DISCIPULANDO
A LOS ADOLESCENTES Y JOVENES
Pablo
escribió guiado por el Espíritu Santo a un joven llamado Timoteo
2 Timoteo 3
1 También debes saber esto: que en los postreros días
vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí
mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los
padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables,
calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores,
impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.
Es importante
para la Iglesia de estos tiempos, trabajar para mantener a sus adolescentes y
jóvenes en Cristo Jesús. Porque realmente estamos en tiempos peligrosos, porque
vemos como los adolescentes y jóvenes de estos tiempos son amadores de sí
mismos, vanagloriosos, soberbios, hablan obscenamente, son desobediente a los
padres, ingratos e intemperantes y todos ellos comparten las escuelas con los
cristianos, comparten deportes y actividades de diversos tipos; Por lo que la
juventud cristiana corre gran riesgo de contaminación y la Iglesia debe
reaccionar buscando la forma de cuidar a los más pequeños.
¿Con qué limpiará el joven su camino?
Esta es la pregunta más inteligente
que podría hacerse un joven o un adolescente antes de llegar a adulto.
Obviamente la repuesta a esa pregunta
está en las Escrituras
Salmos 119
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.
10 Con todo
mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de
tus mandamientos
Eclesiastés 11
9Alégrate,
joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia;
y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
10Quita,
pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son
vanidad.
Eclesiastés 12
1Acuérdate de tu Creador en los días
de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen
los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
Salmos 25
7 De los pecados de mi juventud, y de
mis rebeliones, no te acuerdes;
Conforme a tu misericordia
acuérdate de mí, Por tu bondad, oh Jehová.
Salmos 71
5 Porque tú,
oh Señor Jehová, eres mi esperanza, Seguridad mía desde mi juventud.
Proverbios 20
29 La gloria
de los jóvenes es su fuerza, Y la hermosura de los ancianos es su vejez.
Tito 2
6Exhorta
asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
Lo
que suele pasar por la mente de un adulto
Para un hijo de Dios adulto, (y aún
cuando haya crecido en la gracia del Señor), la juventud suele ser la época que
más presente está en su mente, la extraña, no por el hecho de volver a ser
joven, sino por las decisiones equivocadas que ha tomado a falta de
conocimiento; Todos quieren retroceder en el tiempo, todos quieren regresar a la
adolescencia o juventud para ajustar algunas decisiones.
Todo adulto estima con mucha certeza
que su situación actual es consecuencia de las decisiones tomadas en la
juventud.
La
adolescencia y la juventud
El discipulado en la Iglesia debe aplicarse
desde la niñez, llevando un seguimiento a lo largo del desarrollo del niño,
sobre todo en su adolescencia y en su juventud. ¿Porqué?, porque Satanás no
respeta la edad del cristiano, antes por el contrario esta como león rugiente
buscando a quien devorar (1 Pe 5:8). Y
sabemos que los más vulnerables son los adolescentes y jóvenes de la
congregación debido a su necedad y terquedad.
Sabemos cuán difícil es para la
Iglesia retener a sus adolescentes y jóvenes en el camino del Señor. Se
requiere de mucha sabiduría y carácter para encaminar a los adolescentes y
jóvenes, no dejando de lado la comprensión y la asistencia en los diferentes traumas
y situaciones por la que atraviese.
Debemos comprender que tanto la
adolescencia como la juventud son etapas duras que van acompañadas de la
frustrante realidad, y que estas cosas son las que forjan el carácter de las
personas; Es durante la adolescencia y la juventud que se forja el “yo” y eso
determinará el lugar que ocupará cada persona en el mundo.
La adolescencia (de “adolescer”:
desarrollarse) es la etapa dolorosa en la que un niño se despega de la niñez
para ser llevado a un nivel más responsable e independiente.
El tiempo inicial de la juventud es la
adolescencia, tiempo en el que el cuerpo desarrolla grandes cambios físicos y en
el que despiertan sensaciones o instintos desconocidos hasta entonces, que comienzan
a demandar la atención y a tomar el control del adolescente o joven. Y si el
adolescente no sabe tratar o dominar los impulsos carnales será arrastrado al
peligroso pantano del pecado del que no podrá escapar fácilmente. Los ministros
deben poner mucha atención en los adolescentes y jóvenes de la congregación
discipulándolos desde esa edad.
