PÁGINAS DE INTERÉS

PARABOLA DE LA SAL DE LA TIERRA




MENSAJE DOMINGO 03/03/2013

Mateo 5
13  Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.

Efesios 4
22  En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23  y renovaos en el espíritu de vuestra mente,
24  y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.


1° Pedro 1
15  sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

1° Pedro 1
18  sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19  sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

1° Pedro 2
12  manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.

Hebreos 4
12  Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Hebreos 10
26  Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
27  sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
28  El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
29  ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
30  Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
31  ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!

1° Corintios 10
14  Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

Gálatas 5
16  Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
17  Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.(C)
18  Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
19  Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
20  idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
21  envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Juan 7
37  En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38  El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Juan 4
13  Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
14  mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Colosenses 4
6  Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.

El indigente

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