para descargar este AUDIO click aquí
MENSAJE
DOMINGO 02/09/2018
Por el Hno. Gabriel. -
Introducción
Esta
va a ser la penúltima meditación de nuestro estudio de la carta a los Efesios, por
lo tanto, es la intención de este mensaje continuar con el resto del capítulo 6
de dicha carta desde el versículo 5 en adelante, en donde el apóstol concluye
con un conjunto de códigos de conducta que rigen la vida cristiana como también
ciertas instrucciones respecto de la preparación espiritual de cada cristiano
para saber vivir en este mundo.
Contexto
El
hilo conductor de todo este código de conducta ha empezado desde el capítulo 5
en donde la raíz y base de comportamiento radica en imitar a Cristo, reflejar
sus virtudes en todas las áreas y circunstancias de nuestras vidas, desde el
plano personal del cristiano como también desde nuestro trato y sociabilidad en
la Iglesia, en el matrimonio, en la crianza de nuestros hijos y también en el
contexto laboral y secular. Entonces, los primeros 9 versículos del capítulo 6
son una continuación directa de lo que Pablo ha venido tratando desde el
capítulo 5 y más precisamente desde el versículo 21 en donde se habló de
someternos unos a otros desde el plano congregacional, someternos desde la
funcionalidad del matrimonio, desde la crianza de los hijos, y la última parte
de esto es nuestro correcto proceder y sometimiento desde el plano laboral
secular.
Efesios 6:5
Esclavos, obedezcan a sus [de ustedes] amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de su [de ustedes] corazón, como a Cristo 6 no sirviendo al
ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como esclavos de Cristo,
de corazón haciendo la voluntad de Dios
7 sirviendo de buena voluntad, como
al Señor y no a los hombres, 8
sabiendo que el bien «que» cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea
esclavo o sea libre. 9 Y ustedes,
amos, hagan con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y suyos [de ustedes] está en
los cielos, y que para él no hay acepción de
personas.
Lo
primero que aclararemos en torno a este pasaje es que el tema a tratarse aquí no
es la esclavitud, en el sentido si es que debe abolirse o permitirse, o si es
que la biblia está en contra o a favor, ¡NO!, ese no es el tema aquí, sino que
el tema que se aborda es el trato que
debe existir en la relación de amo a esclavo. Si bien hoy en día no vivimos
bajo esa forma de esclavitud cultural, de todos modos, el paralelo moderno de
este pasaje seria la relación que existe entre empleados y patrones, porque hay
que entender también que en aquel tiempo los negocios y diversas actividades
económicas de los amos eran atendidas por sus criados y esclavos, así que de
alguna manera los esclavos tenían también una relación laboral con sus amos (como esclavos empleados y amos patrones),
y vamos a abordar este pasaje desde esa perspectiva, tanto en el caso de empleado
y patrón cristianos como también entre una parte cristiana y la otra incrédula,
dicho de otro modo, vamos a hablar resumidamente de códigos y ética de conducta
laboral dentro del campo cristiano, que por cierto tiene muchos y variados conflictos
que deben abordarse.
Caso 1 Empleado cristiano patrón
mundano:
Ser
empleado en una empresa, negocio o casa mundana, implica que el cristiano ha aceptado
de buena voluntad estar subordinado bajo la autoridad de su patrón para
desarrollar una o varias tareas específicas para el buen funcionamiento de la
empresa a cambio de una remuneración convenida pactada antes de iniciar la
relación comercial.
Entonces,
es responsabilidad del cristiano desempeñarse en todas las tareas asignadas sin
ningún tipo de tretas y quejas ya que para eso se le está pagando, se le ha
confiado una tarea y se espera que la desempeñe fielmente, no obstante, siempre
está presente la trampa de por medio, y en la mayoría de los casos el empleado
se vale de ciertas tretas para sacar mayor provecho que el que ha acordado (y la mayoría de estas tretas no son sino mentira
y hurto); aquí podemos ser muy variados con los malos ejemplos del proceder
de los empleados, sin embargo, el empleado cristiano debe desempeñarse en
función laboral con toda honestidad sin
valerse de maniobras tramposas, porque hizo un acuerdo con el patrón y debe
mantener su palabra y obligación sin quejarse, y hablamos siempre que no haya
injusticia y maltrato de por medio. No sé por qué razón, a veces el empleado cristiano
piensa que porque hace bien su trabajo se le tiene que pagar más de lo acordado
o debe recibir un premio, se olvida que a él ya se le está pagando para que
haga un buen trabajo, pero equivocadamente considera que la honestidad es un
paquete aparte que debe remunerarse por aparte, y si no se le reconoce empieza
a trabajar de mala voluntad, hace un trabajo a medias, pierde cosas, empieza a
quejarse, inventa enfermedades, crea divisiones, etc.