Proverbios 22
15 La necedad
está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la
corrección la alejará de él.
Las Escrituras dicen una gran verdad
sobre la adolescencia; Que la necedad es la primera compañera del joven y que
lo lleva de la mano apresuradamente. Podemos distinguirlo porque el cuerpo
crece más rápido que la mente y se producen ciertos desvaríos en el
comportamiento (socialización, integración, modismos, malas conductas, etc).
Por otro lado el mundo, o mejor dicho
el sistema mundano, saca provecho de la condición necia de toda persona, por lo
que desde temprana edad comienza a formarlo mediante duros tratamientos para
insertarlo velozmente en la funcionalidad del sistema; Para ello somete a toda
persona desde la niñez hasta la juventud durante 15 a 20 años en una horrenda y
fútil preparación estudiantil, para luego usarlo como recurso, exprimiéndolo al
máximo hasta que se hace viejo para luego desecharlo, no sin antes haberlo
dejado totalmente deshonrado y enfermo; Obviamente todo esto está encubierto y
no es algo que el hombre pueda percibir, y esto es así porque le han impuesto
desde la niñez el pensamiento que “así es la vida” y para que no sientan el
amargo veneno de esto, el sistema disfraza toda esa amargura con
entretenimiento, placeres sin sentido y también con religión cristiana.
El concepto de ser adulto según el
mundo no es otra cosa que la imposición de un estilo de vida, basado en el
dinero y en el excesivo estudio y trabajo, haciendo estimar a cada hombre que
debe hacerlo bajo la máscara de un comportamiento social “humanitario”, “ser
alguien”, basado en “responsabilidades” sin sentido.
Muy pocos adolescentes pueden percibir
por primera vez que algo o alguien está tomando el control sobre su “destino”,
la torpeza, la falta de experiencia no le deja apreciar que es o porque son impulsados
o llevados en ese ritmo del concepto llamado “futuro”.
Y aunque le duela, sin percibir el dominio,
seguirá creciendo estimando que es libre, pensando en que puede hacer lo que
quiera y no se dará cuenta que alguien o algo ya ha tomado el control de su naturaleza
y ha forjado un camino para su existencia.
Las Escrituras dicen en 1 Jn 5:19 “El mundo
entero está bajo el maligno”, lo que significa que ese algo o alguien
que toma el control de la vida, control sobre la existencia, le fascina con
vanidades, no ve su rostro, no conoce sus intenciones y le engaña diciendo “todo
va a estar bien”, “esto es lo que necesitas”, “esto es lo que tienes que hacer”,
“tienes que ser alguien”, “así es la vida”; Y esa forma de control, esa
manipulación no proviene de los padres, ni de los maestros de la escuela, no
son los gobernantes del país, ni los grupos sociales, todos ellos no son más
que esclavos y sirvientes ya sometidos y entrenados (ya fascinados).
Ese alguien o algo tiene sus reglas, y
muy pocos saben que esas reglas son contrarias a Dios, son contradictorias a lo
que dijo el Señor Jesús, pero parece que eso no importa, lo que importa es la
corriente del mundo, y eso determina
nuestra conducta, y eso es lo que nos convierte en hombres desobedientes; El
espíritu del mundo, el espíritu maligno en cada hombre es lo que le enseña cómo
vivir y convivir en la armonía misma de su ser, aunque no le veamos este ha
superado nuestra ley natural y ha establecido nuevos parámetros para tener un
completo y mejor dominio sobre nosotros.
Efesios 2
2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo,
conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
Ese algo o alguien se llama “mundo”,
todo lo que nos rodea, todo lo que podamos ver y tocar es el cuerpo mismo de un
poder que está dirigiendo con una armonía de gran precisión hacia las
tinieblas, hacia al caos, hacia el infierno.
1 Juan 5
19Sabemos
que somos de Dios, y el mundo entero
está bajo el maligno.
El mundo está bajo el maligno, y es un
poder disfrazado que nos tiene fascinado todo el tiempo de nuestra juventud,
que cuando somos adultos podemos lamentar (si somos sabios para entenderlo) la
cantidad de veces que le hubiéramos podido vencer.
La
fascinación del mundo
Pero que herramientas usa el mundo?,
como funciona? Como es que nos fascina?
