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MENSAJE DOMINGO 19/11/2017
Por el Hno. Santiago.
En esta oportunidad
desarrollaremos el capítulo 8 de la carta a los romanos.
Introducción
Entre tantas buenas
y ricas enseñanzas del Capítulo 7, vamos a destacar lo siguiente:
Romanos
7
6 Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para
aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen
viejo de la letra.
νυνι-Ahora δε-pero/(y)/(sin
embargo)/(por otro lado) κατηργηθημεν-habiendo sido sin efecto απο-de/desde του-la νομου-ley αποθανοντες-habiendo muerto εν-en ω-a cual κατειχομεθα-estábamos siendo
tenidos hacia abajo ωστε-de manera/modo que/(en cuanto)/(puesto que) δουλευειν-servir/estar
sirviendo esclavizado ημας-nosotros εν-en καινοτητι-novedad πνευματος-de espíritu και-y ου-no παλαιοτητι-a (modo) viejo γραμματος-de
escrito
Si bien el texto
griego utiliza el vocablo "renovación" en vez de "régimen"
su peso interpretativo sugiere implícitamente "nuevo régimen" (nuevo
orden), de igual manera para el "régimen viejo de la letra" (viejo
orden).
kainothv: Código
MAB: 2238 Código Strong: G2538
-
Pronunciación: kenótis
-
Diccionario MAB: novedad, renovación
Diccionario
STRONG: de G2537;
renovación (figurativamente):- nuevo.
palaiothv: Código
MAB: 3274 Código Strong: G3821
-
Pronunciación: paleótis
-
Diccionario MAB: vejez
Diccionario
STRONG: de G3820;
antigüedad, calidad de antiguo:- viejo, -a.
Mientras meditaba
en esto, pude comprender en profundidad la lucha de Pablo; Hablo de la dura
tarea de destronar a los regímenes vigentes en aquellas épocas. Pablo debió
luchar contra dos poderosas culturas filosóficas. Debió batallar contra el régimen
legalista (de la letra) de los judíos y contra el régimen libertino (y vano) de
los gentiles, para mostrar e insertar con certeza y precisión un nuevo régimen
(no visible al ojo humano) que es el régimen del Espíritu, que es el que
verdaderamente salva al hombre.
Considero que nuestra batalla actual
no es muy diferente de la batalla de Pablo. Porque, aunque todavía no se
perciba, existe ya una batalla contra los actuales regímenes de control (tanto
políticos como religiosos). Existe en la actualidad una revolución que afecta y
afectará todas las áreas del ser humano, inclusive el ámbito espiritual de los
mismos, que dará lugar a la aparición del anticristo.
Por otro lado, somos parte de una
masa cristiana que está despertando y que ve con claridad lo que está
ocurriendo. Implica que estamos en los últimos tiempos, en los tiempos
peligrosos. Y la Iglesia del Señor Jesús está también en proceso, entrando en una revolución Espiritual e
intelectual y muchos ya somos parte de esa revolución.
Volviendo a la
carta a los romanos.
Los dos regímenes
Romanos
8
1 Ahora, por lo tanto, ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu. Ro 5:16; Ro 8:9-10; Ro
8:11; Ro 8:34; Ro 8:39; Ro 16:3;
2 Porque la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Ro 6:14; Ro
6:18; Ro 7:4; Ro 8:12; 1Co 15:45; 2Co 3:6; Jn 8:32; Jn 8:36; Ro 6:22; Gá 5:1;
3 Porque lo que era imposible para
la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza
de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; Lv 16:5; Jn
1:14; Hch 13:39; 2Co 5:21; Gá 4:9; Fil 2:7; He 7:18; He 10:1-2; He 10:6; He
10:8; He 10:10; He 10:14; He 13:11; Lv 5:6-7; Lv 5:11; Lv 14:31; Is 53:10; Ro
7:18; He 2:14; He 2:17; He 4:15; Ro 3:28; Gá 2:16; Gá 3:13;
4 para que la justicia de la ley
se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu. Ro 1:32; Ro 2:26; Gá 5:16; Gá 5:25; Lc 1:6;
5 Porque los que son de la carne
piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas
del Espíritu. Gá 5:19-21; Gá 5:22-23; Gá 5:25; Gá 6:8; Gá
5:19-25; 1Co 2:14;
6 Porque el ocuparse de la carne
es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Ro 6:21; Ro
8:13; Col 2:18; Gá 6:8;
7 Por cuanto los designios [intenciones,
tendencias] de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; 1Co 2:14; Stg
4:4;
8 y los que viven según la carne
no pueden agradar a Dios. Ro 7:5;
Complementando la
meditación anterior: El conocimiento pleno de la justificación por la fe en
Cristo Jesús, comienza a mostrar más allá de la Salvación del hombre, la
manifestación de un Reino Superior que por mucho tiempo había estado esperando para
manifestarse y establecer su embajada en este mundo.