Tito 2:9
Exhorta a los esclavos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean
respondones 10 no defraudando,
sino mostrándose fieles en todo, para
que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador.
En
este pasaje de Tito la expresión “no
defraudando” tiene que ver con “no
sustrayendo, apropiándose”, sino que sean fieles, y casos de sustracción, trampas,
vueltos, malversación y saldos existen en el ámbito laboral, y a veces el
empleado se auto paga lo que él considera que el patrón no le está dando, sin
embargo, el empleado cristiano debe mostrarse fiel
en todo porque de esa manera su fidelidad y honestidad en el trabajo va a
adornar la doctrina y evangelio que predica, porque el sello de nuestra
conducta es el evangelio, la razón por la cual actuamos diferentes es por causa
del evangelio que profesamos. Y si quisiéramos ir un poco más allá
también diremos que el campo evangelístico de todo cristiano no está en la Iglesia
sino en su propio trabajo, en donde el testimonio de su conducta y desempeño
serán un acto de servicio a Dios que testificara a los incrédulos.
Entonces, el mandato del versículo 5 de Efesios 6 es; empleados
cristianos, obedezcan con toda honestidad a sus patrones terrenales en aquellas
tareas para lo cual se lo contrató, y por supuesto,
aquí la obediencia estará condicionada a hacer toda labor que no comprometa mi
fidelidad al Señor, y nos referimos a tareas deshonestas que se contradigan y atenten
contra la ley de Dios. Por ejemplo; trabajar para un patrón que luego empieza a
involucrarse con el contrabando de artículos o con el mercado negro de cosas
robadas, como también coimas y sobornos, e involucra al empleado cristiano asignándoles
ciertas tareas, en tal caso dichos empleados cristianos deben desobedecer al
costo de perder el empleo si fuere necesario a fin de sostener su fidelidad al
Señor.
Hechos 4:19 Mas
Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzguen si es justo delante de Dios
obedecer a ustedes antes que a Dios
Hechos 5:29
Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.
Entonces,
está claro que el empleado cristiano debe obedecer las órdenes recibidas siempre
que estas no comprometan su fidelidad al Señor, porque debemos obedecer a Dios
antes que a los hombres. Ahora, la expresión “obedecer con temor y temblor” no se refiere a someterse como un
robot y tener miedo del patrón, sino se refiere a respetar y honrar la
autoridad que éste ejerce.
1°Timoteo 6:1 Todos
los que están bajo el yugo de esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor, para que no sea injuriado [calumniado, blasfemado] el nombre de Dios y la doctrina.
“No sirviendo al ojo como los
que quieren agradar a los hombres”, y esta expresión
se refiere a desempeñarse bien en el trabajo siempre que se lo esté
supervisando, siempre que el supervisor o el patrón están cerca, pero en cuanto
no tengo supervisión me tiro a dormir o vuelvo a tomar el desayuno por quinta
vez o a descansar, sin embargo, no desempeñamos
nuestro trabajo para agradar al supervisor, sino porque hemos aceptado hacerlo
por mutuo acuerdo con supervisión o sin supervisión. No debemos tener
una honorabilidad condicionada a la supervisión terrenal, dicho de otro modo,
nuestra honorabilidad no debería variar de acuerdo a la ubicación geográfica
del patrón, sino que debemos ser honestos en todo tiempo (con supervisión o sin supervisión), porque más allá de la
supervisión humana tenemos otro supervisor que está constantemente
observándonos y es Cristo, y Él finalmente nos dará el pago que merecemos. Entonces nuestra honorabilidad del trabajo es en primera
instancia para glorificar a Dios por medio de nuestras conductas.