[Fascinación. (Del lat. fascinatĭo,
-ōnis). f. Engaño o alucinación. / Atracción irresistible.]
La fascinación es la herramienta que
usa el mundo para tomar el control del adolescente y del joven, esta es fácil
de insertar por la necedad misma que llevamos dentro, pues no nos permite ver
lo que está ocultando tras sus maquinaciones.
Un ser inexperto como el adolescente requiere
de algún patrón de comportamiento, por lo cual busca a quien seguir, que hacer,
como hacerlo. Y sobre quien estime el patrón se producirá un elemento que se
añadirá a su carácter, este elemento es la idolatría.
El modismo de indumentarias y vestimentas,
modismos de comportamientos (grupos sociales, tribus urbanas, etc), todos estos
se transforman en patrones.
Antes estos patrones eran los mismos
padres o tutores, pero con el tiempo, el sistema requería la total atención de
los tutores para su servicio, por lo cual dejo un método automático que se
transforma en niñera y que está basado en la comunicación e interacción con el
mismo sistema.
La televisión, los juegos, el
Internet, las drogas, el alcohol, el cigarrillo son los verdaderos tutores de la
adolescencia y juventud.
Quizás dirán: El cigarrillo o el
alcohol son tutores?, y la respuesta es sí, porque generan en los que lo usan
una cultura un estilo propio de vida.
La
religión como forma de control
Y que pasa con la adolescencia o
juventud cristiana perteneciente a las congregaciones?.
Jóvenes cuyos caracteres suelen ser
diferentes, un poco más limpios quizás; Habrán o podrán ellos escapar o
escapado del sistema?. Pues NO!, el sistema es muy inteligente, tiene
trabajando en distintos ámbitos a sus leales siervos
2 Tesalonicenses 2
7Porque
ya está en acción el misterio de la
iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez
sea quitado de en medio
2 Pedro 2
1Pero
hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos
maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los
rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. 2Y muchos
seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, 3y por avaricia harán mercadería de vosotros con
palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se
tarda, y su perdición no se duerme.
Introducirán fascinadamente,
encubiertamente, errores en las enseñanzas, dañando el desarrollo del hijo de
Dios. Pero como se traduce esto con la realidad de la juventud de la
congregación?
Muchos jóvenes, en su intento
“inocente” de agradar a DIOS y en un intento de quedar bien con el mundo
(sociedad a la que pertenecen: amigos, compañeros, club, etc) en cuestiones de
moda o gustos nada benéficos (impuestas por el mismo mundo), van en busca de
cosas mundanas disfrazadas de cristianeidad.
Un joven “cristiano” (sea nuevo o no en el Camino), cuando el mensaje del Señor
le toca, éste hace un intento en su corazón por agradar al Señor, por desgracia
debida a su necedad, falta de experiencia y con el mundo de sensaciones que lo
invaden, el enemigo le ataca de una manera en la que no se da cuenta que
realmente le este desagradando al Señor.
Lucas 14
26Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y
madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida,
no puede ser mi discípulo.
Lucas 14
33Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a
todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
La disyuntiva de seguir al Señor
abandonándolo todo, genera en el joven o adolescente una confusión irracional,
pensando que solo se trata de una referencia simbólica, no le parece que fuera
real o posible hacer lo que el Señor le está pidiendo, con solo mirar a su
alrededor (demás congregantes que siguen al ritmo del mundo) estima que con que
tenga la intención de agradar a Dios en su corazón será suficiente.
Su propia naturaleza rechaza al Señor,
la rebeldía pega fuerte, su misma juventud es un factor muy importante, todos
sabemos porqué, en ésta etapa tan complicada para algunos, de la vida, existen
cosas como cambios, confusión, miedos, crecimiento emocional así como una
evolución mental (que si no se trata correctamente, puede evolucionar de manera
equívoca), y a veces muchos traumas de la infancia salen a flote en ésta etapa
de la vida (y otras nacen también).
La cuestión es que todos estos
factores son una desventaja para el joven hijo de Dios y son una poderosa
ventaja para el enemigo sobre todo la inestabilidad emocional y corporal del
joven (más en los varones que en las mujeres, me refiero a la masturbación).