Entonces, para
comprender el capitulo 8 tenemos que tener presente los dos reinos. Un reino
carnal (basado en las obras de la carne) conocido también como el reino de la
muerte, y un nuevo reino de carácter Espiritual.
Con anterioridad
habíamos hablado del reino de la muerte como un régimen de dominio sobre el
hombre. Al decir “régimen de la muerte” hablamos de un sistema de control, una
forma de gobierno basado en las necesidades físicas del hombre (pasiones,
emociones y sentimientos carnales) Ro
7:5 los cuales son contradictorios a la ley de Dios (Ro 8:7).
El régimen de la
muerte, no es un régimen político, sino un principado que tiene por príncipe a
Satanás quien se encarga de engañar al mundo entero (Ap 12:9). El régimen político y el
régimen religioso son solo marionetas de Satanás.
Entonces, al hablar
de reinos, hablamos de regímenes (Ro
7:5), y eso implica una lucha de poderes por controlar al
hombre. El régimen carnal lucha por controlar al hombre a través de sus
pasiones pecaminosas para servir al maligno, mientras que el régimen Espiritual
lucha por la santificación del hombre y regularlo para los propósitos de
Cristo.
Podemos decir que la
dificultad del hombre, radica en que no puede percibir los poderes a los que
obedece. No percibe lo maligno detrás de sus obras, ni mucho menos puede
percibir el régimen Espiritual.
El hombre sin Dios
no entiende su razón de ser y concluye que debe vivir para la supervivencia y placer
de su carne; Y sumado a eso, (sobre todo en estos tiempos) el ser humano es
adiestrado desde temprana edad a estimar que no hay espíritu ni destino, por
ende, no hay control, implicando que no existe lo bueno o lo malo; Entonces el
hombre es criado estimando que todo lo espiritual es una invención. Y engañan
al hombre diciéndole que es "un
mísero e insignificante accidente momentáneo de partículas energéticas fruto de
una inexplicable explosión en un inmenso universo indiferente".
Satanás se encargó de deformar la razón mediante un sinfín de teorías y
rudimentos humanos. Ante tales argumentos, el hombre se siente tan
insignificante, tan nada, que se entrega de lleno a su corta vida física sin
que le interese lo espiritual, lo cual solo importa cuando está por fallecer
(sin que entienda lo que va a pasar por su necedad y negligencia, de igual
manera a aquellos supuestos cristianos que quieren vivir según la carne Fil 3:19).
Filipenses
3
19 el fin de los cuales
será perdición, cuyo dios es el vientre,
y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.
Pero los que creen
en el Señor Jesús, una nueva fuente procede a abrir sus ojos espirituales y entender
que toda la Obra de Jesús, sirvió para hacer visible lo invisible (Col 1:15), manifestar el
Reino Espiritual y mostrar el plan de Dios, el poder para vencer la muerte del
hombre a pesar del régimen legal condenatorio.