Nuestra correcta motivación de someternos a las órdenes del patrón es para
glorificar a Dios, porque por medio de ello ensayamos nuestra fidelidad y
sumisión. Un empleado que no se ha desempeñado fielmente en sus labores seculares
demuestra no ser confiable para que se le encomienda una labor espiritual.
Colosenses 3:22
Esclavos, obedezcan en todo a sus [de ustedes] amos terrenales, no «sirviendo al
ojo,» como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. 23 Y todo lo que hagan, háganlo de
corazón, como para el Señor y no para los hombres 24 sabiendo que del Señor recibirán
la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor sirven. 25 Mas el que hace injusticia, recibirá
la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.
La
parte más conflictiva de ser empleado es trabajar para un patrón difícil de
tratar, y de estos sí que hay bastantes, y más cuando se enteran que el empleado
es cristiano es peor (es como una
incitación al maltrato), sin embargo, ser cristianos no significa que deben
pasarnos por encima y soportarlo todo injustamente, hay un texto en la primera
carta de Pedro que a veces se mal interpreta:
1°Pedro 2:18
Criados, estén
sujetos con todo respeto a sus [de
ustedes] amos no solamente a los buenos y afables, sino también a los
difíciles de soportar. 19 Porque esto merece aprobación, si alguno a causa de la
conciencia delante de Dios, sufre molestias sufriendo [padeciendo]
injustamente. 20 Pues ¿qué gloria
es, si pecando son abofeteados, y lo soportan? Mas si haciendo lo bueno sufren,
y lo soportan, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.
Este
pasaje no debe interpretarse como que el cristiano debe agachar la cabeza y
convertirse en el centro de hostigamiento y maltrato por parte del patrón, como
lo he mencionado antes, ser cristianos no significa que deben pasarnos por
encima y padecer todo tipo de maltrato sin quejarnos, este pasaje no nos está
enseñando eso ni tampoco debería ser esa nuestra conducta en el ámbito laboral,
porque una cosa es padecer por causa de Cristo, ya
sea predicando el evangelio o ejerciendo algún ministerio en la Iglesia y
padecer por ello, pero muy distinto es padecer en el ámbito laboral por
cuestiones que nada tienen que ver con el evangelio. Lo que si
recalcaremos de este pasaje, es que, frente al maltrato laboral, el empleado
cristiano no debería reaccionar con hostilidad e ira sino conservar la calma y
responder prudentemente, debería demostrar una conducta superior. Ahora, si un
cristiano halla intolerable el trato con su patrón debería entonces renunciar y
buscar otra ocupación en otra empresa.
Eclesiastés 10:4 Si el
espíritu del príncipe se exaltare contra ti, no dejes tu lugar porque la mansedumbre hará cesar
grandes ofensas.
Proverbios 15:1 La blanda
respuesta quita la ira Mas la palabra
áspera hace subir el furor.
Ahora, un conflicto más que merece
ser destacado en este asunto de relación entre empleado cristiano y patrón
mundano es; ¿puede el cristiano ir al paro o hacer huelga?
Pues bien, se dice que las “huelgas o paros laborales” contribuyen
a la resolución de tratos injustos por parte de la patronal hacia el empleado,
y que la huelga en sí es un derecho reconocido universalmente. Entonces en
términos legales la huelga es un recurso valido para reclamar algo de forma
pacífica, sin embargo, la realidad es que una huelga casi nunca se realiza de
forma pacífica sino de forma hostil y violenta. Pero además de esto, una huelga
es administrada y dirigida por delegados gremiales, que por cierto dicen
representar al empleado, pero lo que en realidad defienden son sus propios
intereses corruptos. En otras palabras, participar de una huelga es ser parte
de un motín con una causa común encabezada por incrédulos y pecadores que
tratan de extorsionar al patrón y sacar ventaja de una situación por mano
propia.
Lucas 3:14
También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les
dijo: No
hagan extorsión a nadie, ni calumnien y conténtense con su
[de ustedes] salario.
¿Y qué entonces del pasaje de Santiago que dice que el jornal clama?
Santiago 5:4 He
aquí, clama
el jornal de los obreros que han cosechado sus [de ustedes] tierras, el cual por engaño
no les ha sido pagado por ustedes y los clamores de los que habían segado han
entrado en los oídos del Señor de los ejércitos.