Otro gran factor que aporta desventaja
es el entorno mismo, pues la juventud mundana llena de necedad impulsa y
demanda de los jóvenes a mostrar actos “heroicos” o de “valentía” frente a
situaciones que llevan a placeres mundanos, tales como fumar, beber, drogarse,
fornicar, etc.
Así que grande es la lucha para una
congregación que desea mantener victorioso a sus jóvenes.
La clave inicial es aportar mucho
conocimiento a la vida Espiritual frágil del joven, hacerlo frío frente a
demandas del entorno que los rodea, a ser inteligente para huir y salir airoso
de situaciones que lo pondrán en vergüenza delante de su Señor
La
influencia del mundo
El enemigo le hará estimar que “estar
en el Camino del Señor no significa no poder agradar al mundo siendo un
‘poquito’ como el mundo” es decir, vestir como tal, comunicarse como tal, escuchar lo que ellos escuchan, consumir lo
que ellos consumen o hacer lo que ellos
hacen, etc.
Asimismo, el joven se ve rodeado de
pensamientos como “no estimo que esté mal” o “no pienso que este tan mal”, “no
veo en qué pueda afectar mi vida espiritual”, o “no veo el pecado (o lo malo)
en esto”. Todas éstas son trampas que el enemigo nos pone como una venda en los
ojos, para acercarnos a él y, con la más pequeña falta o tropiezo, encadenarnos
a su siniestra voluntad.
Todos éstos pensamientos y
sentimientos se ven seguidos de actitudes al principio un poco rebeldes, pero
al final se vuelven bruscamente notorias.
Una de éstas es el hecho de que
empiece a buscar el escuchar música (poniendo un extremo), dando por excusa el
hecho de que “no tiene un mal contenido, o no tiene nada de malo”, “no veo que
insulte a DIOS” o “no es satánica”.
La respuesta a esto es sencilla:
Gálatas 5
16Digo,
pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque
el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí,
para que no hagáis lo que quisiereis. 18Pero si sois guiados por el
Espíritu, no estáis bajo la ley. 19Y manifiestas son las obras de la
carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20idolatría,
hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, 21envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22Mas
el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24Pero
los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
1º Pedro 2
11Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el
alma,
Mateo 12
30El que no es conmigo, contra mí
es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
-
Primero: Quitar o
anular el pensamiento de que convivimos con tres sistema “los del mundo”, “lo
satánico” y “lo de Dios”. Esto no es así, hay solamente dos reinos conviviendo
en la tierra, “El Reino de Dios” y “el reino del maligno”; El Reino de Dios es la Iglesia y el reino del
maligno es el mundo, ambos reinos son contradictorios, son opuestos, uno está
basado en la ley de la carne y el otro está basado en la ley Espiritual de
Cristo.
-
Segundo: No se puede
estar en ambos reinos, o salir de uno y entrar a otro a voluntad cuantas veces
queramos; Los que son del Reino de Dios tienen en común que han sacrificado la
carne con sus pasiones, no son dominados, sino que tienen el dominio de su
naturaleza, estén donde estén seguirán regidos por la ley Espiritual, confrontarán
luchas en sí mismo y vencerán.
No olvidemos también que el mundo
tiene religiones, sistemas humanos que intentan parecerse al Reino de Dios, con
el objetivo de controlar las masas, estas también debemos evitar.
Por lo cual, cualquier cosa que
tomemos del mundo es contraria a la ley Espiritual (sea música, sea
indumentaria, sea cualquier modismo o conductas), no puedo recoger y
desparramar, aunque parezca confuso debo entender: Como será posible existir?.
La clave es Sabiduría y autocontrol,
el objetivo o el propósito más allá de la existencia actual. Dios no valora mi
sacrificio humano por no tocar o evitar el mundo si sabe perfectamente que mi
ser está deseando hacerlo, eso es religión, eso es ser hipócrita. Por el
contrario Dios valora a quien por naturaleza Espiritual deshecha el mundo por
hacer su voluntad, pues aunque luchemos con la carne o tengamos contacto con el
mundo no me desviarán del propósito de Dios, el cual también me purifica.
Entonces si bien es inevitable tocar
el mundo, me limpio con hacer la voluntad de Dios.
Salmos 119
9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con
guardar tu palabra.
