PÁGINAS DE INTERÉS

EL PODER DE SU PALABRA




MENSAJE DOMINGO 12/04/2015

Por el Hno. Gabriel.-

Lucas 24
13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén (aproximadamente unos 11 km, lo que implica unas 2,15 horas de caminata).
14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.
16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.
21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.

22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;
23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.
24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. (Evidentemente estas dos personas no creían que Jesús había resucitado, no estaban convencidos de ello y por esta razón Jesús los reprende)
25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
27 Y comenzando desde Moisés (o sea desde el génesis), y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían (¿se lo imaginan? Una clase de 2 horas de hermenéutica de la boca de Jesús mismo, ¿por qué no se escribió esta clase en un libro?).
28 Llegaron a la aldea adónde iban, y él hizo como que iba más lejos (del gr. también se traduce “y el pretendía ir más lejos”).
29 Más ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos.
30  Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio.
31  Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista.
32  Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

A pesar de ser una cita de varios versículos solo quiero enfatizar el último de ellos (versículo 32) el cual describe claramente lo que causo la palabra de Jesús en el corazón de estas dos personas (Cleofás y su amigo), la cual dice que “hacia arder sus corazones” cuando la escuchaban, y no hallo otra manera de explicar este suceso sino como el poder de la palabra de Jesús actuando en el hombre, y este es el tema que voy a tratar en este mensaje.

EL PODER DE SU PALABRA
Mucho se habla de la palabra de Dios dentro del ámbito evangélico cristiano, pero es muy probable que solo unos pocos hayan comprendido o conocido el poder de esa palabra. Una de las cosas que debemos tener bien en claro cuando hablamos de la palabra de Dios es que no estamos hablando de una biblia impresa o pergaminos antiguos de algún monasterio o biblioteca, sino que estamos hablando del poder con el cual Dios hace y dirige todas las cosas de su creación (poder de Dios)
También es importante aclarar que cuando hablamos de la palabra de Dios no estamos hablando de vocablos ni de idiomas como el hebreo o griego sino de la palabra que sale de la boca de Dios. Jesús le respondió a satanas en el desierto (Mt 4:4) que no es el pan el que sustenta la vida del hombre sino que esto está determinado por la palabra que sale de la boca de Dios, dicho de otro modo el hombre no va a conservar su vida por medio de comer alimentos nutritivos para estar fuerte y vigoroso sino que la vida del hombre depende absolutamente de lo que Dios ordene por medio de su palabra, porque es Dios por medio de su palabra el que determina quien vive y quien muere.

Deuteronomio 32:39 Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo; Yo hago morir, y yo hago vivir; Yo hiero, y yo sano; Y no hay quien pueda librar de mi mano.  

Con esto también queremos mostrar que hablar de la palabra de Dios es mucho más que hablar de la biblia y leerla, porque se trata de comprender que es su palabra la que sostiene nuestras vidas en este preciso momento, es su palabra la que sostiene todo el universo en este momento, es la palabra de su poder lo que sostiene todas las cosas que existen hoy…

Salmo 33
8 Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
9 Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió.

Hebreos 11
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Hebreos 1
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder

A este inmenso poder me refiero cuando hablo de “la palabra de Dios”, que de ninguna manera se trata de una biblia o conocimientos bíblicos en nuestra mente sino del poder que sostiene verdaderamente nuestras vidas cada día en él, del poder que sostiene toda la creación día a día.

Las escrituras o la biblia son tan solo el recipiente y representación grafica de lo que Dios hablo, pero de ninguna manera la biblia (lo que es el libro en sí) puede considerarse la palabra de Dios porque es tan solo papel impreso por manos de hombres pecadores sin ninguna clase de poder, tampoco Dios habita en la biblia y además tener una biblia en nuestras casas no nos va a salvar en aquel día.

JESUS ES LA PALABRA DE DIOS
Entonces cuando nos referimos a la palabra de Dios NO nos referimos a vocablos escritos en un papel sino a la acción sonora de la palabra, porque la palabra de Dios en si es acción, es mandamiento (1°Jn 2:7), es verbo, es espíritu, la palabra de Dios es Cristo mismo

Juan 1
1 En el principio era el Verbo (la palabra), y el Verbo era con Dios, y el Verbo (la palabra) era Dios.
2 Este era en el principio con Dios.
3 Todas las cosas por él (la palabra) fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
14 Y aquel Verbo (la palabra) fue hecho carne (se encarno), y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Todo aquel poder creador de la palabra de Dios fue encarnado en Jesucristo, quien acerco la palabra viva de Dios a todos los hombres (Jn 12:49). Aquel poder, aquella palabra que no se podía visualizar o entender (Sal 19:4) fue revelada a todos los hombres por medio de Jesucristo (Jn 1:18).
Nosotros leemos en el Nuevo Testamento que las personas que vieron y oyeren a Jesús hacer los milagros quedaron sorprendidos del poder de la palabra que operaba en su boca, ellos mismos se preguntaban ¿Qué palabra es esta que con autoridad manda al viento, al mar, a la naturaleza, a los demonios, a las enfermedades, a los muertos (Lázaro) y todos estos le obedecen? (Lc 4:36), aun aquel centurión que se acerco a Jesús a pedirle que sanara a su siervo que estaba muy enfermo (Lc 7:7) convencido de quien era Jesús le dijo “solamente di la palabra y mi siervo sanara” solamente habla, solamente da la orden… el poder de su palabra.