Efesios
2
1 Y él les dio vida a ustedes, cuando estaban muertos en sus [de
ustedes] delitos y pecados, Lc 15:24; Ef 2:5; Ef
4:18; Col 1:21; Col 2:13; Jn 5:25; Ro 5:6;
2 en los cuales anduvieron en otro tiempo, siguiendo la corriente
de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que
ahora opera en los hijos de desobediencia, Jn 12:31; Ro 11:30; 1Co 6:11; Ef 4:17; Ef
4:22; Ef 5:6; Ef 5:8; Ef 6:12; Col 3:7; 1P 1:14; Ap 9:11; 1Co 2:12; 1Ti 4:1; 2P
2:10; 2P 2:20; Jud 1:8; Jn 14:30; Jn 16:11; Tit 3:3;
3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo
en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los
pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira [furia], lo mismo
que los demás. Sal 51:5; Ro 5:12; Gá 5:16; 2P 2:14; Mt 21:31; Lc
12:47; Lc 23:25; Jn 1:13; Ro 2:5; 1Co 7:37; Fil 3:3; 2P 1:21; Ap 6:16;
Entonces, el Reino
manifestado por el Señor Jesús es un Nuevo Régimen que opera en la
espiritualidad del hombre.
La Revolución
Romanos
8
9 Mas ustedes no viven según la
carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en ustedes. Y
si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Jn 14:17; Hch
16:7; Ro 8:11; 1Co 3:16; 1Co 6:19; 2Co 6:16; 2Ti 1:14; Jud 1:19; Jn 14:23; Gá
4:6; Fil 1:19; 1Jn 4:13;
10 Pero si Cristo está en ustedes,
el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu vive a
causa de la justicia. Jn 17:23; Gá 2:20; Ef 3:17; Col 1:27;
11 Y si el Espíritu de aquel que
levantó de los muertos a Jesús mora en ustedes, el que levantó de los muertos a
Cristo Jesús vivificará también sus [de ustedes]
cuerpos mortales por su Espíritu que mora en ustedes. Hch 2:24; 2Co
3:6; Ro 6:4; Ro 6:4-5; 1Co 6:14; 2Co 4:14; Ef 2:5; Col 2:13;
12 Así que, hermanos, deudores
somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; Ro 8:2;
13 porque si viven conforme a la
carne, morirán; mas si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne,
vivirán. Col 3:5;
14 Porque todos los que son guiados
por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Dt 14:1; Os
1:10; Jn 1:12; Ro 8:16; Ro 8:19; Ro 9:8; Ro 9:26; Gá 5:18; Mt 5:9; 2Co 6:18; Gá
3:26; 1Jn 3:1; Ap 21:7;
15 Puesto que no han recibido el
espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que han recibido el
espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! Is 56:5; Jer
31:9; Mr 14:36; Ro 8:23; Ro 9:4; 1Co 2:12; Gá 2:4; Gá 4:5; Gá 4:6; 2Ti 1:7; He
2:15; 1Jn 4:18; Gá 3:26; Gá 4:5-6;
La mayoría, al
llegar al verso 15 no puede evitar preguntarse por encima de sus propios
pensamientos ¿Qué es vivir según el Espíritu?, o ¿Estaré viviendo según la
carne?, ¿Cómo saber si tengo el Espíritu de Cristo?
Para desarrollar este
bloque, necesitamos comprender lo siguiente:
Pablo demuestra que
“una vida en santidad” (entiéndase como una vida digna de buenas obras) no es
posible solamente mediante el conocimiento de la ley dada a Moisés. La ley del
Antiguo Testamento era solo un conocimiento de prohibiciones que determinaban
con exactitud el pecado y el grado de maldad del hombre. Pero el hacer el bien,
el ejercer una vida santa, solo es posible, aniquilando en uno los propósitos
carnales. La
renovación de nuestro ser solo es posible mediante una revolución; es decir, mediante
un cambio de régimen.
Entonces, ampliando
el trasfondo, ¿De que está hablando Pablo en los capítulos 7 y 8? Pablo habla
de Revolución; ¡Si!; La misma revolución que predicó el Señor Jesús cuando
habla del Reino de los Cielos.
Diccionario
RAE: Revolución: Del latín revolutĭo, -ōnis. f.
: Acción y efecto de revolver / Cambio violento en las
instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.
