PÁGINAS DE INTERÉS

SACANDO AL PUEBLO DE EGIPTO


 (el audio se cortó a la mitad, sepa disculparnos. En el texto esta completa)

MENSAJE DOMINGO 30/08/2015

Por el Hno. Santiago.-

¿Consideran ustedes que fue fácil sacar al pueblo judío de Egipto?
Porque no se trataba solamente de sacarlos, se trataba de liberarlos de aquella cultura esclavista; Se trataba de un cambio cultural, un cambio que requirió tiempo.

Sacar al pueblo judío de la cultura egipcia no fue tarea fácil; Eso había requerido una planificación, una preparación y una labor que duró décadas.

Pero, primeramente; Que los judíos estuvieran en Egipto fue una disposición de Dios, anticipada a Abraham

Génesis 15
13 Entonces Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. 14 Mas también a la nación a la cual servirán, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza.


Hay un resumen completo de cómo Dios sacó a su pueblo de Egipto

Hechos 7
6 Y le dijo Dios así: Que su descendencia sería extranjera en tierra ajena, y que los reducirían a servidumbre y los maltratarían, por cuatrocientos años. 7 Mas yo juzgaré, dijo Dios, a la nación de la cual serán siervos; y después de esto saldrán y me servirán en este lugar.

11 Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez. 13 Y en la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos, y fue manifestado a Faraón el linaje de José. 14 Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas. 15 Así descendió Jacob a Egipto, donde murió él, y también nuestros padres; 16 los cuales fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que a precio de dinero compró Abraham de los hijos de Hamor en Siquem.
17 Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, 18 hasta que se levantó en Egipto otro rey que no conocía a José. 19 Este rey, usando de astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres, a fin de que expusiesen a la muerte a sus niños, para que no se propagasen. 20 En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre. 21 Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de Faraón le recogió y le crió como a hijo suyo. 22 Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras.
23 Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. 24 Y al ver a uno que era maltratado, lo defendió, e hiriendo al egipcio, vengó al oprimido. 25 Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así. 26 Y al día siguiente, se presentó a unos de ellos que reñían, y los ponía en paz, diciendo: Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? 27 Entonces el que maltrataba a su prójimo le rechazó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros? 28 ¿Quieres tú matarme, como mataste ayer al egipcio? 29 Al oír esta palabra, Moisés huyó, y vivió como extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.
30 Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza. 31 Entonces Moisés, mirando, se maravilló de la visión; y acercándose para observar, vino a él la voz del Señor: 32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. Y Moisés, temblando, no se atrevía a mirar. 33 Y le dijo el Señor: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar en que estás es tierra santa. 34 Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a Egipto.
35 A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por mano del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este los sacó, habiendo hecho prodigios y señales en tierra de Egipto, y en el Mar Rojo, y en el desierto por cuarenta años.

Al leer tan pocos textos, uno pierde la noción de tiempo, se pierde de todos los detalles y todos los cambios, de todas las situaciones vividas y de todo lo que se requirió para sacar al pueblo de Dios de Egipto.

Resumiendo
Los hijos de Jacob habían vendido a José y dándole por perdido, hambre vino sobre Canaán y obligó a los hijos de Jacob buscar recursos en Egipto, porque sino habrían de morir de hambre; Y para aquel entonces Egipto era la única civilización que había podido hacer frente al hambre, y todo porque un judío, el hermano despreciado y vendido había sido prosperado por Dios y usado como herramienta para ayudar a su familia.
Jacob y sus hijos entraron en Egipto, y una vez que el hambre pasó, las tribus no volvieron a Canaán a la tierra dada a Abraham, sino que se quedaron en Egipto por 430 años.

430 años aprendiendo a vivir como los egipcios, absorbiendo una nueva cultura, absorbiendo sus estudios, usando los que los egipcios usaban, comprando lo que ellos vendían, construyendo como ellos construían, trabajando para una sociedad llena de ídolos, llena de vanidades; Hasta que llegó la hora de sacarlos de allí; Pero porqué? Que pasaba? si todo era prosperidad.

