MENSAJE DOMINGO 11/09/2016
Por el Hno. Gabriel.-
Luego de haber expuesto resumidamente los
eventos más trascendentes del ministerio del Señor Jesús de manera cronológica
y expositiva durante el desarrollo de la temática “Evangelio Bíblico” hemos llegado al final de la misma, y con esta
ultima meditación de la serie abordaremos el último de los relatos reportado en
los evangelios y que tiene como subtitulo y que a su vez es también el título
de esta meditación; “La Gran Comisión”.
Introducción
y Contexto
Luego de haber meditado y analizado
semánticamente cual debe ser el titulo correcto que defina este suceso, concluyo
que se trata realmente de una “Gran” o “Grande Comisión”, y con esto me
refiero al más grande y significativo encargo (comisión) que pudo haber recibido un hombre aquí en la tierra,
dicho de otro modo, considero que no existe encargo más extraordinario y
colosal que éste con el cual el Señor Jesús comisiono a sus discípulos. Atestiguar
del mayor, insuperable e irrepetible evento en toda la historia de la humanidad…
fueron los testigos oficiales de la resurrección de Cristo, atestiguaron esta
verdad, firmaron su testimonio con sangre, cambiaron la vida de las personas,
cambiaron el curso de la humanidad, cambiaron el mundo… y hasta la fecha su
testimonio sigue causando exactamente el mismo efecto…
Después de haber consumado su obra en la cruz (Jn 19:30) y resucitado de entre los muertos
el Señor Jesús se apareció a sus discípulos durante cuarenta días con pruebas
indubitables (no admite duda) (Hch 1:3), y luego de haberlos instruido
y disipado de toda duda finalmente los comisiono para que predicasen el
evangelio de su Nombre a todas las naciones, discipulando y bautizando a todos
los que habían de creer en el Nombre del Señor Jesús para vida eterna.
Cabe destacar también que la vida de estos
hombres a partir de haber conocido a Jesús cambiaron radicalmente (Mt 19:27, Lc 18:28), estuvieron junto con
Jesús durante todo su ministerio, entregaron más de tres años de sus vidas para
estar solo al lado de Él, caminaron al lado de Jesús, durmieron al lado de
Jesús, comieron con Él, vieron todos sus milagros y señales, recibieron clases públicas
y privadas de su doctrina, experimentaron toda clase de emociones a su lado (alegrías y tristezas, dudas y certeza,
terror y valentía), y finalmente fueron investidos del poder de Dios para
anunciar a todo el mundo el evangelio del Señor Jesucristo.
Mateo 28:16 Pero los once discípulos se fueron a
Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado. 17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban. 18 Y Jesús se acercó y les habló
diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles
que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado. 17 Y estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios;
hablarán nuevas lenguas; 18 tomarán
en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre
los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
¿Dónde y
cuándo ocurrió este evento?
Algunos han encontrado un conflicto respecto de
la ubicación exacta del lugar donde el Señor Jesús comisiono a sus discípulos,
y esto surge a partir de comparar el relato del evangelio de Mateo con el
evangelio de Lucas, ya que en Mateo todo el evento se ubica en Galilea,
mientras que en el relato de Lucas aun están en Jerusalén.
Lucas 24:44 Y les dijo: Estas son las palabras que os
hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que
está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento,
para que comprendiesen las Escrituras; 46
y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día; 47
y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en
todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero
quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis
investidos de poder desde lo alto.
A la verdad no encuentro conflicto alguno entre
estos pasajes, ya que cada uno de los escritores no está haciendo referencia al
mismo día sino a días distintos. No debemos olvidar que el Señor Jesús luego de
haber resucitado se les apareció a sus discípulos durante cuarenta días (Hch 1:3 a
quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas
indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y “hablándoles acerca del reino de Dios”), muchas veces el
cristiano pasa por alto este detalle y considera que el Señor luego de
resucitado se les apareció a sus discípulos solo tres o cuatro veces y luego los
comisiono y ascendió a los cielos, pero no es así. También es verdad que ninguno
de los cuatro evangelios se encargan hablar en detalle de todas las cosas que deben
haber sucedido en esos cuarenta días junto al Señor, aun juntado el reporte de los
cuatro evangelio (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) los cuales mencionan cada uno días distintos
de esat aparición, aun así solo tenemos un breve resumen de lo que fue la
aparición del Señor Jesús en esos cuarenta días y la comisión.
