EL
MINISTERIO DE LA MUJER
El Espíritu y La base Escritural
2 Timoteo 3
16 Toda la Escritura es inspirada por
Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra.
El desarrollo y sustento del
cristiano y de la Iglesia debe estar basada y centrada en el Espíritu y en las
Escrituras, y entre el Espíritu y las Escrituras NO hay contradicción, ni jamás
la habrá. Jamás el Espíritu del Señor hará o dirá algo que contradiga a lo
expresado por las Escrituras.
Romanos 14
23 ...; y todo lo que no proviene de fe, es pecado.
La fe es un fruto Espiritual
otorgada al hombre para que la administre para sí y para el ministerio del
Señor, si es que el Señor Jesús brinda un ministerio al hombre. Y debemos tener
fe para reconocer si el ministerio de los hombres proviene de Dios o de la
iniquidad.
Efesios 4
14 para que ya no seamos niños
fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema
de hombres que para engañar emplean con
astucia las artimañas del error,
Por lo tanto todo aquello que
no tenga un sustento Escritural, todo aquello que no proviene del Espíritu
Santo es y debe considerarse pecado, no importa cuán buenas intenciones tenga
el cristiano o la cristiana por ser o hacer algo en el Señor, todo ministerio y
servicio debe provenir del Espíritu teniendo como testimonio de trabajo las
Escrituras. Si viniera un hombre o un ángel del cielo y dijera algo diferente
al testimonio Escritural el tal debe considerarse maldición y pecado.
Gálatas 1
6 Estoy maravillado de que tan pronto os
hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente. 7 No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangelio de Cristo. 8 Mas si aun nosotros, o un
ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora lo
repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea
anatema.
2 Pedro 3
17 Así que vosotros, oh amados,
sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea
que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
1 Tesalonicenses
5
19 No
apaguéis al Espíritu.
20 No menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened
lo bueno. 22 Absteneos de
toda especie de mal.
Dicho esto, y viendo el estado
de la Iglesia de estos tiempos, es claro y triste concluir que la Iglesia se ha
alejado del llamado del Evangelio y ha perdido el Camino por seguir una senda
pecaminosa trazada por las instituciones denominacionales (pentecostales,
bautistas, metodistas, anglicanos, adventistas, universales, ... etc.), muchas
congregaciones tienen nombre de qué viven pero están muertas (Ap 3:1) tantos cristianos desventurados,
miserables, pobres, ciegos y desnudos (Ap 3:17),
que no pueden entender su condición. Así que la Iglesia habiendo apagado el
Espíritu los cristianos fueron expuestos al espíritu del error y desvarío y por
esta razón existen tantos falsos ministerios antibíblicos y pecaminosos en el
95% de las congregaciones cristianas de hoy, sobre todas en aquellas en el que
se han involucrado a las mujeres en un rol que no les corresponde y en un
servicio desautorizado para ellas.
¿Ministerio femenil?
Hoy en día es tan aberrante y
tan vergonzoso para la Iglesia ver a tantas mujeres autoproclamarse
"pastora", "predicadora", "evangelista",
"profeta", "maestra", "ministra". Es lamentable
ver tantos falsos ministerios femeninos sin sustento Escritural pero abaladas
por las religiones en la totalidad de las denominaciones mediante estudios
religiosos, seminarios, títulos religiosos, universidades religiosas, etc.
1 Juan 4
1Amados, no creáis a todo espíritu,
sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el
mundo.
Muchas mujeres
"cristianas" desobedientes son impulsadas por el pensamiento
humanista para ser fatales instrumentos satánicos dentro de las congregaciones.
Muchas mujeres que "han visto" revelaciones, sueños, llamados, y que
sin tener conocimiento y sin probar los espíritu se lanzan de llenos al error
de proclamarse "siervas" y a ministrar en las congregaciones.
Yo detesto profundamente, por
el Espíritu del Señor y por el Celo vivo a su Casa que es la Iglesia a todas
aquellas mujeres que se consideran "pastoras" y ministran por encima
de los hombres.
Si la Iglesia considera a las
Escrituras como única fuente Testimonial de la Voluntad de Dios, en ella está
claramente expresada la posición de la mujer ante el servicio del Señor.
