MENSAJE DOMINGO 27/03/2016
Por el Hno. Gabriel.-
Año aproximado
Continuando con la temática “La vida y obra de
Jesús”, luego de haber ordenado hasta aquí los eventos históricos y
proféticos de forma secuencial y cronológica, desde el nacimiento de Juan el
bautista y Jesús el Mesías hasta su posterior desarrollo y adultez,
posicionándonos así en el año 26 dC y siendo ya Jesús de 30 años de edad (Lc 3:23),
habiendo abordado también el inicio y desarrollo del ministerio de Juan el
bautista, continuaremos con el relato del bautismo de Jesús en el rio Jordán por
medio de Juan el Bautista;
Mateo 3
13 Entonces Jesús vino de Galilea
a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito
ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
15 Pero Jesús le respondió: Deja
ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó.
16 Y Jesús, después que fue
bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía
sobre él.
17 Y hubo una voz de los
cielos, que decía: Este es mi Hijo amado,
en quien tengo complacencia.
Marcos 1
9 Aconteció en aquellos días,
que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
10 Y luego, cuando subía del
agua, vio
abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él.
11 Y vino una voz de los
cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.
Lucas 3
21 Aconteció que cuando todo el
pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió,
22 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma
corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo
amado; en ti tengo complacencia.
Juan 1
29 El siguiente día vio Juan a
Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado
del mundo.
30 Este es aquel de quien yo
dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero
que yo.
31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32 También dio Juan testimonio,
diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33 Y yo no le conocía; pero el
que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que
permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34 Y yo le vi, y he dado
testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
Contexto histórico
En la
meditación anterior se había hablado del ministerio de Juan el bautista,
profeta enviado por Dios con el trabajo de preparar al pueblo judío para el
recibimiento del Mesías. Recordamos que los judíos por un periodo de aproximadamente
450 años no habían tenido ningún profeta de Dios, desde Malaquías en adelante generaciones
enteras pasaron sin conocer y escuchar a un profeta de Dios, su situación
espiritual como nación y pueblo de Dios estaba en crisis, tal como el proverbio
(Pr 29:18) lo
declara “sin
profecía el pueblo se desenfrena”, no tenían dirección, estaban en bancarrota
espiritual, su situación era como estar sin agua en medio de un árido desierto.
La evidencia de su situación espiritual la vemos reflejada en el estado de la sociedad
de ese tiempo, gran cantidad de endemoniados, muchos leprosos y personas con
enfermedades raras, líderes religiosos corruptos, muchos pobres maltratados por
gente adinerada, etc. Había una gran necesidad de Dios en sus vidas.
Es por
esto que cuando Juan el bautista apareció como profeta de Dios en Israel mucha
gente se regocijo con él y busco respuestas por medio de él (Lc 3:10-14),
Jesús mismo declara de Juan en Juan 5:35 El era antorcha
que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz… y esto es porque había mucha necesidad de
Dios en ellos, estaban sedientos en medio de un desierto espiritual de 450 años,
y de repente una voz enviada de Dios aparecía clamando en ese desierto (hablo en sentido figurado). Juan fue
aceptado por la multitud judía, Mateo 14:5 y 21:26 declaran que tanto Herodes
como los sacerdotes y ancianos de Israel no se atrevían a echar mano directamente
de Juan porque temían al pueblo porque todos tenían a Juan por profeta, y no
cualquier profeta, de hecho él es el básicamente considerado el mejor de todos
los profetas (Mt
11:11) - ¿se lo imaginan? Durante 450 años no tuvieron profeta
de Dios y de repente aparece uno con el espíritu y poder de Elías, el único que
tenían en ese tiempo, es obvio que lo iban a defender -
Pero
además de esto, el contexto aquí es también que todas aquellas historias que
habían trascendido desde hacía 30 años atrás, que a un tal Zacarías se le había
aparecido un ángel en templo y posterior a ello el testimonio de unos pastores
diciendo que un ángel le anuncio el nacimiento del Mesías en Belén, luego una
tal profetiza llamada Ana anunciando en el templo que el Mesías había nacido, y
también la historia que unos magos habían llegado del oriente preguntando por
el Rey de los judíos que había nacido en Belén, no fueron datos irrelevantes
para la gente de ese tiempo, esas historia no pasaron desapercibidas en la
sociedad, de hecho había diferentes grupos de personas que estaban en busca del
Mesías (zelotes, esenios, etc.), es también
por ello que cuando Andrés vio y escucho a Jesús fue luego a buscar a su
hermano Pedro y le dijo; “hemos hallado al Mesías” (Jn 1:41), lo mismo le dijo también Felipe a
Natanael (Jn
1:45) (hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés y los profetas…) dando a entender con estas
expresiones que había gente que lo estaba buscando. Gente que había realizado
los cálculos a partir de la profecía de las setenta semanas del profeta Daniel
y entendía que estaban en el tiempo de la manifestación del Mesías.