No obstante los pocos datos que tenemos hasta
aquí nos permiten concluir que el Señor Jesús debe haber recomendado la
comisión a sus discípulos en más de una ocasión, me atrevo a pensar que les
hizo este encargo en reiteradas veces mientras estaba con ellos – luego de mi
partida vayan y prediquen este evangelio a todas las naciones, hagan
discípulos, bautícenlos en mi Nombre y yo estaré con ustedes mediante mi
Espíritu Santo con el cual también harán señales – y esta es la
razón por la cual los evangelios se encargan de mostrar el mismo encargo de
diferentes maneras y en diferentes oportunidades.
¿En qué
consistía la gran comisión?
Aclarado esto quisiera extenderme en responder
la pregunta que sigue; ¿en qué consistía
la gran comisión? Esta me parece la pregunta clave de la meditación que me
permitirá abordar y desarrollar este evento, y la responderé detalladamente y
por pasos a fin de verter la enseñanza correcta.
Recopilando los datos que nos aporta Mateo
vemos allí que Jesús le dijo a sus discípulos que “toda la autoridad para decidir en los y en la tierra le había sido
dada Él”, que dicho de otro modo sería como Pablo lo expresa en la carta a
los filipenses (Fil 2:5-11); – Yo he sido
exaltado hasta lo sumo por tanto mi señorío se extiende tanto en los cielos
como en la tierra – y a partir de allí les dio la “orden” de ir
predicar y hacer discípulos en todas las naciones enseñando la doctrina del
Señor Jesús y bautizando a los que habían de creer en el Nombre del Señor. A
esto el evangelio de Marcos añade que “se
predique el evangelio a toda criatura”, o sea, la predicación del evangelio
sería sin acepción de personas, lo cual implicaba que debían predicar tanto a
judíos como gentiles, paganos o santos, no había diferencia, y también tendrían
el poder del Espíritu para hacer ciertos milagros y señales extraordinarias que
confirmaría la veracidad del mensaje.
Lucas declara – y es obvio que fue durante los cuarenta días
de aparición – que Jesús
les abrió el entendimiento a los discípulos para que comprendiesen las
escrituras mostrándole el cumplimiento de las profecías que anunciaban su
padecimiento y resurrección, de lo cual ellos ahora eran testigos, y que
preciso era que en su Nombre se predique el arrepentimiento y perdón de pecados
a todas las naciones. Pero también les ordeno que no se fueran de Jerusalén
hasta que sean investidos de poder de lo alto.
Muchos cristianos neófitos (en su mayoría jóvenes), se atribuyen esta comisión para salir a evangelizar sin tener idea de lo que implica
tamaña tarea, presuponen que porque está escrito “id y predicar” ellos simplemente
deben hacerlo. Equivocadamente muchos consideran que evangelizar se trata de
salir a contar la historia de la muerte de Jesús como un evento histórico sin
entender las casusas, razones y el porqué de tal suceso, ignorar el valor y
responsabilidad que implica predicar el evangelio y salen sin estar preparados
y sin haber sido enviados. No tienen idea del mal que están causando a sus
propias almas y también a la vida de otros.