1 Timoteo 2
11 La MUJER APRENDA EN SILENCIO, CON TODA
SUJECION.
12 Porque
NO PERMITO A LA MUJER ENSEÑAR, NI EJERCER DOMINIO SOBRE EL HOMBRE, sino
estar en silencio.
13 Porque
Adán fue formado primero, después Eva;
14 y
Adán NO FUE ENGAÑADO, SINO QUE LA MUJER,
siendo engañada, incurrió en
transgresión.
1 Corintios 14
33 pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como
en todas las iglesias de los santos,
34 vuestras MUJERES CALLEN EN LAS CONGREGACIONES; porque NO LES ES PERMITIDO HABLAR, sino QUE ESTEN SUJETAS, como también
la ley lo dice.
35 Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus
maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36 ¿Acaso
ha salido de vosotros la palabra de Dios, o sólo a vosotros ha llegado? 37
Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo
son mandamientos del Señor. 38 Mas el que ignora, ignore.
Cuando Pablo escribe estas
cosas, no las escribe solamente a la Iglesia que estaba en Corinto, pues ha
saber desde el principio Pablo expresa:
1 Corintios 1
2 a la iglesia de Dios que está en
Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos
los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro:
Entonces lo que las Escrituras
expresan es para todas las congregaciones que están en todas partes del mundo.
Si la Iglesia obedeciera estas
demandas inspirada por el Espíritu, resolvería la mitad de los grandes
problemas apóstatas ocasionadas por las mujeres que por ocupar el puesto del
hombre pecan y hacen que la congregación caiga en pecado.
Es lamentable ver que la mujer
haya perdido su posición y otra vez sea envenenada por satanás para prevaricar
y caer en condenación.
La mujer ha perdido aún la
señal de autoridad sobre su cabeza ante el Señor Jesús (1
Co 11:5) y se dirige al Señor con la cabeza descubierta desde hace más
de 100 (cien) años.
Hebreos 13
8 Jesucristo
es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. 9 No
os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas;....
Al margen de los diferentes
rótulos que les pongan a los verdaderos cristianos que defienden las verdades
escriturales, entre ellos los seudónimos despreciativos tales como
"legalista", "machista", "fundamentalista",
etc.., no van a poder negar ni contradecir lo que claramente expresa el
Espíritu con respecto a la postura de la mujer en las congregaciones. Sin
importar el contexto o el tiempo, todo cristiano debe entender que el Evangelio
jamás va a cambiar, las personas cambian, los tiempos cambian, pero el
Evangelio es el mismo y el Señor sigue siendo el mismo ayer y hoy (Heb 13:8). Así que por más pretexto que quieran
poner tantos las mujeres como los hombres, los tiempos, ni las tradiciones, ni
las costumbres viejas o nuevas van a cambiar el Evangelio o el régimen del
Espíritu.
Colosenses 2
8 Mirad
que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los
hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.
Que la mujer incrédula de estos
tiempos abandone su lugar y se vista como el hombre, trabaje como el hombre,
abandone a sus hijos a la merced del sistema, desprecie a su marido, no
significa que las mujeres cristianas sigan semejante ejemplo de desobediencia.
Que las mujeres del presente
siglo malo y perverso den riendas sueltas a su libertinaje y a su mala manera
de proceder no significa que las cristianas deben seguir tan pésimo ejemplo
impuesto por el mundo secular y humanista, ni muchos menos que intenten forzar
a las congregaciones a seguir tan pésimos y degradantes rudimentos
anticristianos.
La Verdadera Iglesia no se basa
jamás en preceptos y dogmas humanos, el hijo o hija de Dios no se rige por los
rudimentos de los incrédulos (Ga 4:9; Col 2:8,20)
sino por el régimen del Espíritu (Ro 7:6) y
la ley de la fe (Ro 3:27).
Por lo tanto como las mismas
Escrituras dicen en cuanta a estas cosas "el que ignora, ignore" (1 Co 14:38).
