantas para Cristo
o para tu equipo de fútbol. Lo ordinario y lo santo no concuerdan ni se
mezclan.
No hay ningún problema en
detenerse un momento a ver una competencia, pero si la competencia te
genera idolatría hacia un equipo o un club, es mejor dejarlo de lado que
cometer tal pecado. Recuerda que los idolatras no entraran al reino de los
cielos. (Col. 3:5) (1°Co 10:7) (1°Co 6:9)
Jesús no va a compartir tu
vida con un burdo cuadro de fútbol o de lo que sea. Debes decidir para quien
será tu amor, si para tu cuadro de fútbol, básquet, etc. o para Cristo.
En este caso DEBES DEJAR DE SER HINCHA DE FÚTBOL (o de cualquier deporte que
demande dicha actitud)
Lo mismo es para los que van a
los estadios, el hecho de ir ya es una falta grande, Dios no está en los
estadios de fútbol, y nadie va a un estadio a ver un partido y tener comunión
con Dios. Van para encontrarse con el satánico dios del fútbol, cantarle a él,
ovacionarlo a él y entregarse a él ¡¡¡¡¡¡¡CUIDAD CON ESTA IDOLATRÍA!!!!!!
¿Y las salidas y los eventos
culturales?
Ir al cine, a los museos y las
exhibiciones artísticas lo hace cualquiera y escuchar tocar una sinfónica es
muy atractivo. Pero pagar para ir a ovacionar y ver en vivo a cantantes
musicales o grupos de rock o folclore, es tan idolátrico como ir a la procesión
católica que tienen los Salteños en el mes de septiembre.
Y colgar posters de cantantes y
deportistas o lo que sea, es lo mismo que tener una escultura de la virgen
católica en tu habitación.
Eventos culturales hay muchos,
pero si estos van en contra de la visual cristina es mejor no estar allí. Es
más, sería mejor no tener ese deseo mundano de ir, ver, estar, pero tampoco
vamos a vivir en un frasco. Seria mejor salir de este mundo, pero no podemos,
excepto que Jesús nos lleve, pero evoco aquello que Jesús dijo en su oración
con respecto a los suyos "NO TE RUEGO QUE LO QUITES DEL MUNDO, SINO QUE LO
GUARDES DE MAL.
PODEMOS DEGUSTAR CUANTA COSA ESTE
A NUESTRO ALCANCE, PERO DEBEMOS HACERLO CON EL CRITERIO DEBIDO.
Nadie puede prohibirte nada, el evangelio no
es un sistema de prohibición, es una doctrina de vida sometida a Cristo. Tu
puedes hacer lo que te de la gana, pero un hijo de Dios obedece a Jesús, se
subordina a EL y cumple los mandamientos y con el trabajo que le fue
encomendado.
Muchas cosas son licitas, pero
solo convienen aquellas que de verdad edifican y no corrompen.
Si lo que estas por hacer
corrompe tu vida y va en contra del mandamiento y las buenas costumbres, pues
no vayas a tal o cual lugar. Una cosa es ir a una exhibición fotográfica donde
se exhiben paisajes naturales y hasta pagar para verlas y aun más, comprar una
de ellas; que ir a una exhibición de fotos de mujeres desnudas o de animales
apareándose. CUIDADO TUS OJITOS LO QUE VEN.
Como hijos de Dios y súbditos del
reino de los cielos, tenemos que caminar con integridad aun en aquellas cosas
que parecen ser de menor importancia, siempre haciendo todo para la gloria de
Jesús.
Ser la iglesia no es solo un
decir, es un trabajo diario en el reino para estar en comunión con todo el
cuerpo.
La paz del Señor Jesucristo.-
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