MENSAJE DOMINGO 14/08/2016
Por el Hno. Gabriel.-
Continuando con la temática “Evangelio Bíblico” abordando el ministerio del Señor Jesús a lo
largo de los cuatro evangelios y habiéndonos adentrados ya en los últimos días
antes de su muerte en la cruz, desarrollaremos en esta ocasión un tema que es
tan sublime y maravilloso para todo cristiano que hasta tengo miedo de opacarlo
con mis palabras; Hablaremos de lo que he titulado “Nuevo Pacto – Sublime Gracia Divina”.
Juan 1
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros
(y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y
de verdad.
15 Juan dio testimonio de él, y
clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes
de mí; porque era primero que yo.
16 Porque de su plenitud tomamos
todos, y gracia sobre gracia
17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la
verdad vinieron por medio de Jesucristo.
Introducción
Desde el principio de la Creación vemos a Dios probar la obediencia del
hombre (Gn 2:16; Sal 66:9-12; Pr 17:3),
prueba que el hombre no superó (Sal 53:3; Ro
3:9-12, 3:23) y que por ende fue sujetado al poder de la muerte y sujeto
a maldición (Gn 3:17-19). No obstante, a
pesar de la rebelión y desobediencia del hombre Dios no abandono su creación
sino se propuso salvarla de tan horrenda condición. Para ello dio a conocer un
plan perfecto que consistía en capacitar al hombre con las instrucciones necesarias
para que este pueda abandonar el pecado, caminar en santidad, reconciliarse con
Dios y obtener la vida eterna. Dicho de otro modo era la oportunidad que tenía
el hombre de demostrarle a Dios que podía obedecerle fielmente y justificarse
para con Él por medio de buenas obras. A esta primera fase de salvación se la
denomino primer pacto o antiguo pacto.
Sin embargo, a pesar de que el hombre fue instruido por Dios
para ser librado del pecado y del poder de la muerte éste al final no pudo
lograrlo. Con esta primera fase del plan quedaba demostrado que el hombre por
sí mismo no tenía capacidad de obedecer a Dios por mas preparación e instrucción
que recibiera, antes lo único que logro fue agravar su situación delante de
Dios porque ahora evidenciaba ser un terrible enemigo de Dios rebelde a todo
designio de Él, por tanto lo único que le esperaba era su condenación eterna.
Toda la humanidad estaba envuelta en un serio y verdadero problema legal
delante de Dios el Juez Justo, un problema irreversible para el hombre. Toda la
humanidad va camino a condenación y castigo eterno.
El estado corrupto
del hombre
Romanos 3
9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros
mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a
gentiles, que todos están bajo pecado.
10 Como está escrito: No hay
justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, No hay quien busque a
Dios.
12 Todos se desviaron, a una
se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
13 Sepulcro abierto es su
garganta; Con su lengua engañan. Veneno de
áspides hay debajo de sus labios;
14 Su boca está llena de
maldición y de amargura.
15 Sus pies se apresuran para
derramar sangre;
16 Quebranto y desventura hay
en sus caminos;
17 Y no conocieron camino de
paz.
18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
19 Pero sabemos que todo lo que
la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre
y todo el
mundo quede bajo el juicio de Dios;
20 ya que por las obras de la
ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del
pecado.
El primer pacto, al margen que tenía la intensión de salvar
al hombre y rescatarlo del poder de la muerte capacitándolo con la instrucción
de Dios para que por su propio esfuerzo alcanzara la santidad, resulto en su
perjuicio, y quedo demostrado que el hombre jamás alcanzaría la salvación por
medios propios. Porque por más instrucción que recibía para hacer el bien de
todos modos no tenía la capacidad de obedecer a Dios. La rebelión estaba
insertada en su corazón, su naturaleza era mala, y al margen que se le había
revelado lo que era bueno y lo que era malo siempre elegía hacer lo malo, era
como un carancho (ave carroñera) a la
que se le intentaba dar de comer alpiste pero era inútil porque al final
siempre corría hacia la carroña, hacia lo inmundo, hacia lo podrido y se
alimentaba con ello, se saciaba de de esa basura, de la misma manera el hombre
por mas que se le enseñaba lo bueno siempre corría hacia el pecado, se alimentaba
de pecado y saciaba todos sus deseos carnales.
El problema no solo era que el hombre era desobediente a la
ley de Dios, sino que además amaba el pecado, estaba totalmente corrompido desde
la cabeza hasta los pies por causa del pecado, estaba muerto en delitos y
pecados. No había en él ni el más mínimo vestigio de santidad, porque el deseo
continuo de su corazón era solamente el mal.
