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MENSAJE
DOMINGO 15/10/2017
Por el Hno. Gabriel. -
Introducción
¿Cómo llegamos a
este punto de ser un grupo de personas que profesan una misma Fe en Jesús el
Cristo para la salvación de nuestras almas? ¿Cómo llegamos a ser parte del
cristianismo de esta era? La respuesta tiene que ver con Evangelismo, con la
predicación del Evangelio, con la expansión del mensaje de Dios. Llegamos a
este punto de ser “cristianos hoy” a
costa de que hombres y mujeres de otros tiempos renunciaran a sus propias vidas
a fin de trabajar arduamente para que el Evangelio de Cristo sea esparcido por
todo el mundo, llegamos a este punto de ser “cristianos
hoy” porque hombres y mujeres murieron para que el mensaje del Evangelio trascienda
hasta nuestros días, a fin de que nosotros que hemos creído, no seamos
consumidos por la ira de Dios en el infierno sino vivamos por su gracia por
medio de Cristo. La razón por la cual el Evangelio te alcanzo a ti, o a tu
papá, o a tu abuelo, bisabuelo, y demás predecesores, etc. fue porque otros
trabajaron sin cesar para predicárselo… Y nunca hubo un avance del reino de
Dios en la tierra sino por medio de la predicación del Evangelio del Señor
Jesús el Cristo, porque la fe es por el oír, y el
oír, por la palabra de Dios (Ro 10:17).
Vale decir que el
mecanismo oficial que Dios dispuso para que el conocimiento del Evangelio del
Reino se expanda en la tierra; es mediante la constante predicación del mismo.
2°Timoteo 4:1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesús, el
Cristo, que «juzgará» a los vivos y a los
muertos en su manifestación y en su reino, 2
que prediques la palabra que instes (insistir, repetir, suplicar) a tiempo y fuera de tiempo redarguye [argumenta, refuta], reprende [ordena], exhorta
[amonesta, anima] con toda paciencia y doctrina.
5 Pero tú sé sobrio
en todo, soporta las aflicciones, haz obra de
evangelista, cumple tu ministerio.
La razón por la cual
el Evangelio de Dios trascendió a través de los años, fue porque cristianos valientes
salieron a esparcir la verdad del Dios Vivo por el mundo, hablando con todo
denuedo y convicción, predicando a tiempo y fuera de tiempo, no se avergonzaron
de la palabra de Dios, sino antes glorificaron a Dios con sus vidas, para
ellos, el ser cristianos era una profesión que se tomaron muy en serio, y vivieron
una vida digna de Cordero que fue inmolado en la cruz… —¡Qué lejos estamos hoy de esa convicción y pasión por Cristo! — Evidentemente algo está fallando en la
Iglesia de Cristo hoy, y eso es precisamente lo que buscaremos abordar con la
temática de este Retiro.
Entiendo que esta
clase de enseñanza debería ser expuesta por un evangelista que pueda
trasmitirnos el sentir de tan dignificante y honorable vocación, pero a falta
de ello, le he rogado a Dios que ponga corazón de evangelista en mi hoy, para
que por la gracia de su Espíritu pueda hablar de esto, no solo desde una
perspectiva racional y bíblica, sino con el corazón, con convicción y verdadera
pasión.
Desarrollo
Mi trabajo hoy, es
mostrar por medio de esta temática, la urgente necesidad que tenemos nosotros
como Iglesia de predicar el Evangelio de Cristo, del mismo modo (convicción y Espíritu) que fue
proclamado desde su inicio. Nuestra cita central para abordar esta temática es 2°Ti 4:1-2, la cual hemos dividido en
dos partes, la primera; mostrar la urgente necesidad de la predicación del Evangelio
por parte de la Iglesia, y la segunda; los requerimientos bíblicos necesarios y
las formas prácticas para poder hacer este trabajo hoy.
Entonces, partiendo
desde nuestra cita central (2°Ti 4:1-2),
vamos a desarrollar esta primera parte de la temática, la cual, he divididos en
cuatro subtítulos que surgen a partir de hacer un desglose de este pasaje
bíblico central;
El Encargo; ¡Que Prediques!
