PÁGINAS DE INTERÉS

EL CRISTIANO Y LA CONGREGACIÓN




MENSAJE DOMINGO 18/10/2015

Por el Hno. Santiago.-

En esta oportunidad queremos desarrollar muy básicamente o parametrizar resumidamente cual es la relación entre el cristiano y la congregación, es decir, que rol debe cumplir el cristiano en la congregación y que rol debe cumplir la congregación para con el cristiano.

Existe una gran problemática en la Iglesia actual respecto de cuales son los deberes y derechos del cristiano dentro de la congregación y viceversa.
Muchos cristianos se quejan de la gobernabilidad de la congregación, del abuso de poder, del autoritarismo de los pastores o ministros, de la ambición económica de los pastores o ministros, del estilo de vida de los pastores, de la falta en el cumplimiento de los requisitos bíblicos; Existen tantas denuncias respecto de los ministros actuales, de sus pecados, de sus vicios, de su mal ejemplo; y que muchos siguen aún en el ministerio, avalados por la institución o por otros ministros, etc. También se quejan de la falta de organización, de la falta de administración, de la falta de control, de la falta de dirección, de la falta de justicia, etc..
A su vez el cuerpo ministerial, se queja de la membrecía, por falta de disciplina, por no respetar a las autoridades, por falta de colaboración, por falta de compromiso, etc..

Hasta el día de hoy no se sabe cual debe ser la correcta forma de administración y organización de la congregación; Se han formulado tantos modelos, tantas estructuras, tantas instituciones para gobernar y controlar a las masas, (muchas de las cuales fracasan) pero nadie sabe cual es la verdadera forma de gobierno que debe tener la congregación.

¿Qué considera usted al respecto?, ¿Cómo debe organizarse la congregación?, ¿debe haber un cuerpo directivo?, ¿debe haber una organización? ¿debe tener líderes?, ¿debe la congregación ser administrada socialmente, políticamente, económicamente?; ¿Debe la congregación comportarse democráticamente?; Si así fuera; ¿Quiénes eligen los dirigentes? ¿Cómo se hace?
A su vez: ¿Qué rol debe cumplir el cristiano en la congregación?, ¿debe sujetarse al cuerpo directivo?, ¿le debe obediencia total o parcial a los ministros y ministerios?, ¿debe la congregación regular la conducta del cristiano? ¿regular su estilo de vida? ¿su aspecto, moral, ético, social, económico?, ¿tiene voz y voto el cristiano dentro de la congregación?, ¿tiene derecho el congregante de expresarse libremente?, ¿de pensar de manera diferente?, ¿de vivir de manera diferente?.

Todas estas cuestiones nos llevan a pensar de que verdaderamente debe haber alguna forma de organización y administración para la buena funcionalidad de la congregación; La cuestión es como formulamos esa administración de manera Espiritual y bíblica.

Para comenzar, es importante destacar que el principal inconveniente que existe, desde hace varios siglos, para formular un modelo organizativo de congregación, parte de la educación o formación mundana secular de todas las personas; Debido que todo individuo está pasmado de conceptos mundanos, tales como democracia, libertad de expresión, derechos humanos, igualdad, justicia social, etc… Muchos cristianos consideran que tales "virtudes" deben también formar parte de la organización de la congregación y ese es el principal error. Son las estructuras seculares que hoy contienen a todo ser humano, que hace que las personas que se convierten a Cristo no sepan con precisión cual debe ser el rol que debe cumplir la congregación con respecto a la vida cristiana y viceversa.
Sumado a lo descrito, debemos mencionar también que la mayoría de las religiones cristianas y en general los cristianos están sumido en el formato de congregación medieval, de origen católico y absorbido también por el protestantismo, en el que existe un cuerpo directivo jerárquico autoritario sobre una membrecía congregacional y eso no es bíblico.

Trataremos, por tanto de ordenar conceptos básicos. Desde el hecho en que nace una congregación, su organización y la integración de las personas.

Tanto la Iglesia como el cristiano, tienen un punto de partida en común, ambos tienen un origen o un nacimiento, ambos pasan por un desarrollo, ambos cumplen una función, ambos tienen un propósito el cual es también común.
Miraremos con atención textos bíblicos respecto de cómo se organizaba la Iglesia en los primeros días.