Exodo 3
7 Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, 8 y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel,…

Evidentemente al principio no parecía haber problemas al unirse a la civilización egipcia, pero con el tiempo, los egipcios los esclavizaron y ellos no podían salir de allí. Eran como 2 millones de personas y nadie podía salir de Egipto. Se habían acostumbrado tanto, que no conocían otra forma de vida, no querían otra forma de vida; Solo esperaban resolver sus vidas pero dentro de Egipto, pero eso era imposible.

Cuando llegaba la noche, los judíos cansados esperaban con lágrimas que aquel sufrimiento parara. Esposas llorando, cansada de aquella vida, cansada de ver a sus esposos esclavos y a sus hijos como esclavos; Jóvenes y adolescentes que renegaban, que lloraban sin saber que hacer y queriendo evitar convertirse en lo que sus padres se convertían.

Considero que no es muy diferente de lo que le pasa a la Iglesia de hoy. Cuantos cristianos llegan a casa después de su día laborar y oran con lágrimas esperando que todo termine o que cambie la situación; Los hombres se levantan y todo sigue igual, el celular suena su alarma, se levantan y como esclavos se disponen a trabajar para volver a casa cansados y al otro día la misma historia; Cuantas esposas lloran esperando a que sus maridos se conviertan, que cambien, que dejen los vicios, las malas costumbres, la idolatría, la pornografía; Cuantas madres cristianas que sufren viendo el descarrío de sus hijos, viendo a sus hijos absorbiendo la cultura mundana, estudiando 6 hs por día para ver de que forma van a conseguir el poco dinero para sobrevivir; Cuantos adolescentes y jóvenes que lloran porque no se sienten a gusto y tienen que simular en el mundo, teniendo amistades mundanas que solo les hacen pecar.
No están cansados de ver a sus familiares sufrir?; Que no te duele las lágrimas de tus hijos por hacer algo que no tiene sentido; No te cansa ver que tus hijos son burlados, desechados, aborrecidos?; Como toleras el sufrimiento de tu esposa que duerme a tu lado?

Quizás los judíos querían que todo cambie, pero dentro de Egipto, y eso era imposible, ellos no sabían que Dios habría de traer juicio contra aquella nación, terribles plagas, destrucción económica del país, crisis, destrucción del campo, del ganado, terribles enfermedades y pestilencias. Había que salir de allí urgentemente. No hay vida después del juicio de Dios. Por esa razón había que salir.

Y lo mismo se dice a la Iglesia de hoy; Porque la Iglesia también debe salir de las ciudades.

Apocalipsis 18
4 Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas

En Mateo y en Marcos están pronosticadas, guerras, terremotos, pestilencias, enfermedades pandémicas y movimiento estelar que influirá sobre las ciudades. Y todo eso será solo "principios de dolores".

Marcos 13
7 Mas cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os turbéis, porque es necesario que suceda así; pero aún no es el fin. 8 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.

¿Nos quedaremos en las ciudades a esperar que todo esto acontezca? ¿De verdad esperan ser llevados al Cielo desde las ciudades, desde las escuelas, desde los estadios, desde su puesto laboral?, ¡No se equivoquen! ¡Mediten en como serán las cosas!.
Miren la dureza de Lot y de su familia, que a pesar de todo lo que les pasaba en Sodoma, de las guerras, el ser llevado como prisioneros, vivir entre inmorales y aún así querían seguir en Sodoma;  Y con dificultad e improvisadamente solo se salvaron 3 sin quedarse con nada, solo sus vida por botín, teniendo que vivir en cuevas.
La improvisación de Lot lo llevó a la ruina, en cambio la prevención de Noé, que se preparó a tiempo para pasar victorioso del diluvio.

¿Qué ejemplo seguirán? El del improvisado Lot o el del prevenido Noe?. Porque está en sus manos la decisión.

Volviendo al pueblo judío en Egipto; Que también a pesar del peso de la esclavitud los judíos no conocían otra forma de vida, así que difícilmente iban a salir de allí.

