Por Hna. Blanca
Hoy quiero compartir algo, que hasta ahora me hace llorar cuando lo
recuerdo…
Fue cuando en una oportunidad leí un mensaje con respecto a la
restauración. No lo había tenido en cuenta, y agradezco al Señor Jesucristo por
la luz que Él da por su Espíritu a muchos hijos suyos y llegan a nosotros a
través de la lectura de libros en algún momento en nuestra vida. Es sobre el apóstol
Pedro: Como sabemos, este discípulo le falló a Jesús al negarle tres veces,
aunque un poco antes le había asegurado, llevado por un sincero impulso, “que
si era posible iría aun a la muerte por Él”. Todos los pormenores de estos
hechos lo encontramos en los cuatro evangelios (Marcos 14:26 al 31 y 66 al 72, Lucas
22:31 al 34 y 54 al 62 y Juan 18:15 al 18 y 25 al 27)
Mateo
26
30 Y
cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.
31 Entonces
Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque
escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.
32 Pero
después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
33 Respondiendo
Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.
34 Jesús
le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás
tres veces.
35 Pedro
le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y
todos los discípulos dijeron lo mismo.
…
69 Pedro
estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú
también estabas con Jesús el galileo.
70 Mas
él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
71 Saliendo
él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba
con Jesús el nazareno.
72 Pero
él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
73 Un
poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro:
Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te
descubre.
74 Entonces
él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre.Y en seguida cantó el
gallo.
75 Entonces
Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que
cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró
amargamente.
¡Qué tristeza fue para Pedro! Pues
luego de la negación, al volverse y encontrar la mirada de Jesús, se fue y
lloro amargamente según podemos leer en Lucas 22:62. Es que él pensaba que no
tendría oportunidad de enmendar este error, porque amaba al Maestro profundamente.
Pero ¡Qué gran misericordia la de nuestro Señor! Pues siguiendo con la
lectura del evangelio (Marcos
16) luego de la
crucifixión y trascurrido los tres días, al resucitar victoriosamente nuestro
Señor Jesucristo, dejo un claro mensaje a los ángeles que quedaron en donde
estaba la tumba vacía. Vemos en Marcos 16, “a leer todo el pasaje (desde el
verso 1 al 8)”, el versículo 7 dice así; pero id y decid a sus
discípulos “Y A PEDRO”que Él va delante de vosotros a Galilea, allí
le veréis como os dijo.
No puedo evitar que se me nuble la vista cuando llego a esta parte del
versículo “Y A PEDRO” ¡Me conmueve tanto como Jesús cuido
amorosamente ese detalle! Aquí se comprueba su palabra en la que afirma que;
“habiendo amado a los suyos los amo hasta el fin” (Juan 13:1). Nunca debemos dudar de su
amor que es eterno.
Jesús siempre supo que precisamente este discípulo le iba a negar, y
también sabia de su profundo arrepentimiento porque Él es Dios
Luego nos podemos imaginar el reencuentro entre ambos, a leer el pasaje
en el evangelio según Juan capitulo 21 versos 15 al 19, para comprobar la
oportunidad que el Señor le dio a Pedro de manifestarle su amor.
Y ¿Qué reflexión nos trae esta meditación? Que mientras vivamos o
mientras dure el “Día de Gracias”, siempre hay oportunidad de
restauración.
Sé que hay hijos de Dios que se sienten alejados de Él, y creen que ya
están desechados, pero no es así. El libro de lamentaciones capítulo 3 versos
31 al 33 dice así.
Lamentaciones 3
31 Porque
el Señor no desecha para siempre;
32 Antes
si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias;
33 Porque
no aflige ni entristece voluntariamente a los hijos de los hombres.
También tenemos otras palabras de aliento en 2° Timoteo 2:13 y Salmos
51:17
Hoy quiero alentarte a que regreses a su camino, ¡Apresura tus pasos
“no hay tiempo que perder”! Que Jesucristo vuelve es una realidad, es
más; su venida es inminente, lo ha prometido y su palabra se
cumplirá. Que te encuentre esperándole.
Y para terminar, confieso que yo también tuve mis experiencias
relacionadas con “esto”, créanmelo, es por eso que esta estrofa de un himno que
está entre mis preferidos, me toca tan de cerca:
Muchas
veces cual un necio vil
Me
fui de sus senderos
Más
con afán Él fue por mí
Sus
brazos me envolvieron…
¡Gracias
Padre Bendito!
------amén-----
La paz del Señor hermanos.
La abuela Blanca.-
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