Por el Hno. Gabriel.-
Una de las formas de ilustrar como debe ser el trabajo de la iglesia de Cristo es comparándola con un edificio en construcción, como una obra civil donde constantemente está ingresando material para que la misma no se detenga sino que continúe hasta que pueda terminarse, y cada una de todas las cosas que ingresan; sea ladrillos, cemento, hierros, ripiosa, ladrillones, cal, etc. luego de un proceso (mezclas, hormigón, encadenados, lozas, paredes, pisos, etc.) se transforma en parte del edificio, de esta forma, todo el material es usado para la construcción del mismo, allí nada debe quedar estacionado como si fuera un corralón, porque hacer tal cosa representaría un gran daño y pérdida para aquellos que están financiando la obra.
Una de las formas de ilustrar como debe ser el trabajo de la iglesia de Cristo es comparándola con un edificio en construcción, como una obra civil donde constantemente está ingresando material para que la misma no se detenga sino que continúe hasta que pueda terminarse, y cada una de todas las cosas que ingresan; sea ladrillos, cemento, hierros, ripiosa, ladrillones, cal, etc. luego de un proceso (mezclas, hormigón, encadenados, lozas, paredes, pisos, etc.) se transforma en parte del edificio, de esta forma, todo el material es usado para la construcción del mismo, allí nada debe quedar estacionado como si fuera un corralón, porque hacer tal cosa representaría un gran daño y pérdida para aquellos que están financiando la obra.
De igual manera, diríamos que la iglesia de Cristo es una obra en construcción, donde los obreros de la misma son
cada uno de los ministros que están obligados a trabajar con todo el material
que el Señor va ingresando a su obra, que en este caso son las personas que el
Señor añade a su iglesia, para que luego de un proceso (conversión, bautismo,
preparación, discipulado, llamado) formen parte de la
obra. Jamás deben los obreros, dejar estacionado el material como si estuvieran en un corralón, hacer tal cosa representaría una
total ineptitud por parte del obrero y a su vez un gran perjuicio para el dueño
de la obra. La iglesia de Cristo no es un corralón, donde el material que ingresa (personas) queda estacionado (personas
sentadas domingo a domingo sin discipulado) para que luego sea comercializado, ¡NO!, Cada una de las personas que el Señor añade a su iglesia debe ser
preparada para formar parte del edificio espiritual, deben ser parte de la obra
de Cristo
Efesios
2
21 en quien todo el
edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
22 en quien vosotros también sois
juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.
Efesios
4
11 Y él mismo constituyó a
unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y
maestros,
12 a fin de perfeccionar a
los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo,
13 hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
Actualmente observamos que la situación de la iglesia de Cristo se
parece más a la de un corralón que almacena material que a la de una verdadera
obra en construcción, porque dentro de las misma existen personas que forman
parte de la congregación desde hace muchos años y aun no han sido enseñadas en
las doctrinas básicas como el bautismo, señorío de Cristo, fe, etc., son como
material estacionado echándose a perder dentro de la obra, y esto consecuencia
de la ineptitud de los ministros actuales que en vez de ponerse a trabajar para
la correcta edificación de la iglesia de Cristo están buscando la fama,
popularidad y liderazgo vitalicio, sin contar que hay otros que en vez de
discipular a los hermanos, los pusieron a cantar y
armar show con la mal llamada música cristiana pensado que esto sería mejor y
más agradable para el dueño de la obra. El Señor les reprenda
Mateo
24
48 Pero si aquel siervo
malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;
49 y comenzare a golpear a
sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,
50 vendrá el señor de
aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,
51 y lo castigará
duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir
de dientes.
Tomado de un mensaje brindado por el Hno. Santiago en la Iglesia Bíblica
Salta.-
La paz del Señor Jesucristo.-
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