Este
pasaje es mal usado por aquellos que promueven que el cristiano puede
participar de una huelga o un paro colectivo, porque este pasaje está lejos de
decir tal cosa, antes lo que expresa de manera clara este pasaje es que las
injusticias que un empleado creyente puede padecer por parte de la patronal debe
ser puesta delante de Dios en oración de manera constante quien se encargará de
hacernos justicia, a eso se refiere la expresión “clama el jornal de los obreros” no que clama en las calles en
forma de huelga o paro sino que clama al Señor por medio de la oración del
empelado para que se haga justicia. Entonces ¿Que hago si el patrón no me paga?
Pues bien, es hora de buscar otro trabajo y dejar que el asunto se resuelva
pacíficamente…
Ahora, todo lo que
hasta aquí hemos expresado en este primer caso de empleado cristiano y patrón mundano, fue solo un código de ética y conducta
laboral para aquellos que están en esa relación de dependencia laboral y trato,
pero si quisiera ir un poco más allá le diría al cristiano lo que Pablo expresa
en su carta a los corintios:
1°Corintios 7:21 ¿Fuiste
llamado siendo esclavo? No te dé cuidado pero también, si puedes hacerte libre,
procúralo más. 22 Porque el que en
el Señor fue llamado siendo esclavo, liberto es del Señor asimismo el que fue
llamado siendo libre, esclavo es de Cristo. 23 Por precio fueron comprados no se hagan esclavos de los hombres.
Hay
cristianos que tienen un buen empleo sin ningún tipo de conflictos, pero hay
otros que deben soportar muchas situaciones difíciles, entonces, si llegaste a
la vida cristiana siendo empleado y al final el trabajo se convierte en un
obstáculo para tu cristianismo entonces procuren independizarse, siempre que
hayan hecho todos los cálculos necesarios para ejercer algún oficio que les sea
rentable para sustentar a la familia, de lo contrario, si deben seguir
trabajando en una empresa busquen honrar a Dios por medio de su honestidad y
buen desempeño en el trabajo.
Caso 2: Empleado
cristiano y patrón cristiano:
Pues
bien, la igualdad de los creyentes en Cristo no
anula la autoridad y jerarquía que exista en el plano laboral entre dos
cristianos, el hecho de que un cristiano sea el jefe y otro cristiano sea el
empleado no cambia absolutamente nada de lo mencionado en el caso 1, el código de conducta sigue
siendo idéntico al anterior, antes, si el patrón es cristiano entonces el
empleado cristiano debería desempeñarse mucho mejor en sus tareas que con un
patrón mundano. Hasta puede que en la Iglesia el que es empleado sea diacono o
predicador y el que es patrón sea un oyente, sin embargo, en el campo laboral
secular será el jefe y merece la honra debida.
Tristemente
surgen ciertos conflictos dentro de este caso porque en la mayoría de los
empleados cristianos suelen desubicarse y malinterpretar la relación laboral
que existe entre patrón cristiano y empleado cristiano, porque piensan que
porque los dos son cristianos entonces están en iguales condiciones y por lo
tanto él puede llegar tarde, o puede faltar cuando quiera sin que se lo penalice
y que no se le descuente la paga por eso, que puede pedir permiso para
ausentarse cuando él quiera, piensa que no se le va a hacer ningún tipo de reclamos
porque ambos son cristianos, también piensa que tiene derecho a ganar lo mismo
que el dueño, piensa que puede hacer lo mismo que el dueño… en fin, podemos ser
muy variados y enumerar muchos casos y tipos de situaciones.
1°Timoteo 6:2 Y los
que tienen amos creyentes, no los desprecien [tengan en menos] por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por cuanto son creyentes y amados los que se benefician de su
buen servicio. Esto enseña y exhorta.
El
hecho de que las dos partes sean cristiana no cambia nada en la relación
laboral, el empleado cristiano no debe hacer a menos o menospreciar la
autoridad de su patrón cristiano, y si su desempeño no es el correcto como
empleado va a sufrir los reclamos, sanciones y penalizaciones por su mal desempeño
laboral e incluso el despido si fuere necesario, y nada de esto tiene que ver
con falta de amor o de falta de misericordia, sino que son códigos y éticas propias
de la relación laboral entre cristianos.