Juan
7
16 Jesús les respondió y
dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
Cuando se habla de
doctrina, no se está hablando de enseñanza solamente, sino de Ciencia que
explica como funciona la vida. Eso es el Evangelio, es Ciencia. El Evangelio es
una revolución. Jesús fue acusado de revolucionario (Jn 7:12-16), los apóstoles y primeros
cristianos fueron acusados de revolucionarios (Hch 17:6). A muchos no les agrada
escuchar esto. Pero si se lucha por cambiar el paradigma (vigente) porque no
satisface o no cumple con los propósitos establecidos, entonces Jesús fue un
revolucionario. El Mesías trajo una Doctrina Superior (Jn 7:16) y demostró que su Doctrina era la Verdadera.
Entonces Pablo que
lo entendía a la perfección, se empeñó en intensificar la revolución para
derrocar de una vez por todas, al viejo régimen de la letra (AT) y establecer
el Nuevo régimen en el Espíritu (NT). Por eso se habla de Antiguo Pacto y Nuevo
Pacto.
Pablo por el
Espíritu está sugiriendo un cambio de paradigma (entiéndase paradigma como el
modelo, la forma u orden de las cosas, esquemas y estructuras) en lo que
refiere a la vida que agrada a Dios.
Obviamente, cambiar
el paradigma, no es fácil y solo puede hacerse a través de una revolución. Y
han de saber que una revolución siempre ha estado anticipada por una
intolerancia contra el orden existente. Y esa intolerancia comenzó con la
doctrina del Señor Jesús, que desafiaba abiertamente a los líderes religiosos y
a las autoridades gubernamentales de su época quienes habían prevaricado y
torcido las leyes a favor de un régimen esclavista.
Pablo le escribe a
una Iglesia que había asimilado la doctrina del Señor Jesús y que internamente
luchaba todavía con el antiguo paradigma, que sabían ya no funcionaba, pero
todavía estorbaba al nuevo régimen porque era difícil renunciar a él (sobre
todo los judíos).
Si analizamos los
tiempos actuales, vemos que la historia se repite, puesto que el cristianismo
actual mantiene aún luchas internas. Porque aún existen religiones disfrazadas
de cristianismo que intentan mantener vigente el antiguo paradigma; Y esta es
la razón por la que tantos cristianos están todavía confundidos con el Antiguo
Testamento y ofrecen su dinero y sus bienes a las instituciones esperando
lograr un pedazo de cielo con ese régimen caduco.
Y a su vez los
cristianos que mantienen el paradigma bíblico de congregación, de vida
cristiana, de propósito cristiano son acusados de herejes y/o sectarios. Como
pueden observar, la revolución genera resistencia en ambos lados.
Pablo entendía lo
incompatible entre el viejo régimen y el nuevo régimen. Pablo sabía que esto se
trataba de una guerra. Muchos judíos cristianos esperaban alguna clase de
transición pacífica entre ambos regímenes, pero eso era imposible. La
revolución es justamente eso, una dura batalla por entender los cambios para
establecer los cambios. Y cuando esos cambios no son aceptados porque amenazan
al poder del orden actual, entonces vienen las persecuciones, las matanzas,
etc.
Yo espero con esto
que usted entienda la historia del hombre como una serie de regímenes que se
han ido levantando mediante las diversas revoluciones (las cuales ya estaban
profetizadas).
Hay que comprender
también que las batallas contra la revolución son encabezadas por las
instituciones amenazadas, hablo de aquellas que mantienen el dominio y el
monopolio de la información (Instituciones religiosas y todas sus
denominaciones y escuelas).
2
Corintios 5
17 De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.
Si entiendes la
doctrina del Señor Jesús, entiendes la Revolución. Si entiendes la revolución
entiendes que debes renunciar al régimen viejo y luchar para establecer el
nuevo. Si entiendes la Revolución es porque tienes al Espíritu del Señor. La
vida vana y vieja queda atrás renunciando al materialismo, al humanismo y al
estilo de vida propuesto por el mundo. Tener el Espíritu de Cristo es tener los
mismos objetivos de Cristo, vivir la Vida de Cristo.