10 Con
todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos
Para ser más claro, daremos un
ejemplo;
Es bueno asistir a la escuela? La
repuesta no es “si” o “no”, sino que debo considerar que si la escuela me
brinda herramientas tales como escribir, leer, calcular las usaré
apropiadamente sin que estas me afecten el propósito de Dios, pues si me ha
enseñado a leer no lo usaré para leer revistas inmundas sino para aprender más
las escrituras bíblicas.
Entonces, también, alguno dirá “no es
malo aprender música” si la uso con “buenos” propósitos (o sea tocar
instrumentos musicales en la congregación estimando que esto agrada a Dios).
Pues este es un pensamiento equivocado, porque primeramente tengo que
considerar si es que la música agrada al Señor, la repuesta es obvia que NO, el
Señor no se regocija en la música del instrumento, quien diga eso es un
mentiroso, puesto que la música no es espiritual, sino física; Lo que estamos
diciendo es que al Señor Jesús no se le agrada con música sino con obediencia a
sus mandamientos (Jn 14:15), Jesús NO dijo
“si me aman compongan música”, sino que si le aman, “cumplan sus mandamientos”,
y en los mandamientos jamás dice “tocarás música para mi”, la forma de agradar
a Dios es viviendo una genuina vida cristiana, esa es la verdadera adoración
Espiritual, viviendo experiencias cristianas a cada momento (oración, lectura,
meditación, disciplina, amor al prójimo, evangelización) entonces el cristiano
tendrá motivos para alabar y en tal caso la música es una herramienta humana
que acompaña la alabanza.
Dicho de otro modo, el Señor no se
agradará de cuan bueno seas tocando la guitarra, o cuan buena sea tu voz, sino
de lo que haya en tu corazón para adorar con tus hechos y con tu vida. No puedes
llamar “don de Dios” al hecho de tocar un instrumento, eso no es bíblico, no es
Espiritual, tocar un instrumento es solo una habilidad humana, debo llamar “don
de Dios” al hecho de hacer salmos y cánticos espirituales basado en hechos
reales, sucesos experimentados qué verdaderamente glorifiquen a Dios, lo cual
significa que para que eso ocurra debo tener en abundancia la Palabra del Señor en mi
interior.
Sepan que el rey David antes de componer salmos y tocar instrumentos
primeramente vivió las experiencias, mató leones, mató osos (1 Sa 17:34-35), mató gigantes (1 Sa 17), venció ejércitos, fue rey, fue juez,
fue un hombre conforme al corazón de Dios (1 Sa
13:14) y
en todas estas cosas jamás le faltó oración o súplicas a Dios y esto se ve
claramente en el libro de los salmos.
Recuerden lo que dijo el Señor Jesús
Juan 4
23Mas
la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre
en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le
adoren. 24Dios es Espíritu; y los
que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren
Colosenses 3
16La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos
unos a otros en toda sabiduría, cantando
con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales.
Así que antes de impulsar a los
jóvenes a tocar algún instrumento (sobre todo en la congregación) se debe
impulsarlo (por no decir obligarlos) a comer de las Escrituras, a llenarse del
conocimiento de Dios, a orar, a expresarse correctamente, para que su adoración
sea verdadera y con su habilidad pueda tocar la música que acompañará esa
adoración.
La
influencia de los padres
A propósito de influencias, otro punto
a destacar, es el ideal equivocado que mantienen los padres cristianos de
influenciar a los hijos a realizar carreras profesionales, terminar los
estudios, cumplir metas, a estimar las alternativas de mejor desarrollo
propuestas por el sistema; Estiman que es posible ser “hijo de Dios” y a su vez
“un profesional destacado”; Valoran el hecho de que es posible “vivir bien con
las reglas del mundo siendo hijo de Dios”; Esto no es posible, no se puede
servir a dos señores, no se puede realizar una carrera sin tener en la mente la
meta de usarlos para el beneficios de obtención de bienes, reconocimiento, buen
estilo de vida, fama, popularidad, etc.., no puedes adquirir los conocimientos
del mundo filtrando las pasiones, los anhelos, la codicia, que estos generan.
Si tomas de los frutos del mundo te gustara su sabor, te esclavizará a comerlos
continuamente, pues generan una adición a la clase de vida que tiene el mundo
(por eso estamos como estamos, o somos como somos), de la cual será aún más
difícil de llevarlos al Señor, pues una mente viciada se siente a gusto con el
sistema y desprecia el camino del Señor.