El verdadero rol de la mujer
Desde el principio el rol de la
mujer tanto en el Antiguo Testamento como hasta hace 300 años era el hogar, la
mujer siempre ha estado en sumisión; Dentro de la ley mosaica las mujeres se
dedicaban a las actividades caseras, a la instrucción y a la crianza de los
hijos. La mujer nunca participó de las actividades religiosas, nunca entró al
Tabernáculo ni al Templo, a ellos solo accedían los hombres.
Pero en estos tiempos vemos una
sociedad totalmente depravada y egoísta y esto se debe a que la mujer
revelándose abandonó su rol abandonó la casa y desprecia a sus hijos (rol que
es por ley natural porque aún hasta en los animales se ve que la madre no
abandona sus crías, ni sus nidos) y por ende provocó un desequilibrio en todo
el ámbito social, ¿Quién cría y atiende a los niños hoy en día?¿Quién se ocupa
del hogar?. Por eso el mundo está como está y también la Iglesia que si no se
vuelve a la ley Dios va camino a la perdición eterna.
En el ámbito Espiritual, aún en
los tiempos de Jesús, el Señor jamás nombró entre sus discípulos a las mujeres,
jamás se le ve enviando a las mujeres a sacar demonios o hacer milagros. En la
última Cena que es cuando estableció el Nuevo Pacto, el pan y el vino se les
repartió a sus discípulos (Mt 26:26-28),
indicando que Dios ha repartido su Obra entre los hombres no en las mujeres.
Ahora bien dentro de los rudimentos adicionales las mujeres siempre han
colaborado con el Señor, atendiendo a las necesidades de los hombres (orando,
ayunando, cocinando, ayudando, sirviendo, atendiendo la mesa, limpiando, siendo
hospitalarias, etc) (Hch 1:14).
Así que las mujeres deberían
estar tranquilas, pues la gracia es mayor sobre ella que sobre los hombres que
deben trabajar en la Viña del Señor, porque en lo que respecta a las mujeres el
Señor jamás ha cambiado su rol, pues la mujer debería seguir ocupándose de la
casa y de la enseñanza y dirección de los hijos (Pr
1:8), obviamente que esto implica que la mujer reciba instrucción y
tenga el mismo desarrollo Espiritual en el conocimiento que el hombre. Además
los cristianos deben saber que lo que hoy llaman "escuela bíblica para
niño" o "escuela dominical" no está abalado por las Escrituras,
al margen de la "buena intención" el desarrollo Espiritual del niño
no debe depender de una institución o maestra religiosa sino de los padres,
principalmente de la madre. Así que la supuesta "escuela bíblica"
jamás debe suplantar la instrucción por parte de la madre, como tampoco tal
escuela libra a la madre del rol que el Señor le ha demandado.
Extrañamente las mujeres
cristianas de estos tiempos han abandonado la instrucción de sus hijos, para
ocupar otro rol que no le corresponde. Las mujeres cristianas han abandonado su
hogar por perseguir las mismas cosas que las mujeres incrédulas, pues ya no
quieren a sus hijos, los desprecian, a cuantas mujeres cristianas he oído decir
"no veo la hora que se vayan a la escuela", pues ya no quieren
instruir a sus hijos y por esa razón de mala manera o inapropiadamente envían o
dejan que sus hijos sean enseñados por el sistema humanista y secular
(totalmente anticristiano) y en lo que respecta a lo religioso se lo dejan a la
organización institucional denominacional de fines de semana.
Las mujeres cristianas han
abandonado a los niños, a los adolescentes y a las mismas mujeres para querer
enseñar o influir sobre los hombres de la congregación y al punto tal de querer
participar de las cosas que solo se les ha ordenado a los hombres.
Por eso esta meditación tiene
la firme intención de ratificar que las Escrituras son claras, la mujer NO debe
predicar en la congregación a los hombres, la mujer NO debe enseñar a los
hombres, la mujer NO debe ejercer dominio sobre ningún hombre, no importa
cuánto estudio bíblico tenga, no importa si es más sabia que todos los hombres,
no importa si la religión o la organización congregacional, o la institución la
autoriza, aquí la única Verdad y la Única Autoridad está en las Escrituras,
ningún hombre, ninguna mujer, ninguna organización puede superar la Autoridad
del Señor Jesús, por más buena intención, por más razonable que parezca, la mujer
no tiene rol entre los hombres, no tiene ni parte ni suerte en el ministerio
dado a los hombres, cuando el Espíritu ordena los ministerios y dones en la
Iglesia no se hablan de maestras, ancianas, .