Gálata 2
20 Con Cristo «estoy juntamente crucificado,» y ya no
vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la
fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
En Cristo he
crucificado el hombre forjado por el régimen de la carne, por la tanto esas
falsas razones ya no controlan mi alma. El Espíritu de Cristo que habita en mí
forja un hombre Espiritual para los propósitos de Cristo Jesús utilizando el
cuerpo y el tiempo para buenas obras a fin también de ser resucitado por Él (Ro 7:11).
¿Y como aplicarlo
en la vida práctica?
Colosenses
3
5 Hagan morir, por lo
tanto, lo terrenal en ustedes: fornicación [inmoralidad
sexual], impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es
idolatría;
6 cosas por las cuales la ira [furia] de Dios viene
sobre los hijos de desobediencia,
7 en las cuales ustedes también anduvieron en otro tiempo cuando
vivían en ellas.
8 Pero ahora dejen también ustedes todas estas cosas: ira [furia],
enojo, malicia, injurias [calumnias, blasfemias], palabras
deshonestas de su [de ustedes] boca.
9 No mientan los unos a los otros, habiéndose despojado del viejo
hombre con sus hechos,
10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó
se va renovando hasta el conocimiento pleno,
El testimonio del Espíritu
Romanos
8
16 El Espíritu mismo da testimonio
a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 2Co 1:22; 2Co
5:5; Ef 1:13-14; 1Jn 3:24; Hch 5:32; Ef 1:13; Ef 4:30;
17 Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que sufrimos [padecemos]
juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. Hch 14:22; 2Co
1:7; Gá 3:29; Gá 4:7; 2Ti 2:12; Tit 3:7; Hch 20:32; 2Co 1:5; Ef 3:6; Fil 3:10;
Col 1:24; He 1:14; Ap 21:7; 2Ti 2:11-12;
18 Pues tengo por cierto que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que
en nosotros ha de manifestarse. 2Co 4:17; 1P 1:5-6; Ro
1:5; Col 3:4; Tit 2:13; 1P 4:13; 1P 5:1; Mt 5:12; 2Co 4:10; Fil 3:20; 1Jn
3:1-2;
19 Porque el anhelo ardiente de la
creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Ro 2:7; 1P
4:13; 1P 5:1; 1Jn 3:2; 1Co 1:7; Fil 1:20; Col 3:4; 1P 1:7; 1P 1:13;
Muchos cristianos,
se preguntan a ellos mismos si son realmente cristianos o andan preguntado a
otros si lo son; Muchos que dudan porque solo han recibido doctrinas de hombres
y trabajan para instituciones humanas. Y cuando perciben eso, entonces llegan a
estas incertidumbres.
Sin embargo, ser
hijo de Dios no es un testimonio de hombre, nadie pude decirte si eres o no
hijo de Dios, ningún ser humano tiene esa autoridad. El que da testimonio de
que eres hijo es el Espíritu Santo, nadie más.
Ahora bien,
identificarse como cristiano, es identificarse con la vida de Cristo. Hablamos
de una vida desinteresada según la carne y una vida interesada en los
propósitos Espirituales, sabiendo que tales propósitos no traen riquezas, sino
aflicciones y sufrimientos por causa de la batalla contra el régimen de la
carne. Los primero cristianos podrían dar cátedra acerca de esto, sin embargo
el cristianismo actual carece de aflicciones por el Evangelio, porque
lamentablemente ha sido leudado con el régimen del mundo.
Una esperanza garantizada
Finalmente
Romanos
8
20 Porque la creación fue sujetada
a vanidad [cosas
sin sentido, inutilidad, (ilusiones)], no por su propia
voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; Gn 3:17; Gn
3:18-19; Ec 1:2; Gn 3:17-19; Gn 5:29; Sal 39:5;
21 porque también la creación misma
será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los
hijos de Dios. Hch 3:21; 2P 3:13; Ap 21:1;
22 Porque sabemos que toda la
creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; Jer 12:4; Jer
12:11; Mr 16:15;
23 y no sólo ella, sino que también
nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también
gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la liberación [redención]
de nuestro cuerpo. Is 25:9; Lc 21:28; Ro 7:24; Ro 8:19; Ro 8:25;
2Co 5:2; 2Co 5:4; 2Co 5:5; Gá 5:5; Stg 1:18; Nm 15:17-21; Ro 5:3; 1Co 16:15;
2Co 1:22;
El régimen de la
carne surgió de una rebelión, por una desobediencia. Fue el pecado quién causó
la caída de la Creación y su maldición (Gn
3:17). Es por la maldición, por causa del pecado, que el
mundo está sujeto a frustración, a vanidad, a esclavitud y deterioro.
