para descargar este audio click aquí
MENSAJE
DOMINGO 31/12/2017
Por el Hno. Gabriel.-
Introducción
Ultimo domingo del
año, y nuevamente, por pura coincidencia me toca meditar, y voy a aprovechar,
siendo este el último día del año, para hablar de “proposiciones y propósito para el año entrante”, y hablaremos
también de “balance personal”, ya que
el hacer proposiciones de cambios para el nuevo año viene como resultado del
balance que hacemos de nuestro año vivido; vale decir, que luego que he
considerado y examinado mi vida a lo largo de este año, en virtud del
resultado, siempre planteo los cambios que necesito para enfrentar el año que
empieza, por ejemplo; si mi examen muestra que durante el año he leído poco o
nada la biblia y soy consciente de ello, entonces resuelvo y propongo a partir
del año que viene leer diariamente la biblia, y así también si he orado poco o
nada, entonces me propongo orar por la mañanas, y así en cada falencia o descuido
que encuentro en mi balance personal me propongo revertirlo para el año
entrante (esa es la idea detrás de un
balance, considerar el resultado y en virtud de ello proponerse los cambios
necesarios para conformar el propósito de Cristo).
Aunque el fin de
un año no deja de ser un día común y corriente con una vuelta de calendario, no
obstante, siempre es oportuno hacer un balance de lo vivido a lo largo del año transcurrido,
esto de ningún modo es un práctica que este mal, antes por el contrario, es
sensato examinarse a uno mismo y considerar cuan crecido y maduro estoy en el
Señor, sería negligente no examinarse y no hacer un balance personal, de hecho
puede hacerse en cualquier momento o época del año, pero considero muy oportuno
aprovechar el cierre de un año para hacer este examen y proponerse los cambios
necesarios para el año entrante (a eso le
llamo proposiciones o resoluciones).
2°Corintios 13:5 Examinaos a
vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a
vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en
vosotros, a menos que estéis reprobados?
¿Qué es un balance?
Hacer un balance de
nuestro año se trata de ponernos nosotros mismos en un plato de la balanza de Dios
(que en el sentido práctico es medirse
con el parámetro de la biblia, ella es nuestra balanza, lo que nos mide) y
en el otro plato de la balanza poner el modelo de hombre y mujer que las
escrituras proponen, y considerar a la luz de las escrituras cuan cerca o lejos
estamos de conformar el molde de Cristo y alcanzar la estatura de su plenitud (Ef 4:13). Poner a las personas en la
balanza de Dios no es algo que la biblia no mencione, de hecho, en el libro del
profeta Daniel observamos a Dios mismo pesar en su balanza al rey de Babilonia y
determina su sentencia;
Daniel 5:27
TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste
hallado falto.
Este texto nos enseña que Dios mismo a su
tiempo hace un balance de cada persona (los
toma y los pone en un plato de su balanza, y en el otro plato pone las pesas de
justicia), a fin de que cada persona tanto en la condición física como
fuera de ella reciba la justicia que merece (2°Co 5:10), también Job
habla de ser pesado en la balanza de Dios para determinar su estado;
Job 31:6 Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad.
Entonces, hablar
de hacer un balance de nuestras vidas tiene un fuerte sustento y sentido
bíblico, y el propósito de tal balance o autoexamen es saber que tan bien o mal
estamos de acuerdo a la pesa del Señor (el
molde de hombre o mujer que Él desea que seamos), y dependiendo del
resultado es nuestro trabajo proponernos los cambios necesarios para alcanzar
la medida y peso que Dios quiere de nosotros. Una forma mucho más práctica de
ilustrar esta situación sería con la siguiente comparación; Del mismo modo que
a un bebe se les hace el control de peso y talla en una balanza para determinar
si su crecimiento está bien o no, así también el cristiano en el sentido
espiritual debe ser pesado y controlado con el parámetro bíblico para saber si su
alma está desnutrida o bien alimentada (a
eso se llama balance personal).