Debemos entender que el texto de la gran
comisión – Id
y predicad el evangelio – es un resumen de todo lo que Jesús a
enseñado en todo el nuevo testamento, y dicha tarea obligadamente engloba una
comprensión total del antiguo y nuevo testamento, no se trata solo de Juan 3:16…
Analizar la “gran
comisión” paso a paso nos va a permitir entender en detalle la complejidad
de tan solmene labor
Paso 1: Les
abrió el entendimiento
Lucas 24:44 Y les dijo: Estas son las palabras que os
hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo
lo que está escrito de mí en la ley de Moisés (pentateuco),
en los profetas y en los salmos. 45 Entonces les abrió el entendimiento, para que
comprendiesen las Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
Los discípulos, a pesar de haber estado tres
años con Jesús, haberle oído predicar y enseñar a la gente, aun así no habían
comprendido la naturaleza del plan de Dios. Jesús tuvo que abrirles el
entendimiento y declararles todas las escrituras, comenzando desde el génesis,
pasando por los salmos y todos los profetas. Hizo en ellos un trabajo
sobrenatural, quitó el velo del razonamiento humano y les mostró de forma
espiritual todo el plan de Dios desde el principio. Jesús no estaba trayendo
una nueva religión que empezaría a partir de él, sino que Él era el
cumplimiento del principio de todas las escrituras (Jn
5:39), desde el génesis en adelante les mostro en detalle todo lo
que las escrituras adelantaban de Él, mostrándole que el plan de redención había
comenzado desde el Edén, desde aquella promesa de una simiente nueva que
vendría por medio de la mujer y aplastaría la cabeza de Satanás según Génesis 3:15, que vino por medio de la
promesa hecha a Abraham en Génesis 12,
que sería de la tribu de Judá de acuerdo a Génesis 49:8-12
de la línea de David como se anticipo en 2°Samuel
7:12-14, que nacería de una virgen como está escrito en Isaías 7:14 en la ciudad de Belén como
lo profetizo Miqueas 5:2, que sería luego
traicionado por su amigo como lo anticipaba el Salmo
41:9, seria maltratado y humillado según la profecía de Isaías 52:13-15 y 53:3, que su ropa
sería repartida como lo declara el Salmo 22:16-18,
que le darían a beber hiel con vinagre de acuerdo al Salmo
69:21, sería desamparado por el Padre de acuerdo al clamor del Salmo 22:1, su carne sería traspasada
con una laza para que se cumpla la profecía de Zacarías
12:10, su muerte sería sustitutiva de acuerdo a Isaías
53, y finalmente resucitaría de entre los muertos de acuerdo al Salmo 16:8-11, y ascendería a los cielos
de acuerdo al Salmo 24:7-10.
Les demostró durante esos cuarenta días que Él
es el fiel cumplimiento de todas las promesas hechas por medio de los profetas,
agoto todas las escrituras (pentateuco, los
salmos, los profetas) delante de ellos sin dejar cabos sueltos para
mostrarles que todas ellas daban testimonio de Él, Él era el Cristo, el Cordero
de Dios que quita el pecado del mundo, la propiciación por nuestros pecados a
partir del nuevo pacto que Él mismo interpuso a favor nuestro. Les abrió el
entendimiento para que comprendiesen que la salvación y justificación del
hombre ahora se podía alcanzar por medio de la gracia de Dios.
No era simplemente salir a contar la historia
del sufrimiento y muerte de Jesús en la cruz, sino mostrar este evento por
medio de las profecías que anunciaban este suceso. Era un hecho anunciado por
la historia y por medio de la historia se lo podía constatar. Podríamos decir
que primeramente Jesús opero bíblicamente en sus discípulos y los preparo
intelectualmente para predicar el evangelio.
Esta es la razón por la cual luego Pedro al
predicar tenía la facilidad de citar salmos y profecías en el momento oportuna
y tan claramente que hablaban del Mesías, no fue algo mágico que hablaba sin
entender lo que citaban ¡NO!, el fue preparado bíblicamente para predicar el
evangelio, fueron cuarenta días de clases privadas de hermenéutica para
entender las escrituras. Les abrió el entendimiento…
Paso 2:
Fueron Designados Testigos Oficiales
Lucas 24:46 y les dijo: Así está escrito, y así fue
necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el
arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde
Jerusalén. 48 Y
vosotros sois testigos de estas cosas.
Una cosa es que estos hombres (los apóstoles) hayan sido testigos
oculares (como lo fueron otras tantas
miles de personas) de los diferentes milagros y demás señales que el Señor
Jesús hizo como caminar por la aguas, alimentar a cinco mil personas, sanar
enfermos y tantas otras maravillas, pero otra cosa muy diferente es que ellos
hayan sido testigos de cómo todas las profecías, la ley y los salmos tuvieron
cumplimiento en Él, porque éste el testimonio que Jesús encargo que predicasen
sus discípulos; mostrar que Jesús es el Cristo no por un convencimiento interno
en función de las señales y milagros que habían visto, sino por medio de ver cómo
todas las profecías tuvieron cumplimiento en Él. Por ejemplo; ellos podían decir – La
profecía anunciaba que el Mesías nacería en Belén, nosotros somos testigos de
que Él nació en Belén, las profecías anunciaban que nacería de una virgen,
nosotros somos testigos de esta verdad y conocemos a esa virgen, las profecías
anunciaban de su maltrato, humillación y muerte sustitutiva, nosotros somos
testigos de ese padecimiento, humillación y muerte, las profecías anunciaban
que su cuerpo no vería corrupción sino que resucitaría y nosotros somos
testigos de su resurrección y vida eterna y por esta razón atestiguamos que Él
es el Cristo porque hemos visto como todas y cada una de las profecías se
cumplieron en Él– .