El
empleado cristiano siempre se siente la víctima en todos los casos, pero en
realidad no es así, antes por el contrario, cuando el empleado cristiano no
responde como se espera la víctima termina siendo el empleador cristiano que
tiene que soportar todo el estorbo, perjuicio que le ocasiona a la empresa este
hermanito en la fe que al final te hace una denuncia en el Ministerio de
trabajo con abogados de por medio. Sin embargo, en este caso, el empleado
cristiano debería desempeñarse mejor y producir un mejor servicio más leal y
diligente a favor de su patrón cristiano.
Caso 3: Patrones cristianos:
En
el caso de cristianos que son patrones y jefes, también deben sujetarse a un
código de ética y conducta laboral en relación con sus empleados, sean estos empleados
cristianos o incrédulos, no hay acepción de personas.
Efesios 6:9 Y
ustedes, amos, hagan con ellos lo mismo, dejando las
amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y
suyos [de ustedes] está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas.
Colosenses 4:1 Amos,
hagan
lo que es justo y recto con sus [de
ustedes] esclavos, sabiendo que también ustedes tienen un Amo en los cielos.
Si bien es cierto que existe cierta
jerarquía departe del patrón en la relación y trato laboral con el empleado eso
de ningún modo es motivo para maltratar al empleado, sino que se le debe
respeto y un trato profesional acatando todo lo que se haya acordado entre las
partes.
Así como hemos reconocido que
algunos empleados cristianos suelen desubicarse en sus funciones, del mismo
modo, algunos patrones cristianos suelen desubicarse en sus limitaciones,
porque piensan que como el empleado es cristiano y hermano en la fe entonces el
empleado puede esperar que se le pague fuera de fecha y también puede sufrir ciertos
retrasos y retenciones en el sueldo, y como ambos son cristianos entonces el
empleado debe aprender a soportarlo todo. También piensan que porque el
empleado es cristiano entonces se le puede hacer que trabaje horas de más y que
se le pague de menos, pues bien, todas estas acciones quedan anuladas frente al
parámetro bíblico que marca e impone cierto código de conducta y ética laboral
para los patrones.
Levíticos 19:13 No
oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana.
Deuteronomio 24:15
En su día le darás su jornal, y no se pondrá el sol sin dárselo pues es pobre,
y con él sustenta su vida para que no clame contra ti a Jehová, y sea en ti
pecado.
Un buen amo, en aquel tiempo, tenía
cierto cuidado de sus criados y esclavos, se interesaba porque estén bien
vestidos, alimentados y también fuertes y sanos, del mismo modo, un buen patrón
cristiano debería tener un sincero interés por sus empleados y mayormente por
los cristianos, y no perder de vista que delante de Dios ambos (patrón y empleado) están en iguales
condiciones y que su relación laboral solo es temporal.
Con estos tres casos, de forma
resumida, podemos establecer bíblicamente un código de ética y conducta laboral
en el campo cristiano. Resuelto este asunto que Pablo ha comenzado desde el
capítulo 5, respecto de códigos de conducta cristiana, va a describir rápidamente
cual es la verdadera lucha del cristiano en este mundo;
Efesios 6:10 «Por
lo demás,» hermanos míos, fortalézcanse en el
Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino
contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Es
un hecho que como cristianos nos encontramos en una guerra, pero no es laboral
ni sindical sino puramente espiritual. Nuestra lucha no es con el mundo que
vemos sino con el que no vemos, con aquel imperio de maldad en el cual se
mueven estas huestes espirituales de maldad, la lucha de la Iglesia es contra
aquellas grandes esferas de los gobiernos del mundo, los espíritus que
gobiernan y manipulan las mentes de aquellos que establecen o administran este
sistema satánico mundano para dominar a las personas, sembrado de ideológicas
políticas perversas, de educación fraudulenta, del humanismo mismo que no deja
de ser una ente espiritual que opera en el aire y en la mente de las personas.
Sin muchos detalles Pablo nos está diciendo que el cristiano mientras este en
este mundo va a enfrentar un gran enemigo, entonces deje de perder tiempo y prepárese.