Aun Juan
el bautista esperaba la manifestación del Mesías, y a pesar del parentesco que
tenía él con Jesús, aun así él no conocía al Mesías, aunque hay algunas conjeturas
que dicen que Juan y Jesús se conocían desde antes, de cualquier manera, aun
así, Juan no supo que Jesús era el Mesías sino hasta el día en que las señales departe
de Dios se manifestaron en Él.
Las causas del bautismo de Jesús
Ahora
bien, habiéndonos introducidos un poco en el contexto y situación social de la
época, vamos a abordar el tema central de esta meditación el cual es “hablar del bautismo de Jesús”, y una de
las inmediatas cuestiones a resolver cuando se trata este temas es ¿Por qué se bautizo el Señor Jesús? Si el
bautismo de Juan era para los pecadores arrepentidos ¿por qué Jesús se bautizo
si él no era un pecador, o si?
Marcos 1
4 Bautizaba Juan en el desierto,
y predicaba el bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados. (Mt 3:11, Lc 3:3)
1°Pedro 2
22 el cual no hizo pecado, ni se
halló engaño en su boca; (Is 53:9, 2°Co
5:21, 1°Jn 3:5)
De acuerdo al estudio bíblico es lógico llegar a este dilema
o disyuntiva, cada uno de nosotros sabemos que Jesús no cometió pecado alguno
sino que su vida fue perfecta y pura, por tanto, si el bautismo de Juan era
para arrepentimiento y perdón de pecados entonces no había razón alguna para
que Jesús se bautice. Pero nosotros no somos los únicos que hemos llegado a
esta disyuntiva, aun el mismo Juan el bautista se topo con este dilema.
Mateo 3
13 Entonces Jesús vino de
Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito
ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?
15 Pero Jesús le respondió: Deja
ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia (pero entendemos que justo era que no se
bautice ¿verdad?). Entonces le dejó.
Primera causa - por
obediencia
Este texto revela nuestra primera causa del bautismo de
Jesús, y demuestra que Jesús se bautizo en agua no porque era un pecador
arrepentido que necesitaba perdón de pecados, sino por obediencia total a la
voluntad del Padre (esto significaba cumplir
toda justicia). Jesús al tomar forma de hombre se convirtió en un siervo de
Dios, dispuesto a cumplir cada demanda del Padre a fin de consolidar el plan de
redención. Él como hombre fue un perfecto siervo porque cumplió la voluntad de
Dios haciendo todo cuanto se le ordenaba sin objetar absolutamente nada (Jn 6:38 he descendido
del cielo para hacer la voluntad del Padre…, 5:30 no puedo yo hacer nada por mi mismo…). Él fue un siervo fiel hasta la muerte (Fil 2:8).