Se pierde mucho tiempo en los estudio
y en carreras profesionales y es un gran desafío, aletarga el desarrollo Espiritual
del joven y posible que se pierda en el afán en la que lo han sometido. Como
quisiera que con la misma ambición con las que los padres quieren que sus hijos
estudien para que su vida sea más fácil, lo hicieran para que sus hijos se
mantengan en el camino del Señor.
Antes de influenciarlos a desafíos
mundanos, es necesario brindarles los frutos Espirituales, enseñarles de quien
dependen todas las cosas, cuales son los objetivos de una vida en Cristo.
Una mente sazonada con el conocimiento
del Señor, tiene otras perspectivas, aumentan la visibilidad, desarrollan
nuevos caracteres, nuevas expectativas, se libran del mundo y su sistema,
trabajaran aprovechando el tiempo, serán útiles para el Señor cuando los llame.
Con este criterio formado en el joven, se podrá de acuerdo a su capacidad
alentar a escoger una carrera apropiada siempre y cuando no sea muy
sacrificado, considerando que se tenga los recursos necesarios para que lo
logre, aunque expreso que esto no es para todos.
Volviendo a: Con que limpiará el joven su camino?; Expresa de forma generalizada
que es imposible pasar de joven a adulto sin tocar el mundo, sin ensuciarse o
cometer errores o dejar secuelas y heridas a posteriores. Como será posible
ayudarles?. No podemos obligarlos a saltar a una piscina si no saben nadar, no
sabrán nadar si no les enseñamos, no aprenderán sin entrar en la piscina, no
estarán seguros sino estamos a su lado hasta que lo logren por sus propios
medios.
Entonces como ayudamos a los jóvenes?.
Al respecto halle una herramienta más
1 Corintios 10
23Todo
me es lícito, pero no todo
conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
1 Corintios 6
12Todas
las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son
lícitas, mas yo no me
dejaré dominar de ninguna.
La astucia, la inteligencia y la
sagacidad del joven se verán exaltada cuando use esta herramienta, usar lo que
conviene, tomar lo que edifica, y no dejarse dominar por nada.
La
influencia de las religiones e instituciones humanas
En el ámbito de las congregaciones,
debemos cuidar a nuestros jóvenes de caer en manos de los que comercializan con
el evangelio. No entreguemos nuestros jóvenes a instituciones humanas con el
fin de editar “música cristiana” y venderlas, o estudiar teología para tener un
“título de pastor” y autorizarlos a mendigar dinero mediante el cobro de diezmos
y ofrendas.
Hay una gran cantidad de instituciones
humanas que se hacen llamar “cristianas”, cuando en realidad no son más que
gente del mundo disfrazada de predicadores de la palabra de Dios, falsos
maestros o como también los llama las Escritura (falsos disfrazados de ángeles
de luz). Por desgracia, puede que esas personas no sepan de su error (tanto
músicos, predicadores u oyentes). Algunos de esos grupos están conscientes de
su rebeldía, pero sus mentes están cauterizadas debido al amor a las cosas del
mundo, encerrados en su estilo tanto de música y doctrinas como a veces de
vida, y es el mismo pensamiento que infecta al joven oyente.
Hablamos
tanto de la música porque esto es lo que más afecta a los jóvenes de las
congregaciones actuales, pues a falta de lectura, de exhortación, de disciplina
Espiritual, se abren a campo abierto a la música cristiana considerando que
este es el objetivo del evangelio. Y son fáciles de atrapar porque la música
evoca emociones, sentimientos o sensaciones (a veces carnales), generan ídolos
humanos, cosas que no son correctas, ven o estiman a quienes las interpretan
ejemplos de vida, sin analizar los contenidos, sin analizar las vidas de dichos
músicos, dejándose llevar por las apariencias.
1
Samuel 16
7Y
Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su
estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre;
pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.
El
corazón del joven, es lo que debemos cuidar, enseñarles a limpiarse, evitar las
influencias, la rebeldía de la que no se dan cuenta.
Frente
al mundo
Es
en la adolescencia y en la juventud cuando el enemigo toma lugar en la vida del
joven, sin que éste se de cuenta, encadenándolo de una manera sutil que, por su
mismo desconocimiento de la palabra, ignora.
