MENSAJE DOMINGO 17/07/2016 (fuera de la serie)
Por el Hno. Santiago.-
Diccionario
Irrelevancia: Que carece de relevancia; Que carece de
importancia. Que no tiene valor o sentido.
Indefensión: Que carece de defensa; Situación en la que
se coloca a algo o alguien impidiendo o limitando indebidamente el derecho de
defensa o libertad en un procedimiento.
Habituación: Modo especial de proceder o conducirse
adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por
tendencias instintivas.
Resignación: Entrega voluntaria que alguien hace de sí
poniéndose en las manos y voluntad de otra persona.
Conciencia de una vida irrelevante e indefensa
Hacemos esta
meditación, sabiendo que probablemente no alcance el sentir del mensaje o el
propósito de despertar en profundidad la mente esclavizada del cristiano.
Sabemos que al
leer pocas líneas, la mente indefensa entrará en negación y no querrá saber
más. Algunos quizás atiendan más, algunos avisados se alegrarán; Con todo
esperamos sea de utilidad (sea esto a corto o largo plazo); El Señor retenga
esta meditación en sus corazones.
Comenzaremos
recordando lo que dice las Escrituras respecto de la vida mundana:
Romanos
12
2 No se conformen [amolden] a este siglo, sino transfórmense por
medio de la renovación de su [de ustedes] entendimiento,
para que comprueben cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
1
Pedro 1
14 como hijos obedientes, no se conformen [amolden] a los deseos que antes tenían estando en su ignorancia;
Mateo
6
31 No se afanen, por lo tanto, diciendo: ¿Qué
comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32 Porque los gentiles
buscan todas estas cosas; pero su [de ustedes] Padre celestial sabe que tienen necesidad de todas
estas cosas.
A lo largo de una
vida cristiana en medio de un mundo secular y pecador, el cristiano siente
muchas veces el peso del estilo de vida propuesto por el mundo, siente el peso
del consumismo, el peso impositivo, el peso bancario, el agotamiento físico y
mental por el duro trabajo que tiene que realizar para que otros se beneficien
de sus fuerzas a cambio de unos cuantos papelitos con números. Pero lo más
sorprendente es que el cristiano se resigna a eso; Todo esto se traduce en lo
difícil que es sostener la carne dentro del duro régimen humanista del mundo.
(Y lo peor de todo, es que el cristiano piensa que esa vida esta bien, que no
hay otra forma de vivir, a eso se llama "resignación".)
Muchas veces la
opresión, el encerramiento y la frustración lleva al cristiano a clamar a Dios
por ayuda; Y en vez de pedir un cambio radical, le pide a Dios que le ayude con
su deseo carnal de sostenerse en la sociedad en la que ha sido sometido. Tantas
oraciones de una muchedumbre cristiana en todo el planeta solo se hacen para
pedirle a Dios que le ayude a sostener su carne, su salud, su trabajo, su vida
sin sentido en este mundo, aún cuando leen en las Escrituras:
Mateo
16
25 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará.
Mientras los cristianos busquen salvar su carne o su voluntad en este
mundo, su vida irrelevante será inútil a la causa del Señor Jesús.
Pocos son los
cristianos que piden a Dios escapar de esa vida irrelevante e indefensa que
propone el mundo. Pocos tienen conciencia de lo mal habituado, mal
acostumbrado, mal enseñado, mal adoctrinado que están por el dominio mundano.
Pocos saben que mientras vivan en lo propuesto por el mundo estarán sujetos al
mundo totalmente indefensos.
Hay un salmo al
respecto:
Salmos
69
13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu
buena voluntad;
Oh Dios, por la
abundancia de tu misericordia, Por la verdad de tu salvación, escúchame.
14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo
profundo de las aguas.
15 No me anegue [ahogue] la
corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su
boca.
¿Conocen
el lodo cenagoso?; Son como arenas movedizas, barros profundos que atrapan al
que cae y del que no se puede salir.