Muchas veces cometemos el error de pensar que Jesús fue obediente sencillamente
porque él era el Mesías, sin embargo, Jesús estando en la condición de hombre
aprendió la obediencia por medio de las diferentes situaciones que pusieron a
prueba su fidelidad al Padre - Hebreos 5:8 Y aunque era
Hijo, por
lo que padeció (experimento) aprendió la obediencia –
Él demostró ser obediente hasta la muerte no por una virtud o cualidad divina –
si así fuera hubiera sido muy fácil - sino por medio de lo que
experimento como hombre. Además, Jesús no fue considerado obediente sencillamente
por obedecer los mandamientos y orar, sino por obedecer al Padre en aquellas ordenanzas
que atentaban aún contra su propia integridad física, y con esto nos referimos
a tribulación, escases, vituperio, humillación, muerte, etc. Nuestro sentido de
preservación muchas veces se opone a una perfecta obediencia a Dios, por ejemplo; es fácil intentar ser
obediente leyendo la biblia y orando, pero que pasa cuando Dios demanda de ti
algo que atenta tu integridad física o la de tu familia, algo que pone en
riesgo tu vida carnal o la de tu hijo- ¿obedecerías? - qué
pasa si Dios ordena que vayas a la muerte sin causa justa delante de los
hombres
– ¿lo harías?– que pasa si Dios demanda la vida de tu único hijo –
¿obedecerías? - qué pasa si Él quiere humillarte delante de todos,
que pasa si quiere dejarte sin nada - ¿cumplirías toda justicia?-
Cumplir toda justicia radica en obedecer a Dios en todo
cuanto Él disponga sin objetar absolutamente nada. Y esto fue lo que también casualmente
hizo Abraham cuando Dios le ordeno que saliera de su tierra abandonándolo todo (casa, hermanos, padre, madre, bienes, etc.),
el cual obedeciendo salió sin cuestionar absolutamente nada, sin saber si el
iría bien o mal en el camino, tan solo obedeció, también estuvo dispuesto y no
dudo en sacrificar a su único hijo (Isaac)
el cuál era el cumplimiento de la promesa (Gn 15:4-6), sin embargo obedeció y tal
obediencia le fue contada por justicia aun cuando no existía la ley divina que
determinaba lo que era justo delante de Dios, o sea, sin estar grabada la ley
de Dios Abraham fue contado por justo por causa de su obediencia – las escrituras dicen; creyó
Abraham y le fue contado por justicia – (Ro 4:3, Ga 3:6), cumplió la
justicia de Dios.
Entonces, una de las razones por la cual Jesús paso por la
aguas del bautismo fue por obediencia al Padre, aun sabiendo él que no
necesitaba de tal bautismo ya que había vivido en perfecta obediencia y
justicia, de todos modos fue bautizado con los pecadores porque era parte del
plan divino de redención, como una prefigura de lo que había de acontecerle al
final de su ministerio.
Segunda causa - para
su manifestación
Otras de las razones por la cual Jesús pasó por las aguas
del bautismo fue para ser manifestado a Israel como el Mesías prometido, no por
su propia autoproclamación sino por el mayor testimonio que pudo haber tenido
un hombre en todos los tiempos, el testimonio del Padre enviado desde el cielo.
Mateo 3
16 Y Jesús, después que fue
bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía
sobre él.
17 Y hubo una voz de los
cielos, que decía: Este es mi Hijo amado,
en quien tengo complacencia.
Jesús podría haberle dicho a todas las personas que Él era
un hombre sin pecado (un hombre que jamás
infringió la ley por lo cual nadie podía acusarle de trasgresor en lo que a la
ley respecta) por tanto no necesitaba bautizarse, y además podría haber
proclamado también a toda las naciones que él era el Mesías prometido a Israel,
el Santo de Dios, sin embargo su testimonio no hubiera tenido valor legal en
las personas, hubiera sido un autoproclamado así como otros que ya se habían
levantando antes (Judas, Teudas Hch 5:36-27),
porque si él era un hombre inocente de transgresión y además el Santo de Israel
(el Mesías esperado) correspondía que
otros sean los que atestigüen que verdaderamente Él lo era, porque de acuerdo a
la ley mosaica la veracidad de todo asunto debía establecerse por medio del
testimonio de dos o tres testigos - ¿Él era inocente o culpable de
pecado, pecador o santo, el Mesías o un engañador? - . Y en este
sentido Jesús fue declarado el Mesías no por su propio testimonio sino por
testimonios ajenos que acreditaban su autenticidad. Y este evento sucedió por
medio del bautismo de Jesús ¿Quiénes fueron estos testigos y cuál fue su
testimonio?