La Iglesia
Comenzaremos con la Iglesia.
¿Cómo nace una Iglesia?; Pues bien, la Iglesia nace como consecuencia de una Obra Espiritual, llevada a cabo por uno o varios discípulos de Cristo dotados para tal objetivo. Hablamos de Obra Espiritual y un grupo humano.
Entonces se reflejan dos sentidos, o dos aspecto, llamaremos a uno de ellos el "sentido o aspecto Espiritual" y el otro "el aspecto humano".
En el sentido Espiritual la Iglesia es la Obra del Señor Jesús, en el aspecto humano es un cristiano o un grupo de cristiano que lleva adelante esa obra, mediante la predicación del Reino de Dios (Mt 28:19-20).

En el libro de Hechos podemos constatar, que después de Pentecostés, fue el Espíritu Santo quien llenó y dotó a los que estaban reunidos con virtudes capaces de promulgar y expandir el Reino de Dios, tal como lo hizo Cristo.

Vemos que Pedro fue el primero en formular un discurso que tuvo como resultado el añadimiento de tres mil personas.

Hechos 2
36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
37 Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? 38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. 41 Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Es importante destacar "se añadieron", ¿A que se añadieron?, ¿Dónde se añadieron?. Se añadieron a un club social?, a un grupo humano?.. NO. Se añadieron a la doctrina de Cristo.
Es la doctrina del Señor Jesús la que define a la Iglesia como Iglesia.
Es la doctrina del Señor Jesús la que establece los primeros parámetros para que nazca una congregación.
Una congregación nace con la promesa de la Vida Eterna y de la recepción del Espíritu Santo para justificación y santificación en todos aquellos que se arrepienten y se bautizan en el Nombre del Señor Jesús. Y como consecuencia se obtiene un grupo humano unificado del sentir de Cristo, organizado y administrado por los discípulos de Cristo, a esto se refiere "perseveraban en la doctrina de los apóstoles".
El principio fundamental de la organización de la Iglesia, parte de una Voluntad Espiritual reflejada en el obrar, el accionar y la predicación de los que llevan adelante la Obra de Dios.

Como puede observarse bíblicamente, la Iglesia como asamblea o congregación se concibe de la evangelización hasta llegar a la formación de un grupo humano que ha conocido al Señor Jesús en su plenitud mediante el adoctrinamiento y los frutos del Espíritu Santo.
Existe entonces un grupo primario base, que tiene la facultad de organizar y administrar la congregación mediante la doctrina del Señor Jesús. A esto se suma una serie de rudimentos pocos especificados en las Escrituras; Pero coincidimos en que todos los rudimentos contemplan como objetivo principal establecer y mantener una comunidad cristiana, es decir, que la doctrina del Señor Jesús tiene como resultado final una comunidad cristiana que tienen en común todas las cosas.
Esta funcionalidad congregacional, jamás debe cambiar; Se pueden cambiar los rudimentos, pueden cambiar los tiempos, pero la funcionalidad de la Iglesia y la vida cristiana jamás van a cambiar. Esto se ha establecido hace casi 2000 años y todavía sigue en vigencia.

Fue el Señor Jesús que por tres años y medios estuvo con sus discípulos enseñándoles que es el Reino de Dios y como se debe vivir en ese Reino.
Fue el Señor Jesús que preparó con su ejemplo a sus discípulos para que enseñaran al resto en lo que consiste ser la Iglesia.

Los apóstoles nos han enseñado que en el sentido Espiritual, la Iglesia es el Cuerpo de Cristo y Cristo la Cabeza.

Colosenses 1
18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;

Esto no debemos olvidarlo jamás. La Iglesia es parte del Señor Jesús; La Iglesia no es un club social, no es una reunión de fines de semana, no es una asociación civil de la cual puedes entrar y salir cuando uno quiera. Existe un vínculo más allá de lo humano, más allá de lo que podamos pensar o estimar. La Iglesia es parte de Dios, familia de Dios.