En lo que respecta a la
enseñanza adulta la mujer debe callar en la congregación, no les está permitido
ni hablar, ni siquiera para preguntar algo doctrinal, debe sujetarse a su
marido, debe aprender en la casa, y si el marido es un neófito la mujer ore
para que su marido llegue pronto al conocimiento, y si el marido es incrédulo
pida sabiduría a Dios en oración, diríjase a la Cabeza la cual es Cristo, y
considere el consejo de los pastores y recursos que Dios entrego a la Iglesia
para servir a la Iglesia. De la misma manera la mujer que está soltera, está libre
de marido y su instrucción depende del trabajo que Dios haya repartido a los
hombres.
Que la mujer calle, no es una opción, es una orden, y esto no la hace inferior al hombre, tampoco
desigual en el ámbito Espiritual, porque en el Señor no es más el hombre que la
mujer ni la mujer más que el hombre (Ga 3:28).
La mujer debe entender que el hombre tiene la "mayor" exigencia; Al
hombre se le demanda más, la mujer no está expuesta al yugo del hombre, por eso
el apóstol Pablo por el Espíritu simplifica el yugo de la mujer en estas
palabras:
1 Timoteo 2
15 Pero se salvará engendrando hijos, si
permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia
Dice el proverbio "mujer
virtuosa quien la hallarás? (Pr 31:10)"
y en la Iglesia, ¿Donde están?.
Yo aprecio mucho la labor de
las mujeres que cuidan de sus hijos y les instruyen y oran con sus hijos y
están continuamente enderezando y corrigiendo a sus hijos.
Aprecio mucho a las mujeres que
estudian las Escrituras y acompañan a los hombres para colaborar en las labores
cristianas, siempre y cuando se sujeten a los que presiden.
Tengo en poco y exhorto a las
mujeres que trabajan abandonando a sus hijos, que dejen de perder el tiempo en
el mundo buscando cosas del mundo y dedíquense a sus hijos. No hay peor yugo
que trabajar para el mundo, sembrando para la carne mientras sus hijos son
arrastrados al infierno por la instrucción secular.
El único ministerio demandado, el único ministerio válido para la
mujer cristiana es el cuidar de su hogar, de sus hijos, sirviendo al marido
siendo de ayuda idónea en la oración y en la meditación. Independientemente del trato de su marido sea bueno
o malo, les recuerdo que es lo que escogieron, nadie se casa por obligación, lo
que has tomado has tomado, cada conyugue dará cuentas al Creador pero ni el
hombre ni la mujer se podrá justificar por el otro o inculpar al conyugue
porque los dos son uno ante el Señor.
Si la mujer ha crecido en el
Señor y su hogar es un ejemplo de hogar cristiano, si ha sabido llevar su hogar
y conducir sus hijos para la gloria de Cristo, estas mujeres pueden ser útiles
a la congregación, siempre y cuando trabajen piadosamente sin pedir nada a
cambio, trabajando y ayudando a las mujeres jóvenes a seguir su ejemplo y
ayudarles en sus necesidades. Para todo tenemos requisitos:
1 Timoteo 3
11 Las mujeres asimismo sean honestas, no
calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.
Tito 2
3 Las ancianas asimismo sean reverentes
en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 4 que
enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 5a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa,
buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
1 Timoteo 2
9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y
modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos,
10 sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.
Tanto el cristiano como la
cristiana deben entender que el Evangelio no se trata de jerarquía o de quien
controla a quien sino solamente de responsabilidades, porque así fue ordenado,
las mujeres son necesaria en toda buena obra, como también es imprescindible
que para participar sea casta, obediente y esté en santidad para colaborar. La
oración es una muy buena ayuda por parte de las mujeres como también la
enseñanza de las Escrituras a los hijos y a los niños en general, y aún una
mujer sabia puede ser de utilidad para las demás mujeres, pero a más de esto
por mal camino va.
La Paz del Señor
Jesús.