2°Timoteo 4:2 que prediques la palabra…
En primera instancia
Pablo le ordena (manda, exhorta) a
Timoteo, que predique la palabra, y no se lo dice como una sugerencia personal,
sino mediante Espíritu Santo, básicamente él le está diciendo a Timoteo; —te mando y ordeno (encarezco)
en presencia de Dios y del Señor Jesús mismo, el cual es el Juez que finalmente
juzgara a todos los hombres, tanto a
los vivos como a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques (anuncies) el Evangelio (la
palabra de Dios)— Y tal declaración tiene carácter de mandato, de
comisión, de orden, lo que implica que Timoteo no tiene más opción que
obedecer, y finalmente dará cuentas delante de Jesús el Juez de todos los
hombres por su desempeño y responsabilidad en esta labor.
Ahora, esta
exhortación a Timoteo ¿es personal o inclusiva? ¿Fue solo un mandato para
Timoteo o incluye a toda la Iglesia?
La respuesta es ¡SI!,
es para la Iglesia, si bien la carta está dirigida a Timoteo, el contenido
doctrinal de la misma en todo su contexto es inclusivo para toda la Iglesia,
vale decir, el encargo de predicar el Evangelio (la palabra de Dios) está ordenado para la Iglesia de Cristo.
1°Pedro 2:9 Mas
ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anuncien las virtudes de
aquel que les llamó de las tinieblas a
su luz admirable 10 ustedes que en otro tiempo no eran pueblo, pero que ahora
son pueblo de Dios que en otro tiempo no habían
alcanzado misericordia, pero ahora han alcanzado misericordia.
Mateo 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el
mundo, para testimonio a todas las
naciones y entonces vendrá el fin.
Mateo 28:19 Por
tanto, vayan, y hagan discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo 20
enseñándoles que cumplan [guarden, conserven] todas las cosas que les he
mandado y he aquí yo estoy con ustedes
todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.
Entonces, el mandato
de predicar el Evangelio es inclusivo
para toda la Iglesia, lo que implica que debemos predicar y anunciar el Evangelio
de Cristo, porque éste es un mandato del Señor Jesús para nosotros, luego de
ser formados fuimos comisionados para esta labor, fuimos adquiridos para
promulgar su mensaje, por tanto, debemos anunciar, y de forma constante, las
virtudes de Él, que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable.
En primera
instancia, debemos predicar el Evangelio por un sentido de obediencia y fidelidad
a Cristo, vale decir que debemos predicar por sujeción a su palabra, y en caso
que no lo hagamos, Él nos va a pedir cuentas de nuestra desobediencia.
1°Coritnios 9:16 Pues
si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme porque me es impuesta
necesidad y ¡ay de mí si no
anunciare el evangelio!
Está en el corazón de
Dios, en su plan, en su voluntad soberana, que este Buen Mensaje dado del
cielo, sea extendido a todo el mundo, a fin de que todos oigan el Evangelio de
Salvación, y crean en Cristo para la salvación de sus almas.
La Urgencia; Juicio y Compasión
2°Timoteo 4:1 Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesús, el
Cristo, que «juzgará» a los vivos y a los
muertos en su manifestación y en su reino,
La urgencia detrás
de esta comisión de predicar la palabra, tiene que ver también con el juicio que, a su debido tiempo, el Señor ejecutara sobre
todos los hombres, el cual se hará también en cierto modo en base al testimonio
del Evangelio, en el sentido de que las sentencias serán en base a; “si han creído o reusado a creer”.
Marcos 16:15 Y les
dijo: vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio
a toda criatura. 16 El que creyere y fuere bautizado, será salvado más el que no creyere, será condenado.
Juan 3:36 El
que cree en el Hijo tiene vida eterna pero el que rehúsa
creer en el Hijo no verá la vida, sino
que la ira [furia] de Dios está sobre él.