EL SONIDO DE SU PALABRA
Ahora, las escrituras también relatan que Dios hablo de muchas maneras en otros tiempos antes de la manifestación de Jesucristo (He 1:1), pero curiosamente lo que fue la voz audible de Dios no fue entendida o comprendida por los hombres sino tan solo por aquellos a quien Dios se la revelaba, y con esto quiero decir que la palabra de Dios NO está conformada por un idioma o lenguaje humano, por lo tanto no debemos ver la palabra de Dios como un idioma o lenguaje de hombres constituida por vocablos y reglas gramaticales (artículos, preposiciones, prefijos, ortografía, sustantivos, etc.), la palabra de Dios en si no tiene idioma ni lenguaje de hombre, sin embargo se la puede expresar o reproducir con distintos vocablos en diferentes idiomas los cuales son diferentes entre sí, porque no es lo mismo un vocablo en español que en griego o inglés; por tanto podemos decir que la palabra en si es una sola pero los vocablos de representación son diferentes.

Por ejemplo; cuando leemos en Éxodo 19:19 que Dios le respondía a Moisés con voz de trueno (Sal 77:18, Jn 12:29) nosotros que somos de lengua hispana no podemos evitar imaginarnos aquella voz de trueno pero en idioma español, sin embargo cuando nos detenemos a escuchar los truenos no podemos atribuir esos sonidos a un idioma de hombre ya que ningún idioma humano suena como el trueno, sin embargo así describen las escrituras que es el sonido de la palabra en boca de Dios.

Juan 12
28 Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz (del gr. sonido o ruido) del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.
29 Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.

Hechos 22
8 Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues.
9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo.

1° Tesalonicenses 4
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

O sea que lo que es la voz de Dios en si no es comprendida directamente por los hombres sino tan solo por aquellos a quienes Dios se la revela (no esta tan sencillo como solo leer la biblia). Las escrituras también hablan de un lenguaje de gemidos indecibles por medio del Espíritu Santo cuando oramos al Señor, o sea que no debemos limitar o encasillar la palabra de Dios en idioma humano.

Otro punto importante a destacar también aquí es que para entender la palabra de Dios hay que tener oídos, Jesús en más de una oportunidad luego de dar una enseñanza dijo a los que le oían “el que tenga oídos para oír esta palabra entonces que la oiga”, y con esto se refería a que no todos pueden discernir sus enseñanzas, como también en otra ocasión declaro que aquellos que no pueden oír o entender su palabra es porque sencillamente no son de Dios sino de satanas.
Juan 8
43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje (del gr. laliá = manera de hablar)? Porque no podéis escuchar mi palabra (se refiere a que no podían discernir su enseñanza, y el porqué de esta incapacidad lo detalla en el verso de abajo).
44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer (le estaba diciendo que las palabras del diablo si podían oír, entender y obedecer, pero las palabras de Dios no podían oír ni entender porque no eran de Dios). El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira (el diablo también habla a los hombres solo para engañarlos), de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.

Juan 10
24 Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente (es como decir “háblanos más claro porque no terminamos de entender lo que dices”)
25 Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí (no solo se lo dije con palabras, también se lo demostré con hechos);
26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

O sea que hablamos también de la palabra de Dios en el sentido que no todos pueden oír y entender esta palabra sino tan solo aquellos que son de su rebaño, Jesús verdaderamente habla a sus ovejas y estas oyen su voz y le siguen.

Hablando más claramente Cristo Jesús es la Palabra de Dios, y esa palabra para nosotros es Espíritu (Jn 6:63 las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida), y esa palabra está llamando de continuo a nuestra razón e inteligencia para la comprensión de las cosas en el Señor.

CONCLUSIÓN: SU PALABRA ARDE EN EL CORAZON
Lucas 24:32 Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?

Tengamos la plena certeza que cuando Jesús nos habla su palabra primeramente va a hacer arder nuestro corazón, lo va a hacer arder de tal modo que vamos a sentir una espada atravesada precisamente allí (He 4:12), porque su palabra es viva y eficaz y mas cortante que una espada de dos filos que penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Cuando Cleofas y su amigo escuchaban a Jesús que les hablaba en el camino dice que sus corazones ardían por aquella palabra que oían, y cuando llegaron a la aldea a donde iban ellos tuvieron dos opciones allí, o dejar que Jesús siguiera de largo y ellos quedarse tan solo con el ardor de su palabra por un momento o bien retenerlo con ellos hasta que esta palabra ardiente sea revelada en sus corazón, exactamente lo mismo sucede con nosotros cuando una palabra de Dios arde en nuestro corazón, podemos dejar que esta palabra pase de largo y se apague o bien adentrarla a lo más profundo de nuestro corazón y retenerla allí y cenar con ella hasta que la misma sea revelada a nosotros y consumada por Cristo.

Colosenses 3
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

Debemos retener su palabra (1°Co 15:2) y permanecer en ella con abundancia, esto significa que su Palabra debe estar revelada y activa en nosotros, esto significa que debemos vivir en el Espíritu, retener su palabra no se trata de tener una Biblia guardada en casa o memorizar muchos versículos bíblicos, sino se trata de que el poder de su palabra transforme nuestras corazones  a fin de que todas nuestras actividades cotidianas sean ejercidas por el poder del Espíritu de acuerdo a los que hemos escuchado acerca de Él.

Santiago 1
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.

¿Qué palabra ha estado ardiendo en tu corazón últimamente? No dejes que se apague, adéntrala a lo más profundo de tu corazón, cena con ella hasta que la misma te sea revelada, porque su palabra es poder de Dios para nuestra salvación.



La Paz del Señor Jesucristo.-

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