Ningún
ser humano en sus propias fuerzas puede combatir contra satanás, y todo
cristiano desprovisto de los medios de Dios tampoco podrá hacerlo, este enemigo
de Dios y de su Iglesia es mencionado en la biblia como en primera instancia
como querubín grande y protector, luego como príncipe de los demonios, príncipe
de este mundo, el dios de este siglo, el príncipe de la potestad del aire, el
león rugiente, el tentador, el acusador, y otras designaciones más que tiene
que ver con su forma de atacar.
Satanás
esta en total oposición con la Iglesia de Cristo y con cada cristiano en
particular, las escrituras desde el génesis a apocalipsis nos detallan las
formas y maneras en la que satanás ha buscado constantemente estorbar la obra
de Dios, pervirtiendo su palabra, disfrazándose como ángel de luz, y con todo
tipo de tretas para engañar si fuere posible aún a los escogidos (Mt 24:24).
2°Corintios 2:11 para
que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros puesto que no ignoramos sus
maquinaciones.
Trabaja
de forma sigilosa, está asechando al cristiano como un leo lo hace con su
presa, espera el momento justo para caerle encima, en el sentido práctico esto
tiene que ver con estratagemas y artimañas para engañar y asaetear al
cristiano. Por esta razón se nos provee de una armadura espiritual para estar
firmes y resistir los ataques del adversario. Pablo escribe “no tenemos lucha contra carne y sangre”,
y la palabra lucha está haciendo
referencia de un combate cuerpo a cuerpo, en donde existen ciertos trucos y
engaños y mañas tramposas, en otras palabras, satanás va a venir a pelar mano a
mano contigo en más de una ocasión porque quiere vencerte.
Entonces,
la armadura que Dios nos provee no es una indumentaria que el cristiano debe ponerse
solo los domingos o los días de reunión y luego cambiarse con ropa de fajina,
¡NO! esto no es una fiesta de disfraces, el cristiano está en constante guerra,
por ende, debe vestir constantemente su armadura todo el tiempo de permanencia
en este mundo. La orden de parte de Dios es “vístanse
de toda la armadura de Dios”, debemos portar cada pieza de esa armadura,
vestirnos solo de una parte de ella no será suficiente, decir que solo vas a
ponerte la coraza de justicia pero no el escudo de la fe será un peligro, decir
que hoy no te vas a poner el yelmo de la salvación pero vas a andar con la
espada que es la palabra tampoco será suficiente, o portamos toda la armadura o
estamos expuestos a ser doblegados por satanás, porque el diablo tiene varias
estrategias de ataque y las desplegara de acuerdo a nuestro lado más débil,
puedes tener un escudo gigante pero si no hay una coraza estas en riesgo…
Pero
Dios nos ha provisto armadura de defensa y armas de ataques suficientes para
doblegar y frustrar el ataque a satanás, y nos ha fortalecido con su fuerza y
con su poder para vencer. La fuerza del Señor es más que suficiente para esta
batalla, y es solo con su fuerza y su poder que podemos vencer porque Él ya ha
vencido, Jesús ya ha quebrantando el poder de satanás y conquistado para
siempre el poder del pecado y el imperio de la muerte por medio de su obra
expiatoria en la cruz y por medio de su resurrección. Y el mismo poder que
levanto a Jesús de entre los muertos es el poder que el Señor nos ha conferido
para hallar victoria en cada una de nuestras batallas.
Filipenses 4:13 Todo
lo puedo en Cristo que me fortalece.
2°Corintios 10:3
Puesto que aunque andamos en la carne, no militamos según la carne 4 porque las armas de nuestra milicia
no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
Que
consuelo es para el cristiano vestirse de Cristo, solo en él hallaremos
victoria, en el mundo tendrán aflicción, pero confíen —dijo Jesús— yo he vencido al mundo (Jn
16:33), y mayor es el que está en nosotros que el que está en el
mundo (1°Jn 4:4). Su vida es
nuestra vida, su poder es nuestro poder, su verdad nuestra verdad, su camino
nuestro camino y su fuerza es nuestra fuerza. Nonos ha dado dios espíritu de
cobardía sino de poder de amor y de dominio propio (2°Ti
1:7).
La paz del Señor Jesús el Cristo. –
0 comentarios:
Publicar un comentario