a) De acuerdo al Salmo 14:2-3 Jehová
miró desde los cielos sobre los hijos de
los hombres, Para ver si había algún entendido, Que buscara a Dios. Todos se desviaron, a una se han corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera
uno. Hasta aquí el testimonio de Dios para todas las personas del
mundo es que no hay ni siquiera uno que sea bueno, sino que todos están
envueltos en pecado. Sin embargo cuando entre los hombres hubo uno en quien no
había pecado alguno (Jesús) Dios mismo desde los cielos se encargo de dar
testimonio declarando que este hombre verdaderamente era santo y sin
contaminación de pecado, por tanto ahora el Dios Santo, Santo, Santo se
complacía en un hombre (Jesús) que no
tenia pecado. Y este suceso tuvo lugar durante el bautismo de Jesús, fue allí
donde precisamente todas las personas venían
a confesar su pecado que se presento uno sin pecado para que desde los cielos
él sea justificado, testimonio por cierto irrefutable, y además evidencia suficiente
hacia el resto de los hombres de que Jesús indefectiblemente era el Cristo, el
Mesías esperado, el Hijo de Dios.
b) El segundo
testimonio que tenemos aquí es el de un hombre. Y más precisamente el de Juan
el bautista, quien fue el heraldo del Rey de reyes, el profeta que vendría
delante del Mesías preparando su camino para presentarlo a Israel, no había
otro entre los hombres señalado para este trabajo, Juan era el presentador oficial
del Mesías a toda la sociedad, pero él no lo conocía y por eso fue instruido
por Dios para identificarlo por medio de la señal del Espíritu Santo el cual descendería
sobre el Mesías y reposaría en Él, y Juan fue testigo de este suceso, él lo vio
y dio testimonio de esto, y ocurrió solo durante el bautismo de Jesús. En el
plan de Dios estaba determinado que el Espíritu Santo descendería y permanecería
sobre Jesús solo durante el evento del bautismo, y Juan lo vio y dio testimonio
de ello. Y esto demuestra que otras de las razones por la cual Jesús debía
pasar por las aguas del bautismo era para su manifestación a Israel:
Juan 1
29 El siguiente día vio Juan a
Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del
mundo.
30 Este es aquel de quien yo
dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero
que yo.
31 Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua.
32 También dio Juan testimonio,
diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33 Y yo no le conocía; pero el
que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que
permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
34 Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es
el Hijo de Dios.
Dos testimonios acreditaron que Jesús era el Mesías, el
Santo de Israel, y solo tuvieron lugar durante el bautismo de Jesús a la vista
de todo, lo cual puso en evidencia la autenticidad del Cristo pero no por medio
de su por su propio testimonio sino en el testimonio primeramente del Padre
Celestial y luego el de los hombres.
Juan 5
31 Si yo doy testimonio acerca
de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
32 Otro es el que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
33 Vosotros enviasteis
mensajeros a Juan, y él dio testimonio de la verdad.