Leyendo
a David, uno suele preguntar ¿Cómo llegó el salmista a ese lodazal?; Obviamente
se refiere a ese punto conflictivo en su vida; Y nosotros ¿Como hemos llegado a
este lodazal? ¿Cómo hemos llegado a esta vida irrelevante e indefensa? a esa
aflicción que nos hace llorar por las noches?.¿Cuantos piden salir realmente de
la vida irrelevante e indefensa?.
Todo
cristiano debe saber y comprender, que la vida irrelevante e indefensa
propuesta por el mundo desagrada profundamente a Dios; Las vidas que no tienen sentido carecen de
importancia para Dios; A Dios no le interesa, ni escucha las
oraciones por una vida irrelevante. No hay ni una sola vida irrelevante
descrita en las Escrituras.
¿Qué
es una vida irrelevante?. Es la vida propuesta por el mundo (nacer, estudiar,
trabajar, consumir, pagar impuestos, divertirse, sobrevivir y morir). Una vida
irrelevante es una vida dirigida por el consumismo y el materialismo, es esa
vida egoísta que lucha por sostener su miserable carne en este mundo, ese es el
"lodo" del que habla el salmista.
Y es
que lamentablemente no nos dejan escoger; Nos tiran al lodo del mundo desde los
4 años, nos adoctrinan en las escuelas a ser egoístas, envidiosos, idólatras,
hipócritas, desagradecidos, intemperantes, irreverentes, irrespetuosos,
peleadores, soberbios, altaneros, detractores, aborrecedores de Dios,
consumistas y humanistas. Obviamente todo esto disfrazado de una ilusión, de
vanidad, de un modelo idealista que no funciona, endulzado con eso que llaman
"el sentido de la vida" basado en placeres mediante la obtención de
bienes a cambio de un duro esfuerzo.
Una analogía de una vida irrelevante e
indefensa
¿Cómo
entender nuestra situación?;
Quizás
mirando a los animales, puesto que se aprende mucho observándolos. Dice las
Escrituras que el rey Salomón observó a los animales y disertó acerca de ellos (1 Re 4:33).
Nosotros
haremos una somera analogía: Un ciervo, con hambre halla un lodazal junto al
río sin saber cuan peligroso es estar allí, no le importa, no está prestando
atención al lodo, sus ojos están mirando otras cosas, están viendo los juncos
que están creciendo allí, juncos que parecen delicioso. Se acerca y come los
primeros de la orilla, pero se acaban prontamente y se mete más y más y para cuando
se da cuenta ya es tarde, ya no se puede mover, queda atrapado; Y comienza a
luchar y sus propio esfuerzo lo hunde más; Al final se cansa, pero queda con la
cabeza afuera; Sigue teniendo hambre y sigue comiendo los juncos, de su
alrededor, y cuando se acaba en vez de luchar por salir con dirección a la
orilla, su lucha se torna en alcanzar los juncos de más adentro; ¿Por qué lo
hace?; Obviamente porque es un animal, quizás tiene memoria de corto plazo, no
interpreta la situación, no sabe que hacer y al final se acostumbra al empantanamiento
comiendo los juncos del pantano y muere empantanado en el lodo.
Meditar
acerca de esta situación, es meditar acerca de nosotros mismos. Porque a pesar
de ser seres racionales nos comportamos como el pobre ciervo indefenso.
Hundidos en este mundo y muriendo en este mundo sin hacer nada, careciendo de
significado y propósito.
Y a
pesar que uno se sienta identificado de manera individual con esto, también es
preciso inferir que como Iglesia estamos igual que el ciervo en el lodo,
indefenso y viviendo una vida irrelevante. Como Iglesia estamos también
ahogados en esta sociedad, y en vez de querer salir, nos terminamos hundiendo
más; Y podemos descansar un poco si dejamos de luchar, respiramos, pero otra
vez nos hundimos y luchamos y entramos en un ciclo en que de repente todo se
trata de mantener la cabeza afuera para poder respirar. Al final si seguimos en
esa situación moriremos ahogado.