Pero el Nuevo
Régimen ofrece una Verdadera Esperanza de Redención. Un día la Creación que
gime tano, será liberada, transformada y renovada en la Gloria de Dios. Pero
hasta que ese día llegue, debemos seguir batallando contra el régimen de la
carne, predicando el Evangelio para que los escogidos alcancen la resurrección
de los hijos de Dios.
Cuando habla de “adopción",
expresa que nuestro ser está vinculado a la redención. Lo que vivimos ahora es
solo un trámite de "adopción" y el que lo entiende lo constituye como
el objeto de la esperanza. Tal esperanza es la esencia misma de nuestra
salvación. Por lo tanto, debemos esperar pacientemente lo que Dios ha
prometido.
24 Porque en esperanza fuimos
salvados; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno
ve, ¿a qué esperarlo? 2Co 4:18; 1Ts 1:3; 1Ts 5:8; He 11:1; Ro 4:18;
2Co 5:7; Tit 3:7;
25 Pero si esperamos lo que no
vemos, con paciencia lo aguardamos. 1Ts 1:3; 1Ts 5:8;
26 Y de igual manera el Espíritu
nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Zac 12:10; Mt
20:22; Jn 14:16; Ef 6:18; Stg 4:3; Ro 8:15-16; 2Co 12:8;
27 Mas el que escudriña los
corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad
de Dios intercede por los santos. 1S 16:7; 1Cr 28:9; Pr
15:11; Pr 17:3; Jer 11:20; Jer 17:10; Lc 16:15; Ro 8:6; Ro 8:34; 1Ts 2:4; 1Jn
5:14; Sal 139:1-5; Hch 1:24; Ap 2:23;
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las
cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados.
Finalmente nuestra
Esperanza tiene una enorme garantía. Pablo nos da un par de razones por las que
podemos esperar con paciencia y confianza lo prometido.
La primera razón es
que el Espíritu nos ayuda en nuestra ignorancia, para orar con sabiduría, para
pedir en lo que nos conviene según el Espíritu (sujeto a la voluntad de Dios) y
la capacidad de desechar lo carnal. El Espíritu mismo intercede por nosotros
ante Dios, orando por nosotros esa oración que siempre está en perfecta
concordancia con la voluntad de Dios. Pablo está hablando de intersección
Espiritual, no humana sino de Dios. No necesitamos intersección humana para
nuestras oraciones, necesitamos el Espíritu Santo para dialogar a Dios y
entender su Voluntad.
La segunda razón es
que aunque no lo percibas Dios está obrando constantemente en todas las cosas
para "el bien" de los que le aman (Ro 8:28). Aún los valles por los
que pasamos están incluidos en la providencia de nuestro Padre. Aquí hay
verdaderamente, un motivo de gozo y un fundamento sólido para la esperanza. Sin
embargo, debemos definir que "el bien" que Dios quiere para nosotros
trabaja según sus términos y no los nuestros. Dios sabe que el mayor bien para
nosotros es conocerle a Él y disfrutar de su presencia y sus obras por siempre.
Por lo tanto, producir “el bien” se hace mediante batallas, inclusive pasar por
dificultades como la pobreza, la enfermedad y el dolor (las cuales cosan
afectan la carne y su régimen). Nuestro gozo provendrá no de saber que nunca
enfrentaremos dificultades, porque seguramente las enfrentamos, sino de saber
que, no importa cuál sea la dificultad, nuestro Padre de amor está obrando para
hacernos cristianos fuertes y victoriosos en la fe.
La Paz del Señor Jesús con ustedes.
PD: Como complemento, recomendamos los siguientes blogs:
¿A quién obedeces?
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