Entonces, una vez
que hacemos nuestro balance personal, surgen como consecuencia las resoluciones
y proposiciones de cambio para el año entrante, consideramos qué cosas hemos
descuidado y abandonado y qué cosas debemos retomar y rehacer, por ejemplo; este
año 2018 me propongo leer toda la biblia a lo largo del año, y orar todos los
días, este nuevo año que empieza quiero alcanzar a ser una herramienta en manos
del Señor para el evangelismo o predicación o enseñanza, este nuevo año que
empieza anhelo cambiar mi carácter impaciente, intolerante, insoportable,
inmaduro y ser más como el carácter de Cristo, este nuevo año que empieza voy a
ir a todas las reuniones y cursos que imparte la iglesia para estar en comunión
con los hermanos y crecer de forma conjunta con ellos, este año 2018 me
propongo hacer cultos familiares en mi casa y crecer en santidad, en este nuevo
año que empieza voy a cortar con ese habito pecaminoso que tanto me domina y perjudica
y daña mi conciencia, y así sucesivamente nos proponemos ciertos cambios
necesarios para nuestra vida espiritual a fin de alcanzar la medida y peso del
Señor.
Una cosa que es
importante recalcar, es que las proposiciones o resoluciones de cambio que hace
el cristiano al inicio de cada año, siempre deben estar centradas primeramente en
el propósito de Dios, o sea, cuando pensamos en cambiar, nuestra primera meta
debe ser crecer en el sentido espiritual, vale decir que no nos proponemos como
cosa primera esforzarnos por tener una casa, un auto, un diploma, y demás cosas
terrenales, ¡NO!, sino nos proponemos tener a Cristo viviendo su vida en
nosotros como lo primordial, no niego que materialmente vamos a necesitar de
ciertas cosas como casa, auto,
vestimenta, alimento, trabajo, etc. pero no deben ser estas cosas
materiales el centro de nuestras propuestas y resoluciones de cambio para el
año entrante, sino Cristo… (Busca primeramente el reino de Dios y su justicia y
todas las demás cosas serán añadidas Mt 6:33) No les estoy invitando
a tener una vida miserable en este año 2018, sino una vida llena de riquezas
pero celestiales, y para que esto ocurra debemos ir detrás de Cristo nuestro
único e invaluable tesoro.
¿Es bíblico hacer proposiciones?
Ya hemos mostrado
bíblicamente que los balances personales son necesarios, ahora quiero mostrar
también que hacer propuestas y resoluciones de cambio también tiene sustento bíblico:
Salmo
17:3 Tú has probado mi corazón, me has
visitado de noche; Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; He resuelto que mi boca no haga transgresión.
Esta es una resolución del rey David posterior a un balance que Dios hizo
en su vida, lo cual genero en él una inmediata resolución para ser
perfeccionado aun más en el Señor, y si queremos llevar este asunto de las resoluciones de cambio a un sentido más
elevado, por medio de otras citas bíblicas veremos a Dios mismo tener también resoluciones
para con nosotros:
2°Tesalonicenses
1:11 Por lo cual asimismo oramos
siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su
llamamiento, y cumpla todo
propósito (deseo, resolución) de bondad y toda obra de fe con su poder, 12 para que el nombre de nuestro Señor
Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de
nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Efesios 1:9 dándonos a conocer el misterio de
su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo,
en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los
cielos, como las que están en la tierra.
Entonces, en un
sentido mucho más amplio y más profundo, las escrituras nos muestran en primera
instancia que Dios se propuso en si mismo llevar adelante su propósito en
nosotros, y este es en cierto modo el centro de la meditación, habíamos
mencionado al principio que hablaríamos de proposiciones y propósitos, y hablar
de propósito es hablar del propósito de Dios para la vida de cada cristiano,
vale decir, que como cristianos debemos considerar nuestras resoluciones de
cambio sujetos a su propósito. Dicho de otro modo, debo entender primeramente y
recordar de forma constante cual es el propósito de Dios conmigo, o más claro
aun, nunca debo perder de vista cual es el sentido de mi existencia según Dios.
El propósito de Dios para con nosotros
Romanos 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a
la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos.