El primer pacto, en virtud de sus catastróficos resultados dejaba
demostrado que el hombre no podría jamás salvarse por sí mismo, sino dependía
de un Salvador, alguien que no fuera engendrado de voluntad de varón, alguien
que no sea descendiente de Adán, que no pertenezca a este linaje de hombres
pecadores sino de otra simiente, un hombre nuevo que pueda interceder por los
hombres y reconciliarnos con Dios
Anuncio de un nuevo
pacto
Seiscientos años antes de que el primer pacto caduque Dios anuncia
por medio del profeta Jeremías a introducción de un nuevo pacto, un pacto
totalmente diferente al primero ya que este insertaría en el hombre caído el
antídoto espiritual para revertir su trágica condición.
Jeremías 31
31 He aquí que vienen días, dice
Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con
la casa de Israel y con la casa de Judá.
32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de
Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto,
aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
33 Pero este es el pacto que
haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su
mente, y la escribiré en su corazón; y
yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
34 Y no enseñará más ninguno a
su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me
conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová;
porque perdonaré
la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.
Para los hombres piadosos que se desesperaban por alcanzar a
Dios, este anuncio de nuevo pacto fue un inmenso motivo de alegría y gozo, aun
para los mismos profetas. Pedro escribe en su carta (1°Pe 1:10-12) que los profetas
que anunciaron de la gracia de Dios investigaron y diligentemente indagaron cuando sería el tiempo de la
institución de este nuevo pacto y quienes serían favorecidos con éste, a lo que
la respuesta divina declara que no para ellos sino para nosotros administraban
estas cosas, cosas tan sublimes y grandiosas en la cual anhelan mirar los
ángeles.
El nuevo Pacto
Pero ¿Cómo haría Dios el Juez Justo para pasar por alto la
maldad de todos los hombres y seguir manteniendo su cualidad de Justo? Porque
lógico es que un Juez Justo haga justicia condenando al malo aplicando sobre él
todo el peso de la ley. No obstante Dios anuncia que perdonaría la maldad de
todos los hombres y a su vez mantendría su cualidad de Justo. Como también otro
texto dice; “perdonare
la maldad y la rebelión de los hombres aunque de ninguna manera tendré por
inocente al culpable” (Nr 14:18).
La solución consistía en que la justicia aplicaría todo el
peso de la ley pero sobre un sustituto que nos reemplazaría en nuestra
sentencia, un hombre que sería castigado en nuestra cuenta.
Isaías 53
5 Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en
él el pecado de todos nosotros.
Bajo el perfecto mecanismo de imputar las culpas (atribuir a otro la responsabilidad) fuimos
redimidos de la condenación eterna por medio de Cristo Jesús, nuestro sustituto
en la cruz, de esta manera la justicia se satisfizo aplicando todo el peso de
la ley y nuestra condena sobre Cristo, sufriendo Él en nuestro lugar, para que
de esta manera nuestras culpas sean borradas en el Tribunal Celestial y seamos reconciliados
para con el Dios Santo a fin de vivir para Él por la gracia de Cristo
Romanos 5
8 Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues mucho más, estando ya
justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
10 Porque si siendo enemigos,
fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida.
11 Y no sólo esto, sino que
también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos
recibido ahora la reconciliación.
Todo lo que el hombre jamás pudo lograr por esfuerzo propio
fue logrado por otro hombre, Jesucristo, quien descendió del cielo. Un hombre fiel
y obediente en el cual estaba encerrado el poder de la vida eterna. Y aunque
nunca mereció la muerte, a su tiempo se presento delante del Juez Justo para
interceder por nosotros, y ofrecerse a sí mismo en rescate por muchos, entrego
su vida eterna para sufrir nuestra condena y derramar su preciosa sangre como
un cordero sin macha para expiar para siempre nuestro pecado delante de Dios (He 9:24-28).
Por su propio merito se hizo autor de un nuevo pacto mucho más perfecto y
eficaz que el anterior a fin de justificar a los hombres por medio de la fe en
su sangre. De manera que a partir de ese momento todos los que creen en Él son
hechos participes de esta Sublime Gracia
Divina, todos los que creen en Él son declarados justos y borradas las
culpas, todos los que creen en Él son librados del pecado y del poder de la
muerte, todos los que creen en Él son coherederos suyo y recibirán la vida
eterna, todos los que creen en Él han pasado de muerte a vida.
Romanos 3
21 Pero ahora, aparte de la ley,
se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los
profetas;
22 la justicia de Dios por medio de la fe en
Jesucristo, para todos los que creen en
él. Porque no hay diferencia,
23 por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios,
24 siendo justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado
por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
26 con la mira de manifestar en
este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al
que es de la fe de Jesús.
27 ¿Dónde, pues, está la
jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la
ley de la fe.