Necesitamos salir, necesitamos pedir por salir del lodo, no por
respirar, no por quedarnos, sino por salir.
El
ciervo que logra escapar del lodo, nunca más entrará al lodo.
Leyendo
el Salmo 69:13 al 15 podemos ver que la
súplica es escapar de los que nos aborrece. Y hay que entender que el mundo
como tal nos aborrece, sus escuelas aborrecen a Dios, sus gobernantes y
religiones aborrecen a Dios y harán lo necesario por atraparnos, por destruirnos.
Al respecto
permítannos mostrar otras analogías que describe nuestra condición.
Recuerdo
en una clase de ciencias en la escuela mundana, nos enseñaron que si uno tira
una rana a un balde con agua hirviendo, esta salta de inmediato escapando de
semejante peligro; Pero si uno pone la misma rana en un balde con agua fría y
la calienta hasta hervir, ¿Saldrá la rana?; Pues no, la rana no sale de ese
ambiente sino que muere allí. (Pero nadie entendía el experimento)
Sin
extenderlo demasiado, consideremos: Si traemos un cristiano del siglo I a esta
sociedad, ¿Qué haría ese cristiano? ¿Se quedaría en la ciudad o se iría?, ¿Se
acostumbraría a esta vida irrelevante e indefensa o predicaría en contra de
ella?; Y si predicase en contra de la vida humanista y consumista ¿Le escucharía
la Iglesia?. Y… lamentablemente la respuesta es "no", la Iglesia
actual no escucharía porque está muy pero muy acostumbrado a lo equivocado, ha
forjado su estilo de vida en el engaño del mundo y no lo quiere dejar y
pensaría que tal predicar está exagerando, que no es tan así, que se puede
vivir en este mundo y ser cristiano a la vez.
¿Cómo fue que nos inculcaron esta vida
irrelevante e indefensa?
Al
respecto, otra analogía: Solía ver en los circos con animales, que a los leones
los enjaulaban, pero a los elefantes los dejaban atado con una simple cadenita
sujeta a una estaca que apenas estaba clavada en la tierra, que de avanzar el
elefante quedaría libre, sin embargo no lo hace, apenas siente la presión
renuncia a escapar ¿Porqué?; Porque desde pequeño fue enseñado mediante duras
cadenas y grandes estacas a que no puede escapar mientras esté sujeto a las
cadenas. A eso se le llama "indefensión aprendida" lo habitúan a que
es un animal indefenso, de hecho se hace así con muchos animales; Y las elite
capitalistas han hecho lo mismo con la humanidad, solo que en vez de estacarnos
a la tierra, nos han grillado al dinero, nos han atado a simples papelitos y
nos hacen sentir indefensos si no tenemos esos papelitos con números. ¡Que
ridículos somos! realmente que locura; ¡Tanta insensatez en nosotros!.
Somos
exactamente iguales a los elefantes, estamos habituados a la indefensión
aprendida. Desde pequeños nos encierran en aulas, nos ponen instructores, nos
educan para una vida esclavizada al dinero.
Tienes
que entender que vives una vida indefensa, ¿No lo crees?
Acostumbrado a lo equivocado:
Que no
te atiendan en los hospitales, que los medicamentos sean muy caros, que la
inflación suba y tu salario no, que el transporte urbano no pase a su debido tiempo,
o que no llegue sin avisar aunque sea por una causa razonable, ya no nos
sorprende ¿porqué? Porque nos han acostumbrado a la indefensión, por eso no nos
sorprende, por eso ya ni nos quejamos, nos habituamos y nos adaptamos
equivocadamente a esa vida; Y para peor llegamos al punto de considerarlo
"normal" y criamos a nuestros hijos con esa anormalidad con fachada
de "normal" y lo asimilamos como "estilo de vida". Todo eso
es vivir equivocadamente, vivir una vida irrelevante, indefensa, sin propósito.