Efesios 1:11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace
todas las cosas según el designio de su voluntad…
15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe
en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros,
haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de
gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro
entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de
su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su
fuerza,
Hebreos 13:20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro
Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,
21 os haga aptos en toda obra buena
para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable
delante de él por Jesucristo; al cual sea la
gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Como cristianos
debemos tener siempre presentes que Dios buscara cada día de nuestra corta vida
terrenal, conformarnos a la imagen de su Hijo, no tiene Él otro propósito para con
nosotros sino este que es el más excelente y sublime de todos los propósitos; “convertirnos al
molde de Cristo”, porque en Cristo está contenido la perfección de
todo la creación, y Dios se propuso en su voluntad esculpir nuestras vidas a la
imagen y molde de perfección de Cristo, a la de un hombre y una mujer
perfectos, no hay para Dios cosa más deseable y perfecta que su propio Hijo, no
hay cosa más hermosa y perfecta en toda la creación sino la vida de su Hijo
Cristo, la cual quiere poner en nosotros para hacernos perfectos juntamente con
Él y que heredarnos sus riquezas celestiales y eternas.
No hay otra cosa
que necesitemos sino a Cristo, nada hay de valor fuera de Él, y es el firme
propósito de Dios darnos a Cristo, y de hecho, Él ya nos ha concedido su Hijo,
y busca no solo que Él sea nuestro Mediador, Salvador y Señor, sino que Él sea
en nosotros la expresión de la vida misma aquí en la tierra… de nuevo les digo,
nos les estoy invitando a tener una vida religiosa y miserable en este mundo,
sino a una vida perfecta en este mundo llena de riquezas pero riquezas
duraderas y eternas en los cielos.
No se enfoquen en buscar
cosas terrenales en el 2018, busquemos a Cristo, busquemos el reino de Dios y
su justicia, busquemos conformar su propósito, seamos para Él lo que él mismo
desea que seamos, anhelo con todo mi corazón que cada hermano de esta Iglesia
alcance la estatura de la plenitud de Cristo, no hay para mi cosa mejor que ésta
sea una iglesia apasionado por Cristo, que de entre ustedes nazcan este año
entrante evangelistas, pastores, maestros, maestras, anhelo que ninguno se
pierda y se vaya de esta iglesia, aguardo aquel día en que el Señor nos hará
atravesar aquellas puertas eternas en los cielos, y deseo que las atravesemos
todos juntos fundidos en un abrazo, gritando de gozo, llorando de alegría,
dando gloria y honra a Aquel que aunque nuestros ojos no vieron mientras
estábamos en la tierra le conocíamos por medio de su Espíritu que nos consoló
en medio de cada aflicción… si no alcanzáramos tal cosa, entonces yo mismo habría
fracasado como pastor y ministro de esta Iglesia, pero confío en que lo que Él ha
empezado en nosotros lo terminará como un perfecto escultor. De hecho no hay
fuerzas que valgan en esta carrera sino la que Cristo mismo pone en nosotros
para seguir;
El Divino escultor
Filipenses 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Jeremías 18:6 ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh
casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.
Si no fuera Él el
que lo hace, entonces no habría esperanza en nosotros, pero confiamos en que
Cristo es el más perfecto escultor y alfarero que existe en todo el universo, de
hecho Él ha creado todas las cosas, le ha dado forma a cada cosa que existe, y
nada ha quedado sin que sea por Él formado (Col 1:16),
¿Acaso hay algo en esta creación que Él haya dejado incompleto? ¿Dejo acaso
incompleta alguna criatura? ¿Acaso se le puede acusar que Dios ha fallado como
escultor de su propia creación? La respuesta es NO ¿fallara acaso como escultor
de su propia Iglesia? ¿Cómo escultor de cada cristiano? ¿Qué sería de un
cristiano que no fuese perfeccionado a la estatura de Cristo? ¿No sería eso
acaso un gran lamento en toda la creación? (Miren;
Dios había comenzado su obra en tal persona pero nunca la pudo terminar) Pero
no sucederá eso con los hijos de Dios, sino que la obra que Él empezó en cada
uno de nosotros la perfeccionara hasta el día en que Jesús mismo venga a buscar
su iglesia, es su deseo, es su propósito.