2°Tesalonisenses 1:7
y a ustedes que son atribulados, darles reposo con nosotros, cuando se
manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, 8 en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor Jesús, el Cristo
9 los cuales sufrirán pena de eterna
perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, 10 cuando venga en aquel día para ser
glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron (por cuanto
nuestro testimonio ha sido creído entre ustedes).
Vale decir que el Evangelio
en sí mismo, será un elemento (instrumento)
determinante en el juicio del Señor, y esto le da un mayor sentido de urgencia
a la predicación. Dicho de otro modo, la Iglesia tiene la urgente
responsabilidad de proclamar el Evangelio por causa del Juicio del Señor, esta
es una de las razones por la cual Pablo le escribe a Timoteo; —Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesús el Cristo
que juzgara a los vivos y a los muertos— y tal expresión no solo se
aplica a los incrédulos que serán juzgados sino también a los cristianos que darán
cuenta por como ejecutaron este encargo...
Pero, por otro lado,
también debemos hablar que la urgencia de predicar el Evangelio tiene que ver
con la compasión
del Señor Jesús, o sea, no solo se trata de que Dios necesita que el
Evangelio sea predicado para poder establecer sentencias sobre los incrédulos, sino
que es Dios mismo quien quiere a su vez que ninguno perezca sino todos procedan
al arrepentimiento
2°Pedro 3:9 El
Señor no retarda su promesa, según algunos
la tienen por tardanza, sino que
es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento.
1°Corintios 1:21
Puesto que ya, en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la
sabiduría, agradó a Dios salvar a
los creyentes por la locura de la predicación.
Predicamos el Evangelio
porque está en el corazón de Dios que ninguno perezca, sino que sean salvados
por medio de la predicación del Evangelio, y por lo tanto ha extendido su paciencia,
ha mostrado su compasión hacia nosotros;
Mateo 9:36 Y al
ver las multitudes, tuvo compasión de
ellas porque estaban desamparadas y
dispersas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: De hecho, la mies es mucha, más
los obreros pocos. 38 Rueguen, por
lo tanto, al Señor de la mies, que envíe
obreros a su mies.
“Viendo las multitudes, tuvo compasión de ellas”;
y esto no se trata de una mera lástima que Jesús sintió por las multitudes
torcidas y alejadas de Dios, sino se trata de una conmoción interna, la palabra
“compasión”, del griego, tiene que
ver con entrañas, con un sentir interno, con dolor profundo por algo, y esto
fue lo que el Señor Jesús experimento al ver a las multitudes como ovejas sin
pastor, hombres y mujeres, expuestos a una muerte eterna, caminando por
carriles de maldad directo hacia el infierno, y frente a esta caótica y
paupérrima situación y condición de los hombres, Él sintió compasión por los
perdidos, por los extraviados, y tal virtud nos muestra como es el corazón del
Señor Jesús. Hay algunos que se atreven a pensar equivocadamente que esta compasión
fue solo algo del momento, y que no se volverá a repetir nuevamente por que
Cristo es impasible, sin embargo, Jesús es el mismo ayer hoy y por los siglos (He 13:8), vale decir, su corazón no
cambia, Él no cambia, sino que es inmutable.
Tal virtud nos enseña
un poco del carácter del Señor Jesús, Él no fue apático a la situación
espiritual de las personas extraviadas, antes, por el contrario, fue empático
con ellos, fue conmovido por ellos, y no fue indiferente a su situación, Él no
pensó como piensan algunos cristianos fríos de hoy que consideran tener la
mente de Dios en ellos, y por eso dicen; —Pobres,
Dios los predestino para perdición, es la voluntad de Dios que ellos NO se
salven y yo Si— si bien es una verdad absoluta que Dios trazo todas las
cosas, tal pensamiento solo aplica a la mente soberana de Dios ¡NO a la del
hombre! porque nosotros no tenemos el plano de quienes alcanzaran la salvación
y quienes finalmente se extraviaran, no hemos sido llamados a conocer la nómina
de los salvados sino a predicar el Evangelio de Cristo con pasión y convicción.