Es
aquí donde debemos de recordar lo que las Escrituras declaran de que “el mismo
Satanás se disfraza como ángel de luz” (2 Co 11:14).
Lo que debemos comprender es que el
mundo genera en todo joven una suspicacia (tendencia a la desconfianza), El
joven empieza a sufrir una cauterización de su mente, haciéndole estimar que él
tiene la razón y que las demás personas (o hermanos) “no lo entienden” o “están
fuera de tiempo o moda, u onda”. Gran parte de esos pensares, es también la
influencia de gente de su entorno “no cristiano” o “casi cristianos” (estos
últimos son jóvenes de la misma congregación que están desfasados de la
verdad). Comentarios como “¿Y qué hay de malo en ello?”, “¡No exageres!” o
comparaciones con otras personas “cristianas” conocidas también por ellas,
diciendo que ellos también hacen esas cosas y su vida espiritual no cambia.
La
televisión también es un factor, uno MUY importante; Hay que enfatizar que, en
sí, la televisión es mala, y aún en la programación televisiva “cristiana” se
ven pésimas influencias, ya que en programas para jóvenes se ve a los
conductores con la misma apariencia mundana, y esto confunde a jóvenes nuevos,
o con poca relación con Dios, haciéndoles caer. A veces dichos conductores
tienen apariencias idénticas a conductores de programas seculares de gran
rating.
Otra
manera de contaminación es por las amistades con las que se ven vinculados por
el mismo entorno (escuela, club, barrio, etc)
La
juventud del mundo esta avocada a entregarse a placeres, a disfrutar de aquello
que llaman “libertinaje”, la astucia y la sagacidad de estos superan
ampliamente al joven hijo de Dios.
Lucas 16
8Y
alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en
el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
Así que sobre esto no hay más remedio
que evitárselos (sobre todo en la adolescencia), no prohibiendo, sino filtrando
los entornos, prefiriendo aquellos que generen un adiestramiento en lo
deportivo, o comunicativo, o laboral, teniendo siempre en cuenta que estas
cosas se consideren en lo posible lícitas.
Fortalecer su vocabulario, ampliarlo
en su expresión para evitar los insultos y las “malas palabras”
Hoy en día los padres cristianos se
hacen a la idea que si su hijo cristiano es fuerte puede volcar a otros amigos
al evangelio, penosamente la realidad muestra que ante la ineficacia del joven
(por falta de conocimiento y experiencia) no logrará transformar la vida de
algún amigo mundano, sino que ocurre al revés, un joven cristiano se convierte
en un joven cristiano mundano.
El
contacto con los del mundo no es el problema real, lo real son las actividades
a las que se dedican y a las cuales quieren hacer participes a todo el entorno
para generar una unidad en común. Son estas actividades las que fascinan a los
jóvenes, el hecho de ser invitado a fiestas, lugares, hacer, oír o conversar
cosas no cristianas (oír música, o tener conversaciones).
Un
ejemplo de ello, puede ser desde el inicio de una “inocente” conversación (que
en algún momento convergerá a algo malo, puede ser groserías, insultos, sexo,
etc), hasta a una invitación a una disco, a tomar, etc.
Cuando
el joven está solo, frente a la compañía de una persona o varios jóvenes no
cristianos, su situación es similar a la de un cordero recién nacido (debido a
la falta de conocimientos bíblicos) en medio de una jauría de zorros, astutos y
hambrientos. Esta es una situación grave porque el joven se encuentra
desprotegido en conocimientos y muy vulnerable espiritualmente. El joven puede
encontrarse conversando, hasta cierto punto “sanamente” con su(s) amigo(s) y en
un cierto punto de la conversación, ser invitado a, digamos, escuchar una
canción (caso leve) pero luego impulsado a bailar, tomar, ir a una disco (casos
muy graves), o hacer otra cosa aberrante o que pueda ensuciarlo, avergonzarlo,
contaminarlo o aun condenarlo a ser apartado de Dios.