En la analogía del
alfarero, Jeremías observa que a pesar que la vasija se echó a perder en manos
del alfarero, de todos modos no la desechó sino que la volvió a amasar para
nuevamente formarla como una vasija nueva, del mismo modo Dios no nos
abandonará sino que con paciencia nos trabajara hasta darnos la forma de
Cristo, es su propósito como nuestro alfarero, y así como un artista es
admirado por su obra, o como un escultor es aplaudido por su escultura, del
mismo modo Cristo será glorificado en la vida de cada cristiano perfeccionado,
la obra que ha empezado en cada uno de nosotros la perfeccionara hasta
terminarla.
1°Pedro
5:10 Mas el Dios de toda gracia, que nos
llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de
tiempo, él mismo os perfeccione, afirme,
fortalezca y establezca. 11 A él sea la
gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Entonces, desde el
propósito de Dios, Él no tiene otra intensión más que conformarnos a la imagen
de su Hijo, y lo hará por medio de las diferentes situaciones que envuelvan
nuestras vidas a lo largo del año que empieza. Saber qué cosas traerá aparejado
este año 2018 es imposible de saber con certeza (Ec
9:12), no podemos predecir qué tipo de situaciones vamos a atravesar,
pero confiamos en que el Señor nos sostendrá en cada valle, porque cada valle
al final fue trazados por Dios
Salmo 31:14 Más yo en ti confío, oh Jehová; Digo: Tú eres mi Dios. 15
En tu mano están mis tiempos…
“En tus manos están mis
tiempos” esto es una verdad que
debe estar presente en nuestras vidas, debe estar impresa en nuestro andar
diario y debe ser exclamada en cada ocasión que envuelva nuestra vida. Jesús
les dijo a sus discípulos en Mateo 10:29-31; que ningún pajarillo por más desvalorizado
que sea para los hombres muere sin que Él de lo determine, dándoles a entender
que aun en aquellas cosas desapreciadas e irrelevante para los hombres aun allí
está la mano de Dios cuidando y sosteniendo, cuanto más no cuidara y sostendrá
a nosotros que somos hechos a la imagen de su Hijo, aun nuestros cabellos están
contados… ¡vaya cuidado que tiene Dios de
nosotros!
Nuestra disposición
Entonces, por un
lado esta nuestro balance, que determina nuestro estado delante del Señor, por
otro lado, como consecuencia de nuestro balance están las resoluciones de
cambio que proponemos para encarar el año entrante, pero por encima de ello debe
estar siempre el conocimiento del firme propósito de Dios para con nosotros,
que es el conformarnos a la medida de su Hijo Cristo.
No necesitamos
otra cosa sino a Cristo, créanme que antes que una casa, un auto, una familia,
un ministerio, lo primero que necesitamos es a Cristo viviendo su vida en
nosotros, nuestras resoluciones en cada final de año deben estar centradas en
este propósito. Vale decir; que nuestras resoluciones de cambio sean conformar
el propósito de Dios, porque al final solo se trata de eso.
Colosenses
1:9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo
oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios;
Colosenses
3:12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios,
santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de
mansedumbre, de paciencia;
Prosigo a la meta
En virtud de todo
lo mencionado hasta aquí no nos queda más que decir; “Prosigo a la meta, al
premio supremo”;
Filipenses 3:13 hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente
lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento de dios en Cristo Jesús.
Hebreos 12:1 por
tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos
con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por
el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se
sentó a la diestra del trono de dios.
Ser cristianos no es una vida fácil, sino se trata de un trabajo diario,
así que no debemos rendirnos ni desanimarnos, sino como el mismo salmista lo
expresa:
Salmo
31:24 Esforzaos todos vosotros los que
esperáis en Jehová, Y tome aliento
vuestro corazón.
Cristo es y debe
ser todo en nuestras vidas, ese es el firme propósito de Dios para con nosotros,
que sea el nuestro también para este nuevo año que empieza
La paz del Señor Jesús Cristo.-
0 comentarios:
Publicar un comentario