MEDITACIÓN DOMINGO 29/11/2015
Por el Hno. Santiago
Efesios 1
13 En él
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu
Santo de la promesa,
14 que es las arras de
nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida,
para alabanza de su gloria.
13 εν→en ω→quien και→también
υμεις→ustedes
ακουσαντες→oyendo/habiendo oído τον→a la
λογον→palabra
της→de la
αληθειας→verdad το→a
el ευαγγελιον→Evangelio/buen
mensaje της→de
la σωτηριας→salvación/liberación υμων→de ustedes εν→en ω→quien και→también
πιστευσαντες→habiendo creído/(confiado) εσφραγισθητε→fueron
sellados τω→a el πνευματι→espíritu
της→de la επαγγελιας→promesa τω→el
αγιω→santo
14 ος→cual εστιν→es/está siendo
αρραβων→arra/prenda de garantía/(anillo de compromiso)
της→de la κληρονομιας→herencia ημων→de nosotros εις→en/en un/en una/para/por/hacia dentro απολυτρωσιν→a
liberación por rescate της→de
la περιποιησεως→cosa
adquirida εις→en/en
un/en una/para/por/hacia dentro
επαινον→a alabanza της→de el
δοξης→gloria/esplendor/(majestad) αυτου→de él/su/sus
Estas
palabras son las que nos brindan una enorme seguridad y una convicción respecto
de cómo se lleva a cabo nuestra salvación.
"Estar
sellado", tener "arras"; ¿Qué significan estas palabras?
SELLAR: Código MAB: 4301
- Escritura Koiné
Cursiva: σφραγιζω - Pronunciación: sfraiízo
- Diccionario MAB: sellar,
confirmar; certificar. Por
implicación preservado, guardado.
ARRAS =
GARANTÍA: Código MAB: 660
- Escritura Koiné
Cursiva: αρραβων
- Pronunciación:
arrabon
- Diccionario MAB: arras, garantía,
anticipo. Que se asegura
mediante prenda. Compromiso que obliga una propiedad por anticipado.
Estar
sellado significa, que estamos confirmado, certificado, por implicación que
estamos preservados; ¿Para qué?, Para que el Espíritu Santo opere en nosotros a
fin de alcanzar el objetivo del Plan de Dios.
El
mismo Espíritu Santo es la garantía de dicho proceso.
1 Pedro 1
5 que
sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para
ser manifestada en el tiempo postrero.
Es
claro que la Salvación de nuestra alma no depende de nosotros, es una Obra Espiritual
que está por encima de nuestra disposición.
Como
lo expresa Pablo por el Espíritu, la Salvación es un Plan sellado y certificado
por y con el Espíritu Santo; Esto significa que existe en los Cielos un
documento, un libro inalienable con artículos que determinan como es el proceso
de nuestra salvación.
¿Cómo
podemos explicar esto?; ¿Cómo ejemplificarlo?
Pues
bien, una primera analogía de esto, podría compararse con el proceso de una
industria al fabricar un artículo, que procesa una materia prima para obtener
un determinado producto. Cada proceso está planificado en tiempo y forma y cada
producto responde a un plan y ha diferentes pruebas para ver si cumple con las
normas establecidas. Esto no es muy diferente de lo que ocurre con el cristiano,
pues nuestra fe es probada continuamente. Nuestra vida Espiritual debe crecer,
desarrollarse y perfeccionarse.
1 Pedro 1
6 En
lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es
necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7 para que sometida a
prueba vuestra fe, mucho más preciosa que
el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza,
gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, 8a quien amáis sin
haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con
gozo inefable y glorioso; 9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es
la salvación de vuestras almas.
¿Qué significa estar
garantizado?
1 Corintios
22 el
cual también nos ha
sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en
nuestros corazones.
2 Corintios 5
1 Porque
sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere,
tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.
2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra
habitación celestial; 3 pues así seremos hallados vestidos, y no
desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo
gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos,
para que lo mortal sea absorbido por la vida. 5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las
arras del Espíritu.
Impresionantes
palabras; Realmente que riqueza del conocimiento de Dios y de su Plan de
Salvación!.
Considero
que Pablo escudriñó en profundidad respecto de la Salvación por medio de la Fe
en Cristo Jesús; Puesto que como judío, él solo tenía conocimiento de una
promesa y de un proceso legalista y religioso que evidentemente era ineficaz
por su debilidad, como se expresa en:
Hebreos 7
18 Queda,
pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia
19(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor
esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
Por
esta razón, necesitaba entender, comprender y hallar una certeza mayor que la
disposición humana, encontrar una esperanza verdadera. Entonces comprendió la
Obra de Dios, entendió la necesidad del Hijo de Dios en la tierra, su muerte,
su resurrección y su Espíritu Santo como legado a los que creen en Él.