Hechos 10:37 Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea,
comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan: 38 cómo Dios ungió con el Espíritu
Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. 39
Y nosotros somos testigos de todas
las cosas que Jesús hizo en la tierra de
Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. 40 A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; 41 no a
todo el pueblo, sino a los
testigos que Dios había ordenado de antemano,
a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos. 42 Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios
ha puesto por Juez de vivos y muertos. 43 De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de
pecados por su nombre.
1°Pedro
5:1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo
anciano también con ellos, y testigo de
los padecimientos de Cristo, que soy
también participante de la gloria que será revelada:
Hechos 13:27 Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes,
no conociendo a Jesús, ni las
palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron
al condenarle. 28 Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que
se le matase. 29 Y habiendo cumplido todas las cosas que de él
estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron
en el sepulcro. 30 Más Dios le
levantó de los muertos. 31 Y él se apareció durante muchos días a los
que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo.
Otros textos como Hechos 2:32-33, Hechos 3:14-15, expresan
exactamente lo mismo, demostrando que la predicación
del evangelio estaba centrada en mostrar a Jesús como el Cristo por medio del
cumplimiento de las profecías. Los apóstoles no fueron enviados a contar
la vida de un hombre que apareció en la tierra con poderes milagroso y que hizo
muchas señales y maravillas, ellos debían atestiguar que en Jesús de Nazaret se
cumplieron todas las profecías, y que ellos fueron testigos de esa verdad y ahora lo
proclamaban en todas las naciones.
Ellos habían visto a Jesús resucitado, ahora
ellos son testigos de una verdad que el mundo no conoce, eran portadores de un
testimonio que estaba impreso en ellos hasta la muerte no obstante el
testimonio perduraría vivo hasta el final de la historia de la humanidad. Rindieron
sus vidas atestiguando denodadamente esta verdad, que Jesús de Nazaret es el
Cristo y que solo en su Nombre hay perdón de pecados.
Paso 3:
Recibieron Poder de lo Alto
Lucas 24:48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi
Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta
que seáis investidos de poder desde lo alto.
O sea que no solo se les abrió el entendimiento
para que comprendiesen todas las escrituras comenzando desde el Pentateuco,
pasando por los Profetas y los Salmos, sino que también fueron testigos
oculares de su resurrección y todos los demás eventos históricos que se
cumplieron en Jesús, y como si eso no fuera suficiente; se los invistió con
poder de lo alto…
En virtud de esto podríamos concluir que no era
suficiente contar con un conocimiento intelectual de toda la biblia (desde el génesis hasta Malaquías), ni
tampoco bastaba haber sido testigo ocular de la resurrección de Jesús y demás
cumplimientos proféticos en Él, sino que por sobre estas cosas precisaban ser
llenos del Espíritu Santo para poder ejecutar esta tarea, porque no se
sustentaría con esfuerzo y valor humano sino con el poder de Dios, y esta es la
razón que explica la perpetuidad de su testimonio hasta la fecha.
Siento indignación cuando jóvenes temerariamente
quieren atribuirse esta tarea sin comprender la competencia, compromiso y
seriedad que implica dicha labor. Quieren salir a hablar del Nombre de Él sin
siquiera haber comprendido la profundidad de Juan
3:16.
Los apóstoles no eran hombres valientes para
salir a atestiguar las cosas que vieron y oyeron, recibieron un poder
sobrenatural departe de Dios para poder hacer esta labor denodadamente y sin
temor.