Entonces, la apatía,
no es una virtud del Espíritu Santo sino del diablo, lo que SI debe operar en
la Iglesia es la compasión del Señor Jesús para proclamar su Evangelio, esto nos
lleva a pensar que no solo debo tener la mente de Cristo en mí, sino también el
corazón de Cristo al momento de mirar a las personas extraviadas, debo
experimentar su compasión; debo ver con sus ojos, sentir con su corazón, pensar
con su mente y actuar con su Espíritu.
Una vez que el Señor hizo una radiografía de la
multitud, se las mostró a sus discípulos, y de alguna manera les dijo; ¿Ven lo
que yo veo? entonces oren, rueguen que el Señor que envíe obreros a su mies, vale
decir que; el Señor, antes
de enviarte a cualquier labor, primeramente, te mostrara su corazón, te hará
participe de su dolor, va a identificarte con la situación, a fin de poder
usarte plenamente para su labor.
Debemos romper con
la apatía (indiferencia) y la
impasibilidad de nuestro corazón (incapacidad
de padecer o sentir), los hombres fríos hasta han llegado a construir
doctrinas que hablan de la “impasibilidad
de Dios”, sin embargo, no es eso lo que vemos en el carácter de Jesús por
medio de las escrituras. Hasta podríamos decir que esto se trata hasta de
sentido común, por ejemplo; Si te
enteraras que el agua potable de tu barrio fue contaminada con un veneno
mortífero, y que a menos que se los digas todos terminaran muertos en menos de dos
semanas ¿Qué harías?, ¿acaso no se lo dirías?, probablemente te esforzarías
sobremanera por hacérselo saber a todos con urgencia, y aunque se burlaran de
ti, de todos modos, continuarías incesante por evitar que consuman esas aguas
de muerte. Ahora, si miramos a nuestro alrededor, pero en el sentido
espiritual; ¿Acaso no es agua envenenada lo que están tomando los incrédulos? ¿Acaso
no están bebiendo agua inmunda de una cisterna de muerte que finalmente los
arrastrará al infierno? Y lo peor es que ¡tú lo sabes! pero no haces
absolutamente nada, quizás por miedo, quizás por apatía, sin embargo, en
términos legales, podrías ser sospechado de complicidad, por causa de no haberles
predicado.
Jesús les dijo a sus
discípulos (Mt 10:14), si alguno no los recibe, ni tampoco oye sus palabras,
entonces sacudan el polvo de sus pies… Ni siquiera intentes sacudirte el
polvo de tus pies sin siquiera haber agotado tus palabras primero.
La Insistencia: A Tiempo y Fuera de Tiempo
2°Timoteo 4:2 …que instes (insistir, repetir, suplicar) a tiempo y
fuera de tiempo
Esta parte del
pasaje, nos muestra el sentir, la entrega y la responsabilidad del trabajo
sobre el obrero que lo ejecuta, dicho de otro modo, aquí se nos muestra la
forma en la que los obreros deben ejecutar el trabajo de predicar el Evangelio
de Cristo; “Instar a tiempo y fuera de tiempo”,
y de alguna manera es la urgencia de Dios trasmitida al cristiano.
Vale decir que, el
Evangelio debe ser predicado por parte de la Iglesia, en todas las ocasiones, sea
oportuno o inoportuno, si vale la comparación, podríamos decir que la Iglesia
en cierto modo es la fuente y Cristo el Agua Viva que fluye, y así como las
fuentes en todo lugar, aunque nadie saque agua de ellas, igual están continuamente
fluyendo agua, del mismo modo nosotros debemos mantenernos constante en la
predicación del Evangelio para que fluya el Agua de Vida. Lo cual es también
una forma de insistencia, una forma de instar constantemente a los incrédulos
para que salgan de las tinieblas hacia la luz admirable.
Lucas 14:23 Dijo
el señor al esclavo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
2°Corintios 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al
mundo, no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros
la palabra de la reconciliación. 20 Así que, somos embajadores en nombre
de Cristo, como si Dios rogase
por medio de nosotros les rogamos en nombre de Cristo: Reconcíliense con Dios.