Por
eso habla de garantía, porque sabe perfectamente como funciona el Plan de Dios.
Y
nosotros debemos también afirmarnos en ese conocimiento. ¿Por qué cual es la
certeza que tenemos respecto de nuestra Salvación?, es una convicción humana? ,
quizás bíblica? o es porque conocemos y tenemos el Espíritu Santo?.
Hoy
muchos cristianos desconocen el Plan de Salvación, otros buscan afianzar sus
filosofías mediante doctrinas supuestamente bíblicas.
Quienes
degustan del Espíritu Santo, degustan de una Gran Garantía.
Pero,
¿Qué es estar garantizado?
Dada
nuestra cultura consumista, el concepto de garantía se ha apartado del
significado original.
Por
ejemplo: Una persona entiende que garantía significa un compromiso temporal
dado por una fábrica asegurando que el producto o aparato será reparado o
repuesto durante un determinado periodo.
Lamentablemente
este concepto no nos ayuda mucho y puede ser confuso si queremos hacer una
exégesis del texto.
Pero
bíblicamente podemos ver como Pablo por el Espíritu Santo hizo una analogía de
la Garantía comparándola con el compromiso matrimonial
Puede
que esto sea más fácil de comprender para los que están casados y aún para
aquellos que están de novios o comprometidos al matrimonio.
Una
relación amorosa siempre comienza con el interés y amor de una de las personas,
por lo general del hombre hacia la mujer. Es en definitiva el hombre quien se
enamora primero y hace lo necesario para llamar la atención de la mujer y
cortejarla y así producir el interés y amor en la mujer. Pues bien, el Señor
Jesús hizo exactamente lo mismo por cada uno de nosotros, Él nos amó primero (1 Jn 4:19), nosotros ni le conocíamos y no
teníamos interés en Él y Él nos escogió entre muchos y nos llamó y nos enamoró
y dio muestra de su amor poniendo su Vida por nosotros (Ro
5:8).
Ahora
bien, en la antigüedad si un hombre quería casarse con una determinada mujer,
debía primeramente pedir su mano al padre de la mujer y pagar una dote; Un
ejemplo de ello es la historia de Jacob que para su caso tuvo que trabajar
muchos años para casarse con la mujer que amaba. (Gn
29:18). De la misma manera Dios pagó un alto precio por nosotros.
Nosotros éramos del diablo y el Señor Jesús nos compró para Él (Ef 2:1-2; Jn 8:44). Este conocimiento debe ser
muy importante en nuestra Vida.
Una
vez que la pareja está afianzada, viene el compromiso, el compromiso es un
preanuncio de la boda, actualmente se sigue poniendo en la mujer un “anillo de
compromiso”, tal anillo da garantía de que el matrimonio es un hecho concreto
por parte del novio.
En
las Escrituras podemos ver analógicamente que tal anillo de compromiso en
nosotros es el Espíritu Santo, no es de sorprender que el término usado como
“garantía” es “arras” que proviene del griego [ αρραβων "arrabon" que significa: arras/prenda de garantía ] y es raíz del
término “αρραβωνα arrabona” que significa "anillo
de compromiso”.
Claramente
la novia no debía pagar nada, la novia recibe el anillo “por gracia”, como
“sello” de pertenencia. Lo que queremos expresar con esto es que la “Gracia” es
el Espíritu de Cristo, es decir el Espíritu Santo; Esa es la gracia y nuestro
sello de que somos de Él (Ef 1:13).
Es
interesante destacar, que cuando una mujer recibe la propuesta de matrimonio,
automáticamente la mujer solo piensa en la boda y en los preparativos; Dedica
su tiempo a buscar el vestido, preparar la ornamentación; Posteriormente se
prepara para la mudanza, en fin. Cuando la novia recibe el anillo deja de hacer
lo que está haciendo para prepararse para la vida matrimonial. Esto no es
diferente de la actitud que debemos tener cuando conocemos el Amor de nuestro
Señor Jesús; Cuando nos hacemos cristianos nuestra vida cambia profundamente,
nos preparamos para una nueva vida, dejando atrás la vieja vida.