Un
poquito de luz podría llevar al muchacho a preguntarse ante tal invitación, “si
ellos saben que soy “cristiano”, ¿por qué me ofrecen esto?; Si esto fuera
posible, es ahí donde él tiene la fuerza de voluntad para decir “No” (aunque
sea muy difícil decirlo) y considerar que ese entorno no es el apropiado para
él, por la simple razón de que no respetan sus convicciones; Pero si es muy
“necio” espiritualmente no verá la contrariedad y será arrastrado por el
entorno, es en ese justo momento cuando las legiones satánicas hacen su
presentación, a veces no muy notoriamente, otras sí. La plática podría ser
así. (Amigo, será denotado por letra A,
Joven por J).
A:
“¿Porqué no?”.
J:
“Porque soy “cristiano””.
A:
“¿Y qué tiene que ver?”.
J:
“Pues porque está mal, y no debo”.
A:
“¿Y porqué no? Yo no le veo lo malo.”.
Y
es ahí donde viene un “Crack” a la cabeza del joven, seguido por la pregunta en
su mente “Es verdad, ¿porqué no?”, es una bomba de gran tamaño que le ataca y
lo peor es que no se encuentra protegido, ni tiene el arma de las Palabras para
contrarrestar a las huestes satánicas.
A
falta de repuesta cede, pero un joven formado plenamente en la Palabra recordará las
escrituras, expresiones tales como:
Salmos 1
1 Bienaventurado
el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni
en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que
en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como
árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su
hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
4 No así los
malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto,
no se levantarán los malos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de
los justos.
6 Porque
Jehová conoce el camino de los justos; Mas la senda de los malos perecerá.
Proverbios 3
1 Hijo mío,
no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;
2 Porque
largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.
3 Nunca se
aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en la
tabla de tu corazón;
4 Y hallarás
gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.
5 Fíate de
Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
6 Reconócelo
en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
7 No seas
sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal;
Considero
que un joven bien formado, pueda salir airoso, y aún generar una especie de
respeto debido a la sabiduría con la que contrarresta las preguntas del entorno
asociado.
Además
el mismo joven se dará cuenta si sus amigos le respetan en sus ideales o aun le
desechan, en este último caso sabrá automáticamente que no son sus amigos. Si
así no fuera la misma necedad le llevara al joven a preguntarse con gran
titubeo, “¿Qué dirán de mí?” (que es un arma maestra del enemigo) y caiga en
hacer lo malo. Cuantos han cedido al primer cigarrillo? A la primera copa de
bebida alcohólica ofrecida?, Cuantos han dicho NO?.
Hay
que enseñarles a nuestros jóvenes a saber discernir a las personas y espíritus,
pero para ello se necesita estar firmes en la lectura y en la oración. El único
remedio en éste caso es orar por esas personas, pero, de nuevo, volvemos al
problema de la debilidad de la oración en esa persona.
Por último la llave para salir
victorioso es:
2 Timoteo 2
22Huye también
de las pasiones juveniles, y sigue
la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al
Señor.
1 Corintios 6
18Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado
que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su
propio cuerpo peca.
1 Timoteo 6
8Así que,
teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 9Porque los
que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias
y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; 10porque
raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se
extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.
11Mas
tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad,
la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.
Aunque suene poco valiente esta es la
llave: HUIR
Huir no es salir corriendo, no es
esconderse, Huir es “NO te dejes
atrapar”
Todo el tiempo de la juventud, el
joven es como la gacela perseguida por el cazador, el concepto de valentía es
contradictorio para el mundo, pues llaman valiente al que con miedo ha salido
airoso, cuando a la verdad es al revés, no es la falta de miedo lo que hace al
hombre valiente, sino la seguridad que tenga para enfrentarse a aquellos que
los otros temen, y esa seguridad está basada en el conocimiento y temor de
Dios.
El joven José huyo de la mujer de
Potifar, por las convicciones referentes a su Dios. (Ge
39)
El joven David enfrento con seguridad
a Goliat por el respaldo que tenía en Dios. (1 Sa 17)
El joven Daniel propuso en su corazón
no contaminarse (Dn 1:8)
No podemos evitar o prohibir que
nuestros jóvenes tocar el mundo, pero si podemos fortalecer su conocimiento, aumentar
su temor a Dios, considerarlos respaldados y asegurados.
Después de esto solo nos queda esperar
con oración a que pasen ese valle y aún estén en el Camino.
1º Timoteo 4
12Ninguno
tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor, espíritu, fe y pureza. 13Entre tanto que voy,
ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza.
¡ JESUCRISTO ES EL SEÑOR !
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