¿Es tu
vida una vida irrelevante? ¿Te sientes indefenso?
El ejemplo bíblico
¿Por
qué estiman que las Escrituras cuentan que fue necesario que la descendencia de
Jacob entrara en Egipto y estuvieran allí 430 años?. Piensen en la analogía del
ciervo empantanado e imaginen a Israel entrando en Egipto.
Consideremos:
Abraham criado en la cultura caldea, fue llamado a salir de esa cultura, salir de
una ciudad de piedra, para vivir en tiendas (carpas) en medio de campos, vivir
del ganado, cerca de los ríos; Sin barreras y en plena libertad. Pero a su
descendencia se le obligó a entrar en Egipto porque allí había comida, y
pensaron que estaba bien quedarse allí y se acostumbraron a ese tipo de vida y
cuando menos se dieron cuenta ya eran esclavos de Egipto.
Y aún
cuando fueron libertados, llevaban en sus huesos esa cultura irrelevante e
indefensa, esa vida egoísta que los hacía rebelarse contra Dios y así fueron
por muchas generaciones. Hay un salmo que describe esto con precisión:
Salmos
106
1 Aleluya. Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.
2 ¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?
3 Dichosos los que guardan juicio, Los que hacen
justicia en todo tiempo.
4 Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia
para con tu pueblo; Visítame con tu salvación,
5 Para que yo vea el bien de tus escogidos, Para que
me goce en la alegría de tu nación, Y me gloríe con tu heredad.
6 Pecamos nosotros, como nuestros padres; Hicimos
iniquidad, hicimos impiedad.
7 Nuestros padres en Egipto
no entendieron tus maravillas; No se acordaron de la muchedumbre de tus
misericordias, Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.
8 Pero él los salvó por amor de su nombre, Para hacer
notorio su poder.
9 Reprendió al Mar Rojo y lo secó, Y les hizo ir por
el abismo como por un desierto.
10 Los salvó de mano del enemigo, Y los rescató de
mano del adversario.
11 Cubrieron las aguas a sus enemigos; No quedó ni uno
de ellos.
12 Entonces creyeron a sus palabras Y cantaron su
alabanza.
13 Bien pronto olvidaron sus
obras; No esperaron su consejo.
14 Se entregaron a un deseo
desordenado en el desierto; Y tentaron a Dios en la
soledad.
15 Y él les dio lo que pidieron; Mas envió mortandad
sobre ellos.
16 Tuvieron envidia de Moisés en el campamento, Y
contra Aarón, el santo de Jehová.
17 Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán, Y
cubrió la compañía de Abiram.
18 Y se encendió fuego en su junta; La llama quemó a
los impíos.
19 Hicieron becerro en Horeb, Se postraron ante una
imagen de fundición.
20 Así cambiaron su gloria Por la imagen de un buey
que come hierba.
21 Olvidaron al Dios de su
salvación, Que había hecho grandezas en Egipto,
22 Maravillas en la tierra de Cam, Cosas formidables
sobre el Mar Rojo.
23 Y trató de destruirlos, De no haberse interpuesto
Moisés su escogido delante de él, A fin de apartar su indignación para que no
los destruyese.
24 Pero aborrecieron la tierra deseable; No creyeron a
su palabra,
25 Antes murmuraron en sus tiendas, Y no oyeron la voz
de Jehová.
26 Por tanto, alzó su mano contra ellos Para abatirlos
en el desierto,
27 Y humillar su pueblo entre las naciones, Y
esparcirlos por las tierras.
28 Se unieron asimismo a Baal-peor, Y comieron los sacrificios
de los muertos.
29 Provocaron la ira de Dios con sus obras, Y se
desarrolló la mortandad entre ellos.
30 Entonces se levantó Finees e hizo juicio, Y se
detuvo la plaga;
31 Y le fue contado por justicia De generación en
generación para siempre.