2 Corintios 5
17 De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas.
Obviamente
como cristianos semejante analogía nos hace sentir plenamente seguro y en
muchos casos como “novia” hacemos planes y vivimos como si ya estuviéramos
casados y pensamos que el matrimonio es irrevocable, y a la verdad por parte
del Novio es irrevocable, sin embargo si la novia teniendo el “anillo de
compromiso” fornica, automáticamente queda nulo el compromiso y obviamente nula
la boda, y no solo eso sino que la sentencia para la novia es una muerte
horrible (apedreada hasta morir), tal era el caso en el que se encontraba María
frente a su compromiso con José (Mt 1:18-19).
He
meditado en esto porque he visto a muchos cristianos de hoy en día preguntar
“¿Se pierde la Salvación?”. Y buscan algo que amortigüe esa incertidumbre que
tienen, porque por lo general no degustan del Espíritu o de la plenitud de Él.
También
desconocen el significado y el proceso de la Salvación; muchos cometen el error
de estimar la salvación como un objeto, o como un talismán externo, quizás un
papel que diga que es cristiano bautizado, en fin…No es mi objetivo hablar
específicamente de la Salvación, sino hacer una analogía de la garantía de la
misma.
Si
consideramos la Salvación como las promesas (resurrección, cuerpo glorificado,
corona, galardones) según las Escrituras, es más evidente que no la tenemos,
solo tenemos la garantía por parte del Señor Jesús de que si perseveramos
(estado presente) seremos (a futuro) “salvados” (Mt
10:22; 24:13; Mr 13:13; Jn 10:9).
Mateo 10
22 Y
seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Y
si consideramos los verbos en estado presente “sois” veremos que siempre está
condicionada “si retenéis” (1 Co 15:2)
1 Pedro 1
3 Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos, 4 para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos
para vosotros, 5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la
fe, para alcanzar
la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
Al respecto, para entender el proceso de la Salvación, permítanme la
siguiente analogía. Cuidado, es solo una analogía.
Para comprender esto nos situemos mentalmente en un rescate en el
medio de un naufragio en el mar en el pleno de una gran tormenta. Considera por
un minuto la escena; Es de noche, en tinieblas, estamos ahogados, muertos, de
repente un salvavidas, es el Señor Jesús que entre todos nos escoge y lo
primero que hace es una maniobra de resucitación, nos infunde aliento, nos da
vida, vuelves a vivir, despiertas, ves tu condición y la tormenta, el Señor
entonces te pone un “salvavidas” (la fe y su Espíritu), te dice “sujétate
fuerte, no te duermas y no te sueltes” porque el “salvavidas” está ligada a una
soga y a un barco que ves a lo lejos y que te arrastra lentamente en el medio
de la atribulada tormenta y en medio de tiburones.
Si te aferras “llegarás” al barco y te asistirán y te darán descanso y
estarás completamente salvado, pero si te sueltas los tiburones te están
esperando.
Entonces, podemos expresar que ahora, aquí en la tierra Cristo nos dio
la fe para que por la fe creamos en Él y por ende hemos nacido y recibido su
Espíritu (Jn 3:1-9), es decir que aquí en la
tierra los hijos de Dios están “vivos” (Col 2:13),
antes estaban muertos (separado de Dios, incomunicado) y perdidos pero ahora
están siendo rescatados, pero el rescate tiene un proceso.
Nuestra condición actual es estar “sostenido en la esperanza” (Ti 1:2), estamos sostenido en la esperanza de
recibir lo que esperamos y es por eso mismo que tenemos la fe, para que creamos
que hemos de recibir las promesas del Padre (Ro 8:24),
si fuéramos salvos inmediatamente, no haría falta la fe, ni creer, porque
seríamos revestidos con todas las promesas inmediatamente. Pero eso no es así.
Por ahora tenemos el conocimiento de la Salvación y debemos mantenernos firmes en la fe y
sin movernos de la esperanza del evangelio que hemos oído, porque si nos
apartamos de la fe, no seremos salvados (Col 1:21-23).
No
de balde el Espíritu del Señor es claro en la siguiente demanda según las
Escrituras
1 Tesalonicenses 4
3 pues la voluntad de Dios es vuestra
santificación; que os
apartéis de fornicación;
1 Tesalonicenses 4
7 Pues no nos ha llamado Dios a
inmundicia, sino a santificación.
Tenemos
también que mencionar lo siguiente:
Hebreos 6
4 Porque
es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don
celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, 5 y
asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
6 y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando
de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a vituperio. 7 Porque
la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba
provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;
8 pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima a ser
maldecida, y su fin es el ser quemada.
¡CUIDA DE TU SALVACIÓN!
Filipenses 2
12 Por tanto, amados míos, como siempre habéis
obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia,
ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, 13 porque Dios es
el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
La Paz del Señor Jesús
Muy bueno dios te bendiga grandemente
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