No puedo dejar de
ver por medio de estos pasajes bíblicos, el carácter, la convicción, denuedo y pasión
al momento de predicar el Evangelio de Cristo, porque no es tan solo recitar
una historia, no es tan solo cumplir con hablar, sino, es de algún modo
arrebatarlos del fuego (Jud 1:23),
sacudirlos violentamente para que despierten de la ilusión en la que viven,
convencerlos con argumentos enérgicos y suficientes, para que dejen de correr
al infierno y empiecen a correr a Cristo. De alguna manera es pararse en la
senda ancha y tratar de detenerlos para que no sigan hacia adelante.
Se dice que un
predicador antiguo, llamado John Wesley (1703),
dijo en una ocasión; —tendrán que saltar sobre mí,
pero no voy a dejar que entren y se pierdan en el infierno— otro
conocido predicar llamado Spurgeon dijo algo similar; —Si
van a correr hacia el infierno, se van a ir con mis manos tomadas de sus
tobillos rogándoles que no lo hagan— y si esto es de alguna manera
cierto, entonces los cristianos de hoy no solo tenemos una total falta de
compasión y denuedo para predicar el Evangelio de Cristo, sino que hasta podría
sospecharse que tenemos odio hacia los incrédulos, porque los vemos correr
hacia el infierno, los vemos envenenarse con el pecado, y elegimos permanecer
totalmente indolentes ante tal situación.
Pregunto; ¿Cuánto te
pesa que algunos de tus parientes incrédulos serán consumidos en el infierno? ¿Qué
grado de insistencia tuviste con ellos? No quiero apelar a las emociones, pero
es probable que ellos, estando en el infierno levanten su voz y te digan; —¿Por qué no me dijiste de este lugar? — Y tu
respondas; —Te lo dije, pero no me querías escuchar—
y a lo mejor él te diga; —Sí, pero no
insististe demasiado conmigo, porque no me tomaste violentamente para que no
venga a parar a este lugar— Entonces, si finalmente van a terminar allí,
es mejor que se vayan con las marcas de nuestras manos en sus brazos por
haberles tomado con violencia y rogado que no corran hacia ese lugar, una
ilustración bíblica de esto, podría ser la parábola del rico y Lázaro:
Lucas 16:22
Sucedió que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham
y murió también el rico, y fue sepultado. 23
Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y
a Lázaro en su seno. 24 Entonces él,
dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para
que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua porque estoy
atormentado en esta llama. 25 Pero
Abraham le dijo: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro
también males, pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo esto, una gran sima
está puesta entre nosotros y ustedes, de manera que los que quisieren pasar de
aquí a ustedes, no pueden, ni de allá pasar acá. 27 Entonces le dijo: Te ruego, por lo
tanto, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a
fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento.
Sin ánimo de sacar
de contexto este pasaje, quiero resaltar el clamor y suplica del rico en este
lugar de tormento, y si tuviera que darle un sentido real debo apelar a la
imaginación; y si solo por un momento trajésemos hasta aquí a un habitante del
infierno, a una persona incrédula que tu conociste y ya falleció (pariente, amigo, etc.), sin por un
momento tal persona podría estar aquí, probablemente su clamor y suplica sería igual
al del rico en el Hades:
1) Suplica:
—¡tengan misericordia de mí! — Y nosotros; —ya no podemos hacer nada—
2) Suplica;
—¡Entonces denme una gota de agua que pueda por una
fracción de segundo saciar mi sed— Y nosotros; —No
se puede, esta agua no saciará tu sed—
3) Suplica;
—Entonces vayan a predicarle a mi familia, a mis hermanos,
para que no vengan aquí a este horrible lugar— Y Nosotros; —Eso si podemos hacer, y eso es precisamente lo que el
Señor Jesús nos mandó hacer—
Es evidente que
necesitamos del carácter apropiado para llevar adelante este trabajo,
necesitamos del don de evangelismo operando en la Iglesia, necesitamos
verdaderos evangelistas que prediquen el Evangelio, y necesitamos ser dotados
de forma general con el Espíritu compasivo de Cristo para dar razón de la
esperanza que hay en nosotros. Tenemos un tesoro en vasos de barro (2°Co 4:7), y tal tesoro debe ser extendido
hacia los pobres espirituales, hacia las ovejas sin pastor que están esparcidas
a nuestro alrededor.
Haz obra de evangelista
2°Timoteo 4:5 Pero
tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de
evangelista, cumple tu ministerio.
En virtud de todo lo
mencionado hasta aquí, nuevamente llegamos a esta exhortación; “Hagan obra de Evangelista”;
prediquemos la palabra de Dios, a tiempo y fuera de tiempo, instemos, roguemos,
con toda paciencia y doctrina, con toda pasión y convicción, cumplamos nuestro
ministerio de Iglesia, que el Señor levante evangelistas en su Iglesia (que de entre ustedes se levanten
servidores) , y que nos vista de convicción a todos, para saber dar razón
de la esperanza que hay en nosotros, para anunciar las virtudes de Aquel, que
nos llamó de las tinieblas a luz admirable.
Romanos 10:13
porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvado. 14 ¿Cómo, por lo
tanto, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han escuchado? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la
paz, de los que anuncian buenas nuevas!
Cuantos hay afuera,
como nosotros antes de llegar a Cristo, que no saben que sus deudas fueron
pagadas y ellos no consiguen probar nada de eso, ellos no saben nada de la
plenitud de gozo que hay en la presencia del Señor (Sal
16:11). Si bien hoy gozamos de pertenecer al reino de Dios, debemos
saber que fue a costa de que otros se arriesgaron a fin de esparcir el
Evangelio, ahora es nuestro turno; ¡Sé digno de vivir para Él!, y que otros
puedan ver también la gloria de Dios en la cruz por medio de ti; ¡arriésgate!,
con todo tu ser, busca tu vocación, y nunca te avergüences del Evangelio de
Cristo;
Romanos 1:16
Porque no me avergüenzo del evangelio TM [de Cristo] porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree…
2°Timoteo 1:7
Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de
dominio propio. 8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro
Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
Jesús les dijo a sus
discípulos; Ninguno hay que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa
de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más en este tiempo, y en el
siglo venidero la vida eterna (Mr 10:29-30).
De modo que Él nos dará cien veces más de lo que hayamos perdido o invertido, pero
¿Cuánto hicimos nosotros? ¿Qué riesgos corrimos en la vida cristiana?
Que el Señor ponga, corazón
de evangelista hoy en nosotros, y que reaccionemos a esta urgencia, si vale la
comparación; el ángel de la muerte se pasea por todas partes, y sabemos que una
noche terrorífica se acerca sobre todos aquellos que no han pintado con la sangre
de Cristo los dinteles de sus propias vidas, y es preciso que el clamor se
oiga; —¡Corran
a Cristo! ¡Corran a Cristo! ¡Corran a Cristo! —
Conclusión
He querido enfocar
esta primera parte de la temática, de dos maneras; Tanto como que debe haber
evangelistas en la Iglesia, personas dotadas con el don de evangelismo, como
también de que todos nosotros, de forma general, estemos bien preparados para
dar razón de la esperanza que tenemos, lo cual es de alguna manera, una forma
de evangelismo indirecto.
Hasta aquí, con todo
lo mencionado, solo nos hemos esforzado en mostrar la urgencia en predicar el
Evangelio, he querido moverlos un poco, sacarlos de esa comodidad, romper con
la apatía e indiferencia de corazón, lo que sigue ahora es levantarse y
prepararse, porque tan honorable tarea requiere de preparación, Pablo le
escribe a Timoteo; 2°Timoteo 4:2
redarguye [argumenta, refuta], reprende [ordena], exhorta [amonesta, anima] con toda paciencia y doctrina.
La paz del Señor Jesús el Cristo.
-
Muy hermosa la forma como lo explicasb siervo,que Dios te bendiga y te dé más sabiduría.
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