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado
por fe sin las obras de la ley.
29 ¿Es Dios solamente Dios de
los judíos? ¿No es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los
gentiles.
30 Porque Dios es uno, y él justificará por la
fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión.
Tito 3
3 Porque nosotros también éramos
en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y
deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros.
4 Pero cuando se manifestó la
bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
5 nos salvó, no por obras de justicia que
nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
6 el cual derramó en nosotros abundantemente
por Jesucristo nuestro Salvador,
7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos
conforme a la esperanza de la vida eterna.
La elección
incondicional de Dios
El nuevo pacto es perfecto, eficaz, se obtiene lo que el
primer pacto no pudo lograr, sin embargo una interrogante a resolver es ¿Por qué razón los hombres no creen en Dios
para gozar de una reconciliación con Dios y posterior vida eterna? ¿Qué es lo
que falla? Se suponía que antes los hombres no se salvaban porque no podían
obedecer a Dios por mas esfuerzo que hicieran, pero ahora que nuestra condena fue
puesta sobre los lomos de Cristo a fin de ser librados de tal condenación ¿por qué razón las personas no están
viviendo hacia Él desesperadamente?
A pesar de que la sangre de Cristo satisfizo completamente
la ira del Juez Justo por lo pecadores, de todos modos no todos serán
justificados por medio de Él sino tan solo aquellos para los cuales Cristo murió.
Esto significa que así como el antiguo pacto involucraba a
un grupo determinado de personas que serían beneficiados con dicho pacto, de la
misma manera el nuevo pacto involucra a un número determinado de personas que
serán favorecidas con sus beneficios. Por supuesto nosotros no sabemos cuántos
son ni tampoco quienes son o serán. No obstante vemos que existe una elección
de Dios hecha sobre un cierto número de personas que el mismo escogió para que
sean salvados de tan horrenda condenación
Efesios 1
3 Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo,
4 según nos escogió en él
antes de la fundación del mundo, para
que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7 en quien tenemos redención por
su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
8 que hizo sobreabundar para con
nosotros en toda sabiduría e inteligencia,
9 dándonos a conocer el misterio
de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo,
10 de reunir todas las cosas en
Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están
en los cielos, como las que están en la tierra.
11 En él asimismo tuvimos
herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las
cosas según el designio de su voluntad,
12 a fin de que seamos para
alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo.
13 En él también vosotros,
habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y
habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que es las arras de nuestra
herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su
gloria.
Una de las razones por la cual he titulado a este mensaje “Sublime Gracia Divina” es por la
elección incondicional que Dios hizo sobre nuestras vidas para que creamos en Él
y alcancemos la salvación, porque ninguno de nosotros merecíamos ser salvados
por Cristo, ninguno de nosotros éramos digno de la sangre del Cordero de Dios,
no había ninguna clase de aptitud extraordinaria en nosotros para ser elegidos
entre los elegidos, sin embargo nos eligió según el puro afecto de su voluntad
para la alabanza de la gloria de su gracia que derramo sobre la tierra. Fue una
elección incondicional, Él lo decidió soberanamente por amor.
Tales declaraciones pueden parecen un poco duras y
arbitrarias. Decir que Dios envió a su Hijo para salvar solo a unos cuantos que
Él eligió incondicionalmente puede parecer algo injusto para los que no son
elegidos, sin embargo no debemos olvidar que todos los hombres están corriendo
hacia el mal, ninguno busca naturalmente a Dios, por lo tanto ninguno tiene
derecho a reclamarle absolutamente nada a Dios, porque esto no se trata de que
todos los hombres están amontonados en la puerta del reino de Dios tratando de
entrar y sale Dios y dice; tu si, tu no,
tu si, tu no… NOO, el problema es que ninguno quiere entrar al reino de
Dios por voluntad propia, todos quieren seguir en el reino de las tinieblas,
todos aman su carroña, nadie quiere abandonar el pecado, hasta que Cristo
incondicionalmente y según el puro afecto de su voluntad cambio el corazón de
unos cuantos para que abandonen las tinieblas y vengan hacia la luz.
O sea que Dios elige tratar a algunos con misericordia y a
otros con justicia ¡Gloria a Dios por su gracia derramada sobre mi vida!!
Romanos 9
13 Como está escrito: A Jacob
amé, mas a Esaú aborrecí.
14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en
Dios? En ninguna manera.
15 Pues a Moisés dice: Tendré
misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me
compadezca.
16 Así que no depende del que
quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia
La misericordia no se gana ni se demanda, Dios la otorga por
gracia. Cristo murió para salvar por pura gracia y misericordia a todos los
escogidos por Dios desde antes de la fundación del mundo.