Efesios 2
19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

Desde un principio, podemos ver en las Escrituras que el adoctrinamiento Espiritual era suficiente para obtener una congregación comunitaria firme y unificada.
Lamentablemente en la actualidad ya no se contempla el modelo bíblico de congregación, sino que se ha cambiado por otro modelo que viene deteriorando y dividiendo a la Iglesia desde hace siglos. Ese modelo debe ser desechado para volver al modelo bíblico.

Hablemos ahora del cristiano
Cuando una persona se convierte a Cristo, su cambio se refleja también en dos aspectos o sentidos, en el sentido Espiritual y en el aspecto humano.
Las Escrituras definen perfectamente estos dos sentidos.

1 Corintios 12
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.

En el aspecto Espiritual, todo creyente bautizado y adoctrinado es miembro del Cuerpo, miembro de la Iglesia.
En el aspecto humano, es un individuo que comienza a ser dotado de una cultura cristiana por parte de los maestros, con el objetivo de edificarlo y asociarlo con el resto de los integrantes de la familia de Dios. Consideramos que esta etapa es la más complicada para ambas partes.

De tantas cosas que se puede expresar del aspecto humano, hoy buscamos lo que compete al cristiano con respecto a la congregación.

Como ya hemos mencionado en otras meditaciones, la conversión cristiana no es solo una conversión ideológica o filosófica acerca de Dios, la conversión cristiana es una conversión cultural; La conversión de cultura no se produce de un día para el otro. A medida que pasa el tiempo el cristiano deja atrás los rudimentos del mundo para responder a los rudimentos de la congregación. Al respecto, el primer inconveniente del cristiano que se inicia, es que sus prejuicios son su principal oponente; Tales prejuicios son frutos amargo de la cultura mundana, de esa formación basada en la filosofía secular, la cual es muy distorsionada, desconfiada, ventajista, etc.. Y sacar eso de un cristiano es una dura labor, sobre todo porque durante el proceso se generan controversias que afectan su estado anímico y social.

La Organización de la Iglesia
Entonces, habiendo hablado resumidamente de la Iglesia como congregación y del cristiano, consideramos que ambos tienen objetivos claros; Y para que se cumplan sus respectivos objetivos, se requiere de una organización, de una administración y de un orden. Y todo eso está detallado en las Escrituras:

Efesios 4
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Efesios 2
20 edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.


Gálatas 5
13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

¿Qué debe esperar el cristiano de la congregación?: Entretenimiento y diversión?, un show que apele a lo emocional? un centro de ayuda social o económico? Compasión por su vida viciosa y pecaminosa?. NO
La repuesta bíblica es edificación; El verdadero convertido espera de la Iglesia "edificación", que se traduce en adoctrinamiento, discipulado, entrenamiento, disciplina en la buena conducta.

Tito 3
8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. 9 Pero evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho. 10 Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo, 11 sabiendo que el tal se ha pervertido, y peca y está condenado por su propio juicio.

Hebreos 10
24 Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

¿Que espera la congregación de cada uno de sus miembros?. Material de construcción?, bienes o dinero para el pastor o ministro?, Mano de obra para edificar un templo de material?.
¿Espera la Iglesia la opinión de los congregantes, las ideas, las murmuraciones, las quejas?: NO
La repuesta bíblica es santificación; La Iglesia espera que cada uno de sus miembros se santifique, que se traduce en buena conducta, en buen testimonio y disponerse para los diversos oficios o servicios dentro de la congregación.