Por esta razón Dios llamó y preparó a un hombre, a Moisés, que permitió que conociera y viviera entre la realeza, instruido en toda ciencia egipcia. A la edad de 40 años un homicidio por defender a uno de los suyos provocó que huyera de Egipto a tierras extranjeras, entre moradores de tienda.
Moisés dejó sus atuendos reales, tuvo que hacerle frente a su nueva realidad, sin palacios, sin bañeras, sin cloacas, sin festines, sin ropa, sin estudio, sin espada, sin carruajes, sin sirvientes. Una nueva vida con una pastora de ovejas, viviendo en tiendas sembrando y cosechando, tomando agua de pozo, levantándose al alba, acostándose al ponerse el sol. Una vida entre montañas, entre arroyos, entre animales. ¿Cuánto tiempo?; 40 años, 40 años para despegarse bien de la cultura Egipcia y absorber y practicar la nueva cultura.
Cuando ya estuvo listo entonces lo envió a sacar a su pueblo; Para enseñarles como debían vivir en la tierra prometida.

No fue fácil para Moisés, comprendió la dureza del cambio, pero por sobre todo lo más difícil era convencerles.
Llegó Moisés se encontró con Aarón, habló con el pueblo, solicitó audiencia ante Faraón, y ya conocemos el resto, endurecimiento, plagas, hechos increíbles, maravillas que mostraron al pueblo judío el poder del Dios de Abraham Isaac y Jacob. Un poder que atemorizaba y que demandaba reverencia.
Y Moisés trajo la libertad, la pascua, el éxodo, pero durante las jornadas los duros corazones judíos olvidaban el maltrato en Egipto y querían volverse; Primero querían salir, pero estando en marcha, querían volverse. En el camino no había tiendas, no había centros comerciales, no había restaurantes, ni hoteles o posadas. Un camino desértico, difícil y Jehová los probaba.

Exodo 14
10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. 11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? 12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto. 13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. 14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.

Exodo 16
2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; 3 y les decían los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta saciarnos; pues nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta multitud.

Exodo 17
1 Toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin por sus jornadas, conforme al mandamiento de Jehová, y acamparon en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiese. 2 Y altercó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua para que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué altercáis conmigo? ¿Por qué tentáis a Jehová? 3 Así que el pueblo tuvo allí sed, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados? 4 Entonces clamó Moisés a Jehová, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. 5 Y Jehová dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el río, y ve. 6 He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. 7 Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?


Ahora le toca a la Iglesia salir de la "Babilonia Actual"
Como Iglesia nos tocará enfrentar un cambio muy similar, un cambio a la que espero en el Señor nos acostumbremos y que sepamos mantenernos firmes hasta la venida del Señor Jesús.

Espero que no seamos tan reacio como los judíos, sino que aprendamos:

1 Corintios 10
1 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar; 2 y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar, 3 y todos comieron el mismo alimento espiritual, 4 y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. 5 Pero de los más de ellos no se agradó Dios; por lo cual quedaron postrados en el desierto.
6 Mas estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. 7 Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a jugar. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. 9 Ni tentemos al Señor, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. 10 Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. 11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 12 Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga. 13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
14 Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.

Es tiempo de salir de Egipto, tiempo de dejar atrás esta forma de vida y esta cultura. Es tiempo de huir de la idolatría y de la esclavitud consumista.
La Iglesia de estos tiempos deberá enfrentar la furia de la última bestia que ya está surgiendo. Tendrá que escapar de las ciudades y preparar lugar para refugio.

¿Estás preparado para los últimos días?; ¿Sabes lo que debes hacer?; ¿A dónde irás?.

La Iglesia debe pensar seriamente en como hacer frente a la nueva realidad; Debe proyectar una comunidad para refugiar a los cristianos.

Pero cada cristiano debe también prepararse, cambiando radicalmente su forma de pensar y hacer las cosas.
Cada cristiano deberá sufrir una profunda transición para despegarse de la cultura actual y esto requiere tiempo y un plan para llevarlo a cabo.

Es una labor difícil, pero no imposible, pero por sobretodo es muy necesario, como también es necesario un profundo cambio en cada uno de nosotros.




La Paz del Señor Jesús

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