32 También le irritaron en las aguas de Meriba; Y le
fue mal a Moisés por causa de ellos,
33 Porque hicieron rebelar a su espíritu, Y habló
precipitadamente con sus labios.
34 No destruyeron a los pueblos Que Jehová les dijo;
35 Antes se mezclaron con
las naciones, Y aprendieron sus obras,
36 Y sirvieron a sus ídolos, Los cuales fueron causa
de su ruina.
37 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios,
38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus
hijos y de sus hijas, Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán, Y la
tierra fue contaminada con sangre.
39 Se contaminaron así con sus obras, Y se
prostituyeron con sus hechos.
40 Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su
pueblo, Y abominó su heredad;
41 Los entregó en poder de
las naciones, Y se enseñorearon de ellos
los que les aborrecían.
42 Sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados
debajo de su mano.
43 Muchas veces los libró; Mas ellos se rebelaron
contra su consejo, Y fueron humillados por su maldad.
44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia, Y
oía su clamor;
45 Y se acordaba de su pacto con ellos, Y se
arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.
46 Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia
todos los que los tenían cautivos.
47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro, Y recógenos de entre
las naciones, Para que alabemos tu santo nombre, Para que nos gloriemos en tus
alabanzas.
48 Bendito Jehová Dios de Israel, Desde la eternidad y
hasta la eternidad; Y diga todo el pueblo, Amén. Aleluya.
¿Porqué
es necesario leer esto?. Pues Pablo escribe por el Espíritu a la Iglesia:
1 Corintios 10
11 Y estas cosas les sucedieron como ejemplo, y están escritas para
amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
Para
que no codiciemos lo que aquel pueblo judío había codiciado, para que veamos la
ruina que provoca vivir bajo la indefensión, vivir bajo la vida irrelevante.
Cuatrocientos
años viviendo en Egipto y la vida de ninguno se escribió, pero los que
cambiaron de cultura, de ellos si está escrito. Porque la vida que vale es la
vida dedicada a la causa y propósito de Dios; La vida que vale es la vida
cristiana sin contaminación con el mundo.
Abraham
no pudo transferir su cultura a su descendencia, (de igual manera tampoco pudo
la Iglesia primitiva).
La
generación que salió de Egipto tuvo que morir en el desierto por su
desobediencia, porque estaban muy acostumbrado a la vida egipcia, muy mal
adoctrinados, muy equivocados y de permitir que entraran en la tierra
prometida, otra torre de Babel en Jerusalén, por eso los postró en el desierto;
Pero por la misericordia de Dios a sus hijos les enseñó a vivir en tiendas, les
enseñó a desaprender la indefensión aprendida en Egipto, les enseñó a escapar
de esa cultura que sus padres no querían dejar.
Finalmente
Estando
en los últimos días, Dios está moviendo los corazones de muchos cristianos a
prepararse a vivir en comunidades cristianas fuera de las metrópolis, porque el
mundo está viciado de los pecados de Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboím y se está
siendo intolerable convivir con los incrédulos.
2 Corintios 6
14 No se unan en yugo [labores, actividades] desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia
con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿Y qué
concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son el templo del Dios viviente,
como Dios dijo:
Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su
Dios, Y ellos serán mi pueblo.
17 Por lo cual, Salgan de en medio de ellos, y apártense, dice el Señor, Y no toquen lo inmundo; Y yo los
recibiré,
18 Y seré
para ustedes por Padre, Y ustedes me serán hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso.
Apocalipsis 18
3 Porque todas las naciones han bebido del vino del
furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los
mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salgan de ella, pueblo mío, para que no sean partícipes de sus pecados,
ni reciban parte de sus plagas; 5 porque
sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
Salmos 40
2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del
lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Esto
es necesario hacer, al menos por nuestros hijos.
La Paz del Señor Jesús con ustedes
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