2° Timoteo 1
9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a
nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en
Cristo Jesús antes de los tiempos de los
siglos,
10 pero que ahora ha sido
manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la
muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,
Efesios 2
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos),
6 y juntamente con él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús,
7 para mostrar en los siglos
venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros
en Cristo Jesús.
8 Porque por gracia sois salvos
por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 no por obras, para que nadie
se gloríe.
10 Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano
para que anduviésemos en ellas.
La redención
Por medio de este nuevo pacto, Jesús se propuso salvar a su
iglesia, salvar a todos aquellos ordenados para vida eterna (Hch 13:48),
todos los que luego creerían en Él y serían justificados por fe y no por obras.
Hombres y mujeres muertos en delitos y pecados pero vivificados por el poder de
su Espíritu Santo introducido en nosotros para regenerarnos de nuestra corrupta
condición y no vivir ya mas según el pecado sino en la santidad del Espíritu (Ef 5:25-27).
Dicho de otro modo el Buen Pastor dio su vida solo por su
rebaño, por aquellas ovejas que oyen su voz y le siguen (Jn 10:1-30), pero aquellos que
no le siguen no son parte de su rebaño, sino son parte del hato de cerdos
apacentados por Satanás, porque todo aquel que oye la voz de Cristo le sigue y
viene a Él y nadie lo puede arrebatar de su mano.
Llamamiento eficaz
Esta es la razón por la cual algunos creen y otros no. El
hombre de por sí solo no tiene capacidad de escoger a Dios, no existe tal cosa
como el libre albedrio. La única razón porque que cada uno de nosotros seguimos
a Jesús es porque el Padre nos escogió en Él. Ninguno puedo ir a Jesús si el
Padre no le envía a Él, son las palabras de Jesús en Juan 6:44, fuimos diseñados para
seguirle a Jesús, y ser redimidos del poder de la muerte por medio de Él.
Perseverancia de los
santos
Ahora es necesario aclarar que el hecho de que hayamos sido
elegidos para vida eterna no nos da derecho a vivir de acuerdo a nuestros
deleites. Hay una doctrina muy perversa introducida en algunas iglesias que se
denomina la doctrina de la elección, que enseña que un hombre escogido es salvo
y nadie podrá cambiar ese destino de salvación, y aunque la expresión es
correcta estos la han mal usado para vivir de acuerdo a sus decisiones dándose
ciertas libertades aduciendo; “con tal ya
soy salvo y nadie cambiara eso, salvo siempre salvo”. ¡Cuidado! El hecho de
que un cristiano entienda que no sigue a Cristo por su propia capacidad de
elección sino por la elección divina de Dios en Él no implica que podremos
burlarnos de Dios y desafiarlo considerándonos salvos para hacer lo que
queramos, estoy seguro que los que pensaron así ahora mismo están sin Cristo en
el infierno. Alcanzar el conocimiento de que Cristo predestino a sus hijos para
que alcanzasen salvación no salva, lo que nos asegura la certeza de nuestra
salvación es la perseverancia en la fe del Señor Jesucristo, a fin de que ya no
vivamos por nosotros mismos sino por Él y para Él.
1°Pedro 1
5 que sois guardados por el
poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo
postrero.
Mientras continuemos en este polvoriento mundo vamos a estar
rodeados de debilidad, no obstante los hijos de Dios serán preservados de la
maldad, no serán vencidos ya por el pecado, no obedecerán a malas costumbres,
sino serán perfeccionados en la santidad de Dios
Filipenses 1
6 estando persuadido de esto,
que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Es un hecho que nuestra trasformación y regeneración es
proceso, pero debemos tener confianza de que Dios nos va a preservar de toda
caída.
Jesús como el buen pastor protege a sus ovejas, el no huye
frente al peligro, no las abandona frente a las asechanzas del adversario, sino
nos toma de la mano y no nos aparta de Él y nadie nos va a arrebatar de su
mano. Su trabajo es presentarnos santo y sin mancha delante de Él mismo
Romanos 8
31 ¿Qué, pues, diremos a esto?
Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
32 El que no escatimó ni a su
propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también
con él todas las cosas?
33 ¿Quién acusará a los
escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
34 ¿Quién es el que condenará?
Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a
la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
35 ¿Quién nos separará del amor
de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o
peligro, o espada?
36 Como está escrito: Por
causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de
matadero.
37 Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
38 Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir,
39 ni lo alto, ni lo profundo,
ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en
Cristo Jesús Señor nuestro.
Judas
24 Y
a aquel que es poderoso para guardaros sin caída,
y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
25 al único y sabio Dios,
nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos
los siglos. Amén.
La paz del Señor Jesucristo.-
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