…
37 También el Padre que me envió ha dado
testimonio de mí. Nunca habéis oído su
voz, ni habéis visto su aspecto,
Tercera causa – Tipificaba su muerte y
resurrección
Hasta
aquí vemos que dos de las causas por las cuales Jesús se bautizo fue por
obediencia fiel a la voluntad del Padre y también para confirmación y
manifestación de Él como el Mesías profetizado. Pero otra de las razones por la
cual Jesús debió pasar por las aguas del bautismo fue porque dicho acto
tipificaría su muerte expiatoria por todos los pecados y su posterior resurrección
de entre los muertos por el poder de Dios (Ro 1:4), ya que no siendo él pecador sería contado
con los pecadores cargando nuestros pecados en su carne para sustituirnos en la
condena de Dios sufriendo nuestra sentencia por medio de la cruz.
Mateo 20
22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que
pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy
bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos.
Lucas 12
50 De un bautismo tengo que ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
Luego del bautismo en agua, Jesús mencionó otro bautismo por
el cual debía pasar, y este ya no era precisamente en agua sino en la muerte
misma. Así como a Él, lógicamente hablando, no le correspondía el bautismo en
agua ya que no tenía pecado, del mismo modo no le correspondía morir, ya que al
ser la muerte física la paga del pecado no tendría ningún efecto en aquel que no
tenia pecado, por tanto Jesús al ser sin pecado no debía morir sino que era digno
de vida eterna, y de hecho Jesús tenía en sí mismo el poder de la vida eterna Juan 10:17-18
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita (ningún
poder, ni siquiera el poder de la muerte podían arrebatársela), sino que yo de mí
mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento
recibí de mi Padre. (Jn 6:48 el pan de vida, 11:25 la resurrección y la vida, 14:6 el camino la verdad y la vida),
no obstante Él fue sumergido (bautizado) en la muerte física para derramar esa
vida eterna en favor de todos los hombres (Jn 12:24), el justo por los injustos para
justificar a todos por medio de su sangre, pagando nuestra condena a causa de
nuestra rebelión, haciendo la paz por medio de su sangre en aquella cruz (Col 1:20) y
estableciendo un nuevo pacto a favor de los hombres, ya no con letras, sino con
el Espíritu Santo, porque la letra mata mas el Espíritu vivifica (2°Co 3:6).
De este modo su bautismo en agua anticipaba que un justo
tomaría el lugar de los injustos, un hombre sin pecado sería sumergido en la
muerte a favor de los pecadores, a fin
de justificar a todos los que habían de creer en Dios por medio de sí mismo.
2° Corintios 5
21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él.
1°Pedro 3
18 Porque también Cristo padeció
una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado
en espíritu;
En función de esto podríamos decir también que aunque Jesús
no cometió pecado nosotros nos encargamos de cometerlo por él, ya que todos
nuestros pecados fueron puestos en Él tal como el profeta Isaías lo anticipaba
600 años antes (Is
53:6, Mr 3:10, Mt 8:17) por tanto Él fue contado como pecador y
preciso de aquel bautismo por causa de los pecados ajenos, anticipando también
su muerte para sustituirnos también en nuestra sentencia.
A ser el cordero de Dios se identificó con los pecadores, primeramente
por medio del bautismo en agua (aunque
fue justificado por Dios) y finalmente por medio del bautismo en la muerte en
aquella cruz llevando el pecado de todos (aunque
luego resucito por el poder de Dios). Y así como el se sumergió por
nosotros, ahora nosotros nos sumergimos en Él por medio de nuestro bautismo en
agua, entendiendo que morimos a nuestra vida para que su vida sea impartida en
nosotros para que ya no vivamos nosotros
sino que viva Él que murió por nosotros.
Romanos 6
3 ¿O no sabéis que todos los que
hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
4 Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del
Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
Colosenses 2
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual
fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos
Final
Centrando
nuestra mirada en esta asunto, nosotros deberíamos proclamar también; ¡He aquí el cordero de Dios! ¡Jesús, nuestro
sustituto!, primeramente en aquella cruz asegurando nuestro perdón, y luego
en nuestra vida por medio de su Espíritu asegurando nuestra victoria.
¡He aquí el cordero de Dios que quita el
pecado del mundo! ¡Gloria a Dios!...
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