Esto indudablemente nos lleva a establecer alguna forma de organización. ¿Cuál es esa forma?
Desde la antigüedad podemos ver que el pueblo judío ha pasado por diversa formas de gobierno o control y todas han fracasado; Primeramente se organizó por tribus, con sus respectivos ancianos teniendo a los levitas como la tribu que mediaba entre Dios y los judíos, posteriormente se requirió de jueces, de reyes, de gobernadores, pero ninguna de estas estructuras de dominio sirvió para santificar al pueblo; Ninguna forma de liderazgo o dominio humano sirve a los propósitos del Señor.
Cuando el Señor Jesús se manifestó en carne, finiquitó el Antiguo Pacto y puso un Nuevo Pacto dejando sin efecto cualquier forma de gobierno sobre su pueblo y estableció un sistema de servicio y de ayuda mutua (Jn 13:1-20).
Pero aún con todo siempre se ha necesitado de una organización; Organización que desde un principio ha sido ministrada por los discípulos y que a través de los siglos nos han quedado como ejemplo paramétrico, aunque lamentablemente parece no satisfacer las necesidades de la Iglesia actual.
Desde hace siglo se ha insertado la estructura institucionalizada con la idea de que la Iglesia debe estar regida por un "líder" al que llaman "pastor" o "pastor principal", pero eso no es bíblico; Jamás las Escrituras hablan de "líder" ni de "pastor principal", ni siquiera se menciona un solo sinónimo de ella; Porque la Iglesia no necesita líderes, ya tenemos un Señor, un único Pastor, un único Maestro y su voluntad manifestada por su Espíritu en un conjunto de ancianos que están para guiar y aconsejar a los congregantes.

Leyendo las Escrituras podemos ver que la organización y administración de Iglesia está basada en el consejo de ancianos locales.

Hechos 14
23 Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.

Tito 1
5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;

A partir de esto se desprende todo una estructura que permite dilucidar como debe ser el comportamiento organizativo de la Iglesia como congregación.
La Iglesia debe tener una organización Espiritual dual, llevada a cabo por los que llevan adelante la Obra Espiritual y una organización estructurada o institucional humana que sirva para administrar todo lo concerniente a las actividades mancomunadas de la congregación. Un ejemplo de esto puede verse en Hechos 6 cuando la congregación requería de una organización en las tareas sociales y los apóstoles no dejaron la obra Espiritual para atender tal necesidad, sino que establecieron diáconos que se encargaran de esas áreas.

La Organización y Administración Presbiteriana
Entonces bíblicamente podemos observar que el Espíritu Santo estableció una organización administrada por ancianos. Y ese es el modelo que debe volver a las congregaciones para que la Iglesia funcione como Iglesia.
Debemos dejar las instituciones religiosas y reordenar los ministerios, haciendo que cada congregación sea autónoma teniendo un cuerpo de ancianos.
Ahora bien, entre los ancianos que trabajan de manera conjunta se establecen funciones particulares pero mancomunadas. A través de las cartas de Pablo y el relato del libro de los hechos se distinguen varios tipos funcionales de ancianos: Están los obispos (los que vigilan el comportamiento de los congregantes), también considerados como pastores, los maestros dedicados a la enseñanza doctrinal, los diáconos en consejería, predicadores, etc.
Los diáconos son un nexo entre la organización Espiritual y la organización social. Los diáconos administran los aspecto sociales de la congregación, dejando abierto la posibilidad de votaciones de los congregantes en ciertos aspectos administrativos en cuanto a recursos y usos de los recursos.
Pero la elección de ministerios y servicios Espirituales está exclusivamente en manos de los que dirigen la Obra Espiritual, sujetos expresamente a la Voluntad del Espíritu Santo.

Esquema Básico de Organización

-       Cristo es la Cabeza de la Iglesia (Col 1:18)
o   Obra Espiritual: Cuerpo de ancianos (apóstoles, evangelistas, profetas, pastores, maestros)
o   Administración social: Cuerpo de diáconos (servicios generales en el aspecto social de la congregación)

-       Miembros
o   Grupo humano con el sentir de Cristo Jesús
o   Cada miembro es morada del Espíritu Santo (1Co 6:19-20).
o   Cada miembro cumple un rol en función de la organización y administración (deberes cristianos)

-       Fundamento de Organización: El fundamento de los apóstoles y profetas; Tenemos la Ley de Dios por medio del Nuevo Testamento.

Debemos restablecer el orden Espiritual y reescribir el "manual de organización congregacional" para la Iglesia de los últimos días.

Que esto sea un punto de partida para que las congregaciones de estos tiempos comiencen a volverse al modelo bíblico y dejen que el Espíritu Santo gobierne de manera funcional la Iglesia.



La Paz del Señor Jesús

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