2°Corintios 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, 5
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios,
y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Recibieron un poder transformacional que los
mudo a hombres nuevos, eran otros, lo que fueron antes quedo atrás, ahora eran
hombres investidos del poder de Dios para atestiguar de su manifestación en la
tierra, atestiguar del Verbo encarnado. Predicar el
evangelio para ellos se trataba de unir los hechos, la historia y las profecías
en un solo hombre, créanme que se necesitaba poder de lo alto para hacer
esto. No era un mero conocimiento teológico de las escrituras, estaban llenos
del Espíritu Santo, cuando abrían sus bocas sus palabras eran como espada que
penetraba el corazón de las personas (He 4:12).
Su mensaje NO buscaba generar un impacto
social, NO era para terminar con la pobreza, NO era para traer la paz mundial, NO
era para sanar a los enfermos, NO era para acabar con el crimen y la corrupción
del mundo, el mensaje ERA el perdón de pecados por medio de un hombre que
venció a la muerte resucito de entre los muertos y quito el pecado del mundo
mediante su muerte expiatoria y vicaria: ¡JESÚS EL CRISTO DE DIOS!, y no hay
otro Nombre bajo el cielo dado a los hombres en quién podamos ser salvos.
Hechos
1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo
último de la tierra.
Hechos
4:33 Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor
Jesús, y abundante gracia era sobre
todos ellos.
Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios
para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al
griego.
1°Corintios
2:1 Así que, hermanos, cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio de
Dios, no fui con excelencia de palabras
o de sabiduría. 2 Pues me propuse no
saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. 3 Y estuve entre vosotros con
debilidad, y mucho temor y temblor; 4
y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana
sabiduría, sino con
demostración del Espíritu y de poder, 5 para que vuestra fe no esté fundada
en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
Conclusión
Todo el desarrollo del trabajo de estos hombres
que fueron comisionados por Jesús para la predicación del evangelio lo vemos
plasmado en el libro de los Hechos. A partir de esta comisión estos hombres
cambiaron sus vidas, literalmente la gran comisión cambio el rumbo de la vida
de estos hombres, les dio un verdadero propósito en Dios, sus vidas por fin
tenían sentido. No solo predicaban con palabras, sus propias vidas eran el
testimonio de la cruz, llevaban insertado el testimonio del Señor en ellos,
fueron sellados con este encargo, no podían callar lo que habían visto y oído, (Hch 4:20) y sus vidas fueron derramadas
en libación para expandir la noticia a todas las naciones…
Ahora, ¿Es la gran comisión una tarea para
todos los cristianos? ¿Sigue vigente para la iglesia de hoy? Permítanme responder
de esta manera: Si tu entendimiento ha sido abierto por Dios para entender su
plan desde el Génesis hasta el Apocalipsis, si el Espíritu Santo te ha sellado
con esta verdad en tu corazón de modo que solo vives dar testimonio de esta
verdad, y si fuiste lleno del poder de Dios de tal manera que le conoces,
entonces nadie te podrá detener, porque predicar el evangelio no es una
elección del hombre sino de Dios, y el que soberanamente escoge no puede resistir
a su llamado. Por supuesto que no digo esto para desanimar a la iglesia a fin
de que nadie quiera predicar, antes por el contrario, es para estimularnos a busquemos
a Dios, que corramos en pos de Él a fin de conocerle y entenderle.
No resulta lógico hablar de quien no conozco,
predicar el evangelio es hablar de quien he conocido, está íntimamente
vinculado a lo empírico (experimental),
la trasformación de mi vida es el testimonio de que le he descubierto a Él.
Predicarlo a Él es el resultado de conocerlo en todo sentido, escritural (conocimiento del Antiguo y Nuevo Testamento),
testimonial (trasformación por medio del
Espíritu) y espiritual (investido,
llenos del poder de Dios). No se trata solo de salir simplemente a contar
la historia de la cruz.
Un anciano solía contar una historia que dejo
una muy buena observación de este tema; en una ocasión, en Inglaterra, durante
el tiempo de los avivamientos (año 1800) dos predicadores fueron invitados a
una iglesia para dar la palabra, los dos eran muy buenos predicadores, se los
consideraba los mejores de la época, sin embargo la acotación de un reportero
de una editorial cristiana concluyo de esta manera; las dos predicaciones
fueron excelentes (claras y contundentes), pero uno de ellos predico como si
fuese un abogado, y el otro predico como si fuese un testigo.
Juan
5:39
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;
2°Timoteo 4:1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo,
que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, 2
que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
La paz del Señor Jesucristo.-
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