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MENSAJE
DOMINGO 10/02/2019
Por el Hno. Gabriel. -
Introducción
Éxodo 17:8
Entonces vino Amalec y peleó contra Israel en Refidim. 9 Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre del collado, y la vara de
Dios en mi mano. 10 E hizo Josué
como le dijo Moisés, peleando contra Amalec; y Moisés y Aarón y Hur subieron a
la cumbre del collado. 11 Y sucedía
que cuando alzaba Moisés su mano, Israel
prevalecía; mas cuando él bajaba su mano, prevalecía Amalec. 12 Y las manos de Moisés se cansaban; por lo que tomaron una piedra, y la pusieron debajo de él, y
se sentó sobre ella; y Aarón y Hur sostenían sus manos, el uno de un lado y el
otro de otro; así hubo en sus manos firmeza hasta que se puso el sol. 13 Y Josué deshizo a Amalec y a su
pueblo a filo de espada.
Qué situación tan
particular, ¿Por qué se necesitaba que Moisés tenga sus manos hacia arriba?
¿Qué significaba esto? Es un claro cuadro de intercesión, Moisés está
intercediendo por su pueblo, está clamando el favor de Dios por su pueblo, en
el sentido espiritual él se está representando a su pueblo delante de Dios el
Juez Justo para una sentencia favorable en ese combate, su figura es la de un
intercesor, la de una bogado mediador o arbitro para favorecer a su pueblo, en
el sentido físico él está clamando con tantas fuerzas que necesita tener sus
brazos levantados, y el favor de Dios se le concede siempre que la constancia
de su clamor se sostenga con sus brazos estén levantados, pero he aquí un
pequeño problema, este mediador se cansa en su acción de clamar, sus fuerzas se
agotan y se consumen en su gemido, al punto que necesita de algunos asistentes
que puedan ayudarlo en su arduo trabajo de clamar, dos personas que puedan
sostener sus brazos arriba para que pueda continuar intercediendo por su
pueblo, y así lo hizo, con la ayuda de Aarón y Hur pudo cumplir su temporal
trabajo de intercesión momentánea.
A pesar de que este
pasaje es un dato histórico (forma parte
del relato cronológico del éxodo), de todos modos, hay cierta riqueza
doctrinal, ya que a partir de esta acción de intercesión se puede crear una perfecta
analogía que compara a un intercesor según los hombres y un intercesor según
Dios, uno es Moisés como también todos los sacerdotes que oficiaron en esos
tiempos y el otro es Jesús, y este es el tema que vamos a desarrollar en este
mensaje; “Jesús el perfecto y suficiente Mediador”
Referido a Jesús Hebreos 7:24 mas éste (Jesús), por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio
inmutable; 25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él
se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
Aquí se nos presenta
a Jesús como un intercesor incansable y eterno que está siempre (o sea todas las veces que sea necesario)
intercediendo por nosotros, sin necesidad de asistentes o colaboradores que lo
ayuden en esta labor, por lo tanto, Jesús es el perfecto mediador constituido a
favor de los hombres para abogar nuestra causa delante de Dios.
La necesidad de un mediador
Pero vamos a ir por
partes, ¿qué es un mediador o intercesor? Pues bien, el sentido bíblico de
mediador o intercesor es el de un abogado, alguien que pueda representarnos y
en este caso delante de Dios, pero solo en el sentido de lograr una
reconciliación, pero ¿porque necesitamos un mediador? Pues bien, el hombre está
en problema para con Dios, desde el momento que se revelo en el huerto de Edén
fue destituido de la gloria de Dios, (y
¿Cómo haría Adán para volver a ese
estado de gloria que por causa del pecado perdió, no pudo por sí mismo) por causa del pecado fuimos legalmente separados
de Dios, de su gloria, de su santidad (Ro 3:23),
y al ser Jehová un Dios puro y sin mancha no hay ya lugar para nosotros porque
el pecado nos hizo indignos de Él, y por más que quisiéramos acercarnos su
santidad es como fuego consumidor, seremos destruidos, en otras palabras, somos
repelidos por su santidad, ningún hombre podrá acceder a Dios, nadie podrá
estar en su presencia y no morir; cuando Moisés mismo sin entender la grandeza
de Dios pidió que Jehová le muestre su gloria Dios le respondió; Éxodo 33:20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá… de este modo nuestra posición cercanía para con
Dios se convirtió en algo inaccesible, legalmente inaccesible, estamos
separados de Dios y no hay nada que podamos hacer, sencillamente no podemos
acercarnos (moriremos), precisamos de
un mediador, de alguien que pueda ser tolerado por Dios de modo que no muera
cuando se acerque a Él y que además pueda presentar defensa a nuestro favor,
que pueda abogar nuestra causa delante de Él, que sea nuestro representante… pues
bien, tales medidores si existieron, y la primer figura bíblica de intercesor
la encontramos en Moisés, unos años antes que se estableciera el sacerdocio
levítico.
Pero no fue Moisés
un autoproclamado mediador del pueblo hebreo, sino que fue Dios mismo quien lo
escogió para esta tarea específica. Cuando los hombres se atrevieron a
cuestionar la función de Moisés Dios mismo respondió a favor de Moisés, un caso
de esto fue el de su hermana María la cual cuestiono la tarea de este mediador: Números 12:2
Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No
ha hablado también por nosotros? Y
lo oyó Jehová… unos versículos más adelante Dios dice respecto de
Moisés… 6 Y él les dijo: Oigan ahora mis palabras. Cuando haya
entre ustedes profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con
él. 7 No así a mi esclavo [siervo,
sirviente] Moisés, que es fiel en toda mi casa. 8 Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras y verá
la apariencia de Jehová… solo Moisés fue designado para presentarse
delante de Dios y hablar sin morir, otro caso de cuestionamiento hacia Moisés
se dio también con la rebelión de Core, en donde un grupo de príncipes (250 para ser exactos) cuestionaron la
autoridad de Moisés como mediador y guía (Nr 16:1-50),
y bueno ya conocemos la historia, Moisés propuso que todos se presenten delante
de Jehová (por un lado él y Aarón y por
otro lado Core y todo su sequito) y aquel a quien Dios haya escogido que
viva, entonces se abrió la tierra y se tragó a Core y otras familias, y al
resto los consumió con fuego; Números 16:35
También salió fuego de la presencia [de delante] de Jehová, y consumió a los
doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso… y esto nos
demuestra que no se trata de que cualquiera tome este oficio de “Mediador”, sino aquel a quien Dios haya
escogido para esta función, y cualquiera por fuera de los que Dios haya
escogido si se atrevieren a acercarse a Jehová sencillamente morirá, porque
nadie puede acercase a la presencia de Dios y vivir, nadie puede venir a su
presencia libremente sin que haya un mediador que arbitre entre el hombre y
Dios… Deuteronomio
4:24 Porque Jehová tu Dios es fuego
consumidor… su naturaleza Divina es fuego consumidor, por tanto se hace
imposible para cualquier hombre acercarse a Dios, antes por el contrario, tal
virtud divina hace que los hombres se llenen de temor… en una de sus profecías
Isaías reporta… Isaías
33:14 Los pecadores se asombraron en
Sion, espanto sobrecogió a los hipócritas. ¿Quién
de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién
de nosotros habitará con las llamas eternas?
Frente a esta verdad
es obvio que el hombre necesita urgentemente un mediador, un abogado, alguien
que pueda interceder a favor de ellos delante de Dios de generación en
generación, de este modo Dios estableció un linaje sacerdotal para los hombres,
una línea de varones que puedan interceder a favor de los hombres delante Dios,
y ningún hombre fuera de ese linaje podía atribuirse la honra de interceder por
los hombres, sea quien sea la persona si no pertenecía al linaje escogido era
severamente castigado incluso con la muerte, un ejemplo de ello es el rey
Usías, quien equivocadamente quiso atribuirse la honra de ofrecer incienso
delante de Dios pero inmediatamente le broto la lepra en su frente mostrando
que era un hombre impuro (2°Cr 26:16-21),
de este modo quedaba más que claro que fuera de los hombres que Dios mismos
escogió para esta función ninguno más podía atribuirse este y trabajo.
De este modo el
intercesor o sacerdote mediador se convirtió en una imperiosa necesidad para
cualquier ser humano, si hay algo que necesitamos como hombres y mujeres sobre
la tierra les aseguro que no es comida o salud, sino un sacerdote, un abogado,
alguien que pueda hacer de mediador entre Dios y nosotros, de otro modo
pereceremos en la muerte eterna, en destitución de la gloria de Dios por causa
del pecado.
La función del Mediador
Entonces, volviendo
al principio; el hombre quedo destituido de la gloria de Dios, excluidos de su
santidad, separado para siempre de Él, pero a su vez Dios mismo también diseño
un modo para que los hombres pudieran acercarse a Él y finalmente ser incluidos
en la gloria que perdieron, por esta causa les adjudicó un mediador, un linaje
sacerdotal que pueda mediar entre ellos y Él, y fuera de ellos el hombre
estaría en un conflicto divino
Hebreos 5:1 Porque
todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido
a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; 2 para que se muestre paciente con los
ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad; 3 y por causa de ella debe ofrecer por
los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo. 4 Y nadie toma
para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón.
El sacerdote mediaba
entonces a favor de los hombres, ¡cuidado! no a favor de Dios, sino mediador solo
en una sola dirección, solo para el hombre, ordenado y seleccionado por Dios, y
al que Dios constituía en ese se debía poner toda la esperanza. Entonces cada
hombre o mujer que deseaba acercarse a Dios debía hacerlo por medio del sumo
sacerdote escogido, un hombre que pueda interceder a favor del hombre delante
de Dios, como un abogado que se esforzaba en buscar la reconciliación entre
Dios y los hombres, un mediador que pueda por medio de un sacrificio
justificarnos para con Dios, negociar nuestra reconciliación ofreciendo algo a
nuestro favor, la sangre de un animal, como una especie de intercambio para que
Dios al ver la sangre quite de sobre el hombre su sentencia de muerte, y sin
derramamiento de sangre no hay remisión de pecados; Hebreros 8:3 Porque todo sumo
sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo
que ofrecer.
No era nada fácil el
trabajo de mediar a favor de los hombres, ya que era un oficio que se ejercía
de forma constante, su negociación delante de Dios, por decirlo de alguna
manera, no era eficaz en el sentido de reconciliar de forma definitiva al
hombre para con Dios, sino algo momentáneo
Hebreos
10:11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados… sin
embargo, los mediadores debían ejercer su intercesión con mucha paciencia, la
eficacia de su servicio radicaba en mediar sinceramente a favor del hombre, por
lo tanto debía tener compasión por los hombres, debía mostrarse paciente para
con ellos, de alguna manera entenderlos, ponerse en los zapatos de ellos, pero el
problema con este linaje de sacerdotes es que eran hombres débiles, no eran hombres
perfectos y sin macha, sino que estaban rodeados de debilidad, por lo tanto, debían
ofrecer sacrificio por ellos primeros y luego mediar por los hombres, era un
servicio agotador, como hombres se cansaban, y estaban toda su vida sirviendo
en esta función hasta que su vida se acababa y entonces otro mediador debía ser
levantado y cubrir esta función, como un circuito continuo;
Hebreos 10:1
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma
de las cosas, nunca puede, por los
mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los
que se acercan. 2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este
culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado. 3 Pero en estos sacrificios cada año se
hace memoria de los pecados; 4
porque la sangre de los toros y de los
machos cabríos no puede quitar los pecados.
El Perfecto Mediador
De este modo, a lo
largo de la historia existieron muchísimos mediadores, que debido a la muerte dejaban
de ejercer dicha función, y por mas bueno o excelente que hayan sido algunos de
ellos de todos modos era un servicio limitado, y es muy probable que algunos o
muchos hombres siempre estaban a la espera de un mediador perfecto, de alguien
que pueda mediar a favor de ellos delante del Juez Justo y obtener
justificación eterna, alguien que pueda quitar de una vez por todas el pecado y
reconciliar al hombre con Dios y restituirlo a la gloria eterna que por causa
del pecado perdimos.
Incluso nosotros, o
cualquier hombre, si tiene un conflicto con la justicia terrenal, si todo es
desfavorable para él lo que hace es buscarse el mejor abogado, alguien que
pueda mediar por él delante del juez, y no importa cuanto sea su honorario,
cualquier hombre buscaría ser siempre representado por el mejor abogado, por el
mejor mediador, y ahora pregunto; cada uno de nosotros aquí vamos a comparecer
delante del Tribunal de Dios ¿ya tienes un abogado? ¿ya tienes un mediador que este
desde ahora arbitrando a tu favor delante del Juez Justo? ¿alguien ya está
intercediendo por ti para reconciliarte con la justicia divina?
Quizás en la mente
de todo judío piadoso siempre estaba la esperanza del mejor mediador, del
perfecto sumo sacerdote, alguien puro, sin mancha, que viva para siempre y que
pueda acerarse a Dios y obtener eterna redención, darle solución definitiva a
la destitución del hombre de la gloria de Dios, ¡pues bien! Tal mediador es
Cristo:
Hebreos 10:5 Por
lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me
preparaste cuerpo. 6 Holocaustos y
expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, Como en el rollo del libro está
escrito de mí.
Hebreos 9:24
Porque no entró Cristo en el santuario
hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por
nosotros ante Dios; 25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote
en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 26 De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces
desde el principio del mundo; pero ahora, en la
consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre por el sacrificio
de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Hebreos 7:22 Por
tanto, Jesús es hecho fiador de un mejor
pacto. 23 Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por
la muerte no podían continuar; 24
más éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un
sacerdocio inmutable (no
cambia más); 25 por lo cual puede también salvar
perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para
interceder por ellos (todas
las veces que sea necesario). 26 Porque tal sumo sacerdote nos
convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más
sublime que los cielos; 27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos
sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para
siempre, ofreciéndose a sí mismo. 28
Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero la palabra
del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para siempre.
Hebreos 8:1 Ahora
bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo
sacerdote (¡Tal
Mediador!), el cual se sentó a la diestra del
trono de la Majestad en los cielos, 2
ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor,
y no el hombre.
¡Gloria a Dios!, Dios en su beneplácito nos
proveyó del mejor y más perfecto mediador que pueda interceder incansablemente
por nosotros delante del Tribunal divino, no un hombre débil que se cansa y
tiene que expiar primero sus propios pecados, sino alguien perfecto, alguien
eficaz en su trabajo de reconciliación, alguien que puede representarnos
perfectamente como abogado y mediar nuestra causa delante de Dios, que puebla
hablar a nuestro favor y satisfacer las demandas eternas de la justicia divina…
Pero ¿Cómo pudo
Cristo convertirse en nuestro mediador si no desciende del linaje de Aarón?
¿acaso Jesús se autoproclamó mediador de los hombres? ¿se atribuyó el solo esta
honra? ¿Quién lo nombre Mediador?:
Hebreos 5:5 Así tampoco Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose
sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi
Hijo, Yo te he engendrado hoy. 6
Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para
siempre, Según el orden de Melquisedec…
Y referido a quién fue
Melquisedec el autor escribe en la misma carta: Hebreos 7:1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del
Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los
reyes, y le bendijo, 2 a quien
asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente
Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía;
que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de
Dios, permanece sacerdote para siempre… 20
Y esto no fue hecho sin juramento; 21
porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero éste,
con el juramento del que le dijo: Juró el Señor,
y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de
Melquisedec… Fue Dios mismo quien
te asigno el mejor Mediador de todos los tiempos.
Al principio de este
mensaje decíamos que la necesidad de todo hombre no es comida o salud, sino un
mediador, alguien que pueda presentarse delante de la justicia divina y
negociar nuestra justificación y reconciliación con Dios, alguien que pueda
acercarnos a Dios definitivamente, quitar de sobre nuestros lomos la sentencia
de muerte e introducirnos nuevamente en la gloria de Dios… ¡Pues bien! ¡Cristo
es ese perfecto, suficiente y único Mediador!, un sumo sacerdote sin pecado,
que de ningún modo merecía pagar primero sus culpas como lo hacían los otros,
sin embargo, como un abogado inhabitual y extraordinario decidió cargar nuestra
ira, descender al seol por nosotros y sustituirnos con el fin único de
incluirnos nuevamente en la gloria eterna de Dios aun al precio de su propia
sangre.
¡Que más quieres!
Dios ha instituido a nuestro favor a un sacerdote inimaginablemente perfecto (2°Co 5:18), no uno temporal sino uno
que vive eternamente, un mediador perpetuo dispuesto para interceder por
nosotros ¿Cómo vas a pagar sus servicios? ¿Cómo vas a recompensar sus
honorarios? Esta es la razón por la cual rendimos nuestras vidas en gratitud y
vivimos aferrados a Él.
Fue el propio Juez
de los cielos quien se encargó de proveernos del mejor Mediador, su propio
Hijo, ¿alguna vez en la vida humana has conocido una historia similar, que el
propio Juez que debe sentenciarte a muerte te adjudique a su propio hijo como defensor
y mediador a fin de salvarte a ti al precio de matarlo a él? Sin embargo, es lo
que Dios hizo con nosotros, ya que era imposible encontrar un mediador eficaz
entre los hombres que pueda restituirnos a la gloria divina, Dios mismo decidió
enviar a su Hijo, puro sin macha para finalmente culparlo de todas nuestras
manchas, todos nuestros pecados y clavarlo en una cruz, derramar su copa de ira
sobre Él pensando en ti a fin de salvarte y abolir nuestra enemistad (Ef 2:16)… ¡Gloria a Dios hermanos!
1°Timoteo 2:5
Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesús, el Cristo hombre,
Quizás alguien
podría pensar alguna vez; “si se requería que los mediadores sean hombres que
pudieran entender nuestras debilidades ya que ellos mismos eran contaminado con
ellas ¿Cómo es que este Jesús pudo entendernos si no tuvo pecado?”
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote (mediador) que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro.
Cristo se compadece
de nosotros porque él mismo fue tentado en todo pero sin ser doblegado por el
pecado, y el “todo” se refiere a
todas las ofertas que satanás puede hacerle al hombre, esto lo vemos en la
tentación de Jesús en el desierto (Mt 4),
por lo tanto podemos decir que no hay debilidad que Él no conozca de nosotros,
no es como los sacerdotes levitas que podían compadecerse basados en que ellos
habían experimentado el mismo pecado, sino que siendo perfectamente puro fue
tentado en todo pero sin pecado, como un hombre que con un perfecto traje
blanco se meto a trabajar en una mina de carbón y al final del día salió ileso
sin la más mínima o microscópica manca en su vestidura… por lo tanto Él si
puede mostrarnos la salida en todo y darnos perfecta victoria sobre el pecado.
Como mediador fue
incansable en su ministerio, al punto de sudar sangre en aquel jardín en
Getsemaní: Hebreos
5:8 Y aunque era Hijo, por lo que
padeció aprendió la obediencia; 9 y
habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos
los que le obedecen; 10 y fue
declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
Romanos 8:34
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió más aun, el que también
resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros.
Hebreos 10:19 Así
que, hermanos, teniendo libertad para
entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo (por
su mediación), 20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo,
esto es, de su carne, 21 y teniendo
un gran sacerdote sobre la casa de Dios, 22
acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala
conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió 24
Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25 no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.
Finalmente, aquí el
autor, luego de haber descripto las cualidades y trabajo de nuestro mediador,
de todos modos se nos pide que nos mantengamos firme sin fluctuar, y es que el
hecho de que tengamos a más grande y sublime Mediador de todos los siglos, eso
de ningún modo anula nuestra responsabilidad de batallar con el pecado y vivir
en santidad, en aquel primer ejemplo que citamos en donde Moisés con las manos
levantadas está intercediendo incasablemente por su pueblo, y a pesar que Dios
lo está oyendo y respondiendo favorablemente, de todo modos el pueblo debía seguir
pelando contra Amalec… entonces el intercesor mediaba pero el pueblo luchaba,
del mismo modo el cristiano, Cristo es nuestro más sublime intercesor pero
debemos seguir batallando contra el pecado.
La paz del Señor